miércoles, 27 de marzo de 2024

El MENSAJE DE LA OSCURIDAD - Mensaje de Yeshua por Pamela Kribbe


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Magia de Llamas Gemelas
https://www.youtube.com/watch?v=9GVqN04wd1A


El MENSAJE DE LA OSCURIDAD
Mensaje de Yeshua

 

Amadas amigas y amigos:

¡Yo Soy Jeshua, y os saludo a todos!

Para mí, es una alegría estar aquí, con vosotros. Estamos conectados como hermanos y hermanas. Juntos, traemos una nueva ola de consciencia al mundo. Intuidlo por unos instantes.

Sois portadores de una antorcha; lleváis con vosotros una luz interior. Visualizaos alzando una antorcha encendida cuya luz se difunde en la oscuridad. Inicialmente, vuestro cometido es iluminar con esa luz vuestra propia oscuridad. Nada más nacer en esta Tierra, llena de miedo, de espejismos y de desconfianza hacia la vida, empezáis a tomar parte en este mundo y en sus intentos de evadirse de sentimientos profundos. Desde el momento en que nacéis y a lo largo de toda vuestra infancia y adolescencia, afrontáis el reto de intentar manteneros fieles a vuestra luz, a quienes sois y a lo que sentís. ¡En verdad, un reto enorme! 

¡Qué maravilloso es que lo hayáis superado y que estéis aquí presentes, con vuestra antorcha encendida! Para vuestros adentros quizás penséis: «Me ha costado muchísimo». O quizá también: «No lo he superado en absoluto, me siento solo y abandonado». Pero nosotros os vemos aquí juntos, por tanto, sabed que no estáis solos. Numerosos amigos afines y guías de «este lado» se hallan aquí, con vosotros. Os vemos como portadores de luz, así que ¡confiad en ello!

La vida os da, para empezar, vuestra propia porción de «oscuridad», por así llamarla. Hacéis frente a miedos internos y a circunstancias externas que aparentemente no sois capaces de manejar. Sin embargo, esas circunstancias y emociones difíciles son justamente lo que atrae vuestro más hondo conocimiento, vuestra esencia, vuestra luz interior. La luz de vuestra propia alma se os hace visible precisamente a raíz de su «noche oscura». Lo que puede guiaros a través de la noche oscura del alma no es una luz que venga de fuera, sino solamente vuestra luz interior, ya que os remite a vosotros mismos y a vuestros propios recursos internos. Cualquier cosa externa a la que pudieseis agarraros se derrumba. Quedáis sentados a solas en «un suelo desnudo». Únicamente podéis obtener ayuda desde dentro de vosotros, desde vuestra propia fuerza interior.    

Cada uno de vosotros conoce esa experiencia de depender de uno mismo, de tener que soltarlo todo y de renacer a la luz del alma con el fin de vivir un nuevo amanecer: un nuevo comienzo en el que vuestra alma tiene una mayor presencia en la Tierra. Eso es lo que la oscura noche del alma también hace por vosotros. Además del hecho de llevaros a abandonar toda certidumbre externa y a prestar  atención a ciertas emociones profundas, a veces muy oscuras, también os trae una nueva perspectiva, una nueva consciencia de la realidad. Una vez que habéis llegado a este punto, la luz de vuestra antorcha brilla no solo para vosotros, sino que también ilumina el camino de otros, a menudo sin que lo sepáis. 

No es necesario que hagáis grandes cosas para lograrlo, pues es algo que sucede de forma natural. Vuestra consciencia cambia porque descubrís el significado del amor y la compasión dentro de vosotros. En verdad, solo asimiláis el verdadero alcance de ese significado cuando vosotros mismos os halláis en un pozo sin fondo. Es entonces cuando comprendéis el poder de una mano tendida, la falta de prejuicio o el sentido de la amistad, y lo cultiváis, primero y ante todo, en vosotros mismos. Una vez que habéis experimentado esa benevolencia para con vosotros, esta os acompaña durante las contracciones del proceso de parto y volvéis a nacer como un nuevo «yo», con un corazón tierno y abierto, un «yo» conectado. No un «yo» que, por miedo, tiene que pelear para sobrevivir, sino uno que se permite estar completamente presente, con serenidad y bondad. Entonces os convertís en trabajadores de la luz, en seres que ayudan a moldear la nueva era en la Tierra.      

Quisiera decir algo sobre esa nueva era, pues ya está brotando en la Tierra. Ya no es una visión del futuro —¡está aquí y ahora! Gracias a vuestros esfuerzos, y a los esfuerzos de muchos que pasaron por el mismo proceso que vosotros, la nueva Tierra está empezando a asomar. Este es un acontecimiento que habéis estado esperando durante largo tiempo. No solo en esta vida, sino también en muchas otras en las que os guió la promesa, la visión de una nueva Tierra en la que vuestra alma pudiera estar aquí presente totalmente conectada consigo misma; en la que por fin pudierais sentiros como en vuestro Hogar en este pequeño planeta tan especial.     

Percibid durante unos instantes hasta qué punto sentís ya esa realización; hasta qué punto sabéis ya que estáis conectados con la Tierra. Cuanto más presentes estéis aquí con vuestra alma, mayor impulso cobra la Tierra y más se despierta y fluye con esa nueva luz que habéis venido a traer. No os subestiméis. Sí, lo que hacéis con vuestra luz es por vosotros, pero también por la Tierra y todo lo que en ella vive. La Tierra os sigue por ser quienes sois.    

Sois trabajadores de la luz —traéis luz a la Tierra. Imaginad que estáis sentados en el suelo en algún precioso lugar de la naturaleza. Por debajo, sentís la paz y la armonía de la Tierra. Conectáis con ella, con el alma de la Tierra, e intuís que ella también anhela un cambio, una expansión de consciencia. Y quiere conseguirlo estando conectada con vosotros y con la humanidad en su conjunto. 

La Tierra también está involucrada en este proceso dinámico; sentidlo. Permitid que el alma de la Tierra aparezca ante vosotros en forma de ser humano o de animal, y permaneced con la imagen que espontáneamente surja en vuestra mente. Preguntadle qué es lo que desea, qué es lo que quiere lograr mediante su evolución, su proceso de crecimiento. Preguntadle al alma de la Tierra qué podéis hacer por ella en estos momentos; cómo podéis ayudarla en su desarrollo.  

¿Qué es lo que su respuesta genera en vosotros? ¿Sentís que lo que os pide es algo que también os nutre a vosotros, que os conecta con la Tierra y que os proporciona descanso y armonía? El arte de vivir en la nueva Tierra consiste en estar totalmente conectados con su esencia, la cual también está presente en vosotros como seres humanos; consiste en estar conectados con vuestra propia naturaleza humana en tanto y cuanto criaturas terrenales.

El nuevo ser humano está completamente arraigado y presente. Respeta los ritmos de la Tierra y de la naturaleza, dentro y fuera de sí mismo. Sentid el poder de la nueva Tierra fluir hacia vosotros. Ya vive en vosotros y en la propia Tierra. Dejaos llevar por lo nuevo, pues os está llamando. La nueva Tierra desea crecer y florecer.

Generalmente, la noche oscura del alma lleva a la persona al umbral de lo nuevo, algo totalmente cierto en vuestro caso. Me dirijo a vosotros como las almas que sois. Habéis estado en este camino durante largo tiempo. Habéis hecho un largo viaje a través de infinidad de vidas en la Tierra. Y habéis mantenido vuestra luz encendida al tiempo que lidiabais con intensas experiencias de dolor, desolación y rechazo.

Hoy, en el umbral de los nuevos tiempos, las viejas energías y esa densidad que durante tanto tiempo habéis experimentado en la antigua Tierra os siguen poniendo a prueba. Pero, ahora, vais a soltar y dejar atrás todo eso, aunque solo podéis despediros de algo cuando lo honráis, cuando sois capaces de apreciar lo que os ha dado y lo dejáis ir con amor. Todo el dolor acumulado en esta vida y otras pasadas necesita de vuestra bendición para poder ser liberado. Solo entonces podréis cruzar el umbral, libres y sin cargas, como los ángeles que en esencia sois.  

Por lo tanto, honrad la noche oscura del alma y el mensaje que trae consigo. A partir de ahora, cuando experimentéis esa oscuridad, dejadle ver lo fuertes que os habéis hecho, los muchos pasos que ya habéis dado en vuestro viaje interior. Sois mucho más fuertes que el dolor, el miedo, la tristeza, la depresión… ¡Lo que sea! A la oscuridad podéis mostrarle compasión; podéis bendecirla. Esto significa que podéis tenderle una mano y decirle: «Tal como eres está bien; te comprendo. No lucho contra ti; dentro de mí, hay un lugar para ti. Eres un recuerdo de las vivencias pasadas y de lo mucho que he aprendido de ellas». Entended que es precisamente gracias a esos picos y valles que habéis atravesado a lo largo de vuestras vidas en la Tierra por lo que ahora hay en vosotros una sabiduría madurada en vuestro interior; por lo que realmente sois capaces de comprender desde dentro lo que significan el amor, la compasión y la fortaleza. Porque para vosotros se han convertido en una realidad vivida. 

En eso consiste la consciencia de Cristo que entonces despierta en vuestro corazón, en vuestro ser. Es lo que os lleva a cruzar el umbral de la nueva era, en la que todos vuestros ideales por fin adoptarán un ritmo y una cadencia adecuados para vosotros y para la Tierra. Aquí, lo importante es que os deis cuenta de lo valiosa que es la noche oscura del alma, por la que quizás estéis pasando todavía. Es algo que debe ser nuevamente contemplado a la luz del amor y la comprensión. Solo entonces puede aflojarse y disolverse, si bien os lleváis con vosotros la sabiduría del pasado. Tal es el fruto de vuestro viaje en la Tierra.

Por lo tanto, cuando os halléis lidiando con densas emociones de miedo u os preguntéis si realmente hay un lugar para vosotros en la Tierra u os sintáis como forasteros y experimentéis soledad y dudas persistentes, vedlo todo como si se tratara de un niño. Dadle a todo eso el rostro de un niño que expresa todas esas emociones que aún perviven en vosotros. Tendedle una mano a ese niño y bendecidlo. ¡Se merece tanto vuestra atención y vuestro amor! Pero no hagáis de esto algo más complicado de lo que es. La noche oscura del alma es un proceso prácticamente imprescindible antes de que crucéis el umbral de la nueva Tierra.     

Tomad de la mano a ese niño que carga con vuestras emociones más densas; acompañadlo y ayudadlo, pero sin olvidar quiénes sois. Sois el padre o la madre, amorosos y comprensivos, que lleva a ese pequeño de la mano. Podéis ver más lejos que él. Ya podéis ver más allá del umbral. Sentís la pujante fuerza vital de una nueva realidad que os aguarda. Ofreced una atención serena a ese niño que aún puede que se resista o tenga miedo. Por otra parte, permaneced conscientes de la nueva realidad que en estos momentos está arraigándose en la Tierra.      

Yo, y todos los que están aquí conmigo, os honramos y respetamos. Sentid nuestra reverencia, aquí y ahora. Gracias por vuestra presencia de hoy.

JESHUA

Canalizado por Pamela Kribbe

lunes, 18 de marzo de 2024

APRENDER A COMPRENDER LA ENFERMEDAD - Mensaje de María Magdalena por Pamela Kribbe


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Magia de Llamas Gemelas
https://www.youtube.com/watch?v=g2D8yFwLN3A

APRENDER A COMPRENDER LA ENFERMEDAD
Mensaje de María Magdalena

 

Amadas amigas y amigos: 

Acudo con mucho respeto por el camino que todos ustedes están transitando. Yo Soy María Magdalena, y también he estado en la Tierra en un cuerpo terrenal. He experimentado la confusión, la emoción y la oscuridad que pueden estar presentes en una vida humana. También he experimentado la Luz en aquellos momentos de intuición y profundo éxtasis, porque sentí la presencia de mi alma y esa experiencia me sacó de la confusión y me alejó de la nostalgia que te invade en la vida terrenal.

Ese ir y venir entre la luz y la oscuridad es característico de la vida humana. También es el propósito de la vida terrenal llegar a conocer y respetar los opuestos que se originan tanto en ustedes mismos como en el mundo. La Luz, tanto como la oscuridad, contienen tesoros en su interior. Desde la perspectiva de la Unidad, aquella que trasciende la dualidad de la vida terrenal, no hay conflicto entre la luz y la oscuridad; se trata sólo de la dinámica entre esos dos opuestos.

A través de la oscuridad, ustedes descienden a las profundidades que sólo pueden experimentarse mientras se está en un cuerpo humano, con la mente y las emociones de un ser humano. Desde aquellas profundidades puede nacer una luz que agrega algo nuevo a la Creación, al Universo y al Cosmos. Lo que ustedes están haciendo mientras están aquí en la Tierra es especialmente valioso. Debatirse entre sentimientos de dolor, soledad, confusión, éxtasis, claridad y alegría, es parte de estar en el reino terrenal de la dualidad. Acepten ese flujo y reflujo, porque de esa manera lograrán que la vida sea mucho más ligera.

Muy a menudo ustedes luchan contra esa corriente porque quieren evitar sentirse miserables y retornar al polo de la luz lo antes posible. Sin embargo, de esa resistencia a la oscuridad, surge una separación artificial entre la luz y la oscuridad, entre el bien y el mal. Se vuelven antónimos: la luz es buena y la oscuridad mala, pero esa oposición crea una dualidad que es falsa y ficticia. Las emociones oscuras también tienen un valor y contienen mensajes muy significativos. La luz sola no es suficiente. La oscuridad representa un enorme poder, porque de ahí surge la posibilidad de ser un yo independiente que hace elecciones y toma decisiones, que explora cosas nuevas, que crece en fuerza y autoconciencia. Toda la evolución de su alma depende de que ustedes tengan conocimiento de la oscuridad, para que puedan trabajar conjuntamente con ella y transformarla.

Eso se vuelve muy claro y adquiere mucha relevancia cuando están enfrentándose a la enfermedad, con síntomas físicos que interrumpen y derrumban sus hábitos y su vida cotidiana. La presencia de tales síntomas los obliga a sumergirse en la oscuridad, porque debajo del dolor y del nivel físico de la enfermedad, yace toda una represa de emociones que ha sido reprimida durante un cierto tiempo y que quiere ser vista. Son esas voces en la oscuridad que a menudo se hacen oír gracias a la enfermedad. Sin embargo, debido a que ustedes a través de su crianza y de su sociedad, han crecido con muchos prejuicios acerca de lo bueno y de lo malo, de lo que puede y no puede ser, reprimen los mensajes de la dolencia y se centran solo en los síntomas físicos, es decir en los aspectos externos de la enfermedad.

Yo los invito a observar la enfermedad más profundamente, y eso comienza con suspender todos los juicios acerca de lo que es malo y de lo que es bueno, que tan perjudiciales son para el examen interno, para la exploración de sí mismo. La enfermedad no es mala en un sentido moral. Por supuesto es molesta, inoportuna, dolorosa y, por lo tanto, es natural que ustedes anhelen la salud y la armonía. Pero la enfermedad en sí misma no es mala, es el resultado final de un proceso interno y una dinámica entre reprimir y querer ser visto, y tal dinámica se da a conocer a través del cuerpo.

Vean a su cuerpo como un instrumento muy puro. Mientras su cabeza está llena de juicios morales acerca de lo bueno y lo malo, el cuerpo permanece ajeno a eso. El cuerpo se halla al margen del reino del juicio y de la moralidad y eso en sí mismo es un milagro; el cuerpo no se enredará ni se unirá a las voces del prejuicio, del miedo y de la moralidad. En este sentido, el cuerpo es el instrumento más puro que tienen a su disposición aquí y ahora.

No consideren al cuerpo sólo como una cosa física, sólo como un trozo de materia, sino como un fenómeno o manifestación mucho más compleja. El cuerpo es, ante todo, un campo de energía. Siéntanse a ustedes mismos desde la cabeza a los pies. Sean conscientes de la corona de su cabeza y de sus pies y dedos de los pies, y sientan que a su alrededor hay un campo que lo abarca todo. Ese campo no acaba en la superficie de su cuerpo, se extiende más allá y es mucho más grande que su cuerpo.

El campo del cual les hablo, ese campo de energía suyo, está relacionado muy estrechamente con las células y los órganos que componen su cuerpo a nivel físico. El cuerpo y el campo están profundamente entrelazados; uno no existe sin el otro. Sientan el campo viviente en y alrededor de ustedes y conéctense con él. Respiren profundamente y relájense. Ese campo contiene la verdad sobre ustedes y está muy cerca, los impregna y los rodea y, sin embargo, no suelen llegar a él porque sus pensamientos actúan como una barrera que los aparta de las señales y de los impulsos, de la verdad que representa su cuerpo.

La barrera mental está compuesta de juicios, normas y de cómo tendrían que ser las cosas, lo que está permitido y lo que no. Esa barrera funciona como una espada de corte porque divide y compartimenta sus experiencias y emociones en cajas, y así el flujo suave, la unidad de la totalidad, se rompe y se fragmenta. Traten de sentir el campo sin pensar en él; simplemente permitan que sea. Saluden a su cuerpo, al campo de energía sofisticado y afinado que es. Su alma está tan presente en ese campo como lo está en las células físicas de su corazón, de sus órganos, de su sangre, y todo ello está íntimamente ligado.

Lo que los desconecta de ese campo viviente son sus pensamientos, que juzgan y separan. Desháganse de eso y dense la bienvenida a ustedes mismos. Vayan contra todos esos prejuicios centenarios diciéndole “sí” a su corazón, a su vientre, a todas las emociones que llevan dentro de ustedes, a lo llamado bueno y malo, y véanse como un todo. ¡Sean libres en ustedes mismos! Asuman que todo lo que está vivo ahí en este campo es bueno, que es bienvenido y tiene un valor.

Ahora, imaginen que conscientemente buscan los bordes de ese campo. Vean si pueden sentir hasta dónde se extiende, lo grande que es y lo bien que se sienten ahí. Imaginen que se deslizan ligeramente a lo largo de esos bordes y que afirman: “¡Sí, esto Soy Yo”! y determinen si el campo se extiende debajo de sus pies y si mantiene contacto con la Tierra. Si no lo hace totalmente, diríjanse conscientemente debajo de sus pies y sientan cómo la energía de la Tierra les da la bienvenida y los acoge.

El poder nutritivo y sostenedor de la Madre Tierra los ayuda a sentirse más relajados y serenos dentro de su propio campo de energía, y lo hace sin juzgar. La Tierra y su cuerpo van de la mano; trabajan desde el mismo dinamismo, desde la misma sabiduría. Ese es el comienzo de la conexión con la energía de una enfermedad o dolencia; libérense de cualquier prejuicio y vuelvan a casa con ustedes mismos. Sientan cuánto necesitan esa conexión y cómo la han perdido. Juzgarse a uno mismo y compararse continuamente con los demás es perjudicial, crea tensión y nerviosismo.

Para aprender a comprender la enfermedad, es necesario volver a casa contigo mismo, aceptar quién eres y entrar al campo del no-juicio que está alrededor y en tu cuerpo. Imaginen, a medida que se serenan y permanecen en un estado de tranquila observación, que un portal aparece ante su ojo interior. Detrás de ese portal está una parte de ustedes que han perdido, que no han querido ver. Su cuerpo experimenta una dolencia o una desarmonía porque ustedes quieren mantener esa parte bajo llave y con cerrojo. Borren los pensamientos acerca de lo que esa parte podría ser e imaginen que el portal ya está abierto. Con su atención y serenidad puesta en esa presencia, en esa energía, en esa parte de ustedes, vean cómo se les permite salir. Ahora, ya no sienten la necesidad de refrenarla. Limítense a ver lo que sale y lo que sucede. Y recuerden que ¡todo es para bien!

Si están a punto de emitir juicios o si comienzan a dudar de que el proceso esté funcionando, borren esos pensamientos de nuevo. Ustedes no tienen que ver nada, simplemente tienen que sentir lo que sale del portal y aceptarlo. Si sienten pesadez o un cierto estado de ánimo o si ven una imagen o un color saliendo del portal, pregunten dónde se ubica en su cuerpo. Lo que sale es una energía emocional que ustedes han reprimido y ahora es conveniente que sepan dónde está teniendo lugar en su cuerpo esa represión. ¿Está ocurriendo en la parte superior o inferior de su cuerpo? ¿En algún órgano en particular o en una cierta ubicación de su campo de energía? Simplemente busquen algo que llame su atención en el campo de energía que ustedes son. Dejen que el cuerpo les hable; él quiere hablarles, darles sugerencias, permítanse ver algo. Ábranse, e incluso, si en un principio no les da resultado, háganlo nuevamente cuando estén solos y en un estado de relajación.

Conéctense con el campo que no sabe de juicios. Imaginen que hay un portal a través del cual algo que les pertenece y que tanto han reprimido, quiere mostrarse y manifestarse. Dejen que la conciencia y la luz fluyan hacia la parte de su cuerpo que ha sufrido por la represión. Y da igual si el proceso de conexión con su cuerpo no produce resultados notables inmediatamente. Ustedes están luchando contra tradiciones anticuadas de ver las cosas basadas en el miedo y en el juicio. Recuperar la conexión pura intuitiva con su cuerpo les exige que se entreguen a un estado de quietud y de no-juicio. Si hacen eso regularmente, comenzarán a sentir lo efectivo que es. Incluso si el mensaje no les llega inmediatamente, será beneficioso permanecer con uno mismo en ese nivel tan puro.

Finalmente, les pido una vez más que experimenten el poder de la Tierra bajo sus pies y también mientras está presente en su cuerpo. Sientan la fuerza natural y la ausencia de juicio que hay ahí. La Tierra sabe intuitivamente lo que ustedes necesitan sanar, tanto a nivel físico como emocional.

Reciban su fortaleza ahora y estén abiertos a la fuerza de la Tierra dentro de su cuerpo.

¡Y así es!

Muy amorosamente,

MARÍA MAGDALENA

viernes, 8 de marzo de 2024

ENTENDER EL LENGUAJE DEL CUERPO - Mensaje de YESHUA por Pamela Kribbe


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Magia de Llamas Gemelas
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ENTENDER EL LENGUAJE DEL CUERPO
Mensaje de Yeshua

 

Amadas amigas y amigos:

¡Yo Soy Jeshua!

¡Estoy aquí presente entre vosotros y os amo profundamente!

Sentid mi amor, mi completa aceptación de quienes sois. No hay nada que hayáis de ocultarme. Sois ángeles heridos y hoy estoy aquí para extender mi mano a cada uno de vosotros, pues estos son tiempos de sanación. Las cosas están, por fin, empezando a cambiar, pero para cambiarlas en un nivel más profundo, tenéis que adentraros en la oscuridad. Tenéis que atender a las viejas heridas que os han sido infligidas. Hagámoslo ahora.  

Imaginad que lleváis en la mano una antorcha de luz. ¿Sois capaces de sostenerla en alto? ¿Podéis aceptar que sois portadores de Luz? Una de las mayores tragedias que observo que tiene lugar en vuestra vida es que habéis dejado de reconocer vuestra propia luz. Miráis fuera de vosotros; os fijáis en autoridades, en expertos; buscáis orientación en vuestro entorno. Pero yo no estoy aquí para ofreceros ese tipo de guía, estoy aquí para guiaros desde dentro. Tenéis que volver a familiarizaros con vuestra propia luz. 

Estáis tan acostumbrados a haceros pequeños e insignificantes que ahora os pido que, en vuestra imaginación, volváis a alzar esa antorcha de luz y contempléis sus cualidades. Sentid el efecto sanador que esa luz tiene en vosotros. De todas las herramientas de sanación que podáis recibir, esta es la más poderosa para reconectar con vuestra propia luz interior.  

Todas las tragedias de la Tierra, la historia de violencia y de guerra que este planeta ha conocido, obedecen al hecho de que las personas se han desconectado de su propia luz, de su propio sentido del mal y del bien, de su propia intuición. Habéis caído presa del miedo y andáis constantemente buscando seguridad fuera de vosotros, y esto tiene que acabar ya. Para dar paso a una nueva era en este planeta, es imprescindible que haya gente capaz de aceptar su propia luz y de vivir en coherencia con ella.       

Así pues, ¿cómo soltar el miedo y esas voces de falsas autoridades que os llegan desde fuera? Al asumir este proceso de liberación, vais a contracorriente de energías de larga data, por lo que sois pioneros y revolucionarios. Durante mi estancia en la Tierra, dejé sembradas las semillas de esta revolución y vosotros sois los portadores de esas simientes, a las cuales les ha llegado el momento de germinar.    

Bañaos en la luz de vuestra antorcha. Imaginad que impregna todo vuestro cuerpo. Esta luz procede de vuestra alma y os está recordando que no sois meros seres de carne y hueso, sino que descendéis a la Tierra desde otro reino. Sentid ese reino ahora, pues es vuestro Hogar, y recibid su energía. Sentid las energías de vuestros guías y de los ángeles que tenéis cerca, ya que en verdad están solo a un suspiro de distancia. Su deseo es elevaros por encima de la densidad y la oscuridad de la Tierra, pero, sobre todo, desean elevaros fuera del abismo del miedo.   

Imaginad que esta habitación se llena con nuestra luz combinada. Y sentid lo mucho que la Tierra desea recibir esta luz, porque dicha luz —vuestra luz— le es muy necesaria. Sin embargo, para ser los trabajadores de la luz que sois, primero tenéis que sanar vuestras heridas internas y permitir que vuestro cuerpo os hable. El propio cuerpo, si bien contiene energías tanto masculinas como femeninas, posee, en relación con el alma, una energía global femenina. El cuerpo es receptivo —recibe las energías tanto de vuestra alma como de vuestra personalidad y, al igual que un espejo, os devuelve reflejadas tanto las cualidades de vuestra alma como también cualquier distorsión que se produzca como resultado de vuestra personalidad.  

Así como la Tierra es una energía femenina, si la comparamos con la energía masculina del Sol....... el cuerpo contiene una energía más femenina, si la comparamos con la energía del alma, la cual se rige más bien por el principio masculino. No obstante, ambas energías son igualmente valiosas y el cuerpo ansía la atención del alma, ya que es su auténtico guía y aquello que lo inspira.     

En vuestra sociedad estáis acostumbrados a abordar y tratar el cuerpo desde la mente. También recurrís a la mente y a la ayuda de la medicina para abordar la enfermedad, lo que ha hecho que descuidéis el cuerpo. Para recuperar la relación natural que existe entre vuestra alma y vuestro cuerpo, primero tenéis que aceptar este último, independientemente de su apariencia o de las dolencias que pueda padecer.  

Sentid que la luz de vuestra alma acepta plenamente vuestro cuerpo. El alma anhela unificarse con el cuerpo y la luz de vuestra alma anhela penetrar en todas las células de vuestro cuerpo. Esta fusión de alma y cuerpo es lo que os convierte en un ser humano inspirado, en un ángel humano.    

En verdad, el cuerpo es un instrumento divino. Mostradle el respeto apropiado y, cuando conectéis de esa manera alma y cuerpo, surgirán otras alternativas de sanación.

Es cierto que tenéis que cuidar el cuerpo a nivel físico y que puede ser juicioso aceptar tratamientos de la medicina convencional para curarlo, pero existe un nivel más profundo en el que atender al dolor o al problema.

El primer paso es aceptar que el cuerpo es una expresión del alma. Y luego, abrirse a uno mismo y esperar a que llegue el mensaje que el cuerpo está intentando transmitir. Sin embargo, os habéis acostumbrado a pensar tanto que os gustaría que la respuesta a cuál es la causa del problema os llegara verbalmente, a través de la mente. Pero el proceso de descubrir el auténtico significado de una enfermedad es más profundo y sutil que eso.       

Es preciso que consideréis la enfermedad como un amigo, un amigo al que vais conociendo poco a poco y que, progresivamente, os va contando cómo se siente y cuál es su mensaje. Adentrarse en el camino de la enfermedad siempre equivale a adentrarse en el territorio de lo desconocido. Algo nuevo busca hacerse presente en vuestra consciencia y es, en general, un nivel más profundo de amor propio. A través del dolor y del sufrimiento, ese amor hacia vosotros mismos termina creciendo en vuestro interior y os exige un mayor grado de entrega con el fin de que recibáis el mensaje o la respuesta de la enfermedad. 

Así pues, llevar la antorcha de vuestra luz implica dos cosas: la primera es que reconocéis vuestra grandeza, vuestra divinidad; asumís que sois vuestro propio amo y que no dependéis de ninguna autoridad externa. Y la segunda es que sabéis arrodillaros para aceptar con humildad las cosas que ocurren en vuestra vida, abandonando la idea de que podéis encontrar todas las respuestas con la mente e, incluso, de que tenéis que buscarlas con la mente.    

En este proceso de autosanación y de iros conociendo, tenéis que aceptar que hay algo mucho más inmenso de lo que sois. Y esa inmensidad, la cual desea revelarse ante vosotros, es, en realidad, el Espíritu. Os pido, por tanto, que os hagáis dueños de vuestra propia luz, permaneciendo al mismo tiempo abiertos a esa energía más grande que quiere guiaros. Ese poder mayor que vosotros no es una autoridad;  rebosa alegría y ligereza. El Espíritu desea estar con vosotros; desea fluir a través de vosotros mientras vivís como seres humanos en la Tierra.      

Os doy las gracias por vuestra atención.

Estoy profundamente conectado con todos vosotros.

Gracias.

JESHUA

miércoles, 6 de marzo de 2024

LA LLAMA DE TU MUNDO INTERIOR - Mensaje de YESHUA por Pamela Kribbe


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Magia de Llamas Gemelas
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LA LLAMA DE TU MUNDO INTERIOR
Mensaje de YESHUA

 

Amadas amigas y amigos:

Yo Soy Jeshua, un hermano y una persona de ideas afines. Siente mi presencia contigo. No soy un extraño, estamos profundamente conectados el uno al otro. El hecho de que tú habites un cuerpo terrenal y yo no, no crea una gran distancia entre nosotros. Siéntelo en tu corazón. La distancia que surge entre las personas se debe más al miedo y la desconfianza que a estar o no físicamente juntos. Siente la conexión interna que tienes con la conciencia de Cristo, la conciencia del Amor y la conexión entre sí.

Dar un paso atrás, un paso hacia adentro, suele ser conveniente a fin de prepararse para algo nuevo que está por venir. Esto es lo que ahora está desarrollándose a nivel mundial. Es una necesidad que también se manifiesta individualmente en la vida cuando se da un paso hacia adentro, sea o no forzado por una crisis o una situación que parece provenir del exterior. Esa situación cumple una función, no es un inconveniente ni un estorbo, sino una puerta que se abre al mundo interior.

Siente tu mundo interior durante un momento. Ve adentro. Imagina que dentro de ti hay un espacio vivo y transparente. Recorre todo tu cuerpo. Fíjate en que tu cuerpo es mucho más grande de lo que parece. Es tu campo de energía. Es como una gran casa en la que vives, solo que está en continuo movimiento. Hay corrientes que fluyen, estados de ánimo, vibraciones que te rodean… Esa es tu casa, tu hogar energético. Tu cuerpo está incluido en ella. De hecho, el estado de tu energía son los cimientos de esa casa. El cuerpo responde a eso, fluye y se mueve con ella. Eso no es algo insólito, ya que responde a las Leyes de la Energía: la materia sigue a la energía.

Desciende con tu conciencia a tu campo energético. Ve adentro. Ciérrate un momento a los muchos estímulos externos. Pon tu atención en tu columna, pero comienza un poco más arriba de la nuca, donde hay una especie de canal que te conecta a una esfera superior, que es la esfera de tu alma. Te conecta con tu conocimiento interior, que se extiende más allá del tiempo y el espacio, más allá de lo físico. Simplemente te vuelves consciente de ese lugar allí, justo fuera de tu cuerpo, pero íntimamente conectado a él. Luego, recorre lentamente tu cuerpo con tu atención. Siente la energía detrás del cuello y entre los omóplatos. Dirige tu atención a tu columna vertebral y sienta el área que hay detrás del vientre, también llamada plexo solar, y detrás de la espalda baja, hasta el coxis. Siente ese canal

Siente que estás conectado a la Tierra. Siente el poder de la Tierra en ti. Tú estás aquí para aportar algo a la Tierra. Sientes una necesidad interior de compartir algo, de dar algo y de expresarte. Ese impulso proviene de tu alma, pertenece a tu ser. Siente con igual fuerza el canal que te atraviesa conectando el Cielo y la Tierra. Tú eres un puente entre los dos mundos. Siente lo que tienes para ofrecer.

Para visualizar esto, imagínate que estás en un escenario en el que te quedas de pie o te sientas y te sientes tranquilo y fuerte. Tú no tienes miedo. Estás en contacto con ese canal tuyo, estás conectado. Estás seguro. Siente esa seguridad. Estás en tu propio espacio interior y allí estás seguro y a gusto. Luego mira quién está frente a ti. Ese escenario es un espacio, una sala en la que hay personas que han venido a verte. Eso no te asusta ni te pone nervioso. Al contrario, sientes profundamente que es muy significativo. Tú no estás ahí para actuar ni ser reconocido, estás ahí para compartir algo esencial con ellos. Tampoco te hallas más arriba o más abajo que ellos. Estás ahí en tu rol, en tu función natural.

Observa lo que ocurre: ¿Qué pasa por tu mente? ¿Qué tienes que hacer o decir ahí? Quizá haya quien se acerque a ti espontáneamente y te pregunte algo. ¿Qué están preguntándote? ¿Qué les ofreces, qué les das? ¿Qué compartes con ellos al seguir tu impulso interno? Fíjate sobre todo en el sentimiento que hay en ello. ¿Compartes conocimiento, sabiduría, gentileza, comprensión o aliento? Siente lo que fluye naturalmente de ti. Siente lo natural que eso te resulta, para ti es tan fácil como respirar.

Todos vosotros estáis aquí para compartir algo de la cualidad única de vuestra alma con los demás. Eso significa que te destacas, que ya no sigues el camino trillado, sino que sigues la voz de tu corazón. Y eso es algo que puede provocar ciertos miedos. Pero al mismo tiempo, percibir esa corriente interior te acerca a ti mismo y a una sensación de plenitud y alegría. Uno de los  miedos que puedes experimentar aquí es el miedo a la exclusión. Tan pronto como empiezas a vivir desde tu alma, comienzas a actuar, pensar y sentir desde un flujo que ya no se basa en el viejo pensamiento colectivo ni en los viejos hábitos y miedos. Estás introduciendo un nuevo sonido, por así decirlo.

Te pido que creas en ello; se requiere un nuevo sonido. Es muy necesario porque la conciencia en la Tierra solo puede cambiar y crecer desde el contacto con el alma, el espacio interior.

Te agradezco que estés en la Tierra aquí y ahora. Eres valiente. Se necesita valor para destacarse y seguir la voz del corazón, y estás apoyado en ello. Si no es por la energía colectiva, que en ciertos puntos todavía está atascada en la energía antigua, el apoyo proviene del campo de ligereza y disposición que ahora está en proceso de aterrizar en la Tierra. Puedes llamarlo Conciencia Crística o simplemente Luz, Claridad, Conexión, Amor… En parte, ese campo está materializándose gracias a ti.

En esta época está aconteciendo un nuevo nacimiento. No te dejes engañar por los sonidos negativos que oyes. Siente la llama de la vela de lo nuevo y déjala arder en tu corazón.

Con amor,

JESHUA