jueves, 1 de mayo de 2014

Dos almas gemelas y un solo ser ...


Dos almas gemelas y un solo ser

Cada uno de nosotros ha de unificarse con el otro yo, un ser semejante a nosotros (del mismo sexo) pero con pensamientos, deseos, memorias y conocimiento muy distinto, y casi diría complementario, al nuestro. Así el soñador ha de unirse al soñado, el meditador al meditante, el enamorado al amante… en el que los primeros habitan el mundo conocido del tonal y los segundos el mundo desconocido del nagual (quetzalcoatl y su hermano gemelo xolotl —otra parte de sí mismo— que era deforme y se presentaba como un perro, uno era la estrella de la mañana y otro la de la tarde y esto ejemplificaba la relación entre el sol y venus).

Pero sin esta fusión ninguna plenitud ni sabiduría es posible porque ambos forman parte del yo verdadero, ambas realidades son yo que estoy aquí y estoy allí. La cultura y la industria se niegan a permitir que la puerta del otro lado quede abierta (no podrían seguir con su régimen de esclavitud, basado en el trabajo obligatorio, la compra compulsiva, el sistema financiero, las hipotecas, los medios de comunicación), pero los aventureros del espíritu han de mostrar el camino a las gentes sensibles que entran en crisis purificativa, dentro de este escenario surrealista que llamamos lo cotidiano.

También sabemos que, en el tonal, por cada alma existe un alma gemela, así fuimos creados dobles, una firma divina en el ser pero con dos conciencias, shiva y shakti, lo divino masculino y lo divino femenino (ahora existen otras variantes). Y así, con doble polaridad, está marcado todo el universo conocido. No se trata de otro ser en un cuerpo físico distinto, sino de una parte de nuestra envoltura luminosa o campo energético que siempre ha estado conectada con nosotros. No hay manera de separarse del gemelo precioso porque también soy yo, somos la misma energía y fuimos creados juntos. Todos lo buscamos casi obsesivamente a lo largo de nuestra vida, pero no podemos encontrarlo en el exterior, sólo dentro. Sin duda que repetidas veces creemos que ya por fin lo hemos conseguido, pero luego se repiten los viejos patrones y surge la separación.

Todo lo que quiere nuestro corazón, el espíritu nos lo concede, sin importar ni juzgar un deseo como bueno o malo. Pero lo que sucede es que asumimos un buen racimo de creencias limitativas en nuestro corazón como que el amor duele, que hace falta ser perfecto para ser amado, que después de una oportunidad fallida es muy difícil volver a encontrar el amor, etc. Y nuestra vida refleja estas creencias inconscientes. Sin duda que cada amante reflejaba una chispa del alma gemela, pero toda idea de que hay algo más que amor verdadero y desinteresado, que es el que otorga el alma gemela, oscurece el camino para el reencuentro. Nuestras relaciones son un reflejo de lo que esconde nuestro corazón. Una vez liberadas estas cadenas mentales el alma gemela puede acercarse. Si tú te acercas pero el otro no está libre, es posible que tú tampoco estés libre.

No se puede buscar al alma gemela como a una pareja transitoria, porque el alma gemela siempre está disponible para nosotros. Si la sientes cerca y no llega es que tu miedo aparece como un obstáculo al amor total. La relación con el alma gemela nunca romperá otra relación, el amor trabaja de otra manera, no comienza causando dolor a otra persona que es la pareja de nuestra alma gemela. Y cuando el miedo se diluye y ambos están despiertos completamente, entonces se encontrarán libres y listos para una vida juntos. El corazón de las mutuas parejas les conducirá seguramente hacia otro lado y entonces ambos, abiertos a la verdadera locura del amor místico y físico, se mantendrán unidos para siempre.

http://www.emiliofiel.com/2014/04/29/29-de-abril-dos-almas-gemelas-y-un-solo-ser/

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