NIEVE
El Gran Espíritu,
Los Jinetes y Los Elementos
El Gran Espíritu,
Los Jinetes y Los Elementos
1ero septiembre 2012
Mi nombre es NIEVE. Hermanos y hermanas, acojámonos en
la Alegría del Gran Espíritu.
… Compartiendo el Don de la gracia…
Yo vengo a proseguir, con ustedes, en el mismo eje que
lo que dio el Anciano (ndr: SRI AUROBINDO) que me ha precedido. Yo les he
hablado, muchas veces, de la naturaleza, de su rol, de los Elementos y de los
Jinetes. El Gran Espíritu los llamará, cada vez más, y la Tierra los llamará,
cada vez más, como lo ha dicho el Anciano. Y este Llamado va a resonar en el
fondo de ustedes y, resonándolo, va a conducirlos a buscar las condiciones más
propias para estar en Paz y por tanto, Estar Aquí, Presentes y en Paz, para
vivir eso.
En el momento donde uno de los Elementos los llame en
ustedes, reúnanse con él. Aléjense, en esos instantes, de todo lo que es artificial,
creado por el Hombre, que eso sea la piedra de vuestra casa, que sea la
electricidad de vuestras casas. Despójense, durante algunos instantes, de todo
lo que no es natural. Velen por estar acordes, en esos momentos, a la Tierra,
al Cielo y sus Elementos. Si es de día, busquen la luz del día. Si es de noche,
respeten la noche: no enciendan la luz eléctrica. El Anciano les ha dicho que
los lugares de vuestra cabeza los llamarían. Y si ustedes son llamados por uno
de los Elementos, reúnanse con él, incluso si es por algunos instantes. Si el
agua los llama: vayan al borde del agua. Si la Tierra los llama: estírense
sobre la tierra. Si el Aire los llama: busquen el aire de los árboles. Si el
Fuego los llama, y si el Sol está ahí: mírenlo. Si es de noche, y si tienen la
posibilidad, enciendan un fuego o una llama de vela. Respeten el Llamado de los
Elementos porque ellos vienen a despertarlos donde ustedes estén.
Es en estas circunstancias naturales que ustedes
estarán lo más directos para responder al Cielo y a la Tierra. Porque hay que
prepararse, como la Tierra y el Cielo se preparan y los preparan. Respeten
también, según el elemento que los llame, el Elemento de la naturaleza que
ustedes vayan a ingerir y a comer, de la misma manera. Si el Agua los llama:
beban mucha agua. Si el Fuego los llama: coman más caliente. Si el Aire los
llama: coman más bien lo que crece en la altura. Y si, por fin, la Tierra los
llama: coman lo que crece en la tierra. Es una lógica que apunta a hacerlos
encontrar vuestras raíces: del Cielo y de la Tierra, que apunta a prepararlos,
como la Tierra y el Cielo se preparan. Respeten eso. E incluso si les parece no
poder respetarlo entonces, pregúntense lo que es capital, para ustedes, en esos
momentos.
Busquen la tranquilidad y además, instálense, ahí, sin
buscar nada, sin pedir nada, sin esperar nada. Simplemente estar presente, Ahí.
Consciente de vuestra propia conciencia, mecido por el Elemento que los ha
llamado, respondiendo al Llamado del Cielo y de la Tierra. Ustedes verán muy
rápido la diferencia, si ustedes responden al Llamado en vuestro lugar donde
ustedes viven, con respecto a si ustedes responden el Llamado en la naturaleza.
Cualquiera sea el tiempo. No hay necesidad de mucho tiempo, pero tomen ese
tiempo. Ningún Elemento, incluso el más intenso, puede alterarlos, de ninguna
manera, porque él los ve. Porque el Elemento de la Tierra, el Elemento de
vuestro cuerpo, el Elemento del Cielo, es el mismo Elemento que rodea al Gran
Espíritu. Simplemente, su forma, su textura, no es la misma, pero es la misma
cosa. Otórguense ese tiempo. Otórguense ese tiempo, para estar Ahí, sensibles
al Cielo y a la Tierra, entre el Cielo y la Tierra.
El pedido del cuerpo será seguido, si ustedes lo
aceptan, de un Llamado de la conciencia incomparable donde el Gran Espíritu
estará ahí. Si vuestras condiciones de vida, de trabajo y de ocupación, no les
permiten reunirse con la Madre Tierra, entonces recreen, en vuestra casa, lo
que puede representar los Elementos: una copa de agua, una llama de una vela,
una flor o una planta, ventilen. La representación (que habrán adoptado) del
Elemento actuará porque el Elemento del Gran Espíritu es Inteligente, como la
Luz, y vuestra intención de representar este Elemento será verdaderamente
seguida de la acción del Elemento. Este cuerpo los llama a la Luz. Los llama a
la Tierra y los llama al Cielo. Colóquense entre el Cielo y la Tierra.
Colóquense en los Elementos. Y muy rápido, ustedes verán los beneficios y los
efectos.
Más que nunca, el tam-tam de la Tierra va a resonar,
en ustedes, porque este cuerpo pertenece a la Tierra. Más que nunca, el tam-tam
del Espíritu va a resonar, en vuestro espíritu, porque vuestro espíritu viene
del Cielo. Si ustedes respetan eso, entonces se respetarán ustedes mismos, y el
Gran Espíritu estará de acuerdo con vuestro espíritu, liberándolos de lo que es
necesario, en Espíritu y en Luz, para sacar adelante lo que sucede. Ustedes
constatarán muy rápido que, si el medio ambiente en el cual están es pacífico,
estarán cada vez más Aquí, y cada vez más Presentes. A la inversa, si el medio
ambiente es contrariado, no está de acuerdo con los Elementos, entonces ustedes
constatarán también, muy rápido, que eso es más difícil para ustedes.
Los Elementos tienen cosas que decirles: de ahí donde
ustedes vienen, de ahí donde ustedes van. Los Elementos les hablan y, en esos
Elementos, nosotros estamos más fácilmente con ustedes. Hay un Llamado en todas
partes. Nuestro Llamado. El Llamado de los Elementos. El Llamado de vuestro
cuerpo y de vuestro espíritu. A ustedes les corresponde responder. Y si ustedes
no pueden responder, miren bien lo que se levanta, en ustedes, para no
responder y actuar con el fin de estar Aquí. La intensidad del Cielo y de la
Tierra y del Gran Espíritu los llama, más que nunca a estar Aquí. Les
corresponde a ustedes decir y mostrar lo que es más importante para ustedes.
¿Van a responder al Llamado de vuestro ordinario o van
a responder al Llamado de lo extraordinario? Vean esto con cada vez más
claridad, cada vez más contraste e iluminación. Ustedes van a estar, de todas
formas, cada vez más lúcidos de los consejos que yo les he dado. Eso va a
aparecerles cada vez más claramente porque es evidente. Este cuerpo pertenece a
la Tierra. Vuestro espíritu pertenece al Gran Espíritu. Y cuando el Gran
Espíritu y la Tierra se despiertan, es la hora también, para ustedes, de
Despertarse definitivamente. Escuchen los Elementos. Ellos les permitirán oír,
todavía más claramente, los que los acompañan a vuestra izquierda. No es
cuestión de dimitir de sea lo que fuere que ustedes juzgarían importante en
vuestra vida, sino, más bien, de encontrar el tiempo necesario para responder a
esos Llamados. La acción de los Elementos, en ustedes, desde luego, en otros
momentos, les dará el impulso para reajustarse totalmente, con la más grande de
las claridades sin ninguna duda posible.
Pero en primer lugar es necesario que los elementos
hayan obrado, en ustedes, para finalizar vuestro Encuentro con ustedes mismos.
La Tierra y la naturaleza son vuestras aliadas para nuestro Encuentro y para
vuestro Encuentro. Es también la mejor manera de no dejarse arrastrar por los
pensamientos, por las emociones, por los apegos, por los miedos. Los elementos
de la naturaleza serán de una ayuda considerable, cada vez más, cualquiera sea
la intensidad de los Elementos, en ustedes, como en lo que ustedes observarán.
No teman nada. Si ustedes encuentran los Elementos, ellos les hablarán, a su
manera, y ustedes los comprenderán. No duden tampoco en llamar esos Elementos,
en Encontrarlos, ahí donde ellos están, pero también a llamarlos. Vayan a su
contacto, a su encuentro, y oigan su respuesta. Lo que sucede, en ustedes,
sucede tanto en el árbol como en el agua, y ustedes tienen cosas que decirse.
Ustedes sacarán de eso una ayuda considerable. Es la mejor manera de respetar
este cuerpo como el Espíritu que ustedes Son, y de poner todo en armonía, en
resonancia perfecta con el tam-tam de la Tierra y el tam-tam del Cielo. Yo no
tengo más otras palabras para transmitirles. Pero, en cambio, estoy dispuesta a
responderles si hay interrogaciones complementarias a lo que yo he dicho.
Pregunta:
¿El Llamado de los Elementos puede hacerse por los
Triángulos de la Cabeza, ligados a los Elementos?
Se hará exclusivamente así (ndr: ver la rúbrica
"protocolos/las 12 Estrellas de María").
Pregunta:
¿Cómo llamar los Elementos?
No hay técnica, mi Hermana. Solo el Corazón llama los
Elementos. Solo cuando el Corazón llama, los Elementos responden. No vas a
imaginar construcciones en tu cabeza: llama simplemente. Es tan simple como
eso. Nosotros Estamos y los Elementos Están. Es Todo.
Pregunta:
¿Sería más beneficioso vivir en el campo?
Mi Hermana, yo te respondería que si tienes la
oportunidad, vive bajo una carpa. Pero, desde luego, yo concibo que eso no es
realizable para ustedes. Las paredes de vuestras casas los protegen y los
encierran. El que ose estar en contacto con los Elementos, en su noche, les
sacará todos los beneficios. Pero, desde luego, eso es realizable para pocos de
ustedes, por diversas razones. Pero la pared de una casa, en la naturaleza, es
menos perjudicial que la pared de una casa en una ciudad.
Pregunta:
¿Hay que responder al Llamado de la Naturaleza, la
noche, cualquiera sea la hora de la noche?
Yo te responderé, mi Hermano, que te corresponde a ti
de ver. Hazte la pregunta a ti mismo: "¿debo yo responder o no?". Y
ve lo que sucede, en ese momento.
Pregunta:
¿El llamado al Elemento debe hacerse de manera general
o específica?
Esto de lo que yo hablé es específico e
individual, por el instante. Cuando el Llamado de los Elementos se volverá
colectivo, ustedes no tendrán más que hacerse preguntas.
Pregunta:
¿Se debe llamar prioritariamente al Elemento que nos
plantea problema en nuestro cuerpo?
El Llamado de los Elementos no es función del Elemento
faltante, o en exceso, o a desplegarse, sino, por supuesto, de las
circunstancias de la interacción entre vuestro cuerpo de energía y el cuerpo de
Luz.
Pregunta:
¿Se puede llamar los Cuatro Elementos todos los días?
Mi Hermano, ¿quién ha hablado de los Cuatro Elementos,
y quién ha hablado de todos los días? Yo he dicho que había que respetar el
Llamado del Elemento. Ustedes pueden llamar los Elementos para Encontrarlos.
Pero no llamen demasiado rápido para encontrar los Cuatro Elementos al mismo
tiempo.
Pregunta:
¿Una estructura en vidrio, como una varanda, es tan
bloqueante a nivel de los Elementos como las paredes de una casa?
¿El vidrio está constituido de qué? De plomo. Es por
tanto, en lo que concierne los Elementos y el Llamado de los Elementos,
limitante. Menos que una pared de piedra. Menos ustedes pongan una densidad
entre ustedes y la naturaleza, en esos momentos, mejor es. Incluso si eso no es
más que algunos minutos, va mejor algunos minutos en la naturaleza, para
Encontrar el Elemento, que muchas horas dentro.
Pregunta:
¿En respuesta al llamado de un Elemento, los tres
Puntos del Triángulo concerniente de la cabeza van a activarse al mismo tiempo?
Los tres Puntos o toda la zona. Ustedes tienen cuatro
zonas: por encima de la oreja izquierda, en la parte delantera, en la parte de
atrás y por encima de la oreja derecha. Tengan en cuenta que el Elemento
privilegiado, en ese momento, es muy a menudo el Aire, porque es ahí que está
el Canal Marial. Pero para otros Hermanos y Hermanas, es la Tierra o el Agua y
el Fuego. Pero los Elementos son cambiantes: no son siempre los mismos.
Pregunta:
Si el Elemento Fuego llama, ¿hay que mirar el Sol, con
los ojos abiertos?
Yo nunca dije eso. Miren el Sol, con los ojos
cerrados, por supuesto, excepto en sus primeros rayos, en sus últimos rayos,
salvo si ustedes tienen la certeza que el ojo no arriesga nada. La llama de la
vela es la Luz del Sol, en la casa, y el Fuego.
Pregunta:
La noche, ¿por tanto hay que iluminarse mejor con una
vela?
Yo no he dicho exactamente eso. Yo hablé de la luz de
la vela, al momento del Llamado del Fuego, nada más.
No tenemos más preguntas, le agradecemos.
Yo soy NIEVE y los saludo, en el Amor y la Paz. Que el
Gran Espíritu los acompañe. Hasta pronto
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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NIEVE
EL GRAN ESPÍRITU, LOS JINETES Y LOS ELEMENTOS
01 de septiembre 2012
Realizado por Domingos y Ana (Mikaël y SaräAmma)
http://www.isismikael.blogspot.com
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