SAN FRANCISCO DE ASIS
Acepten, lo que es traído,
a ustedes ahora, con gratitud y alegría
28 de noviembre de 2012 22
Acepten, lo que es traído,
a ustedes ahora, con gratitud y alegría
28 de noviembre de 2012 22
Yo fui conocido, en su tiempo, como Francisco, Francisco de Asís.
He pedido, hablar con ustedes ahora, con
el fin, de alcanzar, los corazones de muchos, que se acercan, en este tiempo,
con recelo y miedo.
Encontrarás, que conforme hablamos, se
volverá, muy natural, igual que cuando hablas con Miguel.
Cuando entré a la tierra, como Francisco,
alcancé, un estado de iluminación, es decir, fui capaz de hablar, con mi
espíritu, y me pude comunicar con mi Yo, y no fue, cosa sencilla.
La mayor parte, de la humanidad, en ese
momento, estaba simplemente, tratando, de sobrevivir, de un día, para otro.
La mayoría, de cualquier recorrido, sólo
podía, hacerse a pie.
Si uno tenía suerte, de tener un animal, para llevarlo, podía ser más fácil, y
un poco más rápido.
La mayoría, no salía, de sus alrededores
inmediatos, en toda su vida.
La comunicación era, principalmente, de forma verbal.
Si uno podía, leer y escribir, se podía
llevar, sólo, hasta pedazos de pergamino, o de papel, lo que uno, podía
transportar.
La educación, sólo estaba disponible,
donde yo vivía, a través de la iglesia, y sólo era accesible, para muy pocos.
Ahora,
su mundo, es muy diferente.
Esto, los ha llevado, a una capacidad, de
viajar, y comunicarse, y de aprender, que ni siquiera, nosotros, podíamos
soñar.
Y, sin embargo, también, ha llegado al
punto, de que por fin, ven, con ojos claros, el estado del mundo, en que viven,
y esto, no los ha llenado de alegría.
Ustedes ven, gracias, a su asombrosa capacidad, para comunicarse, que están, destruyendo su mundo, y entre ustedes.
Ustedes han decidido, que iban a cambiar,
la dirección de su sociedad, que los rodea, y han pedido, la ayuda espiritual,
para hacerlo.
Así que, muchos cambios, han ocurrido,
que es difícil, de saber, por dónde empezar, a hablar de ellos.
Pero, lo más importante, es que ustedes
han elegido, alinearse con el flujo, de las energías del tiempo, y el cambio,
ha sido siempre, la voluntad de lo Divino.
No importa, lo que tú, y tus compañeros,
llaman, energía Divina.
Sólo importa, que la reconocen, y que trabajan con ella, y no contra ella, porque no intentan, torcer su voluntad, para satisfacer, sus propios fines, egoístas.
Han logrado esto, en un período,
sorprendentemente corto, de tiempo, y están listos, para experimentar, un gran
evento cósmico, en su beneficio, en lugar, de la destrucción de su mundo.
Sí!, la ayuda inmensa, e invisible, en su
mayoría, ha sido, enviada a ustedes, para esta tarea, para sus propios
esfuerzos, esfuerzos personales, y ha sido, lo que se ha preparado, para éstas,
próximas semanas.
Por favor, estén en paz, en sus corazones,
y sepan, que sólo, sus intereses más altos, y mejores, son las intenciones de
su creador, y de sus ángeles, y de los que ustedes llaman maestros, y de todos
los que, a veces, llaman Compañía de Luz.
Queremos que sepan, que se les esta
preparando, tanto, como es posible, para que ustedes lo estén.
Ustedes, han puesto, tanta expectativa,
en este momento, y escucharon, de predicciones, ahora obsoletas, que los
preocuparon, y los llenaron de temor, de lo que realmente será, el
momento, más maravilloso, en la historia, de este planeta, y de hecho, de
cualquier otro planeta.
Simplemente, dejen, que la preocupación,
y el miedo, se vayan.
Acepten, lo que es, traído a ustedes ahora, con gratitud y alegría.
Y es tan cierto, como que estoy hablando,
con ustedes ahora, y sé, que ustedes, como individuos, no tienen, nada que
temer, porque, su miedo más grande, nunca podrá, acercarse a ustedes.
Puede, que no siempre, se llamarán, Juan
o María, como yo, no siempre, fui conocido, como Francisco, pero siempre, ustedes
serán.
Son ustedes, muy valiosos, para su Creador, por eso, es verdad.
Si sólo aprendieran, a amarse, como
ustedes son amados, solo eso, cambiará su mundo, a un estado, que podríamos
llamar “el cielo”.
Estoy, solo divagando!.
He dicho, lo que he venido a decir, y les
deseo paz, y me despido!.
Vayan con Dios!
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