LORD
LANTO
EL CREADOR DE SOMBRAS
23/01/2013
EL CREADOR DE SOMBRAS
23/01/2013
Quién es el creador de sombras?
Quién crea las sombras?
Quién potencia la Luz?
Y quién se envuelve en lo más
profundo de las sombras, sino es el propio Hombre?
Yo fui un Monje. Y mi camino fue
largo, cómo es el camino de todos los Monjes. Y tal vez sea aún más largo, el
camino de un Monje, porque no le caben distracciones.
Ustedes, el tiempo entero, se
envuelven en distracciones:
Se distraen naciendo, se distraen
caminando, se distraen creciendo. Conviviendo con la familia. Teniendo amigos,
teniendo amores. Sintiendo la ausencia de las personas, participando de la vida
de unos, huyendo de la vida de otros. Buscando el dinero, haciendo del dinero
su Dios, haciendo del dinero su martirio.
Sin embargo, un Monje, se distrae
con pocas cosas.
Yo fui por mi camino espiritual
por falta absoluta de otras posibilidades. No tuve padre, no tuve madre. Fui
abandonado en un monasterio. Y por una profunda gracia, por una profunda
suerte, fui acogido, alimentado y cuidado, en ese ambiente. Crecí cercado por
las grandes murallas del monasterio, pero alimentado. Crecí, teniendo qué
comer, teniendo qué vestir.
Pero veía en todo eso que era mi
historia, que era mi caminata, un gran dolor, un gran sufrimiento. Todo eso en
mi vida, era una gran sombra. Porque estaba infeliz, estaba viviendo una vida
que no quería que fuese mía. Pasando por experiencias, que no quería que fuesen
mis experiencias. Viviendo dolores, que encontraba que no había elegido para
mí.
Algunas veces iba, acompañado por
los Monjes, a algún trabajo a la aldea y observaba a los niños, con sus
familias. Y ahí sí, mirando la felicidad del otro, veía y sufría, pensando en
mi infelicidad. Pensando en cuánto era solamente. Pensando, en el regazo de la
madre que no tuve, en la presencia del padre, del orientador que no tuve.
Miraba todo lo que no tenía.
Y crecí más y mi vida era trabajar
y trabajar y trabajar. Mi sombra se volvió mi trabajo. Porque miraba aquello y
pensaba en cuántas personas tenían todo, más fácil que yo? Cuántas personas
tenían la libertad de trabajar y volver a sus casas? Y yo me quedaba allí en el
mismo lugar, preso en el monasterio.
Y cuando crecí un poco más, mi
sombra era pensar que quería salir y no tenía coraje. Mi sombra, era imaginar
otra vida para mí y no tener el valor de romper con la vida que tenía. Con
miedo de que no fuese cierto, con miedo que el ambiente no fuese favorable, que
las personas no me permitiesen ese camino.
Y después, cuando envejecí, mi
sombra era criticarme por todo lo que no había vivido. Por todo lo que no había
hecho, por las elecciones equivocadas, por mi falta de coraje. Por haber sido
amigo de algunos que me traicionaron. Por haber sido víctima del desprecio de
otros. Por no amar a Dios lo suficiente. Por no me veía a mí mismo.
Mi vida fue una secuencia de
sombras: dolorosas, tristes. Una secuencia de reclamos. Una secuencia de un
diálogo, donde sólo criticaba. Y no tenía fuerzas para dialogar de verdad. Y no
tenía fuerzas para ver el bien de las situaciones; sólo veía lo que no
era cierto, solo veía el mal, y sólo veía lo que quería ver.
Y cuando desencarné, cuando morí
y fui a un Plano Espiritual, un Ser, me recibió, en un lugar muy bonito, muy
apacible, pero que parecía un monasterio.
Y pensé, mi Dios! A dónde fui?
A dónde voy? Dónde estoy? De
nuevo en el monasterio!
Y la persona me preguntó, quién
había sido? Qué había hecho?
Y con los ojos muy dulces, esperó
que respondiese.
Y mirando para abajo, aún
incompleto y no entendiendo muy bien lo que estaba sucediendo conmigo, dije:
Yo soy un Monje. Fui un Monje
toda mi vida entera.
Y aquel otro Ser, un amigo, que
me miraba… Él meneó la cabeza y entendí que él decía que no. Pero era tan dulce
aquel no. Era tan comprensivo, aquel movimiento de su cabeza. Era tan acogedor
aquel no, que no me sentí ofendido, con la negativa de aquella persona. Porque
estaba acostumbrado a defenderme de todo lo que me sucedía. Estaba acostumbrado
a defenderme de las personas, de sus actitudes, de las críticas. Estaba
acostumbrado a mantenerme fuerte en mí mismo. Encerrado en mi mundo.
Defendiéndome, porque así hallaba que tenía que ser.
Pero aquella persona, con aquel
meneo de su cabeza, me tocó profundamente. Y ahí ya no tuve más seguridad de
quién había sido, de lo que había hecho.
Y él miró para mí y me dijo
así: No aprendiste hijo mío. Tu vida entera, perseguiste tu sombra.
Y encontré aquella conversación
muy filosófica, estaba lejos mismo de mi comprensión. Pero ahí, él me tocó. Y
cuando él me tocó, percibí una nube que eran mis pensamientos. Percibí cuánto
estaba fijo, el tiempo todo, en las mismas cosas.
Aquel momento de Luz, de contacto
espiritual, me hizo ver que volvía las cosas siempre difíciles. Siempre
nebulosas. Que saltaba de una llama a otra. De un problema a otro. De una
situación difícil a otra. De un comentario negativo a otro, de un miedo a otro.
Y comprendí que había creado para
mi una historia, de una gran sombra.
Y hoy, mi mensaje para ustedes es
para que ustedes potencien la Luz. Su Luz.
Potencien su Amor. Su fuerza de
Amor.
No se fijen en los problemas.
Dejen que los problemas sean como
nubes al viento.
Aunque sean varios días, meses de
lluvias, siempre está el sol, siempre hay una Luz. Pero la Luz no es una
subordinada a sus voluntades. No siempre las cosas suceden como ustedes
planean.
Pero hay una Luz en cada acto, en
cada movimiento, en cada persona, en cada historia, en cada camino. Ustedes son
la Luz.
Potencien su Luz.
Potencien su Bien.
Potencien la Fuerza Interior.
La Luz está en ustedes, y ustedes
están en la Luz.
Estaremos trabajando, todo el
inicio de este año en la fuerza de la Llama Trina.
En unión con la Llama Azul,
Dorada y Rosa.
Estamos trayendo la conciencia de
la Fuerza de ustedes.
Reverenciando el Yo Crístico de
cada uno.
El Yo Crístico de ustedes y el
gran Sol del Corazón.
Potencien el Sol del
Corazón. Porque el Sol del Corazón es capaz de limpiar todas las sombras.
En su vida, ustedes siempre
pueden ver la sombra y comprender la Fuerza del Sol. Sentir la Fuerza del
Sol, amar la Fuerza del Sol.
Reverencien su Ser Crístico, y
sirvan con humildad al Dios que está en todos.
Al servicio de la fuerza de la
Llama Trina, Yo Soy el Maestro Lanto. Y les traigo mi profunda reverencia
en el Sol del Amor que eleva.
Reciban.
Canal: Maria Silvia Orlovas
Recibido por - Maria Silvia Orlovas
mariasilviaporlovas.blogspot.com.br
Traducción al español – Shanti
http://galactic-citizen.blogspot.com
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