La meta de la Vida: la Ascensión
Por el Maestro Ascendido Lanello.
Por el Maestro Ascendido Lanello.
Imagínate a ti mismo con una apariencia de eterna juventud, ya sin tener que preocuparte más de la edad, la enfermedad o la mala salud. Han desaparecido todas tus arrugas y tu aspecto es el de un joven y alegre adulto. Eres capaz de manifestar objetos físicos por medio del poder de tu voluntad. Viajas de un lugar a otro con solo pensarlo. Te apareces en distintos sitios a la vez. Estás unido con todos los seres del universo. Eres un Maestro Ascendido: un individuo que ha seguido con éxito un sendero de evolución espiritual, ha conseguido dominar tiempo y espacio y se ha unido a su Presencia YO SOY.
“¡He aquí, YO SOY el que está en todas
partes en la conciencia de Dios!”.
Maestro
Ascendido Lanello.
El sendero espiritual conduce a la meta
final consistente en la Ascensión. Al principio eramos uno con nuestra
Presencia YO SOY en los reinos superiores del mundo celestial. Descendimos para
un propósito y una misión, y se nos dotó de libre albedrío. A lo largo del viaje
cometimos errores, olvidamos quiénes éramos y de dónde veníamos. Pero poco a
poco estamos trazando el camino de regreso a la reunión con Dios. La Ascensión
es nuestro pasaje de vuelta al hogar: nuestra entrada al cielo para siempre.
La Ascensión es una aceleración
espiritual de conciencia que tiene lugar al término natural de la última vida
de una persona en la Tierra. Representa el momento, en la evolución del alma,
en el que ésta alcanza la inmortalidad.
Por medio de la Ascensión se funde con
la Presencia YO SOY y retorna la Dios Padre/Madre, libre de las rondas de karma
y reencarnación. El proceso de volver a la fuente ha sido reconocido por las
principales religiones, aunque la terminología usada para describirlo pueda
diferir.
La
unión con el Santo Ser Crístico y con la Presencia YO SOY
A medida que prospera en el sendero
espiritual, el buscador se acerca cada vez más a su Santo Ser Crístico.
Mediante un incremento gradual de conciencia superior y autotrascendencia,
podrá conseguir con el tiempo lo que se conoce como la unión con el Yo
Crístico, la cual precede a la Ascensión, cuando el alma se une a la Presencia
YO SOY. El proceso de unión se denomina el “Matrimonio Alquímico”, porque a
través de él el buscador se convierte en uno con el Cristo. Dicho matrimonio
significa que no hay separación entre el alma y el Santo Ser Crístico: los dos
se han unido. Cuando ello ocurre, el estudiante camina por la Tierra como Ser
Crístico o Ungido.
En la Gráfica de tu Yo Divino justo en la
cabeza del Cristo, hay una paloma que desciende de la Presencia YO SOY, y que
representa la esencia del Amor, es decir, el Espíritu Santo, concediendo las
gracias del Dios Padre/Madre al Yo Crístico. Cuando el alma se ha unido al
Santo Ser Crístico es bautizado por el Espíritu Santo. En ese momento también
se une a la conciencia crística universal.
Cuando el estudiante ha establecido ese
vínculo con el Santo Ser Crístico, este deja de estar encima de él en
conciencia, tal como aparece en la gráfica, y desciende a la materia ocupando
su cuerpo. Cabe interpretar la gráfica como un diagrama cronológico de uno
mismo: pasado, presente y futuro. Un día somos el yo inferior. En algún momento
futuro nos convertimos en uno con nuestro Yo Crístico. Y, algún día, más
adelante, nos encontraremos en los brazos de nuestra Presencia YO SOY a través
del ritual de la Ascensión.
Estar fusionado con el Santo Ser Crístico
le hace a uno ser libre para pensar, actuar y afrontar los desafíos diarios con
la perspectiva del mediador divino. El Santo Ser Crístico nos dota con la
capacidad de amar al prójimo de un modo más puro y completo. La vida en la
Tierra llega a acercarse mucho más a la realidad divina. “Como es arriba, es
abajo”. Los Maestros Ascendidos enseñan que, cuanto más nos acercamos a Dios, más
claramente se define nuestra individualidad. Las cualidades y destrezas tan
específicas que hacen a una persona única se han desarrollado a lo largo de
muchas vidas. La unión con el Santo Ser Crístico permite manifestar con más
plenitud la personalidad que se creó mediante el libre albedrío.
Ascendemos todos los días
Tomar parte en el proceso de la Ascensión
constituye el seguimiento del curso natural de la evolución espiritual.
El
Maestro Ascendido Lanello nos advierte:
“¡Ascendéis todos los días!”¹ Cada día
la Vida pone a prueba al buscador.
Todos los pensamientos, sentimientos y obras
del presente y de vidas pasadas cuentan a favor o en contra de la Ascensión. Al
ir dando pasos de forma progresiva en el sendero espiritual, uno finalmente
haya el camino de regreso al Corazón de Dios y entra a la Vida Eterna. Al
final, el éxito depende del individuo.
El Maestro Ascendido Serapis Bey expresa
con acierto tal idea:
“Queridos no habéis de esperar a que, como el súbito
descenso de una gran ave del paraíso, el cielo baje hasta vosotros y os eleve instantáneamente
a la Luz. Cada día tejes un hilo de sustancia de Luz en dirección al Corazón de
vuestra Presencia gracias a la lanzadera de vuestra atención. Cada hilo de Luz
refuerza el ancla que hay en el otro lado conduciéndoos así a un estado de
conciencia en el que Dios puede usaros más como eficaz instrumento para el
bien”.²
El proceso de la Ascensión se parece a la subida a una pirámide. En Egipto y algunas zonas de México, entre ellas el Yucatán, uno puede pasarse días escalando las ruinas de las pirámides, de forma que cada peldaño le acerca más a la cima. La pirámide que escalamos a diario no está hecha de piedra sino de Luz, o sea, de pura esencia de la divinidad. Es la pirámide de la Ascensión. Los pensamientos, sentimientos y acciones constituyen los peldaños mediante los cuales subimos hasta la cima. Al acercarnos a la cúspide los peldaños se hacen cada vez más estrechos y las elecciones correctas decrecen al tiempo que crecen en relevancia y ámbito, en cuanto a lo que implican en la vida de uno y de los que le rodean. Por ejemplo Jesús, en lo alto de esa “pirámide”, se le presentaron unas pocas elecciones fundamentales: usar o no sus poderes para declararse Rey de los judíos, someterse o no a la crucifixión, permanecer en la cruz o descender de ella. Cada una de estas elecciones podría haber alterado totalmente el curso de la historia.
El proceso de la Ascensión se parece a la subida a una pirámide. En Egipto y algunas zonas de México, entre ellas el Yucatán, uno puede pasarse días escalando las ruinas de las pirámides, de forma que cada peldaño le acerca más a la cima. La pirámide que escalamos a diario no está hecha de piedra sino de Luz, o sea, de pura esencia de la divinidad. Es la pirámide de la Ascensión. Los pensamientos, sentimientos y acciones constituyen los peldaños mediante los cuales subimos hasta la cima. Al acercarnos a la cúspide los peldaños se hacen cada vez más estrechos y las elecciones correctas decrecen al tiempo que crecen en relevancia y ámbito, en cuanto a lo que implican en la vida de uno y de los que le rodean. Por ejemplo Jesús, en lo alto de esa “pirámide”, se le presentaron unas pocas elecciones fundamentales: usar o no sus poderes para declararse Rey de los judíos, someterse o no a la crucifixión, permanecer en la cruz o descender de ella. Cada una de estas elecciones podría haber alterado totalmente el curso de la historia.
No se suben todos los escalones de una
sola vez, sino uno tras otro. La Vida no siempre es un proceso continuo de
ascenso. Es decir, no todos los días se escala la pirámide sin parar. Quizás
haya una pausa para tomar aliento. O puede ocurrir que el escalador tropiece y
resbale, retrocediendo uno o dos escalones. En ocasiones cabe incluso que
sienta que no avanza en absoluto. Sin embargo, reanuda el avance y sigue
adelante. El ascenso firme le conducirá, con el tiempo, hacia la maravillosa
unión con Dios.
Aunque el progreso pueda a veces parecer intangible, es bueno recordar que estamos en la Tierra porque nuestro karma dicta que este es el mejor lugar donde podemos estar. Conviene considerarse un ser no ascendido que se esfuerza por hacer la Ascensión. El mensajero Mark L. Prophet señaló que hemos de reconocer que si Dios quisiera tenernos en el cielo en este preciso instante, estaríamos allí y no aquí. Estamos en la Tierra porque el lugar más práctico donde podemos estar en nuestro actual estado evolutivo es en un cuerpo físico. Tenemos lecciones que aprender. Tenemos un mundo resplandeciente que conquistar o un mundo que hacer que resplandezca. Tenemos responsabilidades espirituales y responsabilidades materiales. Y debemos realizar nuestra misión como Cristo realizó la suya.
Maestros Ascendidos
Cuando te conviertes en un Maestro
Ascendido, pasas de la dimensión del tiempo y espacio al infinito. Después de
la Ascensión, tienes libertad para moverte por las dimensiones más elevadas y
crear, aprender y amar como nunca antes lo habías hecho. La Ascensión señala
así mismo el cese de la necesidad de reencarnar. Cuando Asciendes, todo un
mundo nuevo de existencia espiritual se abre ante ti. Puede optar por realizar
servicio cósmico en las octavas de los Maestros Ascendidos o bien enseñar y ayudar
a la gente de la Tierra.
Muchos personajes históricos han pasado
por la Ascensión. Grandes avatares, así como gente de la calle, han alcanzado
esta meta final de la Vida. Jesucristo demostró el proceso de la Ascensión de
modo que todos pudieran seguir su ejemplo. Su Ascensión está narrada en el
evangelio según San Lucas. “Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus
manos, les bendijo. Y aconteció que bendiciéndolos se separó de ellos, y fue
llevado arriba al cielo”.³
La Biblia menciona otras personas que han
ascendido a la Luz. Entre ellas figura Enoc, quien “caminó con Dios y
desapareció, porque le llevó Dios”(Génesis 5:24). Elías el profeta, “Subió al
cielo en un torbellino, habiendo sido separado de Eliseo por un carro y
caballos de fuego” (Reyes 2:11). Entre los muchos Maestros Ascendidos de la
tradicción judeo-cristiana de cuya ascensión no hay constancia histórica cabe
mencionar a Melquisedec; María, la madre de Jesús; Juan, discípulo de Jesús,
Santa Teresa de Lisieux y San Francisco de Asís.
Un gran número de almas de oriente
también han ascendido. Tal es el caso de Krishna, Zaratustra y el Buda Gautama.
Mientras estuvieron encarnados, estos destacables instructores fundaron grandes
religiones basadas en verdades eternas. Millones y millones de personas siguen
a esos Maestros Ascendidos como célebres líderes espirituales, aunque pocas,
tanto de oriente como de occidente, reconocen que la Ascensión es un proceso
diario y una meta cercana de la Vida.
La mayoría de los que han ascendido han
tenido muchas encarnaciones. Dedicaron numerosas vidas a servir a Dios y al
hombre. Mediante el estudio de sus vidas y sus enseñanzas podemos seguir su
ejemplo y regresar también a nuestro origen.
El
ritual de la Ascensión
La Ascensión es verdaderamente un
acontecimiento maravilloso ya que eleva la conciencia del planeta entero cuando
tiene lugar. Al lograr el triunfo, otras almas son magnetizadas para acelerarse
en su sendero hacia la Ascensión. Si en un mismo año acontecen muchas
ascensiones, toda la humanidad se vuelve más receptiva a la inspiración divina.
En ese momento se acelera el desarrollo en todos los campos de la ciencia, la
educación y la curación.
El actual es un período especial en el
que los Maestros Ascendidos pueden enseñar de forma activa a aquellos que están
espiritualmente receptivos y prepararlos para esta gran meta. Ellos han
explicado que en esta era habrá ascensiones en masa desde las laderas. Quienes
capten esta onda de aceleración espiritual comprobarán que llegar a la orilla
de la Ascensión es una posibilidad real.
Cuando un individuo se gana el derecho a
hacer la Ascensión, toda la Luz que ha acumulado se acelera en un proceso de
transformación espiritual. Sus átomos, células y chacras se aceleran y regresa
con enorme esplendor al Sol de la Presencia YO SOY. Se puede ascender de dos
formas: fisicamente o a niveles espirituales internos por medio de los cuerpos
etéricos.
La Ascensión física
La Ascensión física
En este caso, los átomos del cuerpo son
acelerados hasta que el cuerpo físico se convierte en un cuerpo espiritual
glorificado. La Ascensión física requiere haber saldado entre el 95 y el cien
por cien de karma durante la encarnación. Ello constituye una excepción a la
regla. Quienes están destinados a ascender físicamente han de haber recibido
preparación a lo largo de miles de años. La mayoría de almas pasan por la
muerte natural del cuerpo físico y hacen la Ascensión a niveles espirituales
desde el hogar etérico de algún Maestro Ascendido.
La Ascensión física es, de cierto, un
fenómeno impresionante. Sin embargo, la persona que no pasa por una Ascensión
física termina igual que la que sí lo hace: siendo un Maestro Ascendido o una
Maestra Ascendida.
Ascender
desde niveles internos
Las personas que ascienden a niveles
espirituales internos lo haces desde un punto focal de los Maestros Ascendidos
en el plano etérico, o sea el punto celestial, que se denomina retiro. Los
retiros etéricos tienen una coordenada física en la Tierra, pero no se les
puede ver normalmente porque se hallan en los reinos espirituales. Quienes
están preparados para hacer la Ascensión en su última encarnación van a un
retiro etérico donde reciben la iniciación que les reunirá con su Presencia
Divina. Mucha gente asciende desde el retiro etérico del Templo de la
Ascensión, en Luxor (Egipto), y participa en el ritual de la Ascensión que
tiene lugar tal como se explica a continuación.
Acompañado de Maestros Ascendidos y de
almas muy evolucionadas, el ser que va a ascender entra en una sala que se
conoce como “La Sala de la Llama” y sube a un estrado situado en el centro de
un amplio círculo donde se colocan Maestros Ascendidos, Huestes Angélicas; y
sus hermanos y hermanas de Luz se reúnen en la parte exterior del círculo. En
un momento dado, cuando todo está preparado, suena una música única para esa
alma, y desciende una corriente desde un círculo que hay en el techo, a la vez
que otra sube desde la base. En el instante en que se oye la música, brota una
Llama formada por la acción de caduceo que generan ambas corrientes, y la
Huestes Angélicas que están fuera tocan la trompeta en honor a la Victoria del
alma que asciende realizando una magnífica interpretación de la marcha triunfal
de Aïda. Luego las corrientes de la Ascensión rodean y transforman el cuerpo
etérico del ser que asciende en la perfección que es requisito para la unión
con la Presencia YO SOY.
La Ascensión es ciertamente un
acontecimiento grandioso y glorioso que señala la culminación de vidas de
esfuerzo para manifestar la divinidad innata. A medida que uno, poco a poco, va
acumulando Luz en su ser por medio de pensamientos, palabras y obras correctas,
es conducido con éxito a este punto final de la Victoria. Hacer la Ascensión
también implica el cumplimiento de varios requisitos imprescindibles.
Requisitos
para la Ascensión
Constituyen los ingredientes esenciales
del sendero espiritual. Son pasos preparatorios que contribuyen a purificar el
alma y a que uno esté listo para tamaña transformación. A continuación
presentamos una visión general de dichos pasos.
El alma debe cumplir ciertas condiciones
para ascender. Las tres primeras son:
1. Equilibrar la LLama Trina.
2.
Llevar a cabo a la misión del alma en la Tierra de acuerdo con su Plan Divino.
3.
Saldar al menos el cincuenta y uno por ciento de su karma.
Entre los demás requisitos previos a la Ascensión se incluyen algunos como alinear los cuatro cuerpos inferiores, alcanzar maestría en los Siete Rayos espirituales y dominar el pecado, la enfermedad y la muerte. Han de transmutarse los registros kármicos y los patrones que llenan el cinturón electrónico. Y la energía de la Madre, la Kundalini, que es la Luz Blanca centrada en la chacra de la base de la columna, debe elevarse.
1. Perlas de Sabiduría, Vol.
35 nº 10.
2. Serapis Bey, Actas de la Ascensión.
3. Lucas 24:50,51
Tomado de la red
2. Serapis Bey, Actas de la Ascensión.
3. Lucas 24:50,51
Tomado de la red
Respecto a saldar el 51% del karma; cómo podremos evidenciar que ya lo hemos saldado? Cómo puede un individuo saberlo?
ResponderEliminarHola hermano,
EliminarEso no es lo importante...
Lo que es verdaderamente importante, es que estemos enfocados en sanar y liberar todas las emociones, tristezas, bloqueos energéticos que nos frenan.
Lo que importa, es que estés constantemente mirando tu interior, y a la menor indicación de desequilibrio emocional, ponerse a trabajar en sanar.
Te darás cuenta, que no importa si ya has cumplido el requisito de 51%... porque sabrás que lo importante, es sanar lo más posible... para estar, cada vez, más ligeros de equipaje.
Bendiciones.