YESHUA
DOS TIPOS DE OSCURIDAD
Septiembre 14 de 2013
DOS TIPOS DE OSCURIDAD
Septiembre 14 de 2013
Queridos amigos, YO SOY Yeshua, un viejo amigo a quien le encanta compartir esta tarde con vosotros, simplemente estando juntos en la energía del Amor y la Unidad. Esto es algo que deseáis muchísimo, porque muy frecuentemente os sentís a la deriva y perdidos en la vida en la Tierra. Yo estoy aquí para recordaros la Verdad que vive dentro de vosotros, en vuestra Alma. No es observable a simple vista; y frecuentemente perdéis contacto con esa Verdad cuando estáis ocupados e involucrados en vuestras muchas actividades, deberes y responsabilidades.
Por favor, dedicad un momento a
tranquilizaros y dejar que todas esas presiones externas se vayan. Siente el
silencio en tu profundo interior. El silencio en tu corazón no es un vacío,
sino una Presencia total que solamente puede sentirse si das un paso atrás del
ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana. Hoy estamos aquí para dar ese paso
atrás, para que recordéis quiénes sois; y para revitalizaros con la plenitud
del silencio en vuestro corazón. Esto os hace posible comenzar a vivir de
nuevo, pero ahora con más facilidad y alegría.
A veces la vida parece ser una batalla,
pero así no es como está destinada a ser. Esencialmente vosotros estáis aquí
para experimentaros, para recordar vuestra fortaleza y belleza como radiantes
Ángeles de Luz; y para compartir con otros esa Luz. Al hacer eso, os sentiréis
en el Hogar en la Tierra. La vida volverá a ser más simple, fácil y gozosa.
Así que ve a tu interior junto conmigo; y
recuerda la Fuente de donde provienes: la eterna Luz imperecedera que siempre
se está moviendo y cambiando, tomando nuevas formas; y sin embargo siempre es
indivisa y Una. Tú eres parte de esa corriente; y de hecho, nada te puede
suceder. Estás seguro y completo incluso ahora, habitando tu cuerpo terrenal.
Estás seguro incluso en este Mundo, el cual parece dominado por la lucha y el
conflicto.
Hoy hablamos sobre Luz y oscuridad; y
sobre llevar Luz a la oscuridad. ¿Y qué es la oscuridad? Es algo que evoca en
ti resistencia como Ser Humano. Nadie quiere experimentar la oscuridad, nadie
quiere sufrir dolor, tristeza ni temor. Sin embargo es parte de nuestra vida.
¿Entonces por qué está allí esa oscuridad?
La gente se ha hecho esta pregunta
durante siglos. Ahora, para comenzar, mucho depende de cómo hagas la pregunta.
¿Haces la pregunta con una actitud de apertura: "¿Por qué está allí la
oscuridad? ¿Por qué me está sucediendo? ¿Qué debo hacer con ella?" o haces
la pregunta desde el temor, la ira y la resistencia: "¿Por qué en la
Tierra está esa oscuridad presente en mi vida; y cómo puedo derrotarla o
evitarla?"? Siente la desesperación y la resistencia expresadas por la
última pregunta; y reconoce esas emociones dentro de ti; porque es una reacción
muy Humana oponerse a lo que se siente oscuro, malsano o difícil.
El desafío más profundo para ti como Ser
Humano es decir "sí" a situaciones que inicialmente rehúsas aceptar;
decir "sí" a lo que quieres evitar a toda costa. Se requiere gran
fortaleza interna para decir "sí" a lo que llega a tu vida en forma
de oscuridad. Si no puedes encontrar esa fortaleza, lo cual es comprensible; y
dices "no", te endureces en la oposición a lo que sucede; y la
oscuridad se hace más profunda y la desesperación crece.
Realmente hay dos clases de oscuridad en
la vida. La primera oscuridad es algo externo que te sucede en tu camino por la
vida. Puede ser un divorcio de alguien a quien amas, la pérdida de un ser
querido, una enfermedad o un accidente, cualquier cosa que te angustie
profundamente: una crisis, una gran adversidad. La llamaremos “oscuridad uno”.
Y luego viene tu reacción ante ella, tu
respuesta emocional. Inicialmente cualquier Ser Humano está inclinado a
oponerse al destino, a acometer la oscuridad. Pero si insistes en tu
resistencia y te cierras y sigues diciendo "no", emitiendo juicios
sobre lo que está sucediendo en tu vida, entonces hay una capa adicional de
oscuridad, una segunda clase de oscuridad. La llamaremos “oscuridad dos”. Ésta
rodea a la “oscuridad uno”.
La “oscuridad uno” te lleva a un nivel de
emociones profundas e intensas. Sucede algo en tu vida que te produce una
cantidad de pena, temor y dolor; y cuando experimentas esas emociones, estás
mucho más vivo. La vida fluye a través de ti como una ola atronadora. ¿Puedes
permitir que esto suceda? Te golpean profundas cargas emocionales, te impactan;
entonces eso se convierte en un asunto de si tienes la fortaleza para confiar
en que en esa experiencia hay algo que te llevará a alguna parte. Si confías en
que la vida tiene significado, aún cuando nosotros como Seres Humanos,
frecuentemente no entendemos el significado.
Para ponerlo en términos aún más fuertes:
aceptar que tu Alma puede haber elegido tener esta experiencia, quizá para
sacar a la superficie algo oculto, para sanar algo que no sabías que necesitaba
sanarse. Entonces hay un momento de elección mientras estás confrontando
fuertes emociones: aceptar y rendirte, o resistir y cerrarte.
Es muy humano querer decir
"no". No diré que es equivocado, pero al hacerlo estás poniendo otra
capa de oscuridad sobre la oscuridad que ya está presente. A esta capa la
llamaré "oscuridad dos", una segunda clase de oscuridad. Esta
oscuridad proviene del interior; y es tu reacción a la "oscuridad
uno". Si persistes en decir "no", el flujo de tus emociones se
detendrá y quedarás atascado. "No, yo no quiero experimentar esto, me
rehuso; no puedo aceptarlo". Si persistes, te llenarás de resentimiento,
ira y acritud.
Realmente estos sentimientos no son emociones, son juicios que
liberan el flujo natural de las emociones que están en tu interior. La
"oscuridad dos" evita que la vida fluya a través de ti; has erigido
muros y defensas. Finalmente, esto puede atraer hacia ti grandes formas de
oscuridad, tales como profunda desesperación, alienación y depresión. Cuando
estás deprimido, el flujo de la vida casi se ha detenido. Te sientes muerto por
dentro.
La vida siempre está sujeta al cambio.
Inherentemente la vida tiene la posibilidad de crecimiento y sanación, de un
nuevo nacimiento; si confías en ello en un nivel básico. Pero si persistes en
decir "no", cierras esa posibilidad. Sigues insistiendo en que la
vida no es como debería ser; y mientras juzgues la vida de esta manera, te
desconectas de ella. De esta manera llegas a la más profunda oscuridad que un
Ser Humano puede experimentar. No es la "oscuridad uno" (situaciones
externas) la que lleva a las personas al más profundo nivel de oscuridad, es la
persistente negación a aceptar las emociones que surgen de la "oscuridad
uno". Ésta es la "oscuridad dos", un endurecimiento interno, un
cierre de tu naturaleza sensible.
¿Cómo introduce uno Luz en esta clase de
oscuridad? Si alguien llega a la primera clase de oscuridad; y se pone muy
triste, ansioso y angustiado, aún puedes llegar a él. Aún está vivo, aún está
en contacto con las emociones que corren por su cuerpo y su psique; y busca
activamente el significado de lo que le está sucediendo. Desde un punto de
vista psicológico, esta persona aún es íntegra y saludable; aún cuando encare
situaciones muy graves. Una persona inmersa en la "oscuridad uno"
necesita consuelo y compasión; y puede recibir y apreciar un gesto amable de
otra; aún está muy viva.
Pero alguien que persiste en su rechazo a
aceptar, que sigue diciendo" no", esa persona se cierra a recibir
Amor. No solamente se cierra a su Luz interna, sino también a la Luz del
exterior que quiere llegar a ella a través de otras personas. Eso es soledad,
eso es estar perdido; ése es el infierno en la Tierra. Yo digo que cada uno de
vosotros conoce este infierno interior. Puede ser que no seas muy consciente de
ello, pero para la mayoría de las personas, ya durante su niñez comenzó un
proceso de cerrarse.
Tú sabes que un niño es espontáneo y
desinhibido en el mundo; y que sus emociones fluyen fácilmente. Frecuentemente
estas mociones pasan rápidamente a través de su Ser, porque no hay barreras ni
puertas cerradas. En general, la vida fluye libremente a través de un niño. Por
supuesto que hay excepciones, porque algunos niños llevan cargas de la temprana
niñez o de vidas pasadas, pero comprendéis el punto que estoy señalando. Ser
niño es existir en un estado de relativa apertura. Un niño es vivo y espontáneo
porque no puede ser de otra manera; aún no ha aprendido a controlarse como lo
hacen los adultos.
Pero a medida que creces comienzas a
experimentar emociones que no sabes cómo manejar. Las personas son entrenadas
por la sociedad a rehuir las emociones difíciles, así que frecuentemente los
adultos que te rodean no te ayudan a entender esas emociones ni hablan de
ellas. Cuando niños, la mayoría de vosotros llegáis a estar confundidos.
Comienzas a creer que eres extraño y diferente. Es posible que cuando niño aún
estuvieras lleno de inspiración, entusiasmo, Amor y sueños; y que esos sueños
hayan chocado contra la dureza de la realidad. Sin entender lo que está
sucediendo, comienzas a poner barreras creadas por los temores y perjuicios que
existen en tu ambiente familiar, o posteriormente en la escuela y en las personas
que conoces. Las puertas se cierran; y frecuentemente esto sucede
subconscientemente, pero algunos lo podéis recordar como un viejo dolor.
Busca para ver si puedes encontrar al
niño dentro de ti, el símbolo de tu espontaneidad. Un niño extrovertido,
desinhibido, vivo; alguien que dice "sí" a lo que se presenta como
experiencia. ¿Puedes ver a ese alguien que dice "sí" a la alegría, al
placer y al gozo, así como al dolor, al temor y a la ira? Imagina que este niño
interior quiere llegar hasta ti. Él aún está allí; el espacio y el tiempo son
ilusiones. En la realidad interna, nada se pierde nunca. Tu corriente vital
original es preservada; y aún quiere unirse a ti.
Por un momento imagina que un niño
sonriente está llegando a ti con una actitud de apertura. En tu imaginación,
óyelo decir: "¿Recuerdas quién soy Yo?" mira a ese niño; y pregúntale
qué puedes hacer por él. Hay un deseo del corazón que el niño quiere ver
cumplido, algo de lo que te puedes haber apartado durante un largo tiempo. Permite
que el niño hable durante un momento. El niño representa el "sí" en
ti, la parte de ti que quiere vivir; así que permítele hablar.
Un niño aún posee confianza. Como
adultos, habéis absorbido ideas llenas de temor y desconfianza; y eso alimenta
decir "no" a la vida; y contribuye a la "oscuridad dos" en
ti, a la segunda clase de oscuridad. Ahora considera si puedes dar forma en tu
imaginación a la "oscuridad dos"; esa parte de ti opuesta a la vida,
que ya no quiere experimentar dolor; y que realmente quiere escapar de esta
vida. ¿Puedes sentir en ti mismo ese elemento de endurecimiento y contracción?
¿Puedes sentirlo físicamente, o quizá ver un color asociado con él?
Hay una parte de ti que está muy cansada;
y que ya no quiere vivir porque ha visto y experimentado demasiado dolor y
lucha. Siente el peso de esa parte. ¿Puedes decir "sí" a esa parte?
No trates de cambiarla inmediatamente; trata de entender cómo se produjo. Nadie
se cierra deliberadamente por causa de una renuencia a vivir. Es un acto de desesperación;
es el desconocimiento de que hay otra manera de vivir el que te deja con ese
reflejo de cerrarte, de retraerte, de decir "no".
No solamente te pido que digas "sí" a la "oscuridad uno" en tu vida: los eventos difíciles, la enfermedad, el dolor, el sufrimiento, o cualquier otra cosa. También te pido decir "sí" a la "oscuridad dos", a eso en tu interior que se ha cerrado a la vida como resultado de eventos dolorosos; a eso que ya no quiere experimentar la vida y la rehúye. Y para llegar a esa parte de ti mismo, tienes que ser muy gentil; porque allí no funcionan ni la insistencia ni la coerción.
Ésa es la Esencia de la Luz; la Luz que
puede fluír hacia la oscuridad. Esta Luz puede llegar a todos los rincones
porque no enjuicia. No dice: "¡Oh! Esto es malo, debemos derribar esta
defensa o ese bloqueo, porque la vida debe volver a fluír". Nunca dice
eso. La Luz simplemente dice: "Entiendo". La Luz dice: "Ha sido
sumamente difícil para ti, puedo verlo. Puedo ver que te has endurecido, que te
has cerrado; y que esa contracción eventualmente ha hecho que te sientas
cansado y vacío". La Luz es gentil y fluída. Puede penetrar en en el dolor
y el sufrimiento más profundos; y en el Alma Humana más endurecida.
Yo te pido que te vuelvas a abrir a esa
Luz. Si no puedes encontrar esa disposición dentro de ti mismo, si no sientes
la apertura para dejar ir el "no", entonces permite también que eso
sea, porque la Luz siempre está allí. Está contigo incluso en esos momentos de
desesperación tan profunda, que sientes que no hay más Luz dentro de ti. Está
allí durante esos momentos y en esas situaciones, en los cuales has perdido
totalmente contacto con ella y nunca esperas volverla a ver.
El hecho es que la Luz no es tuya,
pertenece a Todo Lo Que Es. El Universo entero y toda la Creación, es Luz. Todo
está imbuído de Luz. Sabe que está allí y ten confianza en la vida. Tan pronto
como te permites incluso una pequeña apertura a que la confianza y la entrega
entren en tu vida, estás abriendo un poquito la puerta. Tú sabes que incluso
durante la noche más oscura, tu Alma siempre está cerca de ti y llegando hasta
ti con Luz y consuelo. Aunque esa puerta esté abierta solamente un poquito, la
Luz encontrará esa apertura. No tienes que hacer nada más que permitir que
suceda. La Luz está contigo, la vida está contigo. En últimas, tu
"no" a la vida no puede mantenerse.
Yo te pido que te rindas a la Luz; aquí
Luz significa decir "sí", no solamente a las dificultades de tu vida,
sino también a tu problema para decir "sí", la resistencia que opones
a las profundas emociones que te hacen sentir desnudo y vulnerable. Vuelve a
ser como un niño. ¡Vive! Di "sí" a todo. Envuélvete en compasión y
comprensión. ¡Al hacer esto, traes flujo a tu vida; y tú lo puedes hacer! Yo
veo tu fortaleza. En cada uno de vosotros hay una llama de consciencia, una
brillante llama de Luz. Yo estoy aquí para recordároslo.
Canalizado por Pamela Kribbe
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
http://www.jairorodriguezr.com/
http://www.despertardivino.cl/aspbb/Shauds/viewinfo.asp?msgID=8390
No hay comentarios:
Publicar un comentario