MADRE
MARÍA
ES LA HORA DE ABANDONARSE
21 octubre 2013
ES LA HORA DE ABANDONARSE
21 octubre 2013
Yo soy María, Reina de los Cielos y de
la Tierra. Queridos niños del Amor, vengo en este día a acunarlos, y a
dirigirles un mensaje particular. No obstante, antes de comenzar, los invito a
vivir un instante de Comunión, en el Silencio, al corazón del Corazón.
(Silencio – Comunión)
Los Melquizedec se unen a mí igualmente,
así como mis Estrellas de Amor que están ahí, acompañando a los Arcángeles y
tantos y tantos hermanos y hermanas intergalácticos que están ahí tan presentes
a vuestros costados con el fin de vivir esta reversión final que se despliega y
que ustedes viven cada vez más, cada uno a vuestro ritmo, cada uno a vuestra
manera.
Queridos niños de amor, desearía
decirles a qué punto estoy presente en estos tiempos junto a ustedes y en
vuestro corazón. Yo lo estoy desde la eternidad de las eternidades pero hoy mi
Presencia se manifiesta cada vez más en cada uno de ustedes, en el corazón de
mis hermanos y hermanas que osan recibirme, que aceptan abrirse a mi Presencia.
Sí, el momento ha llegado de recobrar la
Cuna de la Vida que somos. Y cada vez más, mi Presencia vuelve a su morada si
puedo decir, morada que es este templo y este corazón de cada uno de mis niños.
Entonces osen abrirse a mi Presencia. Sí, yo les pido, queridos niños de amor,
abrirme vuestro corazón y recibir mi Presencia ya que vuestro cuerpo, vuestro
corazón es mi morada. Y es tiempo para cada uno y cada una de abrirse
totalmente a mi Presencia, a la Gracia que ustedes son y que nosotros somos.
Sobre cada uno y cada una de ustedes
deposito este Manto azul de Gracia, de Felicidad, de Amor infinito con el fin
de permitirles encontrar toda vuestra Naturaleza, queridos niños. Entonces
recíbanlo, recíbanme, permítanle desplegarse como un pájaro de amor que viene a
devolverlos a vuestra Eternidad, que viene a depositar toda su Gracia en
vuestro corazón. Entonces les ruego, sean transparentes, sean totalmente
transparentes con el fin de que la Gracia se instale y se despliegue a través
de ustedes con el fin de hacerles penetrar este océano de amor. Océano de amor
lejos de las olas, lejos de la espuma de vuestro efímero. Ahí, en el Silencio,
penetren el Corazón de este océano de Gracia. Ha estado siempre ahí, nunca los
ha dejado. Es vuestra Naturaleza.
También los invito, hoy y más que nunca,
a Abandonarse, a Abrirse en totalidad y a Recibir mi Presencia de Madre, a
recibir vuestra Eternidad, a recibir este Fuego, este Fuego de Amor que
trasciende todo lo que ustedes han podido conocer en este mundo, todo lo que
creen ser pero que sin embargo nunca lo ha sido.
Juntos, tomemos algunos instantes de
Silencio en este Corazón de Amor que formamos con el fin de vivir esta
recepción, esta apertura a vuestra Eternidad queridos niños.
(Silencio – Comunión)
Mi Manto de Gracia viene a bordear,
viene a prodigar y recubrir este mundo, iluminado por mis doce Estrellas tan
amadas, que, cada una en su lugar, hace su obra, su Obra de Amor, su Obra de
Gracia. Como un perfume de amor, se derrama sobre vuestro corazón entonces a
vuestro turno, obren con el fin de que, como una flor que se abre frente al sol
deja así a la abeja o a la mariposa que vendrá a libar su Néctar de amor
y que en la Gracia, su perfume gracioso se derrama a través de toda la
Creación.
Queridos niños, juntos seamos ese
Perfume, juntos somos ese Néctar de Amor, ese Néctar Divino. Cuando la flor que
ustedes son en este mundo ilusorio no sea más afectada por lo efímero que sea,
sea por el mental o por una creencia. No olviden que vuestra verdadera
Naturaleza no es la flor sino el Perfume. Sí, queridos niños, somos Perfume de
Amor, Océano de Gracia, de Felicidad. Y nosotros todos, los invitamos a
reunirse con el corazón del Corazón, al corazón de la flor. Mucho más allá,
encuentren, vuelvan a sumergirse en el Néctar Divino. Olviden los pétalos, olviden
la vida de las hojas, olviden la caricia del viento que puede venir a sacudir
la flor y por fin, en toda tranquilidad, y en toda humildad, penetren ese nido
mullido que es el Silencio, más allá de todo nido, más allá de todo encierro,
únanse a la Vacuidad que somos en Verdad y en Eternidad.
Así colocada en el corazón del Corazón
la vida de la flor puede transcurrir en toda tranquilidad y en toda Fluidez.
Mis queridos niños, ustedes están todos
ahí como millares de flores al corazón de un campo y despliegan vuestro canto
de amor, nuestro canto común que es Onda de Gracia, melodía de Alegría eterna y
de Felicidad.
Yo los Amo, Brémisskaya,
de todo mi Amor de Madre, de todo mi Corazón, de este mismo corazón que es UNO,
que es lo que ustedes son desde siempre. Ninguno de mis niños está solo ya que
nunca los he dejado, e incluso si hoy yo retomo mi lugar, alcanzo mi morada,
somos UNO.
Entonces, en efecto, mis queridos niños,
se les ha pedido hoy recibir lo que ustedes son en el Silencio, frente a
ustedes mismos. Solo frente a ustedes mismos ya que en alguna parte es en la
soledad y en el silencio que pueden encontrarse, revertir. Y es en esa
reversión frente a ustedes mismos, ahí al corazón del Corazón, que descubrirán
que la soledad solo existe en ese sueño colectivo, en vuestras proyecciones.
El Amor Último se derrama sobre cada uno
de vuestros corazones y los llama a la última reversión, reversión final que
los devolverá a ustedes mismos, a vuestra Eternidad. Ya que es la Hora, es hora
queridos niños para la reversión final. Osen este cara a cara, a riesgo de
perder la cabeza, a riesgo de perder vuestra vida efímera, esta vida ilusoria
que se han fabricado pero que no tiene ninguna consistencia frente a vuestra
Eterno.
Entonces reciban, reciban mi Presencia,
reciban este Desconocido que viene a golpear a vuestra puerta. Ábranse, tenga
Fe, Fe total en la Vida, en la Gracia, en lo Último que se presenta y que los
invita a abandonarse. Entonces como un niño en los brazos de su Madre, tengan
confianza, déjense llevar, déjense acunar como una flor bajo la caricia de un
viento solar, déjense inundar de Amor, sin preocuparse de lo que podría llegar,
sin inquietarse por un hipotético mañana ya que solo el Instante los hace
penetrar el presente eterno más allá de todo tiempo. Y como una joven desposada
en los brazos de su amante, abandónense a este Desconocido, a este Fuego de
Amor que se despliega y que viene a retomar todo su lugar.
Estén vacíos, vacíos, totalmente vacíos
de Silencio con el fin de entrar en la Danza, con el fin de que la cadencia del
Amor se despliegue al ritmo de lo Eterno.
El Coro de Ángeles los acompaña tanto
como el mío. Somos un solo y mismo Corazón… Silencio… Vacuidad… Eterno por fin
encontrado.
Reciban nuestra Presencia ya que ella no
es otra que vuestra Presencia. Olviden todo lo que han aprendido, estén listos
a perder todo con el fin de encontrar todo.
El momento es ahora, queridos niños.
Bajo el firmamento del Eterno Amor que somos, osen brillar de todo vuestro
esplendor ya que el Amor está ahí. También les pido, no tengan miedo de este
Fuego que viene a quemar todo vuestro efímero ya que el Fuego del Amor no puede
quemar lo que ustedes son en Eternidad puesto que ustedes son ese Fuego.
En este día y en lo Eterno, mis queridos
niños, los llamo al regreso último hacia vuestra Eternidad. Brémisskaya,
regresen a vuestra Morada mientras que yo acabo de regresar a la mía y
reencontrémonos en ese punto, ese punto más allá del tiempo y del espacio, en
el corazón del Corazón con el fin de que la sinfonía del Amor se despliegue y
se revele en una explosión de Alegría y de Felicidad.
Queridos niños, hoy y más que nunca,
vengo a ustedes entonces estén preparados para recibirme en totalidad y a
abrirse a mi Presencia que no es otra que ustedes mismos.
A cada uno, cada una, ofrezco mis
caricias de amor, los abrazo de corazón a corazón, reciban este Beso
inmaculado, marcando así el sello de vuestra Liberación y nuestro Reencuentro
último. Los Melquizedec los saludan, como mi Armada de Amor que está ahí y se
despliega a vuestros costados en este tiempo, este fin de tiempo con el fin de
acompañarlos. Nosotros todos, de la Confederación intergaláctica de los mundos
Libres y Unificados, les rendimos Gracia. Nosotros les rendimos Gracia por toda
la obra que ha sido cumplida, por vuestra Recepción y vuestro Abandono.
Nosotros somos UNO. Entonces así, hoy,
que el UNO se revele en cada uno.
Los abrazo, mis eternos amores, los
abrazo y les rindo Gracia en la eterna Vacuidad que es nuestra Naturaleza.
Les agradezco vuestra Recepción y les
digo hasta muy pronto, hasta muy pronto al corazón del Corazón, para el
Banquete final, para la gran Fiesta que está ahí, que está ahí.
Gracias a ustedes, hasta siempre y a
cada instante.
Transmitido par Séverine, del Colectivo
de los Hijos de la Ley de UNO. http://gracedelamour.blogspot.fr
Gracias por compartir este mensaje en su totalidad.
El Colectivo de los Hijos de la Ley del Uno
a través de: Severine AuthierSource
http://gracedelamour.blogspot.fr/2013/10/marie.html#more
TRADUCIDO POR: A.I.
http://mensajes-interdimensionales.blogspot.com.ar/
Gracias por compartir este mensaje en su totalidad.
El Colectivo de los Hijos de la Ley del Uno
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