jueves, 16 de enero de 2014

Marthe Robin - "Ser pequeño en todo, grande solamente para el Amor” ...


Marthe Robin
"Ser pequeño en todo, grande solamente para el Amor” 

14 enero 2014


Marthe Robin

Mis tiernos amigos, yo soy Marthe Robin. Me uno a ustedes en esta dulce velada con el fin de celebrar a vuestros costados este tiempo de Fiesta pero también para ofrecerles todo mi Amor y toda la Gracia, la Gracia Marial que llevo. De mi corazón a vuestro corazón, reciban en este instante este Amor y esta Gracia con el fin de que así en un solo corazón dancemos al corazón del Corazón, en ese Fuego, ese Fuego Solar que es Cristo, que es lo que ustedes son, que es lo que somos de toda Eternidad.

Reciban hermanos y hermanas, si ustedes lo permiten durante algunos instantes de silencio, mi Presencia que viene a rodearlos y a rendirles Gracia.

(Comunión silenciosa)

Al lado de María y de mis hermanas las Estrellas y de Theresa que está ahí igualmente presente, vengo también a hablarles del Abandono último, abandono del ego/personalidad. Abandono que se les pide en este último pasaje, si podemos decir así, aunque no haya ningún pasaje como ustedes lo saben. Mucho más allá del Abandono a la Luz, se les pide el abandono último, el abandono de todas vuestras creencias, el abandono de todas vuestras proyecciones, el abandono de todos vuestros deseos y efectivamente se trata ahí de un duelo. Entran para la mayoría en ese nuevo mundo, mundo que podría nombrar el reino del Corazón, o incluso el reino de los cielos si ustedes prefieren. Es el reino del que proceden, aunque ese término no sea totalmente apropiado. Para ser más precisa, ese reino que nombro así es vuestra Cuna, vuestra Morada. Morada que no han dejado nunca, que no hay que alcanzar ya que están ya ahí. Simplemente, se les propone hoy y desde numerosos meses encontrar este espacio, encontrar vuestra Morada, llamada de otro modo Morada de Paz Suprema.

Para penetrar esta Morada y como ustedes ya lo saben ya que eso les ha sido mencionado muchas veces, hay que olvidarse en totalidad, como yo me he olvidado en la época donde he venido sobre este mundo a vivir ese tiempo de experiencia en un cuerpo de carne. En ese tiempo, me he totalmente, ofrecido abiertamente, ofrecido a Aquel que yo nombraba mi dulce Jesús, a Aquel que es Cristo. Nómbrenlo como les guste, eso no tiene ninguna importancia. Sepan simplemente que hoy Él está ahí y Él viene, portador del Fuego Solar, a devolverlos a ustedes mismos.

Entonces ábranse, ábranse en totalidad a eso, a ese Fuego Solar si es lo que desean. Si es a lo que vuestro corazón aspira, abandónense a Él, Cristo de Amor que no es otro que ustedes mismos, lo saben. Y vengo a invitarlos a soltar todo lo que ha podido ser pesado en ustedes y alrededor de ustedes, sea a nivel de las creencias, sea a nivel de los sufrimientos, todo eso solo son pesos, pesos que ustedes no tienen más que llevar ya que lo saben bien, no hay nada, no hay ningún peso, ningún sufrimiento, solo vuestras creencias y vuestra identificación a los sufrimientos pasados o presentes pueden ser un peso. Esos pesos son una mentira, no es la Verdad.

Entonces dejen de identificarse a eso. Ustedes no son vuestro pasado, no son esta historia, no son este cuerpo de carne, son la Gracia, son la Vida, son la Morada de Paz.

Y cuando digo que se trata de un duelo, se trata igualmente de una muerte, no una muerte a nivel de vuestra tercera dimensión, sino una muerte de todas vuestras creencias y de todas vuestras identificaciones. Entonces, si desean encontrar lo que son de toda Eternidad, ¿se atreverán a soltar todo? ¿Están listos a perder todo? Sí, TODO, en totalidad. Desde luego, no les digo abandonar a vuestros allegados, la gente que aman, sino abandonar todo apego a toda creencia, detener toda proyección y ofrecerse, ofrecerse en un Abandono Último y en una Humildad tal que en este acto no son nada más, son, como mi muy querida hermana Theresa ya les ha mencionado, pequeños, muy pequeños con el fin de encontrar esta inmensidad de Amor que siempre ha estado en ustedes, que siempre ha sido vuestra Naturaleza. Ese es el precio a pagar si puedo decir aunque no haya nada que pagar ya que todo es Amor.

El Amor viene a abrasarlos, el Amor viene a desplegar su Fuego en ustedes, entonces déjen-Lo hacer, recíban-Lo. ¿Qué hay más maravilloso que Celebrar eso y rendir Gracia?

Con numerosos hermanos y hermanas, durante los tiempos falsificados, hemos preparado en la ofrenda de nosotros mismos, en nuestro Abandono al Cristo, lo que ustedes viven hoy. Entonces vean, para ustedes esto es facilidad, esto es tan simple, mucho más simple que a nuestra época. Entonces, ¿qué esperan bien amados? ¿Qué esperan para abrasarse? ¿Qué esperan para Celebrar y para Danzar al unísono con el Corazón, el Corazón UNO, ese corazón de Fuego que son, que somos?

Somos tan numerosos para cantar y danzar para ustedes, en ustedes, y a vuestros costados.  Entonces vayan, atrévanse, láncense, hagan la gran zambullida. Nosotros los esperamos en ese Corazón, ese Corazón CRIST-alino que canta y cuyo Canto se eleva sobre todo el planeta y cuyo Canto se elevará muy pronto del núcleo cristalino de la Tierra al unísono con el núcleo cristalino de Alcyone, de la Fuente- Madre.

Estén listos para esta última Celebración que está AHÍ, que se vive a cada instante en ustedes, en ese Corazón, en el Amor.

Queridos amigos, hagamos silencio algunos instantes con el fin de hacer resonar en ustedes ese Canto de Amor, con el fin de penetrar de nuevo esta Melodía cristalina del Amor que es Gracia.

(Comunión silenciosa)

Bien amados, tengan Fuerza, este Fervor y esta Rectitud en el Fuego Solar. Ya que en estos tiempos tan importantes, se les pide ser tal como rocas, los Pilares del Amor, pilares de Luz que, enraizados en la Madre Tierra, y unidos a la Fuente que ustedes son, emanar y Ser muy simplemente Cristos.

Sean ese Fuego, sean esta Agua, sean ese Cristo, Unión del Fuego Solar y del Agua Marial, sean esta estabilidad que es el Amor sobre la Tierra. Entonces sean Amor en cada una de vuestras miradas, en cada uno de vuestros actos, en cada uno de vuestros pensamientos y de vuestras palabras con el fin de que al presente no haya más que Cristo que esté ahí en ustedes que se exprese, que ame, que distribuya el Amor y la Luz sin ninguna voluntad de vuestra parte sino más bien dejando la Voluntad Solar, Voluntad del Padre-Madre, realizar en ustedes y a través de ustedes. Es así y solamente así que ustedes desaparecen. Es por eso que les pedimos y que se lo hemos precisado que había que ser humilde y pequeño, muy pequeño. Con el fin de que el Verdadero Amor sea esparcido a través de ustedes, por vuestro Corazón, en el Corazón Unificado de cada UNO.

Entonces dejen hacer, dejen a Cristo tomar todo el lugar. Olvídense como yo me he olvidado. Ofrézcanse como yo me he ofrecido y como tantos y tantos hermanos y hermanas se han ofrecido a la Fuente, a Jesús, poco importa el nombre que Le den. Es vuestra Verdadera Naturaleza, Gracia Divina, Onda de Amor, Ola de Luz. Solo hay Eso.

Yo les dirijo, mis queridos hermanos y hermanas, todo mi Amor de hermana y toda mi ternura. Entonces, para las y los que cantan para mí, vengo a cantar para ustedes… Y vengo a depositar ese manto Gracioso de nuestra Madre, en Su compañía y en compañía de todas las Estrellas, sobre vuestro corazón y sobre vuestros hombros. Reciban esta Gracia y desde hoy, sean ligeros como plumas, sean dulces con ustedes mismos como con vuestros hermanos y hermanas. Y déjense acunar por ese oleaje que los acaricia y los embriaga a cada instante. Él está ahí, ábranse a eso, estén atentos a Su Presencia.

Sí, bien amados, dejar su pasado, sus creencias y sus proyecciones, es un duelo pero igualmente un Renacimiento y ahí, es tiempo. Es tiempo de Renacer a ustedes mismos y podría decir que tienen todas las herramientas en las manos para eso, les basta muy simplemente permanecer tranquilos y dejar hacer a la Luz, dejar a la Gracia del Amor efectuar toda su magia si puedo decir así, nada más. Y verán que la Fluidez se instalará por sí misma. No habrá así más lugar para ninguna resistencia ya que todo habrá sido disipado. Y verán en ese momento que no habrá más que Amor y que no ha habido nunca otra cosa que Eso. Es la Verdad.

Sean bendecidos, queridos amigos, queridos niños, les dirijo mis tiernos besos, besos resplandecientes de mi corazón a vuestro corazón, en un solo Corazón Vibrante de Amor.
Yo soy Marthe Robin y los saludo. Hasta muy pronto.


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