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Magia de Llamas Gemelas
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El AMOR por UNO MISMO
Mensaje de MADRE MARÍA
Estimados amigos:
¡Yo soy María, su hermana y alma gemela!
Me conecto con ustedes a través del corazón. Les traigo las vibraciones del Hogar. La vibración de su estado natural de ser, que está libre de auto-desprecio y odio a ustedes mismos.
Cuando están en su vibración natural, saben profundamente que son libres para explorar la vida, que han sido libres todo el tiempo para pasar por todos los extremos de la dualidad que la vida les ofrece. Y así es como tiene que ser.
Cuando están en el estado natural del Ser, aceptan el flujo y los extremos de la vida y saben que son inocentes. Una vez que se quedan atrapados en los ciclos de la vida en la Tierra, cuando comienzan a creer en los extremos de la dualidad, en las polaridades del bien y el mal, la luz y la oscuridad, comienzan a desempeñar un papel en ese enorme juego de la vida que se vuelve más y más real para ustedes a medida que se lanzan a la encarnación en la dualidad. Y en su nIvel más profundo o denso, por así decirlo, creen que eso es todo lo que hay.
Creen que son un pequeño fragmento, una pieza pequeña en un gran universo que está gobernado por enormes fuerzas, fuerzas del bien y del mal, fuerzas que parecen ser más poderosas que ustedes. Y cuando están completamente inmersos en la experiencia humana y los miedos, la soledad y la ansiedad que la acompaña, pierden el contacto con su vibración natural. Pierden el contacto con lo que yo llamo “el Hogar”; y lo que una vez comenzó como un juego intrigante, misterioso y lleno de emoción, se convierte en una pesadilla. Se quedan atrapados en una ilusión de la cual parece muy difícil salir.
La realidad del miedo y su presencia energética puede ser tan fuerte y abrumadora que parece imposible salir de ella. Es como si les hubieran encarcelado y todas las personas que hay a su alrededor estuvieran en la misma prisión. Luego, en cuanto despiertan y comienzan a recordar que hay otra clase de vibración, que hay algo más, algo mucho más alegre, libre y hermoso, comienzan a buscar reconocimiento en los ojos de las personas que los rodean, pero que también están profundamente atrapadas en la misma prisión. Y ellas les dicen: «No, ¿de qué estás hablando? ¡No hagas locuras! Aquí hay que sobrevivir, ganarse la vida, ser duro. No cedas a esas nociones soñadoras e idealistas. ¡Estás loco, todo eso no real!»
Tal es el destino de muchos Trabajadores de la Luz, porque en su interior portan una fuerte memoria que se convierte en nostalgia y acostumbrarse a la vida en una prisión es muy difícil e incluso imposible para ellos. Están programados para fugarse y liberarse. Es por eso para lo que están aquí. Ese es el propósito o misión de su alma, por así llamarlo: cambiar la vibración de la conciencia humana en la Tierra, y lo hacen recordando su propia vibración natural, sintiéndola y nutriéndola para lograr despertar mientras están encarnados en la Tierra.
Ese es el arte del amor por uno mismo: recordar su verdadera vibración natural, que es la vibración de un creador y no la de una víctima. Es la vibración de un amante de la vida, no de alguien que solo está tratando de sobrevivir para vivir. El amor por uno mismo es esencialmente el arte de conocerse a sí mismo. Y para conocerse a sí mismo, uno tiene que actuar a través de un grueso velo de ilusiones.
Me gustaría abordar algunas de las ilusiones fundamentales que les impiden amarse a sí mismos, y la primera que me gustaría abordar es la ilusión de que tú eres un ser humano.
Es cierto que tomaste la forma de un ser humano y has estado encarnando como tal durante varias vidas, por lo que te sumergiste profundamente en la experiencia humana, pero eso es solo una experiencia. Y en sí misma, la experiencia humana es muy rica, profunda y complicada, por lo que ofrece un alimento muy nutritivo para el alma. Al alma le encanta explorar. El alma es amante de la vida, pero está muy lejos de ser humana.
Ahora, te invito a conectarte con tu alma.
No pienses tanto en ello, siente la presencia de quién eres más allá de tu forma humana, tu cuerpo, tu mente…Recuerda quien eras antes de nacer.
Para que puedas liberarte de la noción de ser humano, te pido que imagines que antes de nacer eras una enorme ave con grandes alas y que estás volando muy alto en el cielo, pero en un cielo que no es físico. Está hecho de materia celestial. Mientras vuelas, siente la facilidad y la sensación de libertad y aventura. Siente que casi es como estar sin un cuerpo en el sentido de la pesadez que tiene un cuerpo físico. El ave es solo energía en movimiento. Puede viajar a través de las dimensiones y puede ir adonde se sienta atraída a ir. El ave no piensa, siente. Imagina que eres esa ave.
Tu conciencia entra en su cuerpo, en el corazón, la cabeza, las alas, y sientes ligereza, sientes cómo la pesadez se aleja de ti. Recuerdas que todo es un juego y que puedes salir y saldrás de la dimensión de lo humano en un momento dado y que entonces recordarás que la parte más libre de ti no tiene ninguna forma. Es solo ser. Y está lleno de vida. Tienes un sentido natural de asombro, de magia y la alegría de estar vivo. Deja que esa vibración original despierte dentro de ti. Integra al ave o al ángel y no te dejes atrapar demasiado en la experiencia humana.
En tu imaginación, ve al momento en el tiempo en que naciste en la Tierra en esta vida y sostén en tus brazos angelicales al pequeño bebé que eras. Todavía sigues siendo el ave, el ángel, y mirando al bebé niño a los ojos, dile: «Recuerda quién eres. Yo estoy contigo siempre. Eres inocente. Eres libre.»
¡Ese bebé es tan adorable…! Sea lo que sea lo que te haya sucedido en el curso de la infancia o ya en la vida adulta, lo que sea que te haya distanciado o te haya desconectado de ese precioso niño, todavía está ahí. Y aunque ahora la mayoría de ustedes están llenos de juicios sobre sí mismos, sobre la vida, sobre cómo tendrían que haber sido, cómo deberían ser las cosas y cómo tendrían que haberlas hecho, les pido que miren al bebé a los ojos y sientan cómo su inocencia y su apertura rompen todos los niveles de juicio.
Perdónate a ti mismo. Perdónate por las cosas que salieron mal o, mejor dicho, que tú consideras que salieron mal, por los errores que crees que cometiste o el daño que infligiste a los demás. Perdona. Perdónate.
Ese niño es portador de una ignorancia que es un regalo. El niño es pura vida. El niño es una parte de ti que dio el salto a la encarnación, creando así el espacio para la profundidad de la experiencia que obtuviste al convertirte en humano. Y sí, aquel niño, es decir, tú, cometiste errores. Quedaste atrapado en el reino de la dualidad, atrapado por ilusiones, pero ahora es importante perdonar. Esa es tu salida. Al perdonarte a ti mismo, perdonas a los demás. Perdonas al mundo por ser como es. Perdonas la realidad humana por ser tan culpable, imperfecta y trágica. Te elevas al nivel de tu vibración natural, que es juguetona, y te das cuenta de que pasar por toda la experiencia de ser humano ha hecho que tu corazón sea más amplio y abierto y que albergue un profundo nivel de compasión.
El verdadero conocimiento y la perspicacia son, en última instancia, el resultado de todas vuestras encarnaciones. El tesoro que te espera. ¡Deja de castigarte y sal de tu prisión! ¡Tú no eres un ser humano indefenso e insignificante! ¡Eres divino y libre! ¡Sal de la ilusión de ser simplemente humano!
La segunda ilusión importante que me gustaría abordar, la ilusión que te impide recibir amor, es la noción de que estás solo y que tienes que sobrevivir y alcanzar tus metas por ti mismo. La mayoría de ustedes está luchando con un profundo sentido de soledad. Una sensación de separación que te tortura y que no es natural. Esa sensación de soledad, estar fragmentado y desconectado, causa mucho miedo y falta de seguridad en tu propio ser. Y es muy difícil que te ames a ti mismo, incluso que te conectes con la realidad del amor, cuando asumes y sustentas la creencia en la separación. Porque eso es lo que es, es una creencia, no una realidad.
Cuando estás en el reino del Ser en el que yo estoy ahora, desde el cual hablo y me conecto contigo, en este reino que refleja el estado natural de ser, eres un alma. Y en cierto modo, eres un ser separado en el sentido de que eres único y tienes tu propia experiencia individual. Tú eres tú y nadie más. Sin embargo, te sientes tan profundamente conectado con la vida que te rodea, que es como si la respiraras constantemente, como si estuvieras respirando oxígeno con cada respiración y esa es una actividad inconsciente. Sucede constantemente y es así como es en mi dimensión. Uno está conectado con el Todo, con la vida, y no se requiere esfuerzo alguno. Es algo que se da automáticamente, por así decirlo. Y esa es exactamente la sensación y el sentido de seguridad y pertenencia que tanto les falta a ustedes en sus vidas terrenales.
Sepan que ese sentido de conexión está disponible para ustedes ahora. Les pido que vayan con su conciencia al centro de su corazón, al centro de su pecho, y que allí sientan una apertura hacia esta dimensión, el reino del Ser en el que yo estoy y que es el Hogar de todos ustedes.
Conéctate con él, sé el ángel que eres y deja que la energía amorosa del Hogar penetre en tu corazón.
Quizá veas hermosas imágenes de la naturaleza o a tus amigos espirituales, tus guías, como tú los llamas. Permite que esa bondad, esa belleza venga a ti.
Por un momento te has liberado de las preocupaciones humanas y dejas que tu espacio energético, tu campo de energía, sea renovado y revitalizado por esa vibración de conexión amorosa.
Se siente atemporal. Es una fuente eterna que estás aprovechando. No estás solo.
Para obtener una comprensión más firme de esta conexión, les pido que ahora imaginen que están sentados en un lugar encantador en la naturaleza en esta dimensión y que disfrutan del canto de los pájaros, los árboles, el viento… Todo es acogedor y pacífico y tú sientes que perteneces aquí. Hay una familiaridad, una sensación de intimidad.
Ahora, se te aparece alguien. Es un amigo muy querido que viene a hablar contigo. Él o ella se sienta a tu lado y os sonreís el uno al otro. Hay un sentimiento fraternal entre ustedes dos y tú notas cómo tu amigo o amiga te mira con un profundo sentido de compasión, entendiendo por lo que tú estás pasando al estar encarnado en la Tierra.
Y ahora le preguntas: «¿Cómo puedo mantener viva mi propia vibración natural mientras estoy en este cuerpo humano? ¿Cómo puedo perder la sensación de desconexión, de estar solo? ¿Cómo puedo darle sentido a todo?»
Deja que la energía amorosa y sabia de tu amigo fluya hacia ti. Es como una transmisión de energía a través de la cual recibes su respuesta. La energía que viene a ti es la energía del amor, del amor por uno mismo que te permite ser amado, sentirte seguro, ser quién eres, expresarte libremente y recibir lo que realmente necesitas en tu vida humana. Ábrete a la abundancia, a la abundancia de Alegría, de la Bondad, de la Libertad que desea acudir a ti.
Tú eres digno de amor, digno de bondad. Mira profundamente a los ojos de tu amigo del otro lado y siente que eres amado y cuidado.
Ahora te pido que vuelvas al presente, a tu cuerpo terrenal y que seas consciente de tu respiración. Guarda las imágenes que has visto en este viaje. La imagen del niño inocente, la de los ojos de tu amigo celestial… Sé tierno y compasivo contigo mismo. Esa es también la más alta cualidad que compartes con otros seres humanos.
El arte del amor por uno mismo significa que te abres paso y que te deshaces de algunas de las ilusiones persistentes en las que la sociedad humana te hace creer. El arte del amor por uno mismo significa que te desconectas de la vibración del miedo y la soledad que tan extendida está en la Tierra en este momento.
El amor por uno mismo requiere que te liberes de la conciencia colectiva y que seas fuerte y consciente de ti mismo. El amor por uno mismo requiere una fuerte conciencia para ver a través de lo que es ilusorio. Requiere coraje para encarnar tu propia vibración natural. Es realmente un viaje heroico. El verdadero amor por uno mismo no es algo sentimental y, en última instancia, tampoco es algo profundamente emocional. Es más bien como una realización, un conocimiento. El arte del amor por uno mismo es el arte de conocerse a sí mismo. Y ustedes son los pioneros, los líderes de esta nueva conciencia que ahora se libera de la vieja.
Tú estás aquí en la Tierra con un grupo. A pesar de que no se conozcan personalmente, hay una red de almas conectadas en todo el mundo. Hay una conciencia grupal entre los Trabajadores de la Luz y, actualmente, eso les ayuda a bajar y canalizar su vibración natural hacia la realidad de la Tierra y de la conciencia humana.
Me gustaría terminar compartiendo unos instantes esta energía para que todos nos sintamos afines y partes de este viaje común.
Nosotros les admiramos y los amamos por lo que ustedes son. Sientan nuestro amor y la presencia de una conciencia que despierta y que ya está aquí.
¡Y así es!
Muchas gracias a todos.
Muy amorosamente,
MARÍA