HUMANO y DIVINO - Mensaje de YESHUA por Pamela Kribbe

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HUMANO y DIVINO
Mensaje de Yeshua

Queridas amigas y amigos:

Yo soy Jeshua, soy vuestro amigo y hermano. Por favor, sentid vuestra conexión como grupo. Os habéis reunido aquí por una razón. Cuando se visitan los antiguos templos y tumbas egipcios, se despiertan viejos recuerdos. Y algunos de esos recuerdos son dolorosos y perturbadores.

Los recuerdos dolorosos son energías que aún forman parte de tu alma y buscan resolución, liberación. Tú puedes ser su libertador. Y cuando estás con almas de ideas afines, procura ayudar, porque nada hay más tranquilizador que sentirse reconocido y comprendido por otro ser humano que te acompaña en esa realidad terrenal. Ni los ángeles ni los guías pueden proporcionar la clase de consuelo que sientes en presencia de amigos de ideas afines. Encontrarse con la familia del alma en la Tierra, es algo precioso. Podéis apoyaros los unos a los otros y, al hacerlo, traéis una energía nueva y refrescante al planeta. Así que, por favor,  sentid la conexión que hay entre todos vosotros y conectad esa energía a la Tierra. Sentid la energía fluyendo a través del corazón, estáis unidos. Y cuando sintáis la energía compartida, conectadla a la Tierra; dejad que la Tierra se una a vosotros para reuniros.

Tú has evolucionado mucho desde los tiempos antiguos de Egipto. En esa época hubo un impulso cósmico que ingresó a la Tierra y, como he dicho con anterioridad, vosotros ya formabais parte de ese impulso. La parte más elevada de vosotros, esa parte más informada y evolucionada, contribuyó a ello desde el nivel del alma. Esa parte de ti ama a la Tierra y aprecia a la Humanidad. Vosotros sois casi como unos  padres para la Humanidad y para la Tierra. Sin embargo, en aquel momento, la Humanidad no podía integrar ni manifestar completamente sus mensajes, su energía. De modo que decidisteis bajar a la tierra para encarnar de nuevo y comprender desde dentro las dificultades, la densidad y la dualidad de la Tierra.

Una parte de ti ya había completado su viaje en aquel momento. Antes de la antigua civilización egipcia, hubo otra civilización llamada Atlantis, y vosotros estuvisteis profundamente involucrados en expresar vuestro conocimiento en aquella civilización. Había una gran ambición dentro de ti, pero también una incomprensión de la vida y las emociones humanas. Tu corazón humano todavía no se había despertado, aunque, hacia el final de la Atlántida, cuando las cosas se desequilibraron y hubo desastres y destrucción, tu corazón se abrió. Fue un momento de profunda crisis, gracias al cual pudiste descender a la zona de tu corazón.

Mientras que al principio estabais más centrados en los poderes psíquicos, la mente y el chakra de la coronilla, al final de la Atlántida la energía de vuestra alma despertó a un nivel más profundo y encarnado. Las energías del Amor y de la Humildad,  nacieron dentro de vuestro corazón.

Te diste cuenta de que habías forzado demasiado la situación y que, realmente, tenías que ceder y respetar la realidad del ser humano. Después, tras la desaparición de la Atlántida, quisisteis enviar las energías del Amor, la Compasión y la Sabiduría a Egipto. Y como ya he dicho, comenzasteis a encarnar vidas humanas en aquel territorio, aunque fue muy difícil combinar vuestra parte superior y evolucionada con la naturaleza tan áspera y densa de la realidad del momento.

Siente esa dificultad, el dolor que has sufrido desde aquellos tiempos lejanos. Tú fuiste un pionero de la conciencia, y eso hizo que te sintieras diferente y solo muchas veces. Siente esa soledad, esa sensación de desconexión. Siente tu coraje y la humildad que necesitaste para cargarlo todo sobre tus hombros.

Ahora te pido que abordes estos viejos recuerdos porque quieren ser sanados. Tú estás aquí de nuevo y ahora estáis juntos. Visualízate dentro de un círculo e imagina que, en medio de ese círculo, hay una piedra, una piedra grande. La piedra es fría y dura. Contiene el dolor de tu soledad y la oscuridad, la sensación de separación que has sentido en vidas anteriores. Siente también cuánto amor hay dentro de esa piedra que no pudo expresarse ni sentirse en el pasado. Ahora envíale amor desde tu corazón a la piedra. Observa cómo entran en ella rayos de luz dorada y cómo la calientan desde el exterior. Ese dolor quiere ser sanado, ya está listo para ser sanado.

En medio de la piedra hay un niño: es tu hijo. Es la parte de ti que quería vivir y expresarse libremente, pero que no ha podido hacerlo durante mucho tiempo. Y ahora siente los rayos dorados de tu corazón y despierta. Fíjate en cómo, cuando ese niño se despierta, la piedra se transforma en una piedra preciosa con muchos, muchos colores brillantes que destellan en su interior. Es como un arcoíris. Ese es tu regalo a la Tierra. Y la Tierra también quiere regalarte otro: recibe su energía. Siente al niño que hay dentro de esa piedra; ese niño es parte de todos vosotros. Ahora, siente que viene hacia ti. Finalmente ha encontrado a su padre. Tu Ser Superior ya puede bajar a la Tierra. Deja que el niño entre en ti, fusiónate con él y siente lo que él necesita de ti.

¿Qué energía necesitas más en este momento de tu vida? Si honras al niño que habita en ti, significa que honras la vida y honras al ser humano. Ya estás listo para ir más allá de este ciclo de vidas en el que estabas dividido entre tu parte humana superior e inferior. Vive como un niño. Vive espontáneamente con un corazón abierto. Ahora, ya puedes confiar en tu intuición, ya  no tienes que revisarla continuamente ni sopesarla desde una perspectiva espiritual. Tu espiritualidad ha descendido, ha entrado en tu corazón y ahora quiere nacer plenamente e integrarse en la zona de tu abdomen y en los chakras inferiores. Este es el ultimo paso, pero tú todavía dudas y tienes ciertas reservas como para dejar que tu energía descienda por completo. Así que siéntelo ahora. Deja que la energía de tu alma descienda hasta tu abdomen, tu chakra raíz y, a través de tus piernas, hasta tus pies. Conéctate con la Tierra. Confía en tus emociones, confía en tu imaginación. Tú estás aquí ahora para experimentar alegría y ligereza. Esa es la energía curativa que buscas. Te has vuelto muy sensible y cuando los chakras inferiores no están completamente arraigados, cuando no estás completamente presente, tu sensibilidad puede hacer que te ahogues en energías externas. Tu corazón puede estar demasiado abierto, sentir demasiada responsabilidad, absorber demasiada energía de otras personas. Y esta no es tu misión ahora. Tu misión ahora es volver a tu Yo completo. Dejar de creerte dividido y empezar a ser un ser humano que se respeta a sí mismo y que reconoce sus limitaciones. Y a partir de ese respeto por uno mismo y el reconocimiento de las limitaciones, actuar desde el corazón.

Durante un momento, siéntete fuertemente en tu chakra raíz, que está en la base de la columna vertebral. Suelta todas las cuerdas de energía y deshazte de los apegos a las cosas y a las energías externas. Permanece contigo mismo. Imagina que hay un espacio sagrado a tu alrededor. Esa es tu casa. Ese es quién eres y en quién te has convertido a lo largo de este largo viaje. Respira en ese espacio. Siéntete protegido por tu propia energía y permanece en ese espacio estés donde estés y vayas adonde vayas. Dentro de ese espacio, ambos sois completamente divinos y completamente humanos, estás completo.

Gracias por acompañarme, yo también te acompaño a ti.

Con amor,

JESHUA