AA.
Uriel
EL RETORNO DE LO QUE ES INFINITO
12 de Mayo 2013.
EL RETORNO DE LO QUE ES INFINITO
12 de Mayo 2013.
Mensaje Enviado al Colectivo de
los Niños de la Ley del Uno
Soy Uriel, Ángel de la Presencia y
Arcángel de la Reversión. Amados Hijos de la Luz, que eclosionaron en la tierra
y brotaron dentro de vuestra eternidad, sólo les acompaño en este último
pasaje, llamado las Bodas de la Tierra. Así que yo sólo hago lo que me
comprometí a hacer en este momento del último regreso de Cristo y de la luz
vibral.
Ha llegado la hora de ir a la profundidad
de vosotros mismos con el fin de germinar, en esta Tierra, su nueva dimensión,
aquella en la que todo es alegría, una en la que todo es verdad, aquella en la
que todo es belleza. Estoy con vosotros, a su lado, como el Ángel de la
Presencia y Arcángel de la Reversión, para realizar lo que se ha prometido hace
muchos años, las Bodas Celestiales. Todos vosotros los que esperan este tiempo,
y que han esperado en el tiempo y hayan crecido en las raíces de la Eternidad,
como en las raíces de la Tierra Interna, con lo que han logrado se terminó de
realizar, lo que es vuestra presencia en vuestra eternidad.
Junto con todos los Arcángeles, los
Ancianos, las Estrellas, y toda la Luz vibratoria en sus diversos componentes
se revelaron en ustedes; los invito a la última llamada. Esto los pondrá de
frente para que se encuentren, cara con lo que han creado en su germinación
como Pueblo de las Estrellas, el retorno de lo que es infinito, eterno. Que no
conoce ni tiempo ni espacio. Que no conoce del dolor como ninguna organización
que gobierne lo que son.
La Hora de la Libertad se logró. El
tiempo de la autonomía está delante de vosotros, y de ustedes, mayo es el
tiempo de la bendición, es el cumplimiento de la Promesa y del Juramento, y de
realizar lo que muchos de nosotros entre los arcángeles, y también entre los
seres de la Intra-Tierra, pusimos en marcha desde hace muchos años. Es hora de
que los últimos velos se rompan y den paso a la eternidad y a la belleza. Lo
que ya se ve, lo que ya se percibe, para muchos de entre ustedes, es sólo una
pequeña parte de la verdad conocida que va a manifestarse plenamente, en la
Tierra como en la Eternidad. Lo que ustedes viven, a título individual como a
título colectivo, es sólo un reflejo de lo que queda por hacerse, en la paz, la
serenidad, y especialmente en su eternidad.
El tiempo está aquí. Es del de la
Verdad. Uno en el que nada puede ocultarse, donde nada puede ser desviado,
donde nada puede ser dejado de lado. Porque todo es Uno, como lo hemos dicho,
se ha hallado, y se ha experimentado, en diversos grados, con mayor o menor
intensidad, con mayor o menor Verdad. Ahora ya no existe escala de valores en
la intensidad y en la verdad, porque en esto, todo es Uno y todo está hecho.
Todo está dentro de vosotros, como se
los hemos dicho en varias ocasiones, y han tenido la oportunidad de
comprobarlo. Habrá muy pronto, en el interior o el exterior, -ya que puede
combinarse en el mismo tiempo de la eternidad- y de vuestra presencia y vuestra
Verdad Eterna. En cada etapa de vuestras resistencias dentro y fuera de
vosotros, en estos momentos de la penetración total de la Luz en su
magnificencia, se les ha revelado lo que hay que dejar ir, lo que debe
abandonarse.
Siendo así, una vez más, se les escindió
de la verdad. La Verdad es Una. La Verdad que libera y como Cristo se los dijo,
Ki-Ris-Ti, está de vuelta, ya sea en su corazón, ya sea en los pies o, en
las manos o, en la cabeza como en cada punto de su cuerpo, así como en cada
estrella, y en cada puerta.
El tiempo es ahora. No miren ahora, ni
en el instante, porque esta vez ha llegado y engloba todo tiempo que es la
ilusión de este mundo, así como es el tiempo de la eternidad, que no conoce
límites de tiempo y en el que no hay tiempo de encerramiento. Sepan que cuando
se les dijo como era todo, han tenido la oportunidad de comprobarlo, la
oportunidad de vivirlo. Y ahora, ustedes tienen que realizarlo en su totalidad.
Las Bodas de la Tierra, durante las
cuales oficiaré el último desgarro de todos los aislamientos, que los pondrá de
frente a su belleza, cara a su libertad, frente a vuestra autonomía, frente a
cualquier resistencia que todavía puedan tener por un tiempo limitado.
Recuerden también que durante estas Bodas de la Tierra, lo más importante es
entender y vivir que, cualesquiera que sean las dificultades, la respuesta
siempre será la eternidad, porque la eternidad está ahí, está aquí. No hay que
creer más que en la experiencia de todos los procesos que se han propuesto en
los últimos años, y se actualizarán dentro de un continuo intemporal, y que no
se inscribe más en un espacio, pero que está en el aquí y ahora, el Hic et
Nunc como ha sido dicho por el querido Arcángel Anael.
En los cuatro pilares, en la nueva
Tri-Unidad, en la nueva Eucaristía, se revela en vosotros la belleza,
implacable y lógica, a los sentidos de la razón, a los sentidos de la
inteligencia limitada como ilimitada. Las señales están ahí en la Tierra como
en su cuerpo. Solo basta acoger, dejarlas solamente germinar, que se enlacen con
el cielo, y se enraícen en el núcleo cristalino de la Tierra, y que sus raíces
lleguen en lo profundo del Templo de su Corazón para vivir lo que se ha
prometido.
A medida en que el Ángel de la
Presencia, resuene dentro de su presencia, estaré a vuestro lado, en la
instalación de la Tierra, en su nueva, en su nueva dimensión de la eternidad
que es, en esta nueva Eucaristía inicializada, hace unos años por el Arcángel
Miguel. Yo estoy cerca de vosotros y en ustedes, con vosotros, en todo lo que
se hace, en todo lo que se les prometió, y en todo lo que ahora se despliega.
En el conjunto de vuestras noches, todos
los días no van a tener ninguna duda sobre la verdad de lo que se vive en la
Verdad de la Eternidad, y de su belleza. Ningún obstáculo puede ahora estar en
contra de la afluencia y de la Verdad de la Luz y de la vibración, de esta
eternidad. Acogernos y recibirnos los unos en los otros, de corazón a corazón,
de mente y espíritu, de estrella a estrella de la paternidad de la descendencia
del origen, del origen estelar, independientemente de lo que eres. Dejar obrar
en este momento, permanecer más allá de las apariencias. Rasgando los velos, en
este paso último, no sólo la de la puerta estrecha, no sólo de la garganta,
pero también de la instalación final de vuestra Eternidad en el Corazón, de la
Eternidad, de lo Absoluto de vuestro Ser, en el Absoluto más allá de toda
conciencia.
Como ya se ha anunciado y comunicado por
los Ancianos, hace algunos días, esta verdad se encuentra en cada respiración,
en cada noche y en cada día. Van a constatar sus efectos en el fondo de su
conciencia, en lo profundo de su corazón, en la Eternidad reencontrada.
Recuerden que yo estoy aquí. Llamen mi presencia en los momentos que pueden
parecerles de resistencia, pero que son, de hecho, los momentos en los que se
rompe el último eslabón, son los momentos en que se rompen las últimas
apariencias, dando paso a la verdad y a esta belleza. En la medida en que el
Ángel de la Presencia, permanezca a vuestro lado, asistiéndolos no sólo en
vuestro nacimiento, sino también en vuestro vuelo hacia la Libertad.
No crean en cualquier cosa que no sea lo
que están experimentando. Sobre todo no crean en lo que les cuenten con
respecto a las resistencias de este mundo, sino simplemente en la fuente de lo
que sois, que está llamando a vuestra puerta, y que viene a completar esta
preparación, esta germinación. Finalmente estáis en la eclosión de las esferas
de la Eternidad. Si logran superar el abandono a la Luz, a la rectitud y en la transparencia,
en la humildad y en la simplicidad, y en la integridad de todo lo que ocurre
por el camino, todo desaparecerá por sí mismo. A los que hemos llamado los
Liberadores, estáis llamados a ser, aquí y ahora. Por vuestra presencia, porque
vuestra eternidad con mi presencia al lado de vuestra presencia, vais a vivir
con la mayor de las bienaventuranzas, lo que se trasciende y lo que se llamó la
disolución, la deconstrucción, el acceso al estado de Ser, a la Infinita
Presencia o del Absoluto.
Acoger todo lo que debe ser en
esta Tierra ahora, todo está muy bien y en su lugar. Lo que puede parecer aún,
con el ojo de la razón o con el ojo de la crítica como injusto, es la versión
de lo que debe ser revelado y puesto en libertad en este Tiempo Último. Es la
hora de la recepción, la hora de la Bendición, El Tiempo de la Infinita
Presencia, el Tiempo del Infinito Amor, el Tiempo, en donde el Tiempo deja de
ser una barrera a la Luz, poniendo fin al encierro, con la instalación de la
Luz, como lo había anunciado MARÍA. Y también, por las Escrituras, en
particular, las que se dieron a través de San Juan, y que por fin se actualizan
ahora, se verifican y se concretan, aquí mismo sobre la Tierra.
Todos los eventos que se presentan en
ustedes y al exterior en este mundo, y en el mundo, son en realidad elementos
de confrontación anteriores a la aparición de la Luz y que no hacen parte de la
Luz. Observen más allá de las apariencias. Observen más allá de lo que lo que
vuestros sentidos les dan a percibir, ver, observar con el corazón con la
visión de la Verdad cerca de su corazón y en vuestra presencia, con la Verdad
de la Eternidad. Más que nunca ahora solo resta Ser, en su hogar, para
convertirse en el recipiente en el cual Cristo, finalmente hace su hogar para todos
juntos en el mismo baile en la misma eternidad, y se conviertan en lo que
participaron y ahora debe ser vivido en su totalidad.
Habíamos advertido que durante este
período de las Bodas de la Tierra, muchos de vosotros tendrían que vivir
momentos de selección y recepción, sobrepasar y acompañar, los momentos de
estancamiento y de ausencia de lo que se podría vivir. Y de rendirse a sí
mismo, porque era la única Verdad. Más que nunca se hacía necesario establecer
sus prioridades. Más que nunca había que enfrentarse a lo que puede permanecer
con reticencia a vuestra presencia. No se culpa a nadie, la culpa no sirve de
nada porque la culpa no existe. No hay nada que denunciar con el regreso de la
Luz en este último pasaje que se revela a vuestra Presencia Eterna y atemporal,
y en sus respectivas moradas de la Eternidad.
El desarrollo de lo que sucede en su
vida, como en la vida de la Tierra, de ninguna manera deberá ser un obstáculo,
para lo que tú eres. Y lo que va a ser experimentado con las Bodas de la Tierra
les permitirá darse cuenta por sí mismos, de la verdad de lo que está ahí.
Así que los invito a reclamar, los
invito a que me llamen en su mismo templo durante lo que ha de ocurrir con las
Bodas Terrestres; esto permitirá que vivan en esta simplicidad la eternidad, en
el Absoluto, de hecho, la única Verdad reconocible en estos momentos de la
disolución de la ilusión. Por lo tanto, desde el primer día de las Bodas
Terrestres, los invito, antes a entrar en resonancia con las oleadas de la Luz
que se vierten en vuestro mundo, a que llamen mi Presencia, la de todos los
Ancianos, toda las Estrellas, y los Arcángeles. Les recuerdo también, que al
final de este período, ya se disolvieron todos los cónclaves, lo que permite
dar rienda suelta a la libertad, a la independencia, para todo el mundo. Este
será mi mensaje corto, en este momento y que ahora resonará en todo momento, en
cada alineación.
Así que prepárense. Porque como se os
dijo, Él vendrá como un ladrón en la noche. No se sabe la hora, nadie sabe el
día durante este período que se abre ante vosotros, en este tiempo lineal que
queda por cumplirse sobre la superficie de este mundo. Estar vigilantes, estar
atentos, ya sea en la intención de estar en la verdad, y de simplemente ver lo
que les sucede, porque es lo más esencial, porque existe mucho que debe
cerrarse.
Lo qué debe ser en a la Tierra será
desatado en la Tierra, de modo que lo que se ha revelado debe ser atado en el
cielo, es decir el Juramento y la Promesa y de Eternidad. El Juramento y
la Promesa de LA FUENTE de traerlos de vuelta a su eternidad, este fue su
ofrecimiento, si ese es vuestro destino, y si esa es vuestra verdad. No existen
dos formas, sólo existe una. Usted puede pedir de una manera u otra. Hay muchas
moradas en la casa del Padre, pero sólo hay un camino de regreso a la Fuente.
Este es uno que les ofrezco esta noche. Este es uno que está abierto a
vosotros, ahora. Y se fortalece en cada uno de sus días, en cada una de sus
noches, porque lo que se refuerza es la fe, la esperanza, la caridad y el amor.
Soy Uriel, Ángel de la Presencia y
Arcángel de la Reversión. Bien Amadas Semillas de Estrellas, han surgido a la
luz del Nuevo Sol, se les invita a dejar que crezca en su totalidad lo que
eres. Así que nos encontraremos, también, con todas las fuerzas de la
Confederación Intergaláctica de la Luz, en estos momentos de bendición y en el
que mutuamente nos daremos la bienvenida unos a otros, en la misma unidad
en la misma Alegría, en la misma Verdad y en la misma belleza.
Soy Uriel y les doy mi paz. Soy Uriel y
les doy la Verdad. Soy Uriel y Yo Soy el Ángel de la Presencia, en
vuestra presencia.
Que la Paz, el Amor, la Verdad, se
establezcan definitivamente, en donde se encuentren, así como en la Tierra.
Gaia ha decidido su libertad. Los meses de mayo y octubre son los meses más
importantes de cada ciclo en el que se produce la creación, así como la
disolución. Pero el objetivo, en esta ocasión, como es bien conocido, es el fin
de la reclusión, es el fin de la ilusión, y la del retorno a una paz que no
tiene fin.
Los bendigo, y les digo hasta pronto.
Publicado por
Luis Geary en Les Transformación.
Traducción: Lucía Montaño Ferrer
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