MADRE TIERRA
ESPIRITUALIDAD DE LA TIERRA
Mayo 2013
Queridos amigos, YO SOY la voz de la Tierra. ¡Os saludo a todos con gran alegría! Yo estoy aquí contigo, dentro de ti; y en todo lo que te rodea; y esto crea un profundo vínculo entre nosotros. Yo te ayudo a expresar tu Alma a través de tu cuerpo, a través de la materia. Juntos realizamos una danza, una danza del Cielo y la Tierra, una danza del Alma y el cuerpo. Pero ahora para muchos esta danza se ha convertido en una lucha, en un laborioso esfuerzo.
Ser Humano se ha convertido en una lucha
por la supervivencia; y esto me da pena. En mí hay un profundo deseo de
recibirte y de que juguemos juntos en esta corta vida en la Tierra. Danza,
disfruta; y admite completamente en tu consciencia quién eres en tu esencia:
una estrella de Luz; un Ser Divino que está aquí para experimentar la aventura
de la encarnación.
Tú descendiste hasta mi esfera y tomaste
un cuerpo de carne y hueso. ¿Por qué lo hiciste? ¿Cuál es la importancia, el
significado de esta aventura? En últimas estás haciendo esto desde el Amor. A
partir del Amor, naciste del útero de Dios, desde donde te embarcaste en un
largo viaje; tú como un Alma única, para descubrir y experimentar en la
Creación todo aquello rico en potencial. Elegiste venir a la Tierra en este
largo viaje y volver a encender tu Luz aquí.
Estás aquí en este Planeta, en mí, la
Tierra, donde muchísimas influencias diferentes están trabajando, incluyendo
esas influencias que te han descorazonado. Es aquí en la Tierra donde muchas
fuerzas contradictorias: oscuridad y Luz, vida y muerte, etc.; desempeñan sus
papeles en el gran "juego" de la vida. El recuerdo de quien realmente
eres, de quién eras cuando naciste desde la esfera de lo Divino, está velado
por este "juego". Al hacerte Humano, te perdiste en el camino.
En este tiempo hay un llamado que las
personas pueden sentir en el corazón. Hay un deseo sincero de encontrar,
profundamente dentro de ti mismo, quién eres; y de no ser determinado por
influencias externas; no ser manipulado por todo lo que te dicen desde el
exterior, sino retornar a la Esencia de tu Ser: un Alma, una Estrella de Luz.
Quiero decirte algo sobre esta aventura
que estás teniendo en mí, la Tierra. Es en la interacción conmigo donde te desarrollas
y te encuentras. Tú eres, aquí y ahora, un Ser Humano; y el arte de vivir en la
Tierra es permitir que la energía de tu Alma fluya completamente en tu
naturaleza Humana; recibir completamente tu Alma en la Tierra. En el pasado te
enseñaron que el Alma era algo superior que solamente podías alcanzar
suprimiendo tu naturaleza Humana. En el pasado, se han hecho muchos juicios muy
estrictos sobre vuestra naturaleza Humana terrenal. Precisamente por causa de
las tradiciones religiosas y espirituales que hablan y enseñan del Alma, las
personas han sido alienadas de su naturaleza: de sus anhelos, de su pasión; y
de sus deseos sexuales.
¿Cuántas advertencias y juicios se han
dirigido contra la naturaleza Humana? A ti como Alma, se te ha dado un
maravilloso instrumento en el cual vivir como un Ser Humano: tu cuerpo, con sus
espontáneas emociones naturales. ¿Y qué sucede si te enseñan desde muy joven
que no deberías confiar en este instrumento; que en lugar de ello deberías
alinearte con doctrinas y principios que obtienes fuera de ti mismo: de tu
crianza por tu familia, o de tu escuela o iglesia, o de tu cultura? Las raíces
de esas tradiciones penetran profundamente en muchas personas, incluso cuando
piensan que ya no creen en ellas; todavía hay en ellas un juicio negativo
respecto a su propia naturaleza Humana.
Lo que se sucede es que muchas personas
están alienadas de sus emociones, deseos y sentimientos más profundos. Yo veo
soledad en las personas, aislamiento; y una profunda nostalgia; y que no saben
de dónde surge esa nostalgia. Hay un nostálgico anhelo de equilibrio y armonía,
en los cuales puedas ser tú mismo de manera tranquila, espontánea, como lo hace
un niño. Y cada uno de vosotros vive este deseo; esta nostalgia; y
concurrentemente estáis alienados del instrumento más capaz que tenéis: vuestro
cuerpo, con sus sentimientos y vuestra naturaleza original. Y es a esa parte de
ti a la que me gustaría hablar. Esa parte es la que te señala el camino de
regreso al Hogar, donde Hogar corresponde con quien eres y con un sentimiento
de Unicidad. ¡Acepta quién eres; ámate! Y al hacerlo esparces Amor y armonía en
torno a ti; es así de simple.
Yo te exhorto a que experimentes la fluida
naturaleza de tu Alma. Muchos deseáis conectaros con vuestra Alma; y anheláis
ser capaces de vivir con alegría y pasión en la Tierra. Para muchos de
vosotros, es el caso que despertáis primero al flujo de vuestra Alma a través
de vuestra cabeza. Estás buscando más significado en lo que ves y experimentas
en torno a ti; y es por medio de tu cabeza como te familiarizas con nuevas
ideas. Luego sigue un gran avance hacia tu corazón y tus sentimientos, con el
cual te familiarizas en un nivel más profundo con la Luz de tu Alma. Entonces
frecuentemente suceden grandes cambios en tu vida. Tu Alma te pide examinar
todo lo que parecía tan auto-evidente; y quizá el resultado sea que las cosas
se vuelven al revés y patas arriba. Mira si puedes experimentar en tu corazón
una apertura hacia ese flujo del Alma que quiere llegar cerca de ti; no solamente
para estimular tu cabeza, sino también para abrir tu corazón. Es por medio del
cuerpo como experimentas el flujo del Alma.
Pero permite que este deseo descienda aún
más: hasta tu vientre. El vientre es el asiento de tus emociones y tus
sentimientos. Tu Alma puede anclarse realmente en la Tierra y puede
desarrollarse y participar en la vida en la Tierra, solamente cuando se le
permite fluir a través de tu vientre. Llegar al Hogar verdaderamente, para ti
significa que permites que el flujo de tu Alma se establezca totalmente en todo
tu cuerpo; y especialmente en tu vientre.
Por un momento busca con tu imaginación a
un niño sentado en el área de tu vientre. Este niño es un símbolo de tu
naturaleza original y de tus emociones, cuando no son afectadas por lo que te
han enseñado. Una vez fuiste un niño, sin preocupaciones y feliz; y este niño
porta una parte muy original de tu Alma. Mira a ver si puedes encontrar este
niño sentado en tu vientre. ¿Qué aspecto tiene? ¿Se siente feliz y alegre, o
triste y temeroso? ¿O quizá se siente mal entendido, resentido y furioso? Aquí,
en esta parte muy Humana de ti, en este niño Humano, está la llave hacia tu
Hogar. Mira al niño, conéctate con él; y tiéndele la mano. Le preguntas al
niño: "¿Qué necesitas para poder relajarte? ¿Qué deseas aquí y ahora, en
este momento? Déjate ver. Te animo a que lo hagas". Toma a este niño de la
mano y abrázalo. Él quiere ser tuyo y que lo cuides.
¡Ahora mira un problema o una cuestión
que estés experimentando en tu vida diaria; siempre hay algo con lo que estás
luchando o por lo que estás luchando! Frecuentemente estas luchas surgen porque
piensas demasiado: te preocupas por lo que tienes que hacer y cómo tienes que
llegar a una solución, o tienes un juicio persistente respecto a ti mismo.
Quieres cambiar algo en ti o en tu vida; y lo más frecuente es que no tengas
éxito. Al pensar demasiado en un problema, parece que no hay salida; y en lugar
de ello te amarras en un nudo apretado. Pensar no te suministrará una salida,
porque el proceso de pensamiento usualmente se alimenta de ideas externas a ti.
Vuélvete hacia el niño interno. ¿Cómo
experimenta el niño este problema? ¿Cuáles son sus emociones al respecto? ¿Y
qué necesita el niño de ti ahora? Dedica tiempo, espacio y silencio a encontrarte
con esta parte de ti mismo.
Muchos estáis tan inmersos en prestar
atención a asuntos exteriores a vosotros mismos, que os queda poco tiempo y
espacio para encontrar al niño interno en vuestro interior; pero en él está la
clave para la transformación. Usualmente, cuando el niño interno trata de
conectarse contigo por medio de su furia, su tristeza o su soledad, no cambia
nada, porque estás inconsciente de la fuente de estas emociones. Solamente
cuando te haces consciente de tus emociones más profundas y de su fuente,
simbolizada por este niño, puedes entenderte mejor y confiar en ti mismo.
Muchos tenéis profundamente en el
interior una sensación de estar en el lugar equivocado y de nostalgia; y estáis
buscando fuera de vosotros mismos una solución temporal y un alivio para
vuestro dolor. ¡Nadie quiere experimentar el dolor de la soledad y el
sentimiento de estar perdido! Tú quieres que ese dolor se vaya; y por causa de
ese deseo te vuelves hacia cosas exteriores: a impulsos, estimulaciones,
distracciones, relaciones, o situaciones que llenan este vacío en ti, aún
cuando el alivio es solamente temporal. Sé honesto contigo mismo y observa qué
tan frecuentemente haces esto.
Pero también ten compasión por este
impulso tuyo que está siempre buscando; y siempre se aleja del centro y va al
exterior; y trata tú de entender por qué sucede esta reacción. Hay dolor en el
Alma de los Seres Humanos; y es muy difícil encarar ese dolor plenamente. Se
siente como si cuando entraras allí, fuera como caer en un pozo negro sin
fondo. Puede parecer fácil volverte al niño que vive en tu vientre, pero no es
fácil. Requiere total honestidad; y abandonar el mundo exterior como solución a
tus problemas.
Para ti, la llegada última al Hogar es
algo que sucede en el interior. Eso significa decir un "Sí" total a
todo lo que eres. No solamente a lo que tiene éxito externo, o que te hace
sentir a salvo y seguro en tu vida, sino también volverte a las partes oscuras
del interior: el dolor, la soledad; no saber ni comprender. Abrazar estas partes
ocultas requiere valor y determinación. Eso es lo que tú deseas y lo que tú
Alma te exige. ¿Y por qué tu Alma anhela esto? Porque solamente mirando tu nostalgia
y tu profundo dolor, el Alma puede iluminar verdaderamente desde el interior.
Hoy muchas personas están intrigadas por
la espiritualidad y buscan el significado de la vida. Muy frecuentemente ves
que eso sucede en la cabeza, leyendo libros e intercambiando nuevas ideas; y
con el tiempo comienza también a abrir el corazón. Pero entonces, el Alma
quiere descender más profundamente; hacia el vientre; y allí es donde te
encuentras con la resistencia de las partes más difíciles de tu yo; las partes
que han sido profundamente heridas como Ser Humano, o como niño, o en tu
juventud, o quizá antes en vidas anteriores. El viaje hacia el Alma es largo y
profundo; pero las soluciones están muy cerca. La verdad, la respuesta a tu
deseo del Hogar, yace precisamente frente a ti, a tus pies; por decirlo así.
En hacer la conexión con tu humanidad
terrenal y con tus emociones, aún cuando estén restringidas o bloqueadas, yace
la posibilidad de un retorno a lo que Yo llamo el Paraíso. En la Biblia hay un
viejo relato que cuenta que las personas fueron desterradas del Jardín del
Edén. Ese Jardín del Edén, o Paraíso, era naturaleza terrenal en su más
prístino estado: libre y silvestre y verde; y también Humanos: libres y siendo
ellos mismos sin esfuerzo. Luego, en cierto momento, llegó el juicio, la
oscuridad podríais decir, de ser expulsados del sentimiento de Amor
Incondicional, de seguir sin esfuerzo vuestra propia naturaleza.
¿Entonces dónde está el Jardín del Edén?
¿Acaso está aquí en la Tierra? Yo os digo que el Jardín del Edén yace como una
promesa en todos vuestros corazones. La intención es que en estos tiempos
agitados deis nacimiento y expresión al Paraíso del antiguo tiempo, pero aquí y
ahora en la Tierra. Ese proceso comienza atreviéndote a descender a los
rincones más profundos de tu Ser; y atreviéndote a permitir que tu Luz brille
allí; y no rehuyendo esta Luz. ¡Haces eso dejando ir la mediocridad y
volviéndote extraordinario; y entérate de que tu Alma y tu deseo más profundo
son extraordinarios!
Usualmente sucede que cuando oyes por primera vez el llamado de tu Alma en tu cabeza; y solamente en alguna medida en tu corazón, tu vida se vuelve inestable. Tienes la sensación de la existencia de tu Alma, pero retrocedes cuando se trata de dar verdadera forma al más profundo grito de tu corazón. Hay un gran temor, una línea divisoria qué atravesar. Allí es donde chocas con los temores, con la resistencia que está oculta en el área del vientre.
Por eso la espiritualidad exige una
manera diferente de mirar lo que significa ser Humano. Se requiere que hagas
las paces con tu naturaleza sensible; y que no les tengas miedo a tus emociones
y pasiones más profundas, ni a tus deseos más profundos; y que realmente te
atrevas a mirarlos. No vivir por doctrinas dictadas desde el exterior, ni por
teorías, aún cuando parezcan nobles y espirituales; sino vivir verdaderamente
desde tu corazón, desde tu vientre y desde tu humanidad; permitir que tu Alma resplandezca
desde el interior.
Esto es lo que está sucediendo ahora en
la Tierra y es lo que os está llamando a todos. A una persona le da gran
alegría volver del exterior al interior, regresar al Hogar. Yo os exhorto a
todos a que hagáis eso; y que lo mantengáis sencillo y simple. Recorrer esta
Senda requiere valor, aunque al mismo tiempo puede ser una alegría, porque con
cada paso te sintonizas más con las señales de tu cuerpo y de tus emociones; y
ganas confianza en quien eres. Escucha al niño interno; atrévete a erguirte
como quien realmente eres; ya no te ocultes más. ¡Tú eres necesario!
En un determinado punto del tiempo, tu
Alma decidió seguir su deseo de incorporar su Luz en la Tierra; y de hacer
resplandecer y difundir tu Estrella de Luz aquí. Esta incorporación te da
alegría; y les da alegría a otros también, porque un Ser Humano inspirado
despierta motivación en otros; pero hacerlo requiere valor. Confía en la Luz de
tu Alma; y siente la sabiduría y la fortaleza que tienes.
Haz la paz con tu naturaleza Humana; y
atrévete a incorporar completamente tu poder aquí en la Tierra. Yo estoy aquí
para ti; siente mi poder: el poder de la naturaleza. Visualiza en tu
imaginación un árbol cuyas poderosas raíces penetran profundamente en la
Tierra. Conviértete en ese árbol y apóyate confiadamente en el suelo que te
sostiene. Siente el poder en el tronco y en las ramas; y ve cómo este poder se
extiende hacia una abundante follaje que produce flores en primavera y frutos
en verano.
Pídele a tu Alma que te dé un mensaje y
que se manifieste a través de tus sentimientos y a través de tu cuerpo.
Verdaderamente, el lenguaje del Alma está muy cerca. No puedes encontrar esa
sabiduría en los libros más académicos, sino que la puedes encontrar en ti
mismo. Vuelve a mirar la maravilla de quien eres y del cuerpo que te lleva:
¡Eres bello! Eres un hijo de la Tierra y un hijo del Cielo; y un puente entre
los dos. Siente otra vez una gran reverencia y respeto por el Ser que eres.
Yo te pido que hagas esto para que ya no
seas dependiente; y para que vuelvas a desarrollar confianza y te conviertas en
tu propio guía. Y a partir de esa confianza, toma de la mano a otro y conéctate
con su belleza mirando más profundamente que el mero exterior. Siente el
corazón palpitante de las personas que te rodean; y de esta manera, conectaos
mutuamente. En toda la Humanidad está naciendo una nueva espiritualidad, una
Espiritualidad de la Tierra.
Canalizada por Pamela Kribbe Tradujo: Jairo Rodríguez R.
http://www.jairorodriguezr.com/
http://www.despertardivino.cl/aspbb/Shauds/viewinfo.asp?msgID=8240
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