INVITACIÓN A LA
HOGUERA DEL AMOR
Teresa y Juana de Orleans
28 mayo 2013.
Teresa y Juana de Orleans
28 mayo 2013.
Un río de plata y
de amor se derrama sobre vosotros, niños del Amor. Soy Teresa, queridos niños
de la Alegría y Dicha estrellada. Estoy aquí cerca de mi hermana tan amada,
Juana, que viene a dirigiros unas palabras. Aprovecharé también para bendeciros
y ofreceros todo mi amor. Estoy feliz de vuestros pasos, de vuestra apertura.
Continuad pequeñas estrellas, pequeños rubís de estrellas y de cristal porque
nosotros os amamos y estamos infinitamente presentes a vuestro alrededor y en
estos tiempos de Paz, en estos tiempos gloriosos. Os amo y en este momento os
dejo en compañía de mi querida hermana que es tan feliz de venir hoy a vosotros.
Para siempre
queridos niños de amor, os abrazo y estrecho fuerte contra mi corazón
estrellado.
Queridos amigos,
queridos hermanos y hermanas de la Tierra, estoy feliz de venir a vuestro
encuentro. Soy vuestra hermana Juana de Orleans, más conocida bajo el nombre de
Juana de Arco. Sí, estoy feliz de este encuentro, de compartir este amor con
vosotros, hermanos, amigos, vosotros que sois lo que yo soy, lo que somos
nosotros. Qué alegría al dirigirme a vosotros y envolveros en mi Gracia, la
Gracia Marial que también forma parte de mi corazón, de vuestro corazón de
niño.
Niños de las
estrellas, vengo a agradeceros, a dirigiros mis bendiciones pero también a
daros todo el Fervor, ese fervor que era mío en los tiempos en que estuve en
este mundo. Porque, como el gran número de hermanas y hermanos que han
recorrido este mundo, yo he llevado el Cristo, he llevado este Amor ardiente en
el calor de mi corazón. Yo era también una esposa Amante de la ardiente llama
eterna, Cristo o Ki-Ris-Ti, poco importa el nombre porque se trata de la misma
Presencia. Vengo a ofreceros esta fuerza que me habitaba en aquél tiempo, en
aquella época en que amaba al Señor y en que me ofrecía a Él en mis plegarias y
en mis batallas. Soy como una madre que vela sobre vosotros, como una hermana
que brilla a vuestro lado y soy una entre vosotros, estoy en vosotros y en eso
que sois.
Qué alegría vivir
esta liberación a través de vosotros, en vosotros, porque como sabéis, todo lo
que vivís lo vivimos nosotros con vosotros. No estáis nunca solos, solo es un
punto de vista. Y si vengo hoy, es para aportaros esta voz angélica, un poco
como oía esas voces durante mi vida en este mundo y deciros que podéis llamarme
también. Entonces os daré mi Amor y esa fuerza, ese fervor que es el de
los niños de la ley del Uno, el de los niños de Cristo, del Sol.
Nosotros somos el
Fuego, nosotros somos no solamente la esposa sino también el Ardiente, el
Esposo supremo. Y ved, cada uno de vosotros es mi esposo, mi esposa y estoy
feliz y honrada de venir a ofrecerme a vosotros en este fin de los tiempos para
vivir esa fusión, ese Matrimonio, tal como Ese que viví en la época de mi
encarnación en este mundo.
Sí, he sido una
llama ardiente en este mundo como tantos otros y vengo a agradeceros por ser a
vuestro turno esa llama, esta Luz Crística que sois en Verdad y en Eternidad.
Entonces, sí es verdad que mi cuerpo ha ardido, yo no he sido quemada por el
fuego tal como lo concebís vosotros, sino por la Llama Ardiente del Amor.
Mientras la hoguera consumía el cuerpo que me sostenía en este mundo, solo me
ha consumido la Llama Ardiente. El Fuego ardiente ha consumido todo lo que no
era Su Naturaleza y es así, como he vuelto al Eterno. Los Ángeles y los
Arcángeles me han acogido, cortejada de amor y de cristal, revestidos de toda
la Luz que es la Fuente y con sus instrumentos de cristal, me han guiado
hasta mi Señor y Rey.
Os describo esto
porque me gustaría hablaros de la muerte. No de la muerte en el sentido que lo
entendéis sino de la muerte Crística. Esto quiere decir, entregarse, darse
enteramente al Cristo que sois. Y esto, mis hermanas Estrellas lo han
mencionado ya con anterioridad. Ha llegado el momento de entregarse
enteramente, de rendir las armas, de abandonarse totalmente para daros a lo que
sois, entregar al Cristo nuestro Señor lo que Le pertenece. No por una muerte
de la carne sino por la muerte de vuestros cuerpos efímeros, de vuestra mente,
de todo lo que constituye lo efímero y la mentira. Solo la Verdad y la
Eternidad deben persistir. Y estáis a punto de vivir ese momento mismo.
Cuando los
momentos de problemas puedan llegar a perturbaros, permaneced firmemente en
este fervor, quedad situados en este Corazón de Amor y de Fuego. Solo lo que
sois, la Fuente que sois es la Verdad, entonces no os dejéis perturbar por otra
cosa que Esto, que lo que sois. Nada es más es importante.
En la época que
viví en este mundo, ciertamente era más difícil que hoy, realizar esto. Sin
embargo conseguí y muchos de entre mis hermanos y hermanas en este mundo, han
logrado igualmente encontrar su Fuente, nuestra Fuente de Amor ¿Por qué no
vosotros? Y podéis, estáis aquí en el final de la gran mentira y es una alegría
muy grande contemplar esto. Nuestra Madre María, en su nave de Amor y de cristal
contempla vuestro Vuelo, vuestro Abandono y todos juntos, unidos, aplaudimos
esto.
Nosotros estamos
preparados para intervenir cuando llegue el momento más adecuado. De aquí a
entonces, estad firmemente establecidos en lo que sois, anclados en la Paz de
lo que sois, sed ese Pilar resplandeciente entre el Cielo y la Tierra. Sed
humildes, serenos y silenciosos. Estad más que nunca en Paz con los otros pero
también con vosotros mismos. No hay más tiempo para cualquier conflicto. El
Reino del Amor está aquí, se establece, así que dejadle tomar todo el sitio.
Cierto, lo que queda del ego y de la personalidad podrán ponerse patas arriba y
es muy natural pero no permanezcáis fijos en esto porque la Gracia efectúa su
Obra con perfección. Dejad eso, no os aferréis a los detalles que hoy no os
conciernen ya. Sino permaneced firmemente establecidos en ese fervor íntimo por
el Cristo, sed ese Fuego, sed esa brasa universal y eterna para vosotros mismos
y para los otros, porque somos efectivamente, parte integrante de ese fuego de
Amor, no somos nada más que esto. Es el momento de dejaros absorber totalmente
por ese Fuego que no os quemará sino que consumirá todo lo que no es el Amor,
que no es del Reino del Señor. Es eso, lo que sois en Verdad…
Vengo hoy a
aportaros este Fuego… venid, tomad mi mano y juntos, penetremos esa Hoguera de
Amor y seamos Uno de nuevo, inundados de tal ebriedad que no puede sino
olvidarse…olvidarse totalmente…Es esto a lo que os invito, es a esto a lo que
vengo, a invitaros, vosotros mis amantes eternos, mis esposas de terciopelos.
Sí, os amo… yo soy vosotros.
Yo soy Cristo en
vuestro Corazón, en vuestra Eternidad… dejaos mecer, dejaos llevar en esta
danza amorosa tan deliciosa que no es nada más que lo que sois vosotros ¡nada
más! ¿Cómo podríais resistir esto? ¿Cómo podéis resistiros al Amor que sois?
Soy Juana y vengo
a vestiros de ese Brasero de Amor… juntos, seamos ese Fuego, seamos UNO
eternamente. El Cristo nuestro Señor espera vuestra buena voluntad, espera que
vengáis a acurrucaros en Sus Brazos de Amor… está ahí, viene a convidaros al
Amor, a esta danza eterna embriagadora. Os invita a su carro de mil estrellas
de dulzura y ebriedad…
El Fuego viene a
consumir este mundo, por Su Amor, ofreciendo a Sus niños la Libertad más
auténtica, la Alegría más profunda, la Paz más eterna.
Os amo y os
regalo mil caricias… estáis en mi corazón y soy lo que vosotros sois.
Sed bañados de
esta fuerza de Amor, sed inundados de la Gracia de Madre…
Mil ternuras, mil
caricias llenas del Ardor de nuestra Madre, del Cristo que somos cada uno, cada
una, en este mundo como en cada cosa, en cada mundo.
Estoy aquí, soy
vosotros y os amo ¡Hasta muy pronto en este Fuego de Amor!
Este mensaje
recibido no ha sido “canalizado vocalmente” y solo existe en forma de texto.
Séverine AuthierSource.
http://gracedelamour.blogspot.com/2013/05/invitation-au-brasier-de-lamour.html
Traducción: SM.
http://gracedelamour.blogspot.com/2013/05/invitation-au-brasier-de-lamour.html
Traducción: SM.
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