miércoles, 4 de abril de 2012

HILDEGARDE DE BINGEN - Matrimonio Místico: Vivir en Cristo.


HILDEGARDE DE BINGEN
  Matrimonio Místico: Vivir en Cristo.
31 marzo 2012


Soy HILDEGARDE DE BINGEN, Hermanas y Hermanos encarnados en esta humanidad, os ruego honrar y aceptar compartir la Gracia entre todos nosotros, antes de que comience a expresarme.

…Participación del Don de la gracia…

Desearía (continuando con lo que ya he dado, hace algún tiempo), sobre la Tensión vivida en mi vida, hacia el Abandono, re-situar en relación al tiempo en que estáis hoy. Os es posible vivir vuestro Matrimonio mucho más allá de CRISTO, puesto que en la época en que vivía encarnada en esta Tierra, la Onda de Vida no era accesible, totalmente. El medio que el occidental que yo era, había encontrado para vivir esta Tensión hacia la Luz, hacia el Todo solo podía traducirse por una adhesión a la vida misma de CRISTO, por su sacrificio y la fecundación de la Tierra, por su sangre en la cruz. Era, de alguna forma, la manera privilegiada de reencontrar la Luz, el CRISTO y salir de cualquier condición limitada a través de un cuerpo.

Vuestro vocabulario hoy, es mucho más rico. Vuestras experiencias posibles, también son más ricas. El Matrimonio (el hecho de ser, como yo decía en mi vida, una Esposa de CRISTO) hoy, está ampliamente sobrepasado por vuestra capacidad, vuestra posibilidad de inscribiros y vivir este Matrimonio místico en todo elemento, de alguna forma, la Onda de Vida. Tenéis hoy, real y concretamente, esta posibilidad, esta Doble oportunidad: primero de todo, la Onda de Vida es accesible enseguida, toda conciencia que viva la Onda de Vida se inscribe en la Dimensión de CRISTO como KI-RIS-TI, hijo ardiente del Sol, como conciencia que ha accedido a eso que ya no es limitado. Esto es un triunfo para vuestro tiempo porque, ciertamente (y sobre todo en Occidente y en cualquier país del mundo), es más fácil, más accesible y verosímil vivir este Matrimonio místico, sea con vuestro propio Doble (cuerpo de Êtreté), sea con cualquier Hermana o Hermano que viva también esto.

En esta vida que he vivido, yo he demostrado que era posible realizar una función de madre superiora con un objetivo místico y una concreción mística de las más intensas. El Matrimonio con CRISTO, vuestro Matrimonio místico con una conciencia CRISTO, os hace recorrer todos los dominios de lo posible, todos los campos de experiencias, a partir de datos calificados de históricos, pasando por conocimientos mucho más allá de cualquier intelecto, de cualquier actividad mental del cerebro, más bien como una suerte de ciencia infusa, superando ampliamente el conocimiento, superando ampliamente la noción de cualquier experiencia, de cualquier estado.

Hoy, no estáis llamados a Casaros con otra cosa que con vosotros mismos, con otra cosa que otro vosotros mismos, en la forma de un Hermano o de una Hermana. Las circunstancias no son las mismas. Los tiempos no son los mismos. Incluso si esto Último representa, de alguna forma, la terminación lógica de cualquier marcha llamada espiritual. El Don de la Gracia hoy, nos permite (a todas las Hermanas como a toda la humanidad) acercarnos como nunca, los unos a los otros. Es por cierto, ese reencuentro mismo con el CRISTO, con el Doble, con una Hermana o un Hermano que vive ya esto, ese acercamiento crea un proceso particular, llamado Matrimonio místico o Unión Mística. Con el CRISTO, como con cualquier otra conciencia Cristo, como con el Doble, la Unión Mística es una experiencia indisoluble, permanente, llevando al Ser cuya conciencia se ha revelado a esto a establecerse, cada vez más frecuentemente, más allá de la Alegría, más allá de todo lo que hace la persona (en sus juicios, en sus afectos), más allá mismo de cualquier historia.

Esto es un elemento nuevo. Tenéis pues, la posibilidad inestimable de reproducir a voluntad esta comunión, de compartir, que viene a multiplicar el Éxtasis mismo. Dentro de unos días seréis llamados, y esto se ha lanzado (ndr; ver rúbrica “protocolos para practicar / protocolos prioritarios” de nuestro sitio), para compartir la gracia mucho más allá de los Alineamientos vividos hasta el presente, que han sintetizado la Merkabah Inter-dimensional colectiva. La participación de la gracia, si no se ha hecho ya, os va a instalar en una conciencia que yo calificaré de Alegría irremediable, de Alegría Eterna.

Algunos de vosotros han vivido con anticipación esos estados, que no son estados. Este acercamiento, de alguna forma ha fijado el desarrollo mismo de sus vidas, les ha llamado a vivir lo que fue denominado por MARÍA, la estasis: el proceso en que la conciencia ordinaria desaparece totalmente, para dejar lugar, en un primer momento, a un estado de sueño que se revelará como otra cosa que el sueño. Hoy, no quiero decir con esto, que haga falta dejar todo para instalaros en esa estasis.

Aunque a veces, efectivamente, para algunos de vosotros, esta Tensión hacia la Luz se acompañe de un mecanismo de ruptura, más o menos importante, con la vida ordinaria, la finalidad no es la ruptura con la vida ordinaria sino, como se os ha dicho, su propia transcendencia. Hay pues, ajustes en curso que se harán cada vez más perceptibles. Ese estado, hoy como en mi época, simplemente necesita de su reconocimiento, como Verdad más plausible, más demostrable. En el Banquete celestial al que estáis convidados, hay Danza, hay la Onda, hay esta ondulación, esta implosión y explosión al mismo tiempo, este Éxtasis que os lleva y transporta a vuestra indecible Presencia en vosotros mismos, más allá incluso de la Presencia, más allá de cualquier definición, más allá de cualquier posibilidad de compartir, de otra forma que por la experiencia de lo vivido.

Todo está hecho, en la construcción de la personalidad, para haceros adherir y creer que este mecanismo se traducirá por la aniquilación de la personalidad, de la propia conciencia, haciendo vivir entonces, la resolución última de las últimas ataduras formales a la vida aquí, que os conduce a experimentar de manera más fácil que en mi época, el Absoluto. La cuestión del Absoluto no es ni comprenderlo, ni vivirlo en cualquier enfermedad o cualquier problema, sino más bien instalaros en una Alegría más allá de la alegría, en una Plenitud que ninguna relación externa a vosotros mismos, puede realizar. La Onda de la gracia, el Don de la gracia, ha de hacerse vuestra primera naturaleza. Cualesquiera que sean los elementos de resistencia presentes en vuestra vida, absolutamente nada podrá resistir, ni incluso intentar o considerar oponerse. Algunos de vosotros viven esta transformación, mucho más allá de esta forma, más allá de una simple experiencia.

Encontrar vuestra esencia, es a la vez un choque, a la vez una magia y a la vez, una evidencia, que os hace vivir que nada debe ser omitido, rechazado o excluido de la Verdad de la Luz. Estáis de todas formas, instalados en el marco de una vida efímera, hoy ciertamente, mucho más que en otra época, por el hecho mismo, a la vez que un sentimiento de urgencia como de precariedad, de suerte que son los estimulantes para vivir la Vida Una, la verdadera Vida. Muchos signos, muchas manifestaciones están llamadas a desarrollarse, a amplificarse, en este cuerpo mismo, como en vuestra conciencia. Dándoos acceso, no a poderes, sino a capacidades impensables para la conciencia ordinaria e impensables, totalmente para el Sí.

Esos signos (sean llamados clari-audiencia, clari-videncia, claro-sentir, premoniciones, contactos con las otras Dimensiones, las otras realidades) no deben desviaros de la finalidad, más allá de cualquier etapa, que es revelar vuestro Absoluto. Los Seres que sois, van a aparecer en su majestad, cada vez más fácilmente, con un reconocimiento y una reconexión cada vez más accesibles, transcendiendo ampliamente los lazos llamados kármicos, que os remiten a una actividad primera (si puedo llamarlo así), una resonancia primera, que ha sido traducida abusivamente en el concepto utilizado, en lo que vosotros denomináis la Nueva Era, para las denominadas Llamas gemelas o Almas hermanas.

De todas formas, hay un solo elemento de Verdad tras todo esto, que es precisamente la capacidad de vivir juntos, sin distinción de lo que sea, ese Matrimonio místico, transcendiendo por supuesto la carne, sin ninguna connotación de la personalidad, sea la que sea, sino propiamente potencializando, amplificando, multiplicando, vuestra propia gracia. Habrá un Don de la gracia común, que se amplifica por sí mismo, de uno a otro y del otro al uno, sin decidirlo, sin elegir, como una evidencia más allá de cualquier obligación, de cualquier sexo, de cualquier rol. Esto tiene el riesgo, en un primer momento, de hurtar lo que queda de personalidad, porque todos hemos sido privados, durante nuestra vida (sea en mi época o ahora), de esta Verdad. Aceptar la no-separación y vivir la no-separación es otra cosa. Lo que se hará posible vivir no es una acción deliberada por vuestra parte, ni de la otra persona o de una multitud de otras personas.

No hay necesidad para esto, ni de contacto físico, ni de voluntad personal, ni de organizar cualquier plan. Pero esto está llamado a generalizarse, poniendo a veces a ruda prueba, el sentido mismo innato de la propiedad, de la personalidad inscrita en una lógica afectiva que le es propia. Todo ser Libre encuentra la Libertad bajo la forma de otro ser Libre y esto está más allá de toda contingencia, de toda programación, de toda historia, de todo pasado y sobre todo, de cualquier encarnación. El Matrimonio místico es la esencia misma de la vida no separada. Lo que se ha denominado la deslocalización de la conciencia formando parte de la continuación de vuestras comuniones, fusiones y disoluciones, que os llevan a vivir la deslocalización, es decir la capacidad no deseada de ser a la vez un cuerpo que ocupáis habitualmente, como de cualquier otro cuerpo.

No hay secreto, no hay velo o separación en la manifestación del Absoluto, sea la que sea la forma, o la ausencia de forma. Es por tanto, en esos tiempos de la Tierra que vivís, mucho más que una revolución que pone fin a cualquier barrera, para aquellos de vosotros que lo viven, poniendo fin a cualquier ilusión de ser solamente una persona limitada por la piel. Limitada por los sentidos, más bien haceros vivir esta posibilidad de ser, no ya vosotros mismos, sino totalmente el otro, en la carne, más allá de los pensamientos y las emociones, en su conciencia misma. El Absoluto incluye todos los relativos. El Absoluto incluye absolutamente todo, haciendo vivir para el que está inserto en una vida efímera, la posibilidad de esta Unión, a cualquier nivel que sea más allá de la carne. Sea por el corazón, haciendo vivir una apertura, jamás vista y jamás vivida hasta el presente, de vuestro propio corazón, con el corazón del otro, hasta el punto donde os hacéis, real y concretamente, el otro, en su corazón.

Las primeras vivencias tratarán que volveros a atar a los esquemas existentes en este mundo y que sin embargo, no tienen estrictamente nada que ver con este mundo ya que esta relación particular (que es una forma de transposición de la conciencia) no tiene nada que ver precisamente, con el mundo en que estáis, sino tiene que ver con los Mundos totalmente Unificados y con una vivencia en esta forma del Absoluto, totalmente. El fin de los límites, el fin de los encierros, no es simplemente encontrar la Libertad de su propia conciencia, sino de encontrar la Libertad de cualquier conciencia y de vivirla de manera indiferente. En ese momento, lo que era conocido como vuestra carne, no será ni siquiera vuestra carne, porque podrá vivirse de manera simultánea (sin noción de posesión, sin noción de violación), la simultaneidad de los cuerpos, la simultaneidad de las conciencias.

Esos procesos que desvían en un primer momento, a vosotros encarnados, se os harán familiares. De esta resonancia particular, de esta Unión mística resultará, como la difusión, tal como un reguero de polvo, del Amor. Este acto de Amor, porque lo es, está indeciblemente ligado al Absoluto y a lo Último y no tiene nada que ver con cualquier relación considerada según las leyes de la persona, según las leyes de la sociedad, según las leyes morales.

Si evitáis referir eso a este mundo, os convertiréis efectivamente, eso con lo que estáis Casados. Por mi experiencia, en mi vida yo era la Esposa de CRISTO. Por vuestra experiencia hoy, seréis los Esposos, las Esposas de la Libertad, del Absoluto, a través de unos y de otros. Esto concurre a abatir los muros más herméticos, los más infranqueables. De la Unión mística resulta un Absoluto aun más, si se puede decir, lúcido, penetrando y transcendiendo. Habrá realmente una interpenetración de las conciencias. Ninguna separación será posible más, prefigurando de alguna forma, el Matrimonio místico del Cielo y de la Tierra, enteramente consumible y consumido, donde ni el Cielo ni la Tierra estarán separados, y donde ninguna conciencia permanecerá separada, donde el Amor se hará la textura misma de cualquier resonancia de relación.

Esto se instalará (si no lo ha hecho ya, en algunos de vosotros) como una evidencia, sin ninguna coloración afectiva, sin ninguna coloración posesiva, sin ninguna coloración de pertenencia, sino más bien como la realidad y la norma de la vida de la conciencia Liberada y de la Vida como Absoluto. Ninguna forma, ninguna conciencia podrá establecer límites. Es lo que vivís o viviréis y es lo que va a vivir este mundo. Vosotros estáis en cierta forma, en el esbozo, a partir de las primeras manifestaciones del Manto Azul de la gracia, desde las primeras Ondas del Éxtasis, para aquellos que las viven. Recordad que no tendréis ningún medio de juzgar, ni de contrariar este Amor indecible que os Liberará, a unos y otros en el Amor más absoluto, el más auténtico, el más compartido.

De este conjunto de manifestaciones y de experiencias, os descubriréis realmente ilimitados, Últimos. Todas las barreras que habéis creado, caerán entonces. No habrá nada que lamentar porque todo se hará Transparente, entre vosotros como en el mundo. Así es la manifestación del Amor. Así es la manifestación del Absoluto. Así es el Absoluto y el Amor, en este mundo como en cualquier mundo, desde el instante en que la Onda de Vida es, de algún modo, re-concienciada y eficiente. Algunos de nosotros, o algunos Ancianos, os han dicho que vosotros mismos erais la onda de Vida y que nada puede diferenciar una Onda de Vida de otra Onda de Vida, cualquiera que sea la barrera construida en este mundo, cualesquiera que sean los condicionamientos fuertes de este mundo.

La libertad que se va a instalar os es por el momento (si no se ha vivido ya), totalmente inconcebible, y sin embargo, es la naturaleza misma de lo que pasa en cualquier mundo, en cualquier Dimensión, más allá del carbono. Este proceso participa innegablemente de la Ascensión de este mundo y de vuestra propia Ascensión, haciéndoos vivir (tanto en esta forma como en cualquier otra forma) la ausencia de forma, el indecible Éxtasis que es comunión, participación y Amor.

Entended bien que, en la vivencia nadie puede ser un enemigo, porque no hay enemigo, solo hay amigos. Solo hay una Danza única del Amor. Esto no destruirá en nada vuestra esencia sino que os hará vivir la esencia común, ahí donde no existe más distancia, más separación, más identidad ni identificación, más posibilidad de estar aislado o encerrado. Esto lo sabemos, sois muchos a vivirlo, que se haya realizado en el Sol, o en esta carne sin participación de la carne. La Ascensión es eso. El Éxtasis es nuestra naturaleza común y el Éxtasis no puede ser más que compartido en el mismo Don, en la misma Unidad, en el mismo Último. Solo la mirada separada, la de la personalidad, inscrita aun en sus propios límites, en sus propios miedos, puede considerar esto como nefasto o contrario a su evolución. No hay nada de nefasto. No hay evolución. Todo es perfecto desde el origen, desde la partida y desde cualquier tiempo. Es esta perfección la que fue apartada y que impedía precisamente, ser ese Absoluto, ser este Éxtasis y este Amor.

La generalización de la Onda de Vida os llevará, en un momento dado, a rendiros a la evidencia. Evidencia que os hemos sugerido fuertemente: no sois este cuerpo, no sois una parcela, vosotros sois el Todo. Sois el Absoluto, sois la Unidad, sois las Unidades. Es a partir de esto como se realizará vuestra Finalidad o si lo preferís, vuestro destino, como conciencia Libre hacia una forma, hacia un sin forma, hacia una Dimensión o conjunto de Dimensiones. Entended que sois enteramente Libres, enteramente responsables, enteramente autónomos, en este Éxtasis. No busquéis traducir, como algunos han hecho, en una materialidad determinada, lo que se va a producir. Por supuesto, existen historias que deben ser realizadas, incluso para esas historias a realizar, no tenéis nada que juzgar, nada que condenar, porque si no, sois vosotros mismos lo que os condenaréis y vosotros mismos los que os juzgaréis.

En ese sentido es en el que os hemos repetido unos y otros, así como los Ancianos, durante semanas, no juzgar jamás lo que sea, o a quién sea, perdonar siempre, dar siempre, sean las que sean las apariencias, sea lo que sea que os aparece a través del filtro de vuestra mente, de vuestros afectos, de vuestros condicionamientos. No tenéis ningún medio objetivo (en la personalidad), de juzgar lo que sea ni siquiera de comprender lo que sea. Seréis llevados entonces, a concienciaros de todo el poder del Amor, todo el poder de la Vida, todo el poder del Éxtasis, cara a cualquier elemento de este mundo, ya fuera el más opuesto al Éxtasis. Vosotros estáis todos, sin ninguna excepción, invitados al Banquete celestial y de vuestro posicionamiento y vuestra mirada, como se ha dicho, derivará lo que tenéis que vivir.

El CRISTO lo pronunció: “os será hecho muy exactamente según vuestra Fe”, es decir según vuestra experiencia. Si mantenéis incluso sin ninguna voluntad, un límite, os limitáis vosotros mismos. Mientras que haya un sentimiento de pertenencia a lo que sea o a quien sea, ese sentimiento de pertenencia os encierra. Cambiar de mirada, cambiar de posición, cambiar de conciencia, os llevará a realizar que no sois esta conciencia en este cuerpo, pero que sois el conjunto de las conciencias en todos los cuerpos, sin juego de palabras, como evidencia de lo que decía ya el CRISTO: “lo que hacéis al más pequeño entre vosotros, es a mí al que se lo hacéis”. Vosotros lo viviréis en vuestra carne, totalmente. La Onda del Éxtasis, la Onda de Vida os lleva a la Libertad. La Libertad de ser vosotros mismos, más allá de cualquier límite y más allá por cierto, de cualquier miedo, de cualquier encierro.

Lo que habéis realizado (y lo que nosotros hemos realizado, con vosotros, a través de las Bodas de Luz, a través de la Merkabah Inter-dimensional colectiva y ahora a través del Manto Azul de la gracia) es el Gozo Supremo de todo lo que es Vida, de todo lo que Es. Solo la personalidad querrá quizá, mantener un límite, mantener un encierro, por razones que le son propias pero que, incluso ahí, no tenéis que juzgar, ni condenar, ni salvar. Recordad que la comunión y el compartir se realizan por sí mismos. No tenéis que preocuparos de dirigir esta Unión, esta comunión, ese compartir hacia tal o tal ser, hacia tal o tal conciencia, hacia tal o tal ser amado más que otro, o menos que otros, porque todo esto se realizará de manera enteramente natural (de alguna forma, sin preguntaros vuestra opinión, sin demandaros cualquier justificación), no respondiendo a ninguna lógica incluso, sino simplemente a la lógica del Éxtasis, en cuanto a su multiplicación que es la propia de cualquier Éxtasis.

No hay nada que perder, como se ha dicho. No hay nada que ganar. Solo hay que estar más vivo, más irradiante, más Absoluto, si se puede decir, cada vez más allá de cualquier carne, más allá de cualquier mente, de cualquier sexo, de cualquier edad, de cualquier condición. Esto os atrapará y os maravillará, repito, de Éxtasis en Éxtasis, de Corazón a Corazón, de carne a carne, rompiendo así, definitivamente el aislamiento, la depredación y el sufrimiento. Vosotros sois totalmente este Éxtasis y el Éxtasis solo puede comulgar, compartirse, entregarse. Ahí está el perdón, en su sentido más noble.

El Manto Azul de la gracia, la Onda del Éxtasis os va a aparecer, si no lo ha hecho ya, como la única Verdad. No habrá más alternativa que permanecer limitado o hacerse ilimitado. Esta comunión, ese compartir os llevará cada vez más a extraeros del sufrimiento, de la separación, de la ilusión del sufrimiento, con otro, con el Sol, con lo que sea), reforzaréis lo que Sois. No habrá más incertidumbre. No habrá más la mínima duda. Y, como os han dicho, la mínima cuestión, porque esto se hará la única evidencia posible, la única Verdad posible. Todas las máscaras de todas las personas están llamadas a esta transfiguración, a esta Resurrección, a este Absoluto. Nada estará apartado. Nada será evitado.

Lo que puedo decir es, preparaos. Esta preparación no es un trabajo, ni una petición, ni un ejercicio, sino un estado Interior de asentimiento a la Onda de Vida, al otro, a cualquier otro. No estáis separados: nunca hemos estado en definitiva, realmente separados. Porque la verdadera separación marca la ausencia de Vida, la ausencia de Verdad y esto es estrictamente imposible. La única forma de hacer dudar al humano ha sido crear el nacimiento y la muerte con un sentimiento de interrupción. Aunque esto os aparecerá bajo su verdadero día.

El Matrimonio del Cielo y de la Tierra que se acerca, no es nada más que vuestro propio Matrimonio con todo lo creado y lo increado. Cuanto mejor dejéis que se produzca, más felices, alegres seréis, en total posesión de vuestros medios, de una lucidez jamás obtenida y sobre todo, de una paz sin igual. He aquí algunos elementos relativos al Don de la gracia, la Onda de Vida, este Éxtasis, este Absoluto, que mis hermanas Estrellas me han pedido transmitir con mis palabras.

Dejaré la palabra al Arcángel URIEL que tiene, si se puede decir, bajo su copa, esta Última Revelación, con el Ángel METATRON, poniendo fin a todas las ilusiones, sin ninguna excepción. Recordad que sois Amor, que sois Eternidad. Recordad que sois Absolutos, que hay mucho más que compartir que el Sí o la Realización, sino que tenéis que compartir el Amor. El Amor no puede ser encerrado en ninguna parte, ni en un cuerpo, ni en una idea, ni en una creencia. Entonces os dejo (llevados por la Onda de la gracia) a esas frases que he pronunciado y que, sin falta, en un tiempo que os es propio, os aparecerán como límpidas porque las viviréis.

Tendréis conciencia, más allá de cualquier dogma, más allá de cualquier refutación. La Onda de la gracia es nuestra naturaleza, es bendición permanente. No conoce ningún límite, ningún encierro, ninguna otra cosa que ella misma. Yo soy HILDEGARDE DE BINGEN. Yo soy la que vosotros Sois, como cada uno de nosotros.

…Participación del Don de la gracia…

Hasta muy pronto, en Éxtasis, en el Amor….


Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milan
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