A lo largo de las distintas vidas que hemos tenido, hemos sufrido
decepciones, traiciones, desamores, pérdidas y dolores de todo tipo.
Es posible que no lo recuerdes conscientemente, ó bien porque no
quieras saber, ó porque no es el momento para saberlo. Pero lo cierto es, que
el hecho de no saber, no te exime de los traumas emocionales, de los recuerdos
del dolor y la traición, los cuales permanecerán bien anclados en tu alma,
hasta el momento en que decidas que ya es hora de liberarlo, y entonces poder comenzar
a vivir, desde el Amor y el Perdón.
A lo largo de mi experiencia, he visto y sentido, que el dolor más
grande y más difícil de superar, es el de la traición, el engaño, el rechazo y
el desprecio, venido de tu Llama Gemela.
Es fácil superar y perdonar cualquier cosa, incluso el hecho de
haberle quitado la vida a alguien; pero vivir con el dolor por el desprecio de
tu Gran Amor, es muy difícil de superar y de perdonar.
Pero también es cierto que debemos ser conscientes, que si elegimos
vivir ese tipo de experiencia en el pasado, fue para que llegado este momento
crucial de la evolución, supiéramos lo que se sufre y el daño que ocasionamos;
y en función de ello, no volver a repetir la misma experiencia.
Muchas veces he tenido que ponerme en los zapatos de quien debe
perdonar una situación vivida en el pasado, para poder soltar el dolor, y
volver a sentirme libre para amar y vivir a plenitud el Amor.
Otras veces he tenido que pedir perdón!
Hoy será, una de esas veces…
Siento el deseo, casi la obligación, de pedirle perdón a mi Llama
Gemela, por todo el daño que le ocasioné a lo largo de los años y siglos que
compartimos juntos.
Yo sé, Amado mío, que te hice sufrir, que desprecie nuestro Amor
por no tener la consciencia ni el valor de vivir el Amor Real y Verdadero.
Sé que te lastimé, sé que hice mucho daño… pero no fue sólo a ti,
porque al herirte a ti, me he lastimado también; y nos condene a los dos, a la
infelicidad y el desamor. Y lo que es peor, he marcado nuestras existencias con
la amargura y la tristeza de haber sido heridos y lastimados, por quien menos esperábamos, generando así, miedo de volver a amar y entregarnos.
Hoy, amada Llama Gemela… donde quiera que estés, sé que tu corazón
me escucha… te pido que me perdones por todo el daño que te causé.
Y además, quiero que sepas, que nunca más volveré a herirte ó a
lastimarte; porque ahora sé y soy consciente de lo que se sufre por estar
separados del gran Amor de nuestra Vida; y también sé el gran Valor que tiene,
y el gran Tesoro que conseguimos, cuando logramos vivir el Amor de Llamas
Gemelas, en la Tierra.
Lo siento, perdóname por todo el mal que te he causado.
Quiero que sepas también, que Te Amo, y que siempre te amaré… a
pesar de la distancia… aunque en realidad no estamos lejos, estamos muy cerca,
el uno del otro, dentro de nuestros corazones y pensamientos.
Pido disculpas por hacer esta declaración pública; pero quien me
conoce, sabe, que yo sólo hago y realizo la Voluntad de Dios-Padre-Madre; y
hacer esto, de esta forma, fue un pedido del Cielo.
Pues bien, Hecho está.
Gracias Padre-Madre, por ayudar a liberarme del peso del dolor y la
tristeza de haber herido y lastimado a mi Llama Gemela.
Gracias amados hermanos/as, por leer este escrito.
Muchas gracias por compartirlo. Yo me he visto reflejada en la parte dañada, que a pesar del dolor de ser ignorada, al menos aparentemente, por mi alma gemela, aun mantengo la fe y espero ser capaz de superar el dolor producido por su desprecio.
ResponderEliminarHola hermana!
EliminarRecuerda una premisa...
Lo que vemos en los otros, es un reflejo nuestro.
Muchas veces pensamos que es el otro quien nos hace daño... pero sólo nos está ayudando a ver, las veces que nosotros mismos nos hemos portado de esa manera... Así, nuestros hermanos nos dan la oportunidad de reflexionar sobre nuestras actitudes, y al hacernos consciente, decidir si cambiar ó no.
Bendiciones.
Gracias por compartir.