Anoche tu corazón volvió a hablarme...
¿Cómo puedes pensar que podrías lastimarme de algún modo?
Amado mío, lastimarme sería imposible, sin lastimarte antes a ti
mismo.
Lo que te hiere, me hiere!
Lo que te hace sentir triste, me entristece también!
Recuerdo el día de aquél “recuerdo”…
Ese día fui tan feliz como lo fuiste tú.
Tus ojos y tu alma sonrieron de verdad!, yo lo viví, yo lo sentí…
sé que fue así.
Esta noche te he sentido triste, cabizbajo… no sé qué ha pasado, ó
mejor dicho, prefiero no saberlo; pero lo he sentido, lo he vivido contigo!...
Yo también me he entristecido.
Y no es que me hayas lastimado, es que es algo natural… lo que tú
sientes lo siento yo… lo que tú vives, lo vivo yo.
No sé cómo explicarlo… no hay explicación, sólo sabe y lo comprende
quien lo ha experimentado, quien lo ha vivido.
Es sencillo…
Sin necesidad de herirme, vivo y sufro tus heridas…
Sin necesidad de hacerme feliz, vivo y disfruto cuando tú eres
feliz…
Es natural…
Es instantáneo…
Es una condición inherente a lo que Somos!
Tu y Yo somos UNO, somos lo mismo, vivimos lo mismo, es la
Verdad!... no es una frase creada de la Nueva Era, es una Realidad.
Pero sólo lo sabe, quien lo vive!
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