BIDI
Preguntas y Respuestas
12 de Mayo del 2012
Y bien, BIDI está con ustedes para
intercambiar, entre nosotros. Los saludo y les agradezco vuestra Presencia,
vuestras preguntas. Podemos ahora comenzar.
Pregunta:
Usted ha dicho hace algunos días:
refuten este “yo”, esta persona que crees ser. No de falsa humildad, no de
falsa simplicidad.
Pues bien, es muy simple. El “yo”
también, el mí, si tu prefieres, a menudo tiene a minimizarse, es lo que yo
llamo la falsa Humildad. Porque no es que minimizando el mí que vas a encontrar
el Si, y aún menos el Absoluto. Existe en efecto una propensión en el
humano encarnado, a querer jugar el juego de la Humildad. Y para esto, va a
menospreciarse en sus relaciones, y va a dar la apariencia de ser Simple. Su
ego se pondrá detrás de él. Pero es el ego mismo que se pone detrás de
él. El no tiene ninguna posibilidad de pasar del ego al Absoluto (eventualmente
al Si). Por lo tanto, que el ego sea, como tú dices positivo o negativo,
no cambia nada al problema: Es siempre el ego.
Así pues, cuando juegas a borrarte, ¿qué
es lo que se borra si no es el ego? Siempre él. Yo llamé así pues la
falsa Simplicidad y la Falsa Humildad, de aquél que va a presentarse de una
cierta manera: el no pone el ego delante, pero es siempre el ego. El ego tiene
un bello juego de hacerte creer que si es gentil, que si es servicial, que si
es amante, eso basta para contenerte (tu, lo que tú Eres). Y bien, no hay nada
más falso. Ser Simple no corresponde a un comportamiento. Ser Simple, es ser
simple de espíritu, como un niño. Y no en las estrategias del ego, llamado
negativo que va a borrarse creyendo dejar existir el Amor. Esto está para
revisar. Clara y Simplemente, el ego tiene a su disposición una gran cantidad
de estrategias. Tu mental te va a proponer una estrategia. Si, en algún
lugar, te apercibes que está un señuelo, ¿qué te propondrá? Otra estrategia.
Y pasan sus vidas jugando estrategias. No están en la inmediatez, están en un
papel, en un juicio de valor de ustedes mismos. Lo que evidentemente, es todo,
salvo Simple.
La Simplicidad es la del niño, el que es
espontáneo, inmediato y Presente. La personalidad es innumerable en sus
máscaras, en sus presentaciones. Pero concibe que esto no son más que roles:
ninguno es mejor que el otro. En el Absoluto, da lo mismo el verdugo de
los corazones que el que no tiene corazón. Y la misma cosa que el que pone el
corazón por delante, en la persona. Es el mismo juego. Incluso si lo llaman de
otra manera, es siempre una escena de teatro. Es esto lo que es necesario
comprender. Es lo que es necesario ver. Es lo que es necesario dejar al
descubierto y no jugar un rol más placentero para ti o para los demás.
Cualquiera que sea el espectáculo, esto pertenece a un espectáculo. Que esto
sea el espectáculo (del gurú vestido con su túnica de color o de figura
religiosa que borra), esto no cambia nada: es un espectáculo. Es necesario ir
más allá del espectáculo.
Pregunta:
¿La refutación, como el Abandono a la
Luz son las finalidades que en realidad no son?
Exacto, tú puedes así decirlo allí donde
estás. Pero atención, que esta afirmación no te haga inmóvil en el ego y te
impida realizar lo que está a realizarse, en el mismo ego. Entiende bien que la
refutación actúa sobre el ego, sobre la ilusión. Ella silencia la ilusión,
porque el mental tiene que tomar relevo. Atención que el mental no te diga que,
finalmente, no hay finalidad, y que en última instancia te veas obligado a caer
porque tu razón tomó ventaja. Las palabras empleadas, en sus preguntas como en
mis respuestas, deben ser superadas. La presentación de la refutación es un
ejercicio que va a conducirlos a observar, a mirar, y no fiarse solamente de
vuestra razón o vuestras creencias, sino obviamente a ir más allá. Esto es como
cuando el humano habla del amor. El amor humano es una proyección, permanente,
porque está condicionado (al sentimiento, a la mirada, a las creencias).
El único Amor verdadero, es el que es el
mismo, Que no sabe porque Ama, porque es su naturaleza, descubierta y revelada.
Mientras que el amor sea tributario de un vínculo de sangre, de un vínculo
carnal, de un vínculo cualquiera que sea sobre esta Tierra, no es el Amor, es
la ilusión del amor. Los Ancianos se los han dicho desde hace años: El Amor es
Vibración, la conciencia es Vibración. Todo el mundo sobre esta Tierra dice:
“yo amo”. ¿Pero es por lo tanto, qué el sienta el Sí? Es la personalidad
que ama a otra personalidad, porque ella se encuentra y se complace. El Amor
brota, como una Fuente espontánea, desde el instante donde el “yo soy” está
Realizado, desde el instante donde la Presencia está allí. Y esto no está
dirigido hacia alguien, es una emanación natural de lo que tú Eres que te
lleva, desde el instante donde incluso esto no es ya observado, hacia el
Absoluto.
Que no es una finalidad exactamente.
Porque es muy exactamente lo que tú Eres. Solo el lugar donde te colocas no es correcto.
Entonces, atención que el mental no se apodere de esta noción de finalidad o de
no finalidad. Sin esto, esto va a reproducir la misma cosa que para el amor. Es
necesario estar vigilantes, pero esta vigilancia no es mental: es una vigilancia
de la conciencia que los instala en el Presente, en el “yo soy”. Y una vez el
“yo soy” Realizado, será necesario superar el “yo soy”. O entonces aterrizar
directamente en el Absoluto que Son, de toda Eternidad. Pero no son
ustedes quienes deciden. Sin embargo a nivel de la personalidad, son ustedes
quienes deciden: practicar la refutación, ver claramente las cosas, tal como
son, y no como quisieran que fueran, o tal como creen que ellas son.
Esto es profundamente diferente.
Cuando el Si se descubre, lo que ustedes llaman chakras se activan. Ustedes
perciben la Vibración y por supuesto se bañan en la Vibración. Porque es
totalmente nuevo, tan agradable, y tan diferente. Pero saben muy bien que la
Vibración está condicionada (a vuestras meditaciones, estados de ánimo, ciclos
de la luz, del sol), por lo tanto también esto es efímero. Es necesario ir más
allá de la Alegría. Todo esto, son las experiencias. Por supuesto, que
abren la Conciencia, pero les recuerdo que el Absoluto no es la Conciencia.
Nada puede ser dicho del Absoluto. Solo pueden atestiguarlo, aquí mismo, en
esta forma, de lo que pase, y que es por lo tanto también efímero. Porque hay
una alegría y bienestar en comunicar lo que es vivido.
Pero solo es un reflejo, la Verdad no
puede ser conocida de esta forma. Por el contrario, el testimonio puede ser
dado. Porque el testimonio dado, tal como lo hago, les va a permitir de hacer
buenas preguntas y de realizar este corto circuito del mental. El
Absoluto no es una finalidad. Porque si hablas de finalidad, obviamente, eso
quiere decir que hay una ruta, un camino, y por lo tanto tiempo. Mientras que
consideres que hay una finalidad, mientras que consideres que tienes tiempo,
por supuesto no es Real: El Absoluto no está en el tiempo. Esto es todo lo que
es necesario realizar. Es la Verdad. El mental tiene horror que uno le diga que
nada existe de lo que el propone: es la pérdida de soluciones para él.
Recuerden: la meditación pone al mental en reposo, ella les da a ver los
pensamientos. ¿Pero quién es capaz de parar los pensamientos? Solo el que
es Absoluto. De lo contrario, los pensamientos están siempre allí. Están
escondidos, prestos a surgir, desde que tengan una contrariedad, tan pronto
como se oiga un ruido, tan pronto que alguien los toque, desde que las leyes de
la encarnación los recapturen en el cuerpo y en el mental. El Absoluto no
tiene nada que ver con todo esto. El no está ni delante, ni detrás, el está en
todas partes.
Pregunta:
¿La refutación debe ser permanente,
activa, a lo largo del día para todo pensamiento que se presente?
El objetivo de la refutación no es de
ser permanente. Es de ponerte en distancia, observando, atestiguando.
Cuando este cuerpo come, tú no Eres este cuerpo: es un vehículo que tu
nutres. El problema de la conciencia humana (no importa las razones) es
que ella está persuadida que no puede salir de este cuerpo. Que ella está
atrapada, incluso si ella se pliega. Esto es como si me dices que
conduces tu auto y que, en la noche cuando vas a la cama no puede salir: tú te
has convertido en el coche. La refutación no es la desaparición. El cuerpo,
siempre estará allí mientras esté vivo. Cuando el muera, tu estarás
siempre Vivo. Antes de que el cuerpo apareciera, estabas Vivo, pero no tienes
el recuerdo. ¿Qué eras? La refutación va a conducirte a realizar lo que Eres, y
no lo que crees ser. Esto no es el dolor de decir por ejemplo, cuando comes los
frijoles, y los frijoles penetran tu cuerpo, que el frijol es una ilusión,
porque, para el cuerpo es una verdad: lo que le permite existir. Pero no eres
lo que existe. La refutación debe salir, yo diría, como un mecanismo saludable
y espontáneo.
No en el hecho de comer los frijoles
sino, por ejemplo de afirmar que no Eres el auto. Por lo tanto esto concierne a
las cosas, incluso cuando hay un principio de identificación, que sea a este
cuerpo o a este mental. Esto concierne efectivamente, mas los pensamientos, los
mecanismos habituales. Recuerden que es vuestra conciencia que ha
perdido su Unidad, que a perdido el Absoluto, en su no-desaparición y que da
presencia de pesantez a este mundo. Pero con todo eso, en los componentes de
este mundo, algunos son multidimensionales. Ustedes no. Los Ancianos, las
Estrellas, les han dicho que no Estén apegados. Pero no confundan el desapego
con la negación: No es porque la refutación es una negación, que es necesario
estar en negación de la vida, cualquiera que ella sea. Sin esto, el ego va a
apropiarse. Y ustedes arriesgan llegar al resultado opuesto: la depresión.
Porque no llegan porque el ego va a decirles que es necesario llegar. El
ejemplo que les he dado, concerniente al teatro, es el más elocuente.
El ejemplo de la cuerda, también es
importante, que es tomada por una serpiente, hasta que la Luz aclara la cuerda,
y por lo tanto puede desaparecer (Nde: ejemplo citado en la intervención de O:
M: Aïvanhov del 6 de Mayo del 2012): no confundir el contenedor y el contenido.
Cuando tienes un recipiente que está lleno de aire, sellado, y que este
recipiente se rompe, ¿es que el aire desaparece? No. El contenido ya no está
limitado. De la misma forma cuando hablan de una joya en oro, que tiene
una forma, ¿qué es lo que es importante para ustedes? Por supuesto, es la forma
de la joya. Lo que es importante (si se puede decir) para el Absoluto, es la realización,
para ti, que el oro esté siempre allí. Y que no es porque ha tomado una
forma dada, que ya no existe más. Ustedes están, visceralmente, atados a
este cuerpo. Están visceralmente atados a este mental. Pero ni el cuerpo ni el
mental son de alguna utilidad para el Absoluto. No es cuestión de quemar el
cuerpo. Al contrario, uno puede quemar el mental. Lo que será después,
por lo tanto más fácil para vivir el hecho de que, realmente no Son este saco
de comida.
Pregunta:
Cuando uno refuta y que el mental parece
responder “yo no soy nada”, ¿qué hacer?
El mental te miente. Es el todo salvo
nada. Pero quiere hacerte creer que no es nada para que te apartes de el. Este
es el principio, también, de la falsa Humildad, como anteriormente, o de la
Falsa Simplicidad. Lo que es nada, en definitiva: es todo el complejo efímero
contenido en el saco de comida, y el saco de comida, el también. Es cambiar de
punto de vista, lo que es necesario. La refutación es el medio de cambiar
de punto de vista, en totalidad. No se trata de negar el cuerpo, o de matarlo,
que vas a ser Absoluto. El Absoluto contiene el cuerpo, pero el sabe que es
ilusión. El Absoluto no puede estar detrás de lo que sea. Simplemente,
existe, en el mental como en el cuerpo, los elementos que impiden ver el
Absoluto.
Y por lo tanto, si tú desplazas tu punto
de vista, como en el ejemplo del teatro, todo pasará bien. La refutación,
como lo he dicho, debe llenarlos de Paz. Ella debe llenar este saco de comida
de Alegría. Y en un momento, todo va a desaparecer. Te parecerá ser una
conciencia Liberada de todo. Y si tu abandonas esta conciencia, entonces
el Absoluto es dado para ver y Vivir. No antes. Mientras que den el menor peso,
mientras que concedan la menor conciencia a este saco, a lo que creen ser,
ustedes, no han cambiado de punto de vista, están aún en camino de jugar sobre
la escena, o ser el observador de la escena. Creen que existe aún un
teatro. Cambien de punto de vista. Acepten de no ser apresados y
encerrados por el espectáculo, por la butaca, por el teatro mismo. Y verán la
Verdad. Esto es muy Simple. La Simplicidad está allí.
Pregunta:
¿Qué
es el no-Ser?
Pero no-Ser. ¿Qué es? ¿Es que puedo
hablarte del Absoluto? Es el primer principio que he enunciado: Nada puede ser
dicho sobre el Absoluto. Solo puedes dar testimonio cuando está allí
donde no hay nada a Ser. Mientras que busques comprenderlo, se aleja. No puedes
comprender lo que tú Eres. Abandona esta idea estúpida: eso te aleja de
lo que tú Eres. Es necesario prohibir la palabra comprensión: esto quiere
decir “prender con” pero no puedes prenderte a ti mismo. Miras allí donde no
está, y dejas tu cabeza mirando a otra parte. ¿Es que puedes verte sin un
espejo? No puedes más que imaginarte, en un esquema corporal al cual llamas el saco
de comida, con tu historia, con este cuerpo. Pero sinceramente, ¿es que puedes
verte sin espejo? Es imposible: No puedes ver lo que eres.
El punto de vista no es bueno. Por lo
tanto querer familiarizar el no-Ser, explicando el no-Ser, no quiere decir nada.
Esto es imposible. Ya que, por definición, comprensión, es hacer jugar a la
conciencia, que esto sea en el Si, o en el “mi”. Pero el Absoluto es una
a-conciencia. No puede concebir nada puesto el es Todo. El es inmutable, el ha
estado siempre allí. Tu, tu cambias todo el tiempo. Mientras que creas saber
algo, eres ignorante. Acepta de no saber nada. Acepta de no comprender nada.
Por otra parte, eso ha sido llamado por una de las Estrellas, la Vía de la
Infancia (Nde: TERESA DE LISIEUX). ¿Es que el niño se interesa de explicar
porqué el sol se levanta? ¿Y si se eleva hacia el oeste o en otros
lugares? ¿Es que el tiene necesidad de saber lo que saben los adultos? Salir de
la infancia, no es devenir un adulto, es devenir un atraso en todos los sentidos
del término. La comprensión es adaptable para este mundo y se utilizó para
evolucionar en este mundo.
Pero evolucionar en este mundo, es ya no
estar en el Absoluto. Es esto que es necesario comprender, sin comprender. Y
esto no es una comprensión. Esto no puede ser tampoco una experiencia, como
para el Sí. Esto es un estado más allá de todo estado, es el Último, del cual
nada puede ser dicho. Puedes solo dar testimonio de sus efectos, pero no puedes
dar testimonio de lo que no estás consciente en la a-conciencia. Y por otra
parte, ningún ego se divertiría de hablar del Absoluto, porque para el, esto no
quiere decir nada. Ningún ego puede testimoniar el Absoluto, que el no
es. El puede testimoniar del Sí. El puede escribir millones de libros
sobre el Si, sobre la Realización, sobre el Despertar. Pero el Despertar y la
Realización no te hicieron nunca salir del teatro. A lo sumo, esto
proporcionará los elementos de recompensa, en este mundo. Y las experiencias de
alegría, las experiencias de Paz. El Absoluto no es ni Alegría, ni Paz, a
él esto no le importa. Por lo tanto, no puedo decirte nada sobre el no-Ser.
Pregunta:
¿Por qué este mundo ilusorio en el que vivimos, nos
parece que existe?
Debido a que existen en
él: han proyectado su conciencia en algo que ha sido proyectado. Es un sueño o una pesadilla. Esto significa que si ven cómo es,
que están involucrados y plenamente insertados en la ilusión. ¿Es que alguno que está muerto
puede preocuparse o dar peso a lo que era anteriormente? ¿Se puede llevar su casa, su
esposa, sus hijos, su dinero? Responde
a esta pregunta de manera objetiva. Bueno,
es el mismo principio entre el Absoluto y el Sí. Cuando duermes, el mundo no existe. No estás consciente de todo el
mundo, no estás consciente de tus hijos, tu mujer: duermes. ¿Te planteas la pregunta en ese
momento? Deberías. Si golpeas
esta bolsa de la comida, ella tiene dolor, sufre. Y tú dices: “me duele. ¿Qué significa eso? Que existes en este cuerpo: el toma
tu conciencia. Tu conciencia
se expresa y lo imprime en el interior. ¿Puedes verte? Puedes ver tus manos, tus pies,
pero ¿puedes ver, una parte, la punta de tu nariz, sin un espejo? ¿Puedes ver
detrás de ti, sin espejo? ¿Sin voltearte? Hay pues una polaridad (un eje si
prefieres). Todo esto no existe: es un sueño. Y cuando sueñas, sabes muy
bien que el sueño es más real que lo Real, en algunos casos.
Pero lo real de este
mundo no es la Verdad. Lo Real es lo que es inmutable, sin movimiento, centrado,
lo que subtende (Nde; subtender: lo que está debajo de) todo el
resto. Plantéate la pregunta, para resolver el enigma, más allá de
lo que pasa durante tus noches: ¿cuál es tu finalidad, en este mundo? ¿Cuál es
tu finalidad, como saco de comida, y de conciencia pegada a este saco de
comida? ¿Es que puedes decirme, también, que Estabas antes? ¿Tienes el
recuerdo, la memoria, la experiencia? Esto no es posible. Y aquí ¿Esto te
parece sólido? No: Está construido sobre el viento. Pero añadiré: A ti te
corresponde ver. Si piensas que
lo que viste es real (porque hay sufrimiento y hay Alegría), entonces, no te
interesa el Absoluto, confórmate del Sí. La mayoría de los humanos que
buscan el Si no buscan más que un mejoramiento de sus condiciones en la personalidad.
Un mejorar, un bienestar. Mientras que el Absoluto, es el no-Ser. El bien-estar
y el mejorar no tienen nada que ver con el no-Ser. Igual que no tienen
nada que ver con el mal-estar. Con cualquiera que sea calificativo del ser.
Cualquiera que sea lo que sientes en los
momentos de satisfacción, de placer, de disgusto, de sufrimiento. Esto te
parece real, porque le has dado un peso, porque hay reglas, límites, marcos.
Tributarios de este mundo, exclusivamente sobre este mundo. ¿Es que cuando estás muerto, pagas impuestos? ¿Es que
cuando te levantas por la mañana, es que te acuestas por la noche? ¿Es que tu
comes? ¿Qué es lo que desaparece, que es lo que permanece? ¿Qué es lo que
reencarna, a priori, si esto no es el “mi” de los complejos inferiores?
En una forma diferente, en un mental diferente, en una experiencia diferente,
en las conexiones al mundo diferentes. Pero finalmente, esto no hace ninguna
diferencia: es la misma cosa, es la Ilusión. Pero alégrate, porque hagas lo que
hagas, lo que seas o no sea, irás allí donde te lleven tus propias ilusiones.
Pero en definitiva, el Absoluto permanece; es esto lo que tú Eres. Pero
recuerda no hay solución posible para pasar de lo que es conocido a lo que es
Desconocido, en este sentido.
Pregunta:
¿Qué se puede ver
la vida que tenemos como una gran Farsa?
Bueno, yo les diría que eso depende con
qué ella está llena... Algunos viven un drama y quien vive un drama lo vive
realmente, puesto que está identificado. Cuando pierdes a un ser querido,
sufres. Al menos, existe en esta ilusión, el sentimiento de sufrir. ¿Quién es
el que sufre? No eres tú, por supuesto: Por lo tanto no vives una farsa.
Cualquiera que sea la forma de cuya farsa, es solo una Impresión. Esta farsa no
es risible. Lo que es risible, es reír. Uno que existe más allá de toda
existencia, aquí, en el No-Ser o en el Sí. Harás bien decirte que es una farsa
y por lo tanto, ¿sales de la farsa? La farsa debe desarrollarse mientras que el
saco de comida esté de pie. Tu en realidad estás de acuerdo. Es por esto que es
necesario cambiar de punto de vista. ¿Qué es lo que vas a devenir si estás
identificado a este saco de alimento? ¿Qué es lo que devienes si piensas
que eres tus sentimientos? ¿Qué es lo que tú devienes, si tu, que eres Eterno,
te adhieres a algo que es efímero? Allí está el sufrimiento. Allí, está
la ilusión de estar separado, de estar dividido. Y por supuesto, entre más ama
uno algo o a alguien, si desaparece, se sufre. Pero ¿cuál es este tipo de amor
que sufre? Es el apego, solamente el apego, que es responsable del sufrimiento.
Si no estás apegado a nada, incluso no
al fruto de tus acciones, y que dejas tus acciones hacerse, si haces (como yo
decía) lo que te dona la vida para hacer, sin apegarte, podrás decir que es una
farsa. Pero constatarás muy pronto que si tu punto de vista cambió (es decir si
te abandonaste a la Luz, si abandonas el Si), todo será extremadamente fácil,
porque, lo que sea que llegue, no podrá desestabilizarte. Si estás
desestabilizado, es que existes y que eres parte concerniente de la farsa, de
la escena de teatro, como la llamo. Entonces, que la escena de teatro te
llene de alegría o de sufrimiento no cambia fundamentalmente nada, incluso si
el ego va a decirte que es preferible estar contento que sufrir: Esto es
lógico, ya que el ego trae todo hacia él. Y si no puede traerlo hacia él, el
sufre. Y si lo que el ama, en lo limitado o la carne de su carne, desaparece, o
su trabajo, el no puede traer hacia el lo que desaparece.
De alguna forma, lo más simple, es ya
desaparecer a sí mismo. No poniendo fin a lo que sea, sino, una vez más,
cambiando de punto de vista, de visión, si prefieres. De estar lúcido,
totalmente lúcido. Si devienes lúcido, ninguna farsa podrá sacudir lo que
sea. Y allí, esto podrá ser risible para ti, porque, tu, no estás ya insertado
en el apego, porque tú, ya no estás insertado en una búsqueda ilusoria,
cualquiera que sea. Es de esta forma que uno para de ser el espectador de la
escena de teatro y que deja uno la escena de teatro desarrollarse, para el
espectador y para el teatro. Y tú, no eres ya el teatro. ¿Es que
quiere decir que el teatro ha desaparecido? No. Es el punto de vista.
Eras una conciencia encerrada: el actor. Tu devienes una conciencia liberada:
el observador o el espectador. Y después, tu punto de vista ya no es el mismo.
¿Qué es lo que constatas? Que la escena de teatro ya no te concierne. Que el
observador ya no te concierne. Que el teatro ya no te concierte.
Porque eres el que ha permitido el
espectáculo, el espectador, el teatro mismo. No hay nada más que el Absoluto.
Incluso el otro, amado o detestado, solo es una proyección sobre tu propia
escena. Entonces imaginen cuando son muchos para mirar el teatro o para
jugar las escenas. Por supuesto que mutuamente, refuerzan la ilusión que es
real porque juegan las interacciones, juegan los roles. Es necesario descubrir
que hay espectadores. Es necesario descubrir que hay un teatro y
descubrir, dar a conocer, que es más teatro que otra cosa. Pero no
destruyes al teatro, ni al actor, ni al espectador, de algún modo, les das
existencia. ¿Captas la diferencia? No puedes destruir lo que no existe.
Esto es un sueño. Como tú dices, es una farsa. Tu estás en otra parte. Tu eres
el que ha permitido la farsa. Pero en ningún caso, eres la farsa.
Pregunta:
Ha sido cuestión
de la última etapa del Sí que sería la Presencia. ¿Qué hay en relación a esa
imagen de escena de teatro?
La Presencia sería la que ha tomado
conciencia del actor, del espectador, del sillón y del teatro pero no ha salido
aun del teatro, entonces, no puede ver que el teatro no existe. Entended bien
que cuando digo “ver”, está más allá de ver.
Pregunta:
Usted me dijo que
me situara en la Eternidad y en la Verdad. Pero constato que hay olvidos,
hábitos que impiden vivir esto.
Es falso. Tú no tienes hábitos. Tú te
lavas todas las mañanas. Tú comes todos los días. Tú ves las mismas personas,
frecuentemente, toda tu vida. Son las costumbres. Es tu punto de vista el que
no funciona. Tú se sitúas en el hábito. No hay nada que pueda impedir bloquear,
fijar, lo que tú no eres. Ningún hábito, sea el que sea, es un pretexto válido.
Es la personalidad la que cree eso y te sugiere que son los hábitos los que te
impiden ser lo que no eres. Es falso. Hay que recusarlo. Un hábito no será
jamás eterno, aunque se repita. El hábito crea una costumbre a la personalidad
pero en ningún caso, estorba al Absoluto. Lo que tú dices ilustra lo que dices,
para muchos. Queréis trabajar en la personalidad. Queréis trabajar sobre lo que
conocéis. No hay que trabajar sobre lo que conocéis. Solo hay que verlo como lo
que es. Hay que darse cuenta justamente, no comprender.
Hay justo que entender que no sois nada
de todo esto. No es vuestra vida la que debe cambiar. No son vuestros hábitos.
Sois vosotros. Pero vosotros no sois vuestros hábitos. Cuando digo vosotros o
tú, me dirijo al Absoluto. Estáis identificados a lo que hacéis. Estáis
identificados a los que os hace la vida. Ninguna identificación será una
salvación. Me dirijo a vosotros desde el Absoluto. Si esto no os concierne,
cerrad vuestras orejas. Pero si os concierne, abrid ampliamente vuestro
Corazón. Cuando estuve encarnado, en el sentido en que vosotros lo estáis, yo
tenía hábitos. Muchos. Yo diría incluso, que el hábito agradable o desagradable
no puede interferir lo que tú Eres, aun menos que el acontecimiento imprevisto,
porque el hábito es muy conocido y lo que es muy conocido supera tu conciencia.
Cuando conduces un coche ¿piensas en
pisar un pedal, o se hace automáticamente? Razón de más. Un hábito con
frecuencia, te libera. No por ello, hace falta tener malos hábitos, si no, vais
a sufrir. Este cuerpo va a sufrir. Pero recuerda que a menudo una costumbre
desvía tu conciencia, de lo que se vive en el hábito y, de alguna forma, deja
libre tu conciencia para otra cosa. Aquél que no tiene hábitos gasta mucha más
energía, vitalidad, que el que tiene hábitos. Entonces, no os quejéis de
vuestros hábitos. No os quejéis de nada. Haced lo que la vida os demande. Pero
no sois lo que hacéis. Esa también es una estratagema del ego, que os va a
hacer creer que, porque tenéis una pareja que es mala, un niño que es terrible,
impuestos que pagar, no tenéis el espíritu tranquilo y esto os aleja. Os aleja
del Sí pero no del Absoluto. Él no se ha alejado jamás.
Pregunta:
En francés,
refutar significa revocar una idea probando su falsedad. ¿Es la definición que
se aplica a refutación tal como la presenta usted?
Totalmente. Utiliza la lógica de la
personalidad. Por ejemplo, cuando tú dices: « el sol se levanta »
porque lo ves levantarse ¿quién es el que observa el sol levantarse? Si eres tú
¿dónde estás? El que está al otro lado de la Tierra, él, lo ve ponerse o está
ausente. ¿Quién dice la verdad? Es efímero. No hay nada más efímero que un día
o una noche. Hay que refutar lo que es efímero. No la vida. Porque todo lo que
cambia no puede ser real. Lo Real no puede cambiar. Es por eso que el hábito
puede ser, de alguna forma, un acercamiento o en todo caso, tú estás más
cercano a lo que eres, de lo que tú no estás en el hábito, que te concierne. El
sol tiene el hábito de levantarse. ¿Sabes si se va a levantar mañana? Por
probabilidad, vas a responder: Sí. Pero ¿Qué es la probabilidad en el Absoluto?
Una incertidumbre. El Absoluto no puede ser más que certeza. Mirad en nuestras
conversaciones, hoy. Es siempre la personalidad la que busca dirigir, porque
quiere entender, quiere comprender, quiere asimilar. Vosotros no sois el
contenido. No sois una forma precisa. Vosotros sois el contenido (en mis
ejemplos precedentes: el aire). En el ejemplo del oro: vosotros no sois la
joya, vosotros sois el oro: eso marca una diferencia. Desde el instante en que
calificáis un objeto, perdéis el sentido mismo de la esencia. Entráis en una
forma, una definición, una caracterización. Todo lo que tiene forma, todo lo
que se ha caracterizado, todo lo que es identificado, no es real.
Pregunta:
En una
conversación entre dos humanos ¿qué es necesario refutar para que la relación
con el otro no implique ninguna distancia?
Hay que refutar lo humano. Hay que
refutar la relación. Hay que refutar la distancia. Todo depende de lo que
busques. Si tú me hablas diciendo que buscas la armonía en esta relación, esto
no corresponde al Absoluto de ninguna forma. El Absoluto no tiene nada que ver
con una relación. El Absoluto, en definitiva, no tiene que ver con vuestra
forma humana, sino que permite esta forma. Permite todo. No excluye nada. Tú no
puedes establecer relación en el Absoluto porque nada está separado. Nada puede
estar en relación. La relación en sentido humano, como en sentido en que lo
vivís, quizá os conduce a vivir a la ausencia de separación. Todo lo que ha
sido llamado por los Ancianos, la Comunión, la Fusión, la Disolución, todo esto
son experiencias que pueden favorecer el cambio de punto de vista.
El Absoluto es muy simple pero os pide
el sacrificio último. Si no estáis preparados, permaneced en el Sí, porque no
hay que estar preparados. No hay distancia. No hay tiempo. No hay mundo.
Entonces ¿cómo podría existir una relación en algo que no existe? Daos cuenta
de esto y solamente después, vivid la relación porque no estaréis implicados. Y
todo lo que no implica, permite una mejor Realización, porque vosotros no
definís la relación en relación a vuestra experiencia pasada, en relación a
vuestros deseos, sean los que sean. Ninguna relación puede permitiros ser
Absolutos. Ninguna comunión puede permitiros ser Absolutos. Mejorar esto o
aquello, favorecer esto o aquello no concierne al Absoluto, no concierne a lo
que tú Eres, aunque lo creas.
Pregunta:
¿Cuándo se dice
“Permaneced tranquilo” se refiere a un estado de meditación?
Ciertamente no.
Pregunta:
¿O en un estado
donde se está simplemente tranquilo, o letárgico?
Ni lo uno ni lo otro. Permanecer
tranquilo, es no interferir en lo que se desenvuelve. Una vez más, es cambiar
el punto de vista. Ninguna meditación conduce al Absoluto. El terror de la
muerte puede conducir más fácilmente. El sufrimiento extremo puede conducir
mucho más fácilmente que la paz de la meditación. La meditación es, de alguna
forma, una farsa, también. Todo depende de vuestro objetivo. Para el Sí, es
perfecto. Para el Yo, es perfecto también, porque el que medita va a estar más
calmado, va a ver más claro en la vida que vive. Pero ¿tu objetivo es ver
claramente lo que vives en tu vida? ¿O dejar que tu vida se viva y ser lo que
tú Eres? No es lo mismo. Permanecer tranquilo, no es ni estar letárgico, ni
estar activo, es dejar hacerse lo que se hace, porque tú no eres lo que se
hace. Tú crees que eres tú el que lo hace.
Tú crees que eres tú el que decides,
divorciarte, casarte, o hacer cualquier acción. Pero tú no eres nada de todo
esto. Toma conciencia de que a través de tu cuestión, como de todas la
cuestiones, solo hay la persistencia de aquél que cree poder obtener algo, no
es siquiera una transcendencia. Mirad y ved todo lo que conocéis. El Absoluto
no lo es. Lo incluye, seguro. Pero eso os incluye en la ilusión y no en el
Absoluto. Necesitáis excluiros, pero excluir no es retirarse de la vida, más
bien al contrario: es excluirse de todas las creencias efímeras. Es no estar
implicado, sino hacer. El Absoluto se revela de esta forma a vosotros. Pero
mientas que creáis, de una forma como de otra, que tenéis que avanzar, que
tenéis que mejorar, mientras creáis que sois tributarios de cualquier factor de
evolución, de cualquier mejora, de cualquier tiempo o cualquier espacio, os
equivocáis vosotros mismos. De hecho es el ego el que os confunde. Y os llevará
siempre a un saco sin fondo, a un impass, a zonas más y más sombrías. Es
esto lo que necesitáis ver.
Pregunta:
¿El acoger, el
asentimiento, manifiestan el Absoluto?
¿Qué es lo que quieres acoger? ¿A qué
quieres asentir? Tú puedes acoger la Luz. Puedes acoger al Cristo. Puedes
acoger a tu marido o a tu mujer. Pero no puedes acoger el Absoluto. No puedes
acoger lo que tú Eres. No puedes asentir a lo que Eres, porque es lo que Eres.
En el sentido de tu pregunta, hay siempre la noción de poseer. No se posee el
Absoluto. No se va hacia él. No se le descubre. El se descubre desde el
instante en que has desechado todo lo demás. Ya incluso el hecho de pensar que
tú puedes acoger el Absoluto supone que eres un recipiente, un contenedor. Tú
no eres un contenedor. Tú eres Absoluto. ¿Cómo puedes entonces asentir o acoger
lo que Eres ya?
Pregunta:
¿Si conviene
refutar el miedo, se deben refutar todas las emociones?
¿Qué es una emoción? Eso pasa. Todo lo
que pasa, pasará. No es el Absoluto. Sobre todo la emoción porque la emoción
tiende a identificaros con lo que vivís. Cuando decís: “estoy enfadado” o
“estoy triste”, por supuesto que hay una identificación. Pero, también no
podéis decir que no experimentáis una emoción que se manifiesta. Y el tiempo
que tú la refutes, la emoción habrá pasado ya. Una emoción no puede durar,
incluso si hay un poso de cólera, incluso si hay un poso de tristeza, pero en
ese momento, no es ya la tristeza/emoción. No eres más tu alegría que tus
miedos, tus placeres que tus miedos. Mira pasar las emociones. No son tú. Solo
obedecen a lo que ya ha sido construido. Es una reacción a algo. Tú no eres ni
la acción ni la reacción, ni el hacer. Permanecer tranquilo, también es esto.
No es tenderse y esperar el fin de algo. Vuelvo sobre lo mismo: es el punto de
vista lo que cambia. ¿Dónde estáis vosotros? ¿Qué miráis? ¿Qué hacéis? ¿Qué es
lo que mira? ¿Quién es el que hace?
Pregunta:
¿La refutación y
la crucifixión, es lo mismo?
La crucifixión hace daño. La refutación
no hace daño. La crucifixión implica la muerte y la resurrección. La refutación
no hace morir más que lo que es ilusorio, en las creencias, pero no hace
desaparecer el saco de alimento, hasta que se pruebe lo contrario. No añade
clavos a lo que es doloroso: este cuerpo. En el plano simbólico o histórico, la
Crucifixión es seguida por el Cristo, de una Resurrección en un cuerpo
diferente, un Cuerpo de Gloria. El Absoluto no es esto. El Absoluto no se
preocupa de ningún cuerpo, ya fuera el Cuerpo de Gloria. Esto no le concierne.
Pregunta:
¿La encarnación
es la única cosa que no se puede refutar?
Tú no puedes refutar lo que está en este
mundo. Una vez más, la refutación solo permite cambiar el punto de vista. Es un
movimiento que te conduce a estar inmóvil. Refuta todo lo que es efímero. Sin
ninguna excepción. Pero si la refutación que tú practicas te conduce a dejar lo
que sea o a quién sea, no es una refutación. La refutación es lógica. No está
hecha para sufrir. No está hecha para otra cosa, sacaros de las ilusiones, de
las ataduras. No es porque tú refutes que va a desaparecer la encarnación.
Desaparecerá por sí misma, sin que tú te ocupes. No os planteéis cuestiones
sobre la forma de refutar. El objetivo de la refutación es un juego que deja
lugar libre a lo que tú Eres, al “Yo soy”, también y al no Ser, después, si tú
estás de acuerdo en refutar el sí. No hay nada obligatorio. No es un objetivo.
Pero la experiencia prueba que si tú encuentras a un ser Liberado, no puede
mostraros el Absoluto. No puede Liberaros. Pero lo que os dice (vuestras
preguntas y las respuestas) facilitan lo que Sois, facilita el no Ser. No me
dirijo a todos los que me leen o me escuchan. Pocos de vosotros pueden
escucharme y oírme porque muchos mantienen su ego. Muchos mantienen su
Realización, su Despertar. Mientras que conservéis cualquier cosa, no sois el
Absoluto. El Absoluto no tiene nada: sostiene. Pero no sois vosotros los que
sostenéis. El Absoluto sostiene absolutamente todo. Sostener no es mantener.
Justamente: es estar por debajo, inaparente, invisible, a lo que mantiene. Está
mucho más allá de la causa. Yo diría que es lo que subyace la causa: más allá
de la apariencia, más allá de la lógica, más allá de la explicación o de la
comprensión. En este mundo, solo podéis analizar lo que es este mundo (sea por
la ciencia, por los sentidos, por la experiencia). Recordad: el Absoluto no es
una experiencia. No es tampoco, un estado puesto que es un no estado. En tanto
os planteéis vosotros mismos una cuestión (no hablo de nuestras conversaciones,
sino mientras que en vosotros mismos haya una cuestión, una sola), no sois
Absoluto. El Absoluto no está ni en la cuestión, ni en la respuesta (esa que
vosotros planteáis a vosotros mismos o las respuestas que vosotros aportáis a
vosotros mismos). También es un punto de vista que está fuera de este mundo,
fuera de su causalidad. Lo que vosotros consideráis como la vida (vuestra
existencia, el hecho de existir), es ya estar fuera. El Absoluto no está ni
fuera ni dentro: está por todas partes. Sostiene todo. Vosotros no podéis verlo
como Absoluto pero podéis, totalmente, ver lo que es no Absoluto. No hay juego
de palabras en esto. Es la evidencia misma.
Pregunta:
¿De
dónde viene mi impulso de no reencarnarme más, de fundirme en la Fuente?
Pero ¿quién se reencarna? Cuando dices:
“yo me reencarno”, es falso. Porque tú hablas necesariamente del “Yo”. El “Yo”
no se reencarna jamás: es efímero. No continúa siquiera de vida en vida. Es la
personalidad que se transforma y que juega los juegos y roles. Afirmar que el
“Yo” no quiere ya reencarnarse es presuntuoso. Tú no tienes nada que desear.
Todo querer nace de la personalidad o todo Impulso viene del Alma pero no del
Absoluto. El Absoluto no tiene Impulso. Entonces, mientras que tú expreses un
movimiento (una voluntad, un deseo), no estás en el presente. Si te instalas en
el presente (y la Presencia), no puede haber deseo. En el “Yo soy”, ya se vive
que la reencarnación no existe. Solo concierne a los “Yos” sucesivos. El
Absoluto no está concernido (el Êtreté, tampoco) por la encarnación.
Expresar un deseo no basta para verlo realizarse. Esto lo sabéis ya en este
mundo. Entonces ¿cómo puedes imaginar, en otro mundo (o en otro estado), que
esto sea posible? ¿Piensas que vas a llevarte tu deseo y tu Impulso cuando haya
desaparecido el cuerpo? Es falso. No te llevas nada. No te llevas más que
nostalgias que jamás serán colmadas. Es necesario desechar el deseo, permanecer
tranquilo, también porque todo lo que desees es necesariamente considerado y
vivido como exterior a ti y por tanto como una averiguación, como una búsqueda.
Y además, que reportes alguna cosa que no conoces. Con esto, tú estás
proyectando ya tu conocido, en lo Desconocido. Esto no puede marchar así. Es
imposible. Yo diría incluso, que es a la inversa. Abandona lo conocido y lo
Desconocido estará ahí. No hay nada que desear, porque lo que se quiere, está
ligado al principio mismo de la proyección, ya que es considerado carencia,
tanto en el “Yo” como en el Sí. La carencia no concierne al Absoluto. El deseo
aun menos. Continuemos. No consideréis que digáis tonterías, porque el hecho de
decirlo las suprime.
Pregunta:
Cuándo habéis
hablado de acoger y de asentimiento, he sentido temblores en la nuca, la
espalda y la pelvis. ¿Qué es?
Es el Doble. Renuncia a ti mismo y verás.
Las cuestiones y las respuestas no son cuestiones y respuestas. Simplemente,
nosotros limpiamos lo conocido. Lo quitamos. Y cuando lo conocido no está ya
¿qué hay? lo Desconocido. Deja también, que se viva lo que se vive. No busques
explicar, ni comprender. Vívelo. En el momento en que lo explicas (o
comprendes), no lo vives ya: sales de la vivencia. Es necesario salir de la
vivencia, pero no por la explicación, no por la comprensión: por el dejar
hacer. Tú no estás concernido. Solo el Sí lo está. No el Absoluto.
Pregunta:
¿Cuándo CRISTO
dijo “yo soy la Vía, la Verdad y la Vida”, quería decir “yo soy Absoluto”?
No. “Yo soy la Vía, la Verdad y la Vida”
puede conducirte al Absoluto. Sin conducirte. “Yo y mi Padre somos Uno”, es el
Absoluto. El (y el Doble), es Absoluto. La FUENTE es Absoluta y está incluida
en el Absoluto. Pero la FUENTE no es el Absoluto. Mientras que haya una vía
(sea la que sea), vosotros sobreentendéis un camino, un mejoramiento. Esto
conduce al Sí pero ciertamente, no al Absoluto. La Verdad, sí (en tanto que “yo
y el Padre somos Uno”). La Vida, sí, pero la Vida Eterna, esa que no conoce la
muerte (no esta vida). Él quería mostraros que nada puede poner fin a la Verdad
y a la Vida. Y sobre todo a la muerte, si no, no es la Verdad, no es la Vida.
El CRISTO es un molde, un modelo, no que haga falta seguir sino que es
necesario integrar. No es lo mismo. Es una Conciencia que puede hacer decir:
“yo y el Padre somos Uno: Absoluto”. El CRISTO os ha presentado un modelo (o un
molde) ideal para este mundo. Él os dijo: no podéis seguir un molde o un ideal.
Vosotros lo encarnáis o no. El Absoluto no es ningún modelo, ningún molde. Está
más allá de todo esto.
Pregunta:
¿Una oreja que
pita, al escucharos, tiene un significado concreto?
Sí, pero vívelo. No te voy a hacer salir
del pitido diciéndote por qué. Absorbe. Si te lo explico, sales. Si no te lo
explico, vives la Vida. Uno de los Ancianos os ha hablado del Sonido, más allá
de cualquier sonido ¿quién es el testigo (o el traductor) del Absoluto? Yo no
diría nada más. Vive el Sonido. No observes el Sonido. Supéralo de alguna
forma. También, como ahora, supera lo que llega a tu espalda. Acuérdate que,
desde que quieres una explicación sobre lo conocido (sea la que sea), es el Ego
el que se manifiesta. Incluso el Sí no tiene necesidad de explicación: él Es.
Es como si el “Yo Soy” preguntara por qué, él era y por qué, él es. Entended
bien: ¿quién plantea la cuestión? ¿Quién tiene necesidad de explicaciones sobre
lo que se vive, más que vivirlo? Si tú te fundes en el Sonido, te haces Sonido.
No hay más distancia. Pero si tú planteas una cuestión sobre el Sonido (sobre
el sentido del Sonido), te alejas.
Pregunta:
GEMMA GALGANI ha
precisado últimamente: « osad ser nada, osad ser todo ». ¿Qué supone
« osad »?
Es el mismo principio que para el
Absoluto. Si te digo: “osa ser lo que tú Eres, el Absoluto”, evidentemente, es
osar. Osar, es superar, transcenderse a sí mismo, superar el “Yo”, superar el
Sí, para acceder a otra cosa. Sabiendo que este acceso no es un pasaje
(propiamente hablando), que la Puerta es imaginaria. Es el Ego que ha
construido la Puerta. Es el Sí que ha construido la Puerta. Si tú osas ser
nada: es la refutación. Entonces, tú osas ser todo: es el Absoluto. Osar ser
nada, es osar ser todo: el punto de vista ha cambiado, simplemente. Osar no es
un esfuerzo. Osar no es un trabajo. Osar es una superación y una transcendencia
que te hace superar la superación y la transcendencia. Mientras que no oséis (cualquiera
que sea el calificativo que se le pone detrás), ¿qué quiere decir? Que el miedo
impide osar. Osar es estar liberado del miedo. No es estar ya retenido por
nada, ni proyectar nada. Es la Vida y la Verdad.
Pregunta:
¿Tener conciencia
del miedo a la nada basta para superarlo?
Sí. Porque el miedo de la nada ¿qué va a
provocar? Una angustia. ¿Dónde nace la angustia? Ciertamente, no en el
Absoluto. Ciertamente, no en el Sí. Sino precisamente, en las resistencias de
la persona. La nada puede conducir (como he dicho, como el sufrimiento), mucho
más fácilmente, a ser Absoluto, que la meditación porque la meditación es una
referencia y un marco (ya fuera el más agradable). La nada y la angustia (o el
sufrimiento) no ofrecen marco. Porque ¿Dónde se va a parar la nada? ¿Dónde va a
parar la angustia? ¿Dónde va a parar el sufrimiento? cuando esto os ocurre,
vosotros no lo sabéis son angustias intolerables, sufrimientos intolerables. No
hay límite. Y todo lo que es sin límite os hace salir de lo conocido.
Pregunta:
¿Para poner fin a
la necesidad de analizar las sensaciones del cuerpo, se puede decir: « yo
refuto esta necesidad de analizar »?
No. Tú refutas la sensación. Tú vives la
sensación pero tú no eres la sensación. Hay que ir más allá de la Vibración,
más allá de la Energía. Por supuesto que está lo que vosotros llamáis la Onda
de Vida, Kundalini y todo eso. Pero el Absoluto está más allá de todo eso. Tú
no te llevas tu Kundalini puesto que es lo que tú Eres: es decir la Onda de
Vida. Si tú observas, tú eres a distancia. Aunque haya nacido, hay que ir al
otro lado. Observar, es situarse a distancia: es el que mira el teatro. Mira el
film o la farsa. Hay que ir más allá. Entonces, no hay que ocuparse. Y además,
se os ha dicho: la Onda de Vida no tiene necesidad de vosotros. Nada tiene
necesidad de vosotros.
Es ilusorio creer que vosotros tenéis
necesidad de vosotros, para realizar lo que Sois ya. No hay nada que realizar
que no sea ya. Creer que os vais a Despertar, a levantaros, a Realizaros o a
Liberaros, es una ilusión. Vosotros lo Sois ya. Solo el Ego os dice lo
contrario. Entended esto. No busquéis comprender, sino desplazaos. Hacéos
inmóviles y veréis todo de igual forma. Estaréis en el centro. Yo lo he dicho:
el centro es lo que sostiene todo lo demás. Es Lo que vosotros Sois. Vosotros
no sois todo lo que se desenvuelve en este templo (o este saco, cualquiera que
sea el nombre que le deis). Esto se produce. Esto es normal si lo vivís, y
normal si no lo vivís. No os planteéis la cuestión. Dejad vivir lo que se vive.
Vuestro cuerpo no tiene necesidad de vosotros para respirar. Haced lo mismo
para las Vibraciones, las Energías. Porque, mientras que observéis, es como
para el teatro: vosotros estáis aun en el teatro.
No tenemos más
preguntas, os damos las gracias.
Y bien, Bidi da gracia al Amor que Sois.
Hasta la próxima vez de vuestro tiempo. Hasta pronto.
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: OD y SU
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
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Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: OD y SU
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