GEMA GALGANI
Ser Nada Para Ser Todo
10 de Mayo de 2012
Soy GEMA GALGANI, Hermanas y Hermanos, aquí y en otra
parte, estoy con ustedes. Me expreso como Estrella UNIDAD y actuando en el
Manto Azul de la Gracia. Vengo, hasta cierto punto, a proseguir lo que dijo mi
Hermana MA, vuestra Hermana (MA ANANDA MOYI). Vengo a decirles de osar ser
nada, para ser Todo. Eso completará lo que ya dije sobre la Unidad, en mi
experiencia, así como en la Humildad y la Simplicidad.
Ser nada, es ya no resistir. Es descubrir y vivir la
Transparencia. No detener, ni retener nada, sobre este mundo. Es resultar lo
más espontáneo posible. Dejar pasar, a través de la vida, la verdadera Vida.
Hacerse muy pequeño, ya no existir, para fundirse en esta Eternidad, para
fundirse en la Luz. Desposar el CRISTO. Desposar la Luz. Desposar el Doble. Volverse
uno mismo esta Transparencia. Aceptar de no reivindicar nada. Ya no tener
ningún lugar en este mundo, para tomar todos los lugares más allá de este
mundo. Hacer cesar toda reivindicación, toda necesidad de apropiarse, de
poseer, con el fin de no ser poseído, por lo que se posee.
Dar todo de sí, ya que sólo de esta forma es que viven
este Todo (como se los dijo mi hermana MA), que pueden probar esta
satisfacción, esta satisfacción total, esta Alegría suprema, mucho más allá de
todo Samadhi. Esta Alegría, más allá de la alegría, que es una risa, porque
descubrieron la Verdad, descubrieron, de alguna manera, el vaso de las rosas.
Osar ser nada, es decir estar libre de todo peso, aligerarse por sí mismo, de
todo los pesos, que habían sido mantenidos y nutridos. Eso es ser
Viviente, y auténtico. Es desposar el Cristo. Es desposar el Doble que viene a
vuestro encuentro. Es desposar al Sol. Desposar la Vida y sobre todo desposar
la Libertad. ¿Son ustedes libres? ¿Quieren ser Libres? Atreverse a no ser nada en
la superficie de este mundo, sin lucha, sin combate, sin lugar a tener o
mantener, sin papel o función que desempeñar, y sin sufrimiento.
Porque atreverse a no ser nada, los libera, de manera
evidente, de manera total, de todo peso, de todo compromiso y sobre todo, de
toda Ilusión. Osar no ser nada es, ante todo, la única manera de ser todo y de
ser Absoluto. La Unidad es un acercamiento en el seno de la Luz blanca, donde
ven la Luz blanca. Les resta convertirse en esta Luz blanca y no ser ya otra
cosa que esta Luz blanca, que engloba toda creación y todo a crear. Ir hacia la
nada, para ser Todo, es exactamente lo que han dicho otras Hermanas, otros
Hermanos (sean los que fueren los horizontes de donde vinieron), habiéndoles
permitido extraerse de todo lo que era denso y pesado, de toda Ilusión.
Es a ustedes que corresponde hoy, osar ser nada, osar
abandonarse, y abandonar incluso, toda voluntad, toda reivindicación, dejar
trabajar lo que sabe mucho más que ustedes, en este cuerpo, en esta persona.
Eso permite a la Verdad de establecerse: la que les satisfará, la que la dará a
beber y que hará que, más nunca tengan sed, que les dará a beber el agua de
Vida Eterna, la que quita todo sufrimiento y todo miedo. Osar ser nada, es ser
Todo. Es pasar allí donde no hay paso. Es establecerse en lo que siempre estuvo
establecido. No buscar nada, no comprender nada, y con todo, todo se encuentra,
todo se comprende, más allá del mental, más allá de la vida habitual sobre este
mundo. Osar no ser nada, es tomar el riesgo de perderlo todo.
Es tomar el riesgo de ya no existir, para ser por fin
la Verdad. Ya no mantenerse fuera de lo que sea. Hacer suya la Eternidad. Hacer
suya la Paz Suprema. Para eso, es necesario entregarlo todo. Para eso, es
necesario darlo todo, abandonarlo todo. Dar un paso hacia la Luz, y ella dará
diez hacia ustedes. Dar un paso hacia CRISTO, el dará cientos hacia
ustedes. Eso es de tal Simplicidad, de tal Humildad que jamás la arrogante
personalidad lo aceptará. Es necesario osar ser eso para devenir Transparente,
para devenir eso que jamás cese, para devenir lo que siempre ha sido y de lo
que cada uno de entre nosotros, en la encarnación, ha salido un día (por las
puertas del sufrimiento, por las puertas de la división).
Osar no ser nada, es poner fin a todo lo que sufre, a
todo lo que está en pena, a todo lo que es la falta, porque nada en este mundo
podrá saciarles, de manera definitiva. Porque nada, en este mundo donde están,
podrá aportarles alguna satisfacción duradera. Sólo el Amor es durable. Sólo la
Verdad es Eterna. Osar no ser nada, aquí, es ser Todo, por todas partes y aquí.
Borrarse sin renunciar. Borrarse de toda persona. Borrarse de lo que es
efímero. Vivir por fin la Eternidad (lo que mi Hermana nombró Shantinilaya) es
hoy, una realidad total y accesible, más fácilmente que antes. Lo que se había
separado, los Velos de la Ilusión, son cada vez más evanescentes y desapareen.
Están en la aurora de un nuevo día, al alba de este último día: él se eleva.
Vuestro cuerpo lo siente. Vuestra conciencia lo experimenta, también.
Recuerden que no tienen nada que recorrer. Recuerdan
que no hay esfuerzo alguno que hacer. Es todo cuestión de osadía. Sólo de no
resistir. Sólo de dejar trabajar, dejar hacer, dejar ser. Los Ancianos a su
turno, hicieron hincapié, en “estar tranquilos” y en “dejar hacer”, porque,
efectivamente ahora, es la única cosa posible y que será posible, cada
vez más de hacer. Ninguna otra cosa podrá ser posible. Sólo les quedará, osar
Ser, osar no ser nada para Ser Todo. Es el mismo osar: simplemente, atreverse a
no ser nada, es también atreverse a ser Todo. En la Humildad, en la
Simplicidad, en la Transparencia, en la espontaneidad, en la Infancia. Algunos
llaman a eso el Niño Interior, el que ríe a carcajadas porque no es afectado
por ningún peso, por ningún sufrimiento. Si son afectados, salieron de vuestro
Niño Interior.
Si son pesados, salieron del Niño interior. Atrévanse
a volver, atrévanse a colocarse de nuevo allí. Atrévanse no hacer nada. La Luz
se encarga de todo, integralmente. La Luz es Inteligente, lo saben, lo viven.
Ella es Gracia, abundancia, evidencia. Cualquiera que sea el cambio que les
propone este mundo, será de todas formas feliz porque en definitiva, no hay más
que eso, afortunadamente. Sólo la mirada de la personalidad puede hacerles
creer en una pérdida, un abandono, pero nada de todo eso puede ser verdadero.
Como lo dijo mi Hermana, son la Belleza, más allá de todo lo que puedan
suponer, más allá de todo lo que pueden imaginar o soñar. Les queda por lo tanto
osar: osar no ser nada, osar ser Todo. Eso no requiere, de ustedes, ninguna
dificultad. Solo quien es limitado cree que es difícil e inaccesible.
Todo está en ustedes, absolutamente todo.
Para osar no ser nada, la verdadera soberanía, es
ésta: es no depender de nada de este mundo. Por supuesto, este cuerpo se nutre
de este mundo (este cuerpo y lo que son), se nutre con las relaciones que
establecieron, pero entiendan que la Luz es Todo, absolutamente Todo. Y para
establecerse en esta morada de Paz suprema (como la nombró mi Hermana MA), es
necesario dejarlo todo. No en el sentido de abandonar los unos, y los otros,
sino dejar todo lo que creen, dejar todo de lo que es efímero, (ver las
intervenciones de BIDI), el último interviniente que se expresa y ayuda.
Si dan un paso hacia la Luz, la Luz dará diez hacia
ustedes. Si dejan vuestros miedos y dudas, constatarán que la Paz va a
instalarse, de manera cada vez más evidente, cada vez más presente, cada vez
más tiempo, y cada vez más potente. No deben hacer nada. Deben estar de
acuerdo, de un “sí” honesto y masivo, a la Luz Cristo, a la Unidad, a la Verdad
y a la Belleza. Ninguna otra cosa es necesaria. Ninguna otra cosa es deseable.
Cuanto más osen no ser nada, se convertirán en Todo, porque la nada se convierte
en el Todo. Lo que se vacía, en alguna parte (o que parece vaciarse), en
realidad, no hace otra cosa que llenarse con la abundancia y con esta Belleza.
Todo lo que es limitado va a hacer lo que es su papel, es decir: impedirles,
ponerles, si se puede decir, palos en las ruedas.
Incluso si estos palos no existen. Decidan colocarse
en la Vida. Decidan atreverse y atrévanse. A partir de este momento, vuestra
vida se volverá la verdadera Vida, y no la que han querido, deseado, deseado o
refutado. No hay ningún peso que pueda permanecer en la Luz. La Luz disuelve
todo lo que es denso, todo lo que es pesado. Ella establece la Alegría. Y
ustedes son la Luz. Cuando la Alegría se establece, en permanencia (y no,
simplemente, como un estado que va y que viene), entonces Shantinilaya está
allí. Todo está lleno, todo es pleno. Nada puede ya vaciarse, nada puede
desaparecer, porque justamente osaron no ser nada. La vida se vuelve, para
ustedes, una gracia total, donde todo es evidente, donde todo es simple, donde todo
es fácil. No hay esfuerzos que hacer, en la Unidad, en el Absoluto. Hay
solamente que ser el Todo.
Atrévanse. Atrévanse y constatarán, por ustedes
mismos, lo que es, pero deben atreverse. Nadie puede atreverse, allí, en
vuestro lugar. La Alegría se nutre con la alegría. La alegría refuerza la
Alegría. La tristeza refuerza la tristeza. El miedo refuerza el miedo. Si se
atreven a ser lo que son, nada y todo aquí, y en todas partes, los
colmará, colmados de gracia, colmados y saciados de alegría. Saturados de
felicidad, colmados de la Unidad, colmados de vuestro Doble, colmados del Sol.
Pero, para eso, es necesario dar todo el lugar, y vaciarlo de todo lo que no es
eso. Deben soltar, es necesario aflojar todo lo que pudieron creer, todo lo que
pudieron construir.
Es necesario abandonarse a la fuente de ustedes
mismos. Van a descubrir la risa, porque la Vida es reír, no la que viven sobre
este mundo, no la risa que experimentan sobre este mundo, que depende siempre
de algo exterior. Aquí, la risa va a nacer de sí misma, de la Eternidad, de lo
que Son, y no de otra cosa. Si aceptan estar en esta confianza, si aceptan
atreverse, más nada será como antes, porque habrá, efectivamente, un antes y un
después. No podrán ya tener miedo, incluso de vuestra propia desaparición.
No podrán ya tener miedo de nadie, o de quienquiera, o
de cualquier cosa. La ilusión habrá sido vencida. Serán eternos y serán la
Eternidad, incluso si este cuerpo permanece aún un tiempo. Se vaciarán de todo,
de todo lo que no es risa. Se encontrarán a sí mismos, en la ligereza de
la Eternidad, y del reír, en espacios donde todo eso que es emprendido por la
Luz, converge y mantiene la permanencia de la Paz, de la Alegría y del reír,
sin plantearse preguntas, sin depender de algo. Para eso es necesario osar no
ser nada. Osar no es un acto de voluntad, es un acto de fe absoluta. Entera, en
la Verdad y lo inefable. Es cesar de darle vuestro crédito, vuestra mirada, a
lo que es efímero, a lo que existe solo sobre este mundo. Eso no es refutar, eso
es aceptar todo. Es exactamente eso.
Osar no ser nada les conduce al Absoluto, porque se
vuelven lúcidos incluso sobre la naturaleza de lo efímero que no es más que
resistencia, sufrimiento y oposición al Eterno. Es volverse ese Corazón
radiante y palpitante que no pide nada, que no produce nada, y que con todo
irradia y palpita. Es devenir la Eternidad y la risa. Tenderse hacia eso, como
decía mi hermana HILDEGARDE, es también Abandonarse. Abandonar toda lucha,
Abandonarse uno mismo, Abandonar el Sí, es entrar en Sí mismo, más allá del Sí.
Es mucho más que estar simplemente Presente. Es ser más que la Presencia. Es
Estar por todas partes. El tiempo de esta Tierra va a pedirles osar. El tiempo
de esta Tierra va a hacerles asumir el frente a frente, tan temido y tanto
esperado.
Solo ustedes, tienen, de alguna manera, entre
manos, y en el corazón, el conjunto de las claves. Corresponde a ustedes
interpretar la partitura. ¿Dónde se colocan? ¿Qué se atreven a ser o que se
atreven a parecer? La naturaleza esencial, y la esencia de cada uno de
nosotros, es Reír y Danzar, sin ningún límite, ninguna dificultad, exactamente
lo opuesto y lo contrario de este mundo. No pueden encontrar la Risa o la Danza
Eterna sobre este mundo. Salvo si lo encontraron en otra parte, es decir, no
siendo nada de aquí. Entonces, qué pasa a ser este cuerpo, esta persona (que
eso sea en un tiempo muy corto o un tiempo más largo), no son ya tributarios de
eso. Son, real y concretamente, el Absoluto. Son la Risa, son la Danza.
Aunque vuestro cuerpo esté inmovilizado por una
enfermedad, siguen siendo la Risa y la Danza. Que se les corte una mano o que
se les mate, que se ponga fin a este cuerpo, permanecen siendo la Risa y la
Danza, porque éstas son eternas. La Vida, la Luz, que vienen sobre este mundo,
vienen a recordárselo, a despertarles, porque dormían y no sabían que la hora
llegó de despertar, que llegó la hora de reír y bailar. El Manto Azul de la
Gracia les invita a manifestar la Gracia, a pasar a ser, ustedes mismos, el Don
de la Gracia. Deben dar lo que recibieron, totalmente. Deben ser Transparentes.
Este “deben ser” es una invitación, no hay ninguna obligación. Están
invitados al Banquete celestial, invitados a vuestra Eternidad. Todo los
llama. Vean eso. No hay nada que atender aparte de esta llamada: la de la
Eternidad.
Atrévase a no ser nada y serán la Risa y la Danza.
Ustedes son la Morada de Paz suprema. Son Absoluto. Son Unidad. El cielo viene
a abrazarles, en un abrazo de Amor, de Reír, de Alegría y Danza. Este abrazo
viene a invitarles a Ser más allá de la existencia, a Estar más allá de lo que
limita y encierra. La Luz viene a pedirles vuestra respuesta, viene a
Desposarles. ¿Quieren ustedes Desposar a la Luz? En caso afirmativo, entonces,
atrévanse a no ser nada. No tengan más temores, porque el temor es un peso.
El Manto Azul de la Gracia, cada día y cada jueves
depositará, si se puede decir, una capa sucesiva de Luz que se añade a las
otras, volviendo cada vez más perceptible la Onda de Vida, y también el
descenso de la Luz. Sobre el punto ER de la cabeza y sobre el punto OD de
vuestro pecho, debiendo solucionar y alquimizarse, ellos también, en
vuestro pecho, en el centro de la lemniscata sagrada. Allí también, hay una
Boda para el que se atreve a no ser nada, un Matrimonio Eterno: el de la
libertad, el de la Eternidad. Allí donde se encuentra la indecible e inefable
felicidad de la Risa y la Danza.
Atrévanse a no ser nada, ya que todo eso se
desarrolla, aquí mismo, no es otra parte, no en otro tiempo, sino aquí mismo.
Sean humildes. Sean verdad. Sean transparentes. Sean el Niño, sean la
providencia. Allí, está la Alegría. Allí, está la risa. Allí, está la danza. Y
allí, es la Eternidad: lo que no muere nunca, lo que no puede, sino nacer en
cada respiración, a cada momento de este tiempo, como de todo tiempo, de
este espacio como de todo espacio. La llamada de la Onda y la llamada de la Luz
es una Don. Porque son el Don, en vuestra Eternidad. No retengan nada.
Atrévanse no ser nada. Vivan lo que son. La Luz no les pide nada: ella les
propone ser ustedes mismos, les propone la Risa, la Danza, la Alegría, y no
otra cosa. Porque todo está allí: en la Risa, la Danza y la Alegría. La Danza
de la Onda, la Danza del cuerpo de Etreté en el Sol y en las Dimensiones, la
Danza de la Vida, la de la Onda que ondula y ondea, la que tiembla en vuestro
Templo, la que se estremece al límite de vuestra piel, al límite de este
cuerpo.
Recuerden lo que son. No son nada de lo han creído.
Nada de lo que se les dio a ver en este mundo. No son tampoco, las
historias que han vivido. Son solo la Belleza y la Luz. Eso es Todo. Acepten y
osen no ser nada y la Alegría será vuestra Morada. La risa y la Danza serán
vuestra manifestación en los espacios del Etreté, en el encuentro del Doble, y
en todo encuentro, porque se encontraron ustedes mismos, sin falsos pareceres,
sin falsas huidas, en toda Transparencia y en toda legitimidad. He aquí eso que
la Luz viene a decirles. Vienen a decirles lo que Son. Viene a decirles la
Risa, la Danza y la Alegría. Viene a decirles vuestra Eternidad. Viene a
decirles la Belleza.
Más allá de la Ilusión de este mundo, eso que nosotras
vemos, son Seres magníficos. Seres de Luz, semillas Estelares, ancladores de
Luz, hijos de la Unidad, Seres de Radiación y de Transparencia. Ninguna otra
cosa es Real: sólo eso Es. Que no es solamente vuestra herencia, ni un devenir.
Es la Verdad que no ha cesado jamás de existir y que no ha podido
desaparecer. Hoy, están ustedes convidados al Banquete celestial de vuestros
encuentros. Osen no ser nada, de lo que han creído, de eso que habían imaginado
sobre este mundo, y vivan la Alegría, la Risa, y la Danza.
Es eso que ustedes son, si bien por el momento, no
puedan aceptarlo, ni rozarlo. Guárdenlo en alguna parte de ustedes porque es la
única Verdad. No hay otra, ni existe ninguna otra. La radiación del Cónclave,
les dice de hacer resonar eso en todas las estructuras de ese cuerpo, llegando
a hacerlos Vibrar, temblar y estremecer. La hora ha llegado de levantarse, de
elevarse en la Verdad. Atrévanse!! El Manto azul de la Gracia es todo
eso. Este velo de Luz devela totalmente la Verdad del Ser. El Manto Azul
de la Gracia disuelve toda sombra que podría estar todavía presente y todo
cuerpo que podría incomodar o frenar el Ser.
Soy GEMA GALGANI, la Estrella UNIDAD, que está en la
fuente del Espíritu, del Atman, de esta chispa divina. Ustedes no son solo la
chispa, son el brasero y el conjunto de las chispas: este Absoluto del que se
les habla. Les propongo, juntos, acoger este Manto Azul de la Gracia en este
cuerpo. Atrévase a acoger. Eso será mi manera de expresarles la gratitud de
vuestra presencia, con mi presencia, en la Ronda de la Risa y la Danza.
... Compartir del Don de la gracia…
Les digo hasta pronto, cada jueves, cada noche, el
conjunto de mis Hermanas va a estar en ustedes, se habrán convertido en
nosotras, así como los Ancianos. GEMA les saluda. GEMA les ama, en la
Eternidad.
Original en francés
www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
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Traducción: Hedyn Núñez
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
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