HERMANO K
Autonomía y Libertad
20 agosto 2012
Autonomía y Libertad
20 agosto 2012
Yo soy HERMANO K. Hermanos y Hermanas
encarnados, he venido a hablarles y completar, en cierto modo, lo que les he
dicho, hace algún tiempo, concerniendo la Autonomía y la Libertad (ndr:
intervención de HERMANO K del 1ero. Abril 2011). Yo les recuerdo que el
principio de este mundo encarnado, que no es el principio existente en los
Mundos encarnados llamados Libres, es un principio de falsificación que
consistió en amputar, como ustedes lo saben, una parte de la Luz y, en todo
caso, la posibilidad, usual y habitual (existente en los Mundos Unificados e
incluso encarnados en los mundos de carbono), de manifestar y de concientizar,
permanentemente, una conexión y una confianza a la Fuente y al Absoluto. Vengo
a hablarles y a pedirles no de compartir una interpretación o una visión sino,
más bien, de rendirles cuentas de lo que mis palabras van a significar.
El principio de falsificación indujo, de
algún modo, a la pérdida del principio de Inteligencia de la Luz y a la pérdida
del principio de organización ligado a esta Luz. Esto pues fue reemplazado,
puesto que es imposible efectivamente vivir cualquiera sea la Dimensión, sin
organización. Sobre este mundo pues, del cual ustedes todavía son parte
interesada, la organización social en sí misma (que concierna la célula
familiar, la organización de la sociedad, que esto sea a nivel político,
económico, financiero), esas organizaciones sociales, y sobre todo a nivel
espiritual, son el cerrojo de la ilusión y del encierro. Querría que me
acompañen en una reflexión que es muy lógica que, una vez más, no es una
exposición filosófica sino un elemento más para llevar a lo que había
desarrollado concerniente a la Autonomía y la Libertad.
La organización social, sobre ese mundo
(la organización familiar, la organización económica, espiritual), va a
inducir, por el hecho de la ausencia de la Inteligencia de la Luz, un principio
de organización jerárquica que estará constituida siempre de manera piramidal.
Aparece como lógico, en este mundo, que cada uno busque subir, de algún modo,
los escalones de esta pirámide. Esto se hace muy naturalmente en la familia
donde hay la autoridad parental y los hijos que están sometidos a ella.
En
otras esferas (y esas otras esferas conciernen tanto lo que yo nombraría lo
espiritual como lo económico o como todo sistema de organización fuera de la
familia) esta jerarquización piramidal se acompaña siempre de una forma, más o
menos abrupta, de competición. Esta competición se apoya o sobre los valores
del conocimiento, sobre los valores financieros o sobre los valores que yo
calificaría de filiación o de transmisión, cualquiera sea esta forma de
transmisión del poder. La jerarquización piramidal es pues resultante de una
competición, natural o no, pero que va a llegar a situar los individuos, en
número cada vez más restringido, hasta lo que es llamado la cabeza, el
dirigente o los dirigentes. Una vez más, que esto se aplique a la economía como
a lo espiritual.
Este principio de competición,
resultante pues del conocimiento o de una transmisión, va a inducir, como
ustedes lo viven, a una noción de superior y de inferior: el que sabe, el que
conoce, el que ha recibido la transmisión y los que van a obedecer, de una
manera o de otra, al que está a la cabeza. Este principio, aceptado como el
garante de una cierta forma de equidad, de legalidad y de lealtad social, no es
de hecho más que la parte visible del iceberg o lo que sirve de base, de manera
muy general y no sufriendo más que muy pocas excepciones, el principio de
depredación que ha estado en marcha dentro del encierro. En el seno de los
Mundos Unificados, la noción de jerarquización piramidal, no puede existir, en
ningún caso. Desde luego, existen numerosas enseñanzas habiendo tenido
en cuenta las Órdenes Angélicas, Arcangélicas.
La única jerarquización, que existe en
los Mundos Unificados, deriva directamente de la Inteligencia y de la
disposición de la Luz, independientemente de las conciencias que se instalan o
viajan sobre las líneas Dimensionales, de tiempo o espaciales. No
existe, y eso es imposible, el principio de competición o de superioridad. La
organización del grupo social, como de un grupo espiritual, va a traducirse,
que se quiera o no, en encarnación, por una dominación que es resultante
directamente de la depredación que, ella misma, como lo dije, está en el origen
de la falsificación. Ahora bien, mientras que exista una depredación, no puede
existir Libertad.
Entonces, desde luego, la primera
objeción que vendría al Espíritu, sería decir: pero la vida no sería posible,
sobre la Tierra, sin organización de grupos, cualesquiera sean. Y yo les responderé:
es en efecto exacto. No podría existir prosecución de alguna
falsificación si la organización, cualquiera sea, hubiera sido rechazada por
los humanos, desde el principio. El hecho de considerar como normal y lógico
tener un superior jerárquico, de considerar como lógico y normal que existe una
autoridad (porque (ndt: se considera) más competente que ustedes, más adecuada
que la vuestra) participa, de manera indeleble, a la sumisión y a la privación
de la Libertad.
El que está en lo alto va pues a mandar.
Él va pues a dirigir según su visión o según los objetivos, una vez más
espirituales, sociales o morales. Pero, sirviendo de base a ese principio de
organización y ese principio de jerarquización, habrá siempre la depredación.
Es excepcional que el principio que dirige la cabeza esté ligado a la empatía o
al carisma puesto que, por definición, la empatía y el carisma no pueden
manifestarse más que si una conciencia se ubica al mismo nivel que aquella para
con la cual esta conciencia ejerce empatía o el carisma. Desde que hay
organización, desde que hay una cabeza, hay pues una privación total de la
Libertad y de la Autonomía.
El grupo humano encarnado, así como
todos los mamíferos, están sometidos a este principio jerárquico piramidal. No
admite además ninguna excepción, sino ustedes tendrían muy rápido que emplear
los términos de anarquía o de ausencia de regulación. La Inteligencia de la Luz
no puede acomodarse, de ninguna manera, a este principio de depredación, a este
principio de jerarquización y de control por el que está por encima de aquel
que está por debajo. Y sin embargo, el conjunto de las religiones, el conjunto
de las organizaciones sociales, económicas, políticas, financieras, obedecen,
sin ninguna excepción, a este principio.
El colmo ha sido incluso designar, por
lo que es llamado el voto o la democracia, al que va a ser situado a la cabeza
de un grupo, cualquiera sea. Que ese grupo sea un país, un establecimiento
económico o no importa qué grupo social existente. Y ustedes han llegado al
punto donde ningún hombre, ninguna mujer, llegaría a considerar la iniquidad de
un tal sistema. Toda organización va a reforzar pues la ilusión de una
superioridad, de lo que fuere, con respecto a sea quien fuere, o a sea lo que
fuere.
Este principio no está presente de
ninguna manera dentro de los Mundos Unificados. Aunque nosotros estemos, en
cuanto a nosotros, Ancianos, organizados según una Asamblea, esta Asamblea es
Libre. Es además la calidad de nuestra Conciencia, en resonancia con nuestros
Linajes estelares y nuestro Origen estelar, que determina nuestro
emplazamiento, situándose en esta asamblea, desde luego, para cada uno de
nosotros, al mismo nivel. El Comendador no está encima ni debajo. Él es el que
realiza la síntesis de las Vibraciones y de las Conciencias que nosotros
emitimos. Esto no puede ser en ningún caso dentro de este mundo disociado. La
alteración de la Luz, a través del eje falsificado de la Luz, no permite un
equilibrio. Yo diría incluso que ese desequilibrio es la firma incluso de la
organización social del mundo en el cual ustedes están todavía.
Existe pues, una cumbre, existe pues una
base. Este principio piramidal basta, por sí mismo, para refrenar la Autonomía
y la Libertad de todos los que están sometidos sin ninguna excepción. El
principio de depredación, incluso si no es presentado así, va a ser el
principio que va a mantener la competición y pues la ausencia de la puesta en
Inteligencia de Luz, en igualdad, con respecto a las conciencias mismas que
están sometidas.
Así, pues, la organización social,
cualquiera sea la naturaleza y el nivel, es el cerrojo total de la Ilusión.
Mientras exista una organización, mientras exista una cabeza, no puede haber
Libertad. Esto, yo lo he dicho en mi última encarnación, con fuerza y vigor. Todo
principio organizacional pasa necesariamente por la ascendencia de una
conciencia sobre otra conciencia. Incluso si existe un respeto de lo que es
nombrado “ley”, la ley misma sustituye a la Inteligencia de la Luz y viene
pues, de algún modo, a intentar paliar esta deficiencia de Inteligencia.
Las leyes no apuntan más que a una cosa:
la preservación de las reglas establecidas, justamente, para aquellos que están
a la cabeza. Esto funciona tanto en el conjunto de las religiones como en el
conjunto de los sistemas políticos, cualesquiera sean. Lo que sirve de base a
eso es pues la depredación. Esta depredación se ejerce a mínima, en un modo que
yo calificaría de furtivo e inaparente, pero que, de nuestro punto de vista y
de nuestra mirada, es, por supuesto, el cerrojo de la dicha Ilusión.
Desde que hay ascendencia, poder, toma
de poder, hay, necesariamente, una dominación y hay, necesariamente, un
oprimido porque el que es oprimido, incluso si él no lo sabe, entregó, de
hecho, su Libertad a el que la ha tomado a cargo. El Amor, la Luz, los Mundos
Unificados, son Libres. Además, nosotros nos llamamos Confederación
Intergaláctica de los Mundos Libres. Un mundo Libre no puede conocer el menor
principio de organización generada por una conciencia, cualquiera sea y
cualquiera sea su nivel. Lo que actúa es siempre la Inteligencia de la Luz que,
por ella misma, sirve de base a los Mundos y organiza los Mundos,
independientemente de toda regla y de toda ley que podría ser emitida por una
conciencia.
Ustedes imaginan pues que todo lo que
podría presentarse a ustedes, como jerarquía espiritual, no es más que una
falsificación más de este mundo, que existe sobre modos no visibles,
traduciéndose por un término llamado “maestro”. No existe ningún “maestro” a
nivel de los Mundos Libres. No existe ninguna maestría puesto que la maestría
está directamente unida a la Inteligencia de la Luz, a su arquitectura, a su
despliegue o a su repliegue pero no corresponde, en absoluto, a una voluntad de
cualquiera.
El principio mismo de la jerarquización,
existente incluso dentro de un grupo restringido de individuos, va a poner un
problema mayor: incluso si esta cabeza aparece como amante, como algo que
quiere vuestro bien, eso no es posible. Toda forma de conocimiento, ubicando a
un individuo en una posición dominante, sobre este mundo, se traduce,
inevitablemente, por la depredación y no puede ser de otra manera. Frente a las
objeciones que he señalado (es decir que la vida no podría existir sin tales
sistemas de jerarquización o de organización) yo les responderé que
efectivamente este mundo no se mantendría ni cinco minutos y por tanto la
ilusión no existiría más, instantáneamente.
Nosotros hemos, y ustedes han, Liberado
la Tierra de sus envolturas aislantes. Existe, desde algunos años, un cierto
número de elementos que se han desplegado en este sistema solar y que han
apuntado a romper los diferentes encierros, a suprimir los diferentes Velos,
que podían ser puestos sobre la conciencia humana. Eso ha sido efectuado. Y
resultó de manera concomitante, la Liberación de la Tierra, del Sol y vuestra
posibilidad de ser Libre. Queda, no obstante, una última etapa que es la
ruptura de la organización creada por los hombres dentro de este mundo. Es
exactamente lo que se desarrolla desde ahora y a la cual ustedes van a asistir.
La ruptura de la organización piramidal
(tal como ella está concebida en todos los grupos sociales, cualesquiera sean,
cualquiera sea su tamaño) es la condición sine qua non de vuestra Liberación.
El regreso de la Luz, con el alineamiento galáctico, con un cierto número de
aspectos particulares del Sol y de la Tierra, no puede, de ninguna manera,
conformarse con la menor dominación, la menor depredación y la menor
competición. La competición, es por otro lado, la exclusividad de los mundos
disociados. Que esta competición se exprese dentro de una pareja, se exprese
dentro de una competición deportiva, dentro de lo que ustedes nombran la libre
empresa, no son más que encierros.
Toda toma de poder, toda toma de
ascendencia, de una conciencia sobre un grupo de conciencias, no puede llamarse
de otra forma más que la depredación y la privación de Libertad. Noten la
paradoja: eso se llama, en vuestro mundo: “la libre empresa”. Ustedes ven por
ustedes mismos que eso no corresponde verdaderamente a la realidad sino es
incluso la antítesis. Esto no es una visión, eso no es un punto de vista sino
es una realidad Vibratoria y energética. Desde que no hay suficiente Luz, desde
que la Luz ha sido desviada o amputada, hay, por reflejo vital, la necesidad de
organización, de atribución de rol, que existe en todo grupo, cualesquiera sean
las circunstancias de ese grupo. Que eso sea dentro de un pueblo nativo, que
eso sea dentro de un establecimiento bancario, que eso sea dentro de una
familia. La ausencia de Libertad encierra, todavía más, en la ausencia de
Libertad. La organización permite estructurar. La estructuración misma
desemboca en la fosilización y en la ausencia de Libertad.
Esas son las leyes físicas que son
perfectamente conocidas, perfectamente adaptables, a tal punto que dentro de
los mundos llamados disociados, nosotros hablamos de neguentropía y de
entropía. Los sistemas vivientes, en sí mismos, no conocen más que la entropía.
El destrozo de esta entropía (o neguentropía) va a traducirse por una
rigidificación cada vez más importante de las reglas, de las leyes,
desembocando por siempre en más privación de Libertad. El nacimiento de lo que
se llamó, sobre este mundo, la era moderna industrial y, en particular, de la
electrónica, permitió crear, como ustedes lo ven quizá, medios de control y de
avasallamiento cada vez más perfeccionados que, desde numerosos años, se
establecen ellos mismos, bajo pretexto de seguridad, bajo pretexto de miedo. La
ausencia de Libertad no puede más que reforzar la ausencia de Libertad. Una
conciencia sometida a otra conciencia, no puede, en definitiva, más que
someterse cada vez más.
Existe pues, dentro de este mundo, un
principio inherente que apunta a su propia autodestrucción. En efecto, ninguna
vida puede subsistir, más allá de un cierto tiempo, cuando existe un principio
de organización que dura mucho tiempo y que va a volverse rígida en el tiempo,
e implicar privaciones cada vez más importantes. Muchos místicos y profetas
(desde los tiempos del Apocalipsis bíblico, dentro de la Revelación, pasando
por algunos místicos del siglo veinte) los han prevenido, de algún modo, del
advenimiento de un sistema de control electrónico apuntado a privar al humano
de todas sus libertades. Yo pude decir, en encarnación, y se los vuelvo a decir
esta tarde, que es imposible sentirse con buena salud en un sistema social que
está enfermo y en la agonía.
Así pues, y a pesar de las apariencias,
la fosilización del sistema jerárquico piramidal, tal como ustedes lo viven, es
un factor determinante para hacerles tomar conciencia del encierro, de la
ausencia de Libertad, de todo sistema, cualquiera sea. Así, los llevan a
reposicionarse con respectos a esas leyes, con respecto a esas organizaciones.
Pero como ustedes lo saben, los que se oponen o que se opondrían a esta
jerarquía piramidal, cualquiera sea, habrían salido inmediatamente del sistema
piramidal. Imaginen, dentro de un grupo religioso, donde un simple adepto
quisiera tomar el lugar del que está a la cabeza, el sistema piramidal, en sí
mismo, lo excluiría instantáneamente. Es exactamente lo que pasaría en todos
los dominios posibles, de las organizaciones sociales y relativas a la sociedad
y, sobre todo, a nivel espiritual.
Así pues, el regreso de la Luz, la
Liberación de la Tierra y del Sol, así como el hecho de haber podido, para
muchos de ustedes, retirar algunos Velos, va a permitirles ver, cada vez más
claramente, la rigidificación del sistema de control del humano, llamado sistema
de control del mental humano, a través, justamente, de lo que les es visible de
las organizaciones. La desestructuración y la disipación de todas las
organizaciones es pues lo previo a la Libertad y a la Autonomía. No obstante,
ustedes no pueden, de ninguna manera, oponerse, frontal o directamente a ese
sistema. Es cuestión, simplemente, a través de la iluminación de la Luz, cada
vez más potente, de ver las cosas tal como ellas son. Si ustedes tuvieran la
posibilidad, como nosotros la tenemos, de ver lo que realiza esa organización
piramidal jerárquica, estarían asustados de lo que se despliega en los Planos
sutiles, etéricos. Desde el instante donde se manifiesta una ascendencia de una
conciencia sobre una conciencia, se teje un lazo.
Ese lazo es un lazo que no es kármico
sino que va a drenar, de algún modo, la conciencia y la energía hacia la
cumbre. El que está en lo alto de la pirámide (incluso si ustedes la llaman una
star, en vuestras variedades musicales), va, literalmente, a alimentarse de la
atención y de la conciencia que le son llevadas. Que esta atención y esta
conciencia sean más bien benéficas, o más bien negativas, no cambia
estrictamente nada. Existen canales energéticos, invisibles a vuestros ojos,
que van a drenar tanto la energía, como la conciencia, del grupo de individuos
que están sometidos, de una manera o de otra. Que sea un dictador, que sea un
ser humano que se presentaría como un guía espiritual o como un “maestro”, el
resultado es exactamente el mismo: la esclavitud del grupo que ha llevado sobre
aquel su atención, su conciencia y su energía. Y ustedes no pueden romper, de
ninguna manera, ese círculo vicioso.
Es en este sentido que no puede existir
(mientras que la Luz no se haya restablecido totalmente) la posibilidad de
romper, a escala humana, este modelo de depredación. El fin de la depredación
pasa solo por la disolución total de esta Dimensión, permitiéndoles encontrar,
en un primer tiempo, la Autonomía y la Libertad. Desde el regreso de la Luz no
falsificada y, según vuestras elecciones que les son propias, cada uno de
ustedes podrá entonces, según su Vibración, dirigirse hacia el sistema solar
que le es más adecuado. En los Mundos llamados Unificados (incluso de carbono,
de tercera Dimensión pues) existen, en efecto, lo que nosotros llamamos los
Ancianos o los Patriarcas, que están, únicamente, no en lo alto de la pirámide
sino, exactamente, en la base de la pirámide, que no existe: esta pirámide se
resuelve en un círculo.
Es por eso que nosotros hablamos de
Cónclave y de Asamblea. En ningún caso, la Conciencia Unificada puede
acomodarse a una estructura piramidal. Así como eso les había sido explicado,
hace numerosos años, por uno de los gobernadores de la Intra Terra, existen las
Asambleas. Estas Asambleas están representadas por las estructuras geodésicas
que no tienen nada que ver con las estructuras piramidales. Dentro de una
estructura geodésica, la energía emitida para cada uno de los participantes es
captada, de la misma manera, con la misma intensidad, por todos los otros
participantes.
Existe pues, a nivel de la Inteligencia
de la Luz, una repartición equitativa, sin ninguna depredación, sin ninguna
competición, tanto de la conciencia como de la energía. He aquí por qué existen
muchos símbolos, sobre esta Tierra, que han utilizado este principio de
organización piramidal, apuntando a la esclavitud final de la humanidad, vía la
electrónica. Nosotros nos hemos servido de este soporte electrónico para
liberarles los elementos necesarios a vuestra Liberación, al final de la depredación
y de la competición. Están pues en un momento crucial donde la toma de
conciencia y la visión etérica de esta depredación van a aparecer. Vuestra
conciencia se volverá cada vez más lúcida sobre este principio de depredación
ejercida en todas las capas sociales de la sociedad.
Esta toma de conciencia va a llevarlos,
desde luego, a reposicionarlos o no. El simple hecho de ver esas líneas
etéricas de depredación les va a bastar para extraerse. Esto no es una lucha,
esto no es una oposición y todavía menos una confrontación, sino la puesta en
Luz de lo que es un sistema organizacional sobre la Tierra. Dentro incluso de
la familia, hay una autoridad nombrada parental. Esto no puede existir, incluso
dentro de los Mundos de carbono Unificados, puesto que, desde el instante donde
hay una filiación, los lazos de filiación se rompen instantáneamente, a tal
punto que, si hay una filiación genital, los hijos que nacieron de la unión de
un polo masculino y de un polo femenino, se encuentran para ser educados por
una estructura geodésica de 24 individuos y, de ninguna manera, por los
ascendientes. No puede existir poner en esclavitud de sea quien sea, en todos
los Mundos Libres.
La ruptura del sistema organizacional,
en todos los escalones, es pues un previo indispensable a la Libertad y a la
Autonomía. Es exactamente lo que va a comenzar a desarrollarse. El fin de la
depredación, el fin de la competición, se acompañan de la Liberación por la
Luz, y no puede serlo de otra manera. Los invito a reflexionar a lo que les he
dicho. Desde luego, la primera pregunta que llega y que yo ya he provocado, es:
¿cómo imaginar funcionar este mundo, donde ustedes están, sin organización? No
podría. Pero ¿cuál es el interés de proseguir un mundo donde la organización,
tal como ella es aparente e inaparente, se traduce por la esclavitud, la
privación de la Libertad? Esta esclavitud y esta privación de Libertad, ustedes
tienen los efectos, cada vez más evidentes, en lo que se desarrolla como
escenario sobre este mundo desde, yo diría, algunas decenas de años.
Los medios técnicos ofrecen, a los que
están a la cabeza de estas organizaciones, los medios de control, sin
precedente, de vuestros hechos y gestos, de vuestros desplazamientos, de
vuestras finanzas y, finalmente, de vuestra alma. Ustedes no pueden escapar a
eso. Ninguna anarquía, en el sentido humano, podría volverlos Libres puesto que
la anarquía no sería más que la lucha contra la organización. Y toda lucha
contra la organización se volvería, inevitablemente, contra los que la han
atacado, en la medida, donde, ustedes lo saben, existe una noción de balance. Y
más hay conciencias sometidas a un sistema jerárquico, menos ustedes pueden
oponerse, sobre todo a título individual. Hay un peso energético a los
egregores de mantenimiento en el encierro. Estos lazos, invisibles, etéricos,
nos son totalmente visibles, y lo serán, para ustedes.
A lo que ustedes presten atención, lo
alimentan. Así, mirando una star en la tele o mirando y aportándole vuestro
aval a lo que ustedes nombran un dirigente espiritual, derivan vuestra propia
energía en el sentido de una sumisión, de una esclavitud, y se privan, ustedes
mismos, de vuestra Libertad. De ninguna manera la Libertad y la Luz pueden
autorizar la prosecución de tal proceso. Los mecanismos en ruta, y que se
desarrollan sobre este planeta, se traducirán, muy naturalmente, por el
derrumbamiento de todo sistema de depredación organizacional. Esto es lógico.
Esto no resulta de una lucha sino esto resulta, directamente, del regreso de la
Luz. Así, todos los sistemas piramidales y de esclavitud verán su fin, a
muy corto plazo. Eso está ligado directamente a la Luz viniendo del Sol Central
de la Galaxia. Ustedes pues, no tienen que luchar y todavía menos querer
sustraerse a lo que se desarrolla, porque lo que se desarrolla pondrá fin, de
manera natural, a ese sistema de organización social. No hay otra manera de
hacer saltar el último cerrojo de la ilusión donde ustedes están.
Yo no deseo introducir preguntas. Les
pido, simplemente, leer atentamente lo que les dije y releerlo. Volveré, por
supuesto, con el fin de responder a las preguntas, pero en un tiempo ulterior.
La organización social es el último cerrojo de la ilusión. El fin de la
depredación, el fin de la competición, pasa por la desaparición de ese último
cerrojo. Así, cualesquiera sean los acontecimientos geofísicos que han sido
tenidos en cuenta (sea por algunas de las Estrellas, por algunos Arcángeles),
esta acción elemental se desarrollará, desde luego, a nivel de los sistemas
organizacionales.
Como eso ha sido dicho por el bien amado
Juan: “No hay diferencia entre el Interior y el exterior”. La acción de los
elementos es la misma, para todos y para todas, y es sobre todo la misma sobre
todo lo que ha sido creado por el humano. Todo lo que se falsificó debe
desaparecer, sin ninguna excepción. Allí se encuentran la Libertad y la
Autonomía. Yo terminaré pues mis palabras.
Yo les ruego recibir todo mi Amor, mi
saludo Fraternal y los comprometo a estar en la Verdad. Yo
les agradezco y les digo hasta algunos días.
www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
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