TERESA DE LISIEUX
EL CAMINO DE LA INFANCIA, LA HUMILDAD Y LA SIMPLICIDAD
17 de Agosto de 2012
Soy Teresa de
Lisieux. Hermanos y hermanas encarnados, os presento mis homenajes y mis
respetos. Hoy vengo a expresar, a petición de las Estrellas, y de alguna manera
continuar con lo que ya he tenido ocasión de expresar sobre el Caminito, o
Camino de la Infancia. Vengo a hablarles de borrar lo efímero a vivir en la
Luz. Esto desemboca en el camino de la Infancia, la Humildad y la Simplicidad,
lo que llamé en mi encarnación: "El Caminito" o Pequeño Camino.
En efecto, es el
Camino, quizá a la vez que fácil, también el más difícil, dependiendo del
lugar, en cierto modo, en el cuál se sitúan.
Borrarse de lo
efímero no significa deshacerse de ese cuerpo o hacer desaparecer vuestra vida.
Esto no es, tampoco, abandonar vuestra vida, es desaparecer de vuestra
voluntad, desaparecer de lo efímero de esta historia. Es considerarse menos que
una partícula de polvo en una Humildad Verdadera, en la capacidad de hacerse
pequeño, para dejar todo el lugar a la Luz y vivir en Luz. Por supuesto,
dependiendo del lugar dónde se está situado, eso puede representar una
abnegación difícil. Para ello, deben aceptar no conocer nada de la Verdad, de
la Luz. Ustedes pueden expresar una sed, una sed de Luz, una sed de Absoluto,
una sed de Verdad, pero no pueden tocarla con los dedos o la mirada. Sólo el
corazón puede.
Entonces, borrarse
de lo efímero, es reconocer que no se es nada, es reconocer que lo que creen,
lo que viven, o a lo que aspiran, es en realidad algo muy limitado, en
comparación con la inmensidad de la Luz. Se ha dicho que la Luz no es de este
mundo, porque la Luz que subyace en los mundos, que subyace en la vida, no
puede ser expresada o vista aquí. Por supuesto, hay muchos Caminos: ya se trate
de la devoción, o de la oración. Pero, hoy más que nunca, con plazos inminentes
que tal vez perciban y sientan, en relación con la Liberación de la Tierra,
puede ser más fácil porque la luz está en realidad mucho más cerca, mucho más
presente, por decirlo así, en sus efectos, en su expresión a través del cuerpo
y a través de vuestra Conciencia.
Desaparecer de lo
efímero, es aceptar que nada de lo que conocen, o de lo que viven, pueden durar
y no pueden existir una vez que hayan cruzado el umbral de lo que llamábamos
muerte, pero que ustedes pueden llamar Re-nacimiento. Como se ha dicho de
muchas maneras, no pueden mantener la oruga y convertirse en mariposa. Una vez
más, desaparecer de lo efímero es desaparecer de la oruga. Esto no es para
poner fin a la oruga, ya que sería contrario a la Luz, pero sería, dejar vivir
vuestra vida y dejar a la Luz actuar.
Vivir en la Luz, es
no interferir, por si mismo, con la Luz. Es dejar a la Luz todo el lugar, para
que su Inteligencia actué en vuestra vida. Ya no es voluntad de actuar por sí
mismo, sino dejar actuar a la Luz. Eso no es desear por sí mismo, sino dejar al
deseo de la Luz trabajar a través de ustedes. Borrarse, es lo que establecerá
(a través de la Humildad, y de la Sencillez) esta famosa Transparencia, y hará
que nada de lo que es efímero (sobre todo, vuestra propia historia, cualquiera
que sea vuestra edad), nada de lo que pertenece a lo que es vuestro hábito,
vuestro conocido, puede dificultar o retrasar la acción de la Luz. Vivir en Luz
es en realidad (y sobre todo hoy en este mundo, dicho moderno), no dar prueba
de una voluntad personal, sino dejar expresar a la voluntad de la Luz. Pero,
¿quién puede decir que conoce la voluntad de la Luz, mientras no la haya vivido
en su totalidad?
Volver a ser como un
niño, es volver a la espontaneidad, es reconocer que lo que experimentan en
vuestra vida diaria, no puede darle acceso a la Luz. Pero, tampoco es renunciar
a todo lo que tienen que hacer. Es de alguna manera, como dirían nuestros
Hermanos y Hermanas Orientales, no estar involucrados en la ilusión. Es estar
cada minuto, pleno de este pensamiento de Luz. Estar lleno de esta Luz, y Vivir
esta Luz, es más que eso, en sí mismo. Está mucho más allá de un simple
objetivo. Esto se acerca más a la famosa tensión hacia la Luz. Es no permitir
expresar en sí mismo, ningún rencor, ningún juicio. Es realmente dejar actuar a
la Inteligencia total de Luz, debido a que la Inteligencia de la Luz siempre
actuará para ustedes, mucho mejor que ustedes mismos. Esto está mucho más allá
de la confianza y de la fe, porque se puede comprobar y pueden tener la prueba
de la acción de la Luz en el tiempo de vuestra vida. Y para eso es necesario
borrarse, borrar toda voluntad personal, borrar todo deseo, no para desaparecer
de vuestros propios deseos, sino simplemente para dejar obrar, no a vuestra
propia voluntad, sino que la Luz misma, actuará en vuestro lugar.
Cuando esto se
produzca, ya sea por momentos o de manera más sostenible, lo sabrán al
instante. Y lo sabrán por una razón muy simple: porque a partir de ahí, la Luz
llenará todo lo que creían ser antes. Y ahí se manifestará este estado de
beatitud, este estado que llaman la Morada de Paz Suprema, que está más allá
del éxtasis, que es simplemente una satisfacción total, no una satisfacción del
ego por que ha cumplido un trabajo, sino en realidad, la beatitud que procura
la Luz. Y esto es una bendición en sí (en sí misma), y es el motor más eficaz
para borrarse de lo efímero, dejando a lo efímero ser, sin querer poner fin a
nada, volviendo a decir, y a preguntarse: ¿quién dirige lo que Son? ¿Es que son
ustedes? ¿Es esto lo quieren vivir? ¿O es ésta la Vida de la Luz, que vive en
ustedes y a través de ustedes? Desde ese momento, son Transparentes a la Luz y
cada minuto de vuestra vida estará llena de esa Luz, cada minuto de vuestra
vida, hará que lo más importante para ustedes, sea la Luz, hasta convertirse no
sólo en una obsesión, si no en algo que es cada vez más vasto y tomará, de
alguna manera, la posta, sobre vuestras dudas, vuestras aprehensiones, y lo que
hayan sido capaces de hacer por sí mismo.
Por ejemplo, cocinar
se puede hacer por el conocimiento de una receta u otra, pero pueden también
dejar que la acción de la Luz, actué a través de ustedes, en vuestra
Transparencia, y poner todo el Amor del mundo, sin saber nada de una receta y
luego se darán cuenta que la Luz, realiza, una forma de perfección que no
depende de ustedes. Esto está mucho más allá de la intuición y la
espontaneidad. Y funciona igual de bien para una receta, que para todos los
eventos de vuestra vida.
Aceptar esto está
mucho más allá de tener Fe en la Luz. Es realmente vivir en la Luz. Es
realmente vivir la acción de la Inteligencia de la Luz, estar más allá de las
simples cosas agradables, más allá de la sincronicidad sencilla, o la facilidad
que pueda ser conferida por la Luz. Es ver en cada minuto de vuestra vida, la
acción de la Luz y eso llena de Alegría, llena de Beatitud y sobre todo, como
lo decía María, los llenará de Paz. Sea lo que sea que se manifieste en
ustedes, la Paz permanece. Ningún elemento puede perturbarlo, ya que realmente
habrán borrado lo efímero. Habrán, de alguna manera, Trascendido la Ilusión,
como dirían nuestros Hermanos y Hermanas de Oriente, pero sobre todo, vivirán
realmente la Luz.
Entonces, vivir la Luz, no es hacer obras
extraordinarias. Vivir la Luz, no es hablar de la Luz. Vivir la Luz, no es
tener una vida diferente, del común, de nuestros Hermanos y Hermanas que no lo
viven, sino que es, experimentar las mismas cosas, en otra calidad, y otra
cantidad. Desde ese momento ninguna duda puede
manifestarse en ustedes. Es el momento a partir del cual, ya no buscan otra
cosa que vivir en la Luz. De hecho, cuando dejan a la Luz actuar a través de
vuestra Transparencia, de vuestra Simplicidad, más la Luz los fecunda, más la Luz
está ahí, más estarán conscientes, y la dudas no podrán manifestarse más. Los
pensamientos no pueden ser otros que pensamientos de Luz. Más allá, de los
preceptos de no juzgar, no condenar, lo que se vive, es la Gracia, viven el
hecho de estar colmados, no por la satisfacción de un deseo, sino colmados
realmente, por la Luz. Estando colmados por la Luz, todo lo que viene a vuestra
vida, no puede alterar el hecho de estar colmados, incluso si llegan a verse
privados de alguna cosa o les falte lo que sea. De hecho, ustedes viven y
permanecen colmados por la Luz. Ninguna situación, incluso desagradable, puede
desviarles de esa Luz, que está y que vive en ustedes. Cualquiera que sea la
tarea, o la ocupación, independiente del placer o desagrado, que la vida les
ofrece, saben que no son ustedes lo que actúa, ni lo que reacciona, porque lo
más importante no es el evento en sí, agradable o desagradable que sucede en
vuestra vida, sino que la Luz está ahí, durante lo que sucede. Por lo tanto,
llamar a eso "cambiar de mirada" es una cosa importante, pero no es
una meta o un ideal, porque eso no puede llevarse en un tiempo futuro. Eso
depende exclusivamente de vuestra capacidad y determinación, de no hacer uso de
la voluntad.
El Camino de la
Infancia. El Caminito. Borrarse de lo efímero, es aceptar que todo lo que se
les da para vivir, a percibir, sentir y a experimentar, incluso en vuestra
vida, no es más que una transición, tanto la alegría como la pena. Y todos
sabemos que la Alegría o la pena no son eternas. Somos felices cuando obtenemos
algo, y somos infelices cuando algo nos deja, ya sea; un objeto, una persona,
una relación. Pero todos sabemos que tanto nuestros padres, nuestros hijos,
como nosotros mismos, son mortales y efímeros. Así que nada de lo que es mortal
y efímero puede realmente satisfacer. Sólo queda en un tiempo limitado, y
también efímero. Es sólo algo que aflora y que no puede durar. Sólo la Luz
dura. Sólo la supresión de este efímero, sin renegarlo, sin rechazarlo, permite
esta experiencia de la Luz que es la única fuente de contentamiento que no se
extingue jamás. Si aceptan esto (y sobre todo ahora) constatarán, muy pronto,
esta acción de la Luz, por la Paz, por el contentamiento y la Beatitud, ya sea
que estén haciendo algo que le agrada o que estén obligado de hacer algo que no
les da placer, eso no cambiará nada, la Paz de la Luz. Mientras que dependan de
una circunstancia, dicha externa, para estar en Paz, eso no puede ser Paz, sólo
puede ser temporal. Ya se trate de una certeza material, de una certeza
emocional, o cualquier otra forma de certeza, que esté sujeta, por supuesto, en
la presencia de ésta certeza externa. Que no es el caso de la Vida en la Luz.
En la Vida de la Luz
es la Luz que les satisface, no son las circunstancias de vuestra vida, los
agrados o desagrados de lo que tienen que vivir. Estos agrados o
inconvenientes, no cambian nada, absolutamente nada, tanto en vuestro estado de
ánimo, en vuestra Conciencia, que en la Alegría que llevan dentro. Ya no
dependen en nada de lo efímero. Saben que son lo efímero y sin embargo, han
trascendido este efímero. Por lo tanto, si un evento nefasto o fatal ocurre, no
pueden ser alterados en modo alguno por éste. El poder y la fuerza de la Luz
está ahí. Ahí está la Verdad de la Voluntad de la Luz. No pueden coexistir, en
ustedes, una voluntad personal y la Voluntad de la Luz. Siempre será una o la
otra que estará delante. Siempre será una o la otra que se manifieste.
Actualmente por el
poder de la Luz, les será (y ya es el caso), cada vez más fácil ver que lo que
se expresa en ustedes, si fluctúan de un estado de humor a otro, estén seguros
que eso no es la Luz.
Si la luz está ahí,
si ustedes viven en la Luz, y si se borraron de lo efímero, entrarán colmados a
cada minuto, pase lo que pase, y lo que llegue a vuestra vida, o lo que sea que
llegue a vuestros seres queridos. La única fuerza real está ahí, porque, de
hecho, esta fuerza no depende de ninguna circunstancia externa, de ningún
afecto, ni de ninguna relación. Ella se auto-genera por sí misma y es la Luz
que hace esto. Ustedes, no pueden hacerlo, no puede lograrlo, o si lo logran
permanece efímero y sujeto, precisamente, a las condiciones externas.
Así que cuando se vive en la Luz, las circunstancias
externas no pueden afectar el Interior. Y
como se dijo ayer, es el momento, en que los límites entre interior y exterior
desaparecen. ¿Qué significa eso? Esto significa, que cualquiera que sea vuestra
forma de ver, lo que se les da a vivir, la Gracia misma está presente. Si bien
esto puede, a primera vista rosarlos, saben que es la Luz que está en obra. Ya
no tienen ninguna duda de lo que viven. Ya no tienen ninguna duda acerca de la
Luz, sean cuales sean las circunstancias de vuestra vida.
Por otra parte, se
ajustarán rápidamente a la Voluntad de la Luz y vuestra Conciencia no
manifestará ninguna alteración. Esto es realmente la estricta Verdad del Camino
de la Infancia, a condición, de borrarse de lo efímero. La Luz está más allá
del poder, incluso si es poderosa. Es el vector y el motor del Amor, del
Absoluto. Es lo que llena todo. Y vuestra mirada, no podrá ser ya la misma, ya
no podrá juzgar o condenar, incluso si a veces hay a vivir elementos que pueden
parecer, en un primer momento, totalmente opuesto a la Luz. Saben, en vuestro
interior, en vuestra Beatitud y Paz, que no es verdad. Y realmente no lo es.
Esto que hoy les propone la Luz, ella se los propondrá de
manera más intensa, y cada vez más importante. Aquí es donde deben dar prueba
de vuestra capacidad de no resistir, de no conducir, no querer controlar, sino
dejar hacer, en ustedes, a la Luz.
Luego, en los
primeros momentos, para aquellos que no están instalados en esta Vida de Luz, a
veces puede parecer incomprensible o difícil, pero después de dar los primeros
pasos, ustedes ganarán, ¿pero a qué nivel? Por supuesto, en la Paz. Ganarán en
la Verdad. Ganarán en Tranquilidad. Ganarán en el desarrollo de vuestra vida,
porque todo lo que podría antes parecer un obstáculo, va a desaparecer, en
realidad, como por arte de magia. No estarán más preocupados por otra cosa que
la Luz. Vivir la Luz, y eso es todo. Es decir, cada minuto, estar en la Luz. Es
decir, en todo momento, poner la Luz al frente y no detrás. No encontrar un
pretexto para justificar la acción de vuestra personalidad o reacción alguna.
Es manifestar esta plena confianza en la Luz, porque la Luz es realmente la
única cosa digna totalmente de confianza, y que, cualesquiera que sean las
apariencias, nunca les hará daño. Incluso si hay alguna resistencia, o lo que a
primera vista, pueda parecer detestable. Si pasan a otra, constatarán
rápidamente que la Luz sabe mejor que ustedes mismo lo que tiene que hacer, a
través de ustedes, más fácilmente que todos vuestros pensamientos, más
fácilmente que todas las acciones que puedan conducir.
Vivir en la Luz, es
aceptarla por completo. Vivir en la Luz, es no poner condición o suposición a
su Presencia. Y allí, empleando otras palabras (que lo llamen Absoluto, o que
no lo nombren), ya no importa porque se habrán borrado de lo efímero. Lo efímero,
por supuesto, sigue viviendo, pero ustedes ya no son eso. Se convirtieron en
Luz. No como una búsqueda de algo, sino porque, a fuerza de desaparecer de sí
mismo, a fuerza de borrarse, se convirtieron en esta Eternidad y en Felicidad.
No hay nada más que la Luz, que pueda aportar un contentamiento permanente.
Solo la Luz aporta esta Felicidad permanente. No hay relación, ninguna
satisfacción, ningún placer, que pueda rivalizar con la Luz, porque todo lo que
es satisfacción es efímero. La única cosa que no será nunca efímera, es la Luz,
que es independiente, incluso, de vuestra presencia en este mundo.
Pero acoger y Vivir
la Luz, en este cuerpo, teniendo la oportunidad de estar encarnado, durante
este período, es un enorme privilegio, ya que este privilegio les da la
oportunidad (como se ha dicho) de transmutar este cuerpo, de transmutar este
materia, de hacer Ascender lo que era sombra, por la trascendencia de la Luz.
El contentamiento en la Luz no cesa jamás, porque es permanente. Esto es lo que
les proponemos en nuestras Comuniones, y en nuestros contactos. Es lo que es
capaz de poner término al sufrimiento, a la resistencia, a la vacilación, a las
tergiversaciones.
Dejar a la Luz obrar
en ustedes, es borrarse de sí- mismo, es vivir en Luz. Y Vivir en Luz les
permite, sin renunciar a la condición humana, de trascenderla, ampliamente.
Esto le da un aliento nuevo. Esto da Alegría, mucho más allá de cualquier
alegría usual. Esto da, efectivamente, una permanencia y el sentimiento de que
en esta permanencia, hay algo indestructible, que no depende ni de vuestra edad
o de algo exterior o incluso interior, a nivel de vuestro estado. Es a esto
que, cada vez más, la Luz va a llamarlos. Es a esto que, cada vez más, estarán
sumisos o insumisos. Esta sumisión no es perdida de nada, por el contrario, el
re-descubrimiento de lo que Son, más allá de este efímero. Por supuesto, si
ustedes prefieren permanecer en lo efímero, es vuestra Libertad. Ya que la Luz
no puede convencerlos. Ella está simplemente allí y corresponde a ustedes
reconocerla. A ustedes corresponde aceptar que lo efímero es efímero y que la
Luz es Eterna.
Yo he expresado este
Camino de la Infancia, a través de la Humildad y la Simplicidad. Más que nunca,
hoy en día, esto es cada vez más cierto. No sólo es cada vez más verdadero,
sino cada vez más evidente. Si ustedes no aceptan verlo, simplemente, por
vuestro interés personal, incluso si este interés personal es lo que llaman
espiritual, pero remitiéndose completamente a la Gracia. Si hacen esto,
constatarán que los temores, que todavía puedan estar presentes, se alejarán de
ustedes rápidamente. Se darán cuenta también que no deben comprenderlos, ni
luchar contra, ya que se alejarán, al igual que todas las sombras a través de
la acción misma de la Luz.
La vida en Luz pone fin a las sombras. La vida en la Luz
pone fin a las carencias y los interrogatorios.
La vida en la Luz pone fin a lo efímero, sin dejar de estar en este efímero,
por el momento. Eso depende de ustedes.
Como lo hemos
repetido (unos y otras, así como los Ancianos), nadie puede pasar esta Puerta
en vuestro lugar. Recuerden también, que en ese momento se trata de una Puerta
colectiva, para toda la humanidad que esta encarnada, que se cerca a grandes
pasos. Por supuesto, para todos nuestros Hermanos y Hermanas encarnados que no
están, yo diría, en la misma disposición, ver eso será (para muchos), una
renuncia imposible, porque están tan seguros de tener que llevar las riendas,
conducir su vida, dirigir sus vidas, pagar los frutos de sus acciones pasadas o
futuras, siendo que eso no es así. Todo esto sólo representa creencias e
ilusiones. Deben extirpar de ustedes eso también (a través de lo que Son, que
es Transparente en la Luz, viviendo la Luz y en la Luz), para demostrar que esa
es la Verdad, el Camino y la Vida y que de ninguna manera y para siempre, la
voluntad de la persona puede igualar o incluso aproximarse a la Verdad de la
Luz. Ser Humilde, para reconocer esto es poner fin a la pesadilla, es terminar
con el sufrimiento, es poner fin a todas las ilusiones. No por una voluntad
personal, sino por la acción directa de la Gracia en la Luz.
Por supuesto, como
ustedes saben, hay resistencias. Estas resistencias no son siempre el resultado
de vuestras vivencias, vuestras experiencias, sino que se incluyen por el hecho
de vuestra presencia en lo efímero de esta vida. Pero saben que lo efímero, no
dura porque es efímero. ¿Por qué no darse vuelta de inmediato a la Luz y
permitirle obrar en ustedes?
Recuerden que no pueden tomar posesión de la Luz. Recuerden
que se convierten en Luz, dejándola fluir a través de ustedes, es decir,
viviendo en la Luz y no creyendo dominar, controlar o dirigir la menor Luz. Porque haciendo eso, se alejan de la Libertad, se alejan de la autonomía
y, sobre todo, de la Humildad. La Humildad es Transparencia.
Dejar el trabajo a la Luz, y Vivir en Luz, es sin duda la
mayor prueba de inteligencia, cuando estamos encarnados. Por supuesto, los temores son los elementos que a veces pueden impedir ver
eso. Eso será cada menos verdadero, porque es muy sencillo en definitiva: o te
conviertes en Luz y vives en la Luz, o te resistes a la Luz. Y los marcadores
son tan obvios: porque si se resisten a la Luz, ustedes no están en Paz. Si
viven en la Luz, están en Paz. No hay otra alternativa. Y es simple saber si
estamos en Paz o no. No es necesario preguntarse, o interrogarse. No hay
necesidad de tomarse la temperatura, o mirarse en el espejo. La Paz está ahí, o
no. Y si la Paz está allí, ustedes viven en la Luz. Y si la Paz no está allí,
entonces, es que resisten. Esto va a ser tan fácil de ver, y cada vez más
evidente para ustedes, como para todos los Hermanos y Hermanas que cruzarán en
este mundo.
"Deben
desaparecer por ustedes mismos, en esta parte limitada que tiene que ver con el
mundo y sus interacciones. Verán, cada vez más claramente, todo eso y recuerden
que más allá del sonido en los oídos, en las diferentes comunicaciones, que más
allá de vuestras Vibraciones. Las circunstancias externas (la disolución final
de este mundo) no podrá afectarlos.
Los Elementos,
cuando trabajan a través de los Jinetes, como se han llamado, no tocarán
ninguno de vuestros cabellos. Podrán estar al lado de un relámpago, estar al
lado de un volcán y no se verán afectados de ninguna manera. Eso es la Paz y el
poder de la Luz, que requiere la desaparición de todo el poder de la persona. Y
de hecho, en última instancia, borrase de lo efímero y vivir a la Luz, es
renunciar al poder de la persona. La verdadera Maestría está ahí. No es una
expresión de poder sobre ustedes u otro. Ustedes están, en efecto, en lo que se
llamó el Abandono del Sí. Así que lo que podría, quizá, parecer difícil de
entender o vivir durante esos pocos meses que acaban de pasar, van a
presentarse a ustedes con tal evidencia y claridad que, pronto, no podrán decir
que no sabían, mucho antes del Anuncio de María. Esto está sucediendo ahora.
La acción de los
Jinetes es la siguiente: ella permite justamente ver, ver con claridad y, de
alguna manera, de medirse sin juzgarse. Y esta medida, se relaciona con la
calidad y cantidad de Paz, que tienen (o no tienen o que no son). De hecho, es
muy simple, pero muy complicado para los que se quedan encerrados en sus
creencias, encerrados en su personalidad, atrapados en sus miedos. Los Ancianos
(y, especialmente, en su filosofía oriental) les dijeron que ustedes no eran
estos temores, que nada de lo que pueda manifestar vuestra Conciencia, por
temor, dolor o enfermedad, no les concierne. Esto sólo concierne a lo efímero,
a lo fugaz del cuerpo, la fugacidad de vuestra historia. Pero ni vuestra
historia, ni vuestro cuerpo son Eternos. Sólo la Luz es eterna.
Así que vivir en la Luz, es no verse afectado de ninguna
manera, por la voluntad personal, por el sufrimiento personal, o el sufrimiento
del medio ambiente. Vivir eso es estar Liberado. Vivir eso tiene por testigo la
Paz. Es vuestra responsabilidad de hacer la Paz
en ustedes, pero también les corresponde dejar a la Paz asentarse y
manifestarse. Ustedes no pueden controlar la Paz. No pueden controlar, de la misma
manera, algunas de funciones de este cuerpo. Si aceptan y entienden eso,
entonces todo será más fácil. Así es el camino de la Humildad, el camino de la
Simplicidad. ¿Es que, se atreven a manifestar lo que Son? ¿Es qué se atreven a
renunciar a todo poder, y a renunciar a toda voluntad? Por supuesto, el ego te
dirá que es imposible. Desde luego, si es ordinario y efímero les dirá que
tienen que hacer esto o aquello, que tienen obligaciones, que es necesario
controlar una cosa o una persona y van a aferrarse a estas nociones. Pero la
Verdadera Vida, no está allí. Esto no les impide, en realidad, de ejercer lo
que la Luz les dice. Es simplemente, como les dijo BIDI, una cuestión de mirada
y de perspectiva, no el punto de vista superficial: o sea el punto de vista de
la persona o el punto de vista de la Luz. Y la luz será siempre mucho más
inteligente que el más inteligente de nuestros Hermanos y Hermanas.
Borrarse para vivir
en la Luz, es renunciar a lo efímero. Esta renuncia, una vez más, no es dar
muerte a vuestra vida, ni a nada. Se trata simplemente de tener la lucidez de
aceptar la acción de la Luz. Así, como ustedes lo saben, la Luz, ha venido de
arriba, desde el cielo, ella vino a la Tierra, llegó por la acción de la
Gracia, ha venido también, de lo que ustedes Son precisamente, más allá de lo
efímero y de lo que ya no teníamos Conciencia. Sólo quedaba la esperanza de un
avenir mejor, o un camino que los llevará a nuestra Verdad. Y está ahí, ahora,
está totalmente allí. Sólo les queda desviarse de ustedes mismos, desviarse de
vuestras dudas, de lo que llaman miedos, de vuestras creencias, de vuestras
pertenencias de lo que sea o de quién sea. Ahí está la Autonomía y la Libertad,
como dice el Anciano, HERMANO K. Ustedes verán. Usted deciden. Si se colocan en
la Luz o en lo efímero. La consecuencia no es el misma. ¿Están ustedes en Paz?
Si están en la Luz, sólo pueden estar en Paz. Cualesquiera que sean las
circunstancias, o el evento, cualquiera que sea el dolor, o el sufrimiento no
les concierne. Hay en la luz y en la vida en la Luz, mucho más que una
esperanza: hay una plenitud. Esta plenitud no se puede comparar con nada
humano, y sin embargo es muy real. Así que depende de ustedes.
Pero la Llamada de
la luz, la llamada de María, se convertirán en más acuciante, y también cada
más evidentes. Y ahí también, son ustedes los que franquean la Puerta, son
ustedes los que viven en la resistencia, el miedo y el sufrimiento, o quienes
se colocan exactamente en la vida, en Luz. Para hacer esto, ustedes deben renunciar
a sí mismo, a vuestra historia, y a cualquier posesión. ¿Son ustedes capaces?
Sí, todos lo son. Y cada vez será más evidente.
Así, siendo eso cada
vez más evidente, deberá ser, para ustedes, cada vez más fácil, en todos los
niveles. Si esto se vuelve cada vez más difícil, entonces, miren lo que está
obrando en ustedes, sin juicio, sin complacencia, sin condenar. Sólo estar
lúcidos de lo que se juega, en ustedes, en este efímero: el mantenimiento de lo
efímero, la resistencia, el miedo y el sufrimiento, o la Paz, y la plenitud de
la Alegría de la Luz. ¿Están ustedes apegados a sí mismo? ¿Apegados a alguien,
o a algo? O bien, están dispuestos a ser despegados por la voluntad de la Luz
de todo? No habrá medias tintas. Esto es cada vez más, lo uno o lo otro.
Como se ha dicho por
los Ancianos, por otras Estrellas: ustedes no puede seguir siendo oruga y
mariposa y eso será cada vez más evidente, cada vez más percutiente, porque el
Amor los quiere enteros. El Amor los quiere entero, porque eso es lo que somos
todos. Pero este Amor que no es el Amor, como el que han vivido. Este Amor que
no es lo que piensan del Amor. Este Amor que no es media tinta. No es un apego.
Ni siquiera es una relación. El es un Don total, de Sí mismo. ¿Están listos
para renunciar a todo? ¿Están listos para responder al Cristo cuando diga:
"Deja que los muertos entierren a sus muertos. Ven y sígueme”. No hay otra
alternativa.
Ustedes no pueden
(ya más), no pueden tergiversar, temporizar las cosas, no podrán ya negociar,
no se puede y no podrán posponer las cosas, porque la Luz es cada vez más
apremiante. Ella los quiere en totalidad, no los quiere en el sentido de
posesión, si no para restituirlos a lo que Son. Y para eso se necesita ser
Humilde, es necesario desvanecerse de lo efímero. Es necesario aceptar
desaparecer. Ahí está la grandeza. Ahí está la maestría. No está en cualquier
otra cosa y ustedes lo verán en realidad, cara a cara. No podrán ignorarlo más.
Estarán obligados a verlo de frente, incluso si lo niegan. Aquí está lo que podríamos
llamar, como en los viejos tiempos, y en mi tiempo, el juicio final. Sin
embargo, no hay juicio. Es vivir en la Luz, o en la resistencia. La Paz es
allí. O está el miedo. Y será cada vez más cortante: es lo uno o la otra, pero
será cada vez menos los dos o la alternancia de ambos. Corresponde a ustedes
posicionarse. Por lo tanto, deben decidir. Nadie, como lo hemos dicho, puede
hacerlo en vuestro lugar.
Ser Luz es estar
dispuesto a perder todo lo que pertenece a lo efímero, no en el sentido de
duelo, sino sobre todo en el de pérdida de todas las ilusiones. Por la
experiencia directa en todo lo que se vive (ya sea en vuestra actividades, con
vuestros padres, hijos, familiares, con el mundo) que solo es efímero, mientras
que lo que somos todos, no es efímero. Un día, uno de los Ancianos le dijo:
"No son ustedes que desaparecen, sino el mundo". Deben desaparecer
por ustedes mismos, en esta parte limitada que tiene que ver con el mundo y sus
interacciones. Verán, cada vez más claramente, todo eso y recuerden que más
allá del sonido en los oídos, en las diferentes comunicaciones, que más allá de
vuestras Vibraciones en diferentes partes del cuerpo, el testigo principal no
es otro que la Paz o la no-Paz. Esta será vuestra guía para ver si están en la
Luz, o si no están allí todavía. Desde este punto de vista, no se juzguen, ni
se condenen. Acepten simplemente que las cosas son así, en el momento que toman
conciencia, simplemente adapten lo que tiene que ser. Desaparecer de lo efímero. Mantener lo efímero. Vivir en la Luz o vivir
sin Luz. Esto hace parte del tiempo de Disolución final.
Recuerden lo que
dijo MARIA: cuanto más el tiempo dure, más tienen que agradecer. No se apuren,
porque cuanto más tiempo tengan, ustedes tienen la oportunidad, así como todos
los Hermanos y Hermanas que están encarnados, para realizarse en la Luz.
Por lo tanto, dar
las gracias por este tiempo que se extiende. Den gracias por el tiempo que se
alarga. Den gracias por el lugar donde están, allí donde sea en este mundo. Den
gracias por lo que esté sucediendo en vuestra vida, aunque eso les parezca
terrible. Eso, solo es la mirada del momento, pero no de la Eternidad. Lo que
pueda parecer terrible, en un momento, contribuye de manera total a vuestra
libertad. Incluso si no se presenta así al principio. Recuerden que no pueden
ver todo en lo efímero. Ya sea que se vean afectados por lo efímero, los
miedos, las pérdidas, por apegos y desapegos.
Pero, como hemos
dicho, lo que viene es realmente la Luz. Esto que viene no es un juicio, y mucho
menos un castigo, sino el retorno total de la Vida en Luz. Si aceptan este
principio (no como una creencia, sino comenzando a Vivirla), todo será más
fácil, cada vez más fácil y podrán ver por sí mismos, que sólo el miedo crea
resistencia, y que éste los arrastra de nuevo a lo efímero.
Recuerden: el miedo
o la paz. Todo lo demás es trivial, todo lo demás carece de importancia. ¿Es
que vuestra vida, lo que se desarrolla en ella, y vuestro pensamiento, están en
Luz? No, según lo que ustedes piensan que deber ser la Luz. ¿Es que vuestra conciencia está plena de
luz? ¿Es que vuestros pensamientos son plenos de Luz? Si es así, entonces la
Paz está ahí.
Si la paz no está
allí, es que el miedo lo está, incluso si no quieren admitirlo o reconocerlo.
Hay que verlo, hay que reconocer, sin juzgar, porque tan pronto aceptan verlo,
es una puesta en Luz. Una vez que ustedes lo reconocen la Luz está ahí.
He aquí: algunos
elementos que tenía que transmitirles.
Permítanme
ofrecerles mi Presencia a vuestro lado, en este acto de Comunión y de la
Abandono a la Luz.
Hagamos eso ahora,
si están de acuerdo, y les digo hasta otro día.
... Compartir del don de la Gracia ...
Soy TERESA y les
abrazo.
Original en francés www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Traducción: Hedyn Núñez
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
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Traducción: Hedyn Núñez
AUDIO
SANTA TERESA DE LISIEUX
EL CAMINO DE LA INFANCIA, LA HUMILDAD Y LA SIMPLICIDAD
17 de agosto 2012
Realizado por Domingos y Ana (Mikaël y SaräAmma)
http://www.isismikael.blogspot.com
SANTA TERESA DE LISIEUX
EL CAMINO DE LA INFANCIA, LA HUMILDAD Y LA SIMPLICIDAD
17 de agosto 2012
Realizado por Domingos y Ana (Mikaël y SaräAmma)
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