GEMA GALGANI
ELEMENTOS QUE NOS ALEJAN
DEL MANTO AZUL DE LA GRACIA
18 de febrero de 2012
Soy GEMA GALGANI. Hermanos y Hermanas quienes me escuchan, quienes me leerán, vengo a ustedes como entidad que lleva la Vibración de la Estrella UNIDAD, y también, como ya se sabe, una de los componentes del Manto Azul de la Gracia, en su polaridad dicha femenina. Les he hablado, en numerosas ocasiones, sobre la UNIDAD. Vengo, hoy, a darles algunos elementos, los que, si los siguen, incluso en su personalidad, les permitirán beneficiarse, cuanto antes, y de vivir, el Manto Azul de la Gracia y convertirse en la Gracia.
Entonces, voy a presentarles lo que ha sido dicho por el Arcángel ANAËL y por el Maestro OMRAAM (Nde: Omraam Mikaël AÏVANHOV) acerca de lo que es el Absoluto, lo que es el Intasis, y el acceso a esta fase, hasta cierto punto, última. No voy a elaborarles (como eso se dijo, porque eso es imposible) una serie de elementos correspondientes a este estado. Pero voy más bien a darles los elementos que, en la personalidad, de su vida ordinaria, pueden aún suponer un obstáculo al Manto Azul de la Gracia. Estos elementos son muy lógicos y si acogen esto y que ustedes mismos hacen la experiencia, constatarán muy rápidamente que el Manto Azul de la Gracia no puede ya tenerse aparte de su propia Presencia. Ustedes mismos se convertirán en esta Gracia. Todo eso se deriva incluso de las descripciones que pude darles de la UNIDAD y también, en cierta medida, de lo que pudo decirles mi Hermana HILDEGARDE de BINGEN, sobre la Tensión hacia la Luz (Nde: canalización del 25 de octubre de 2010 en la rúbrica “mensajes que deben leerse”) que responden y que siguen también elementos otorgados por el Arcángel ANAËL sobre el Abandono a la Luz (Nde: canalizaciones del 11 de mayo de 2009,13 de mayo de 2009, 17 de mayo de 2009,5 de octubre de 2009, 5 de agosto de 2010). Porque hay, en la personalidad, una serie de elementos que se juegan, hasta cierto punto, independientemente de su conciencia, y que les alejan del Manto Azul de la Gracia.
Entonces vamos a ver, a enumerar y, lo espero, a comprender, estos elementos, que son obstáculos, en resumen, muy simples, al establecimiento de la Gracia en ustedes. Y por otra parte, incluso algunos de estos elementos les fueron dados a vivir, por experiencia, pero conviene reformularlos.
El Manto Azul de la Gracia sólo se encuentra en el presente. Lo que quiere decir que a partir del momento en que, por una razón o por otra, no están ya en el aquí y ahora, el Hic y Nunc (si su pensamiento se orienta hacia el pasado o hacia el futuro, incluso si se trata de cinco minutos más tarde), la Vibración les deja.
Así pues, favorecer la aparición del Manto Azul de la Gracia, es centrarse en el Presente, es estar lúcido y consciente que todo lo que los aleja de su presente, los aleja de la Gracia. Es la primera etapa.
La Segunda etapa se refiere a los pensamientos y al mental.
Por supuesto, su presencia en los mundos de la dualidad se traduce en mecanismos, que todos conocimos, que es la aparición de los pensamientos. Y a menudo, estos pensamientos aparecen y desaparecen. Y a menudo, nos hemos identificado todos a nuestros propios pensamientos, persuadidos de que emitimos un pensamiento mientras que no se emite nunca un pensamiento: un pensamiento les cruza, se construye en función de las circunstancias observadas, de manera consciente o inconsciente. Entonces, conviene aceptar que no son sus pensamientos y que incluso el pensamiento que les parece el más lógico es un pensamiento que se pone entre lo que son y la Gracia. Porque la Gracia nunca será un pensamiento.
Entonces, es extremadamente difícil (y eso es incluso imposible) detener los pensamientos. Incluso los que meditan de manera intensa pueden bañarse en la Luz y observar, al mismo tiempo, la aparición de pensamientos. No pueden obligar y oponerse a sus propios pensamientos, los que se emiten y que los cruzan. Entonces, es a ustedes que corresponde decidir lo que piensan: por el ejercicio conjunto de la ATENCIÓN y de la INTENCIÓN, va a ser necesario orientar o reorientar sus pensamientos, procurando que la Luz vaya a convertirse en su única preocupación, que cualquiera que sea la actividad que pueden realizar o que llevan, o que se obligan a llevar, la Luz debe estar sobre el frente.
Es decir incluso la actividad más compleja de su vida debe acompañarse del pensamiento de la Luz. Es una forma de vigilancia. Esta forma de vigilancia, orientada hacia el pensamiento de Luz y hacia la Luz, va a permitirles entender y ver sus propios pensamientos que los alejan de la Luz y del pensamiento de la Luz. Esta segunda etapa va pues a permitirles, hasta cierto punto, dirigir su INTENCIÓN y su ATENCIÓN sobre la Luz.
La tercera etapa se refiere a lo que se llama el mundo de las emociones. Porque en la vida, en este mundo de la dualidad, toda acción implica una reacción, y toda reacción es la consecuencia de una acción, aunque no lo ven. Eso va a requerir, allí también, una forma de toma de distancia porque, para que la Gracia se manifieste y actúe en su vida, es necesario que acepten que no son maestros de vuestra vida, sino que la vida es vuestro maestro. Entonces, en ese momento, se acercarán a la UNIDAD indispensable para el establecimiento de la Gracia.
La cuarta etapa consiste en comprender que todo lo que es distracción (y entiendo por distracción todo lo que les divierte) es, en realidad, un alejamiento de la Gracia. Por supuesto, eso no quiere decir, por allí, que no es necesario ya hacer nada, ya no concederse o permitirse placer. Pero bien estar consciente del papel que desempeñan el conjunto de las distracciones (al cual se someten, al cual se adhieren) como elemento interferente con la Gracia. Una vez más, no hay que suprimir, por la voluntad, sino estar Lúcido de lo que representan estos elementos de distracción.
La quinta etapa, es intentar favorecer, en ustedes, la experiencia. Ahora bien, la experiencia no puede manifestarse mientras utilicen palabras, mientras utilicen conceptos. Porque las palabras y los conceptos les remiten reorientar sistemáticamente a la experiencia del pasado, incluso la Más luminosa. Y la experiencia pasada no es el Presente. Eso requiere hacer, en ustedes, el silencio, no decidiendo callarse u oponerse a sus propios pensamientos (el que se emite y que nace independientemente de ustedes) sino, bien más, a favorecer los momentos que calificaría de contemplativos (que eso sea la llama de un fuego, que eso sea un elemento de la naturaleza). Porque la contemplación, alejándolos de las palabras, los acerca del momento Presente, del AQUÍ y AHORA, por lo tanto de la UNIDAD, y los vuelve, hasta cierto punto, propicios a la Gracia.
Otra etapa: ya no alimentar lo que pertenece a la Ilusión.
Entonces, por supuesto, eso no quiere decir, por allí, que es necesario ya no alimentarse, o extraerse del mundo, sino allí también, estar cada vez más Lúcidos y conscientes del efecto de este mundo, de la Dualidad, sobre la UNIDAD. La Dualidad es lo contrario estrictamente y la antítesis de la UNIDAD y es transitoria, solamente la UNIDAD es Eterna. Entonces, cuando juegan el juego de la Dualidad (que eso esté en las relaciones con ustedes mismos, en las relaciones con los seres, en sus empleos), su conciencia, por supuesto, es limitada y, es incluso necesaria, para actuar en estos aspectos de la vida. Cualquiera que sea su actividad, más allá de la conciencia misma de vuestra tensión hacia la Luz (por la ATENCIÓN y la INTENCIÓN), vuelven a entrar en contemplación. Si cultivan un huerto, cambian su mirada: consideran las maravillas de la Creación. Si son terapeutas, consideran que no son ustedes quienes ejercen la terapia. Mientras la voluntad personal (la del ego, por lo tanto) quiera colocarse entre la Luz y ustedes (aunque la reciban), y bien, hay alejamiento de la Gracia. Deben, incluso en la acción, intentar sustituir el hacer por el Ser. Esta etapa es la que viene exactamente más tarde.
Si respetan este pequeño número de etapas (y, si es posible, a medida del tiempo, de manera simultánea y más allá de sus períodos de Alineación, meditación, Radiación), van a darse cuenta que la Gracia puede manifestarse no importando que hagan.
¿Y cuáles son las primicias de esta Gracia, fuera de las Alineaciones, fuera de los momentos privilegiados de Interioridad e Interiorización?
Y bien, es precisamente la manifestación de esto de los que habló mi Hermana MA ANANDA MOYI: es la presencia, en ustedes, de su propia Presencia, y sobre todo de este Intasis, de esta forma de gozo que no puede ser alterado, incluso por a una actividad más superficial o más precisa de este mundo. Eso permitirá mantener, incluso en la conciencia limitada, la Presencia de la Gracia, o instalarla.
Entonces, estas pocas etapas, extremadamente simples, si las asocian, van, hasta cierto punto, a dejar todo el lugar para la instalación de la Gracia. Comprenderán (porque lo vivirán), en ese momento, que lo que actúa, que lo que vive, no es ustedes. No es (una vez más, como eso se dijo) un rechazo de la vida, sino una transcendencia incluso de su vida. Y eso es posible, no importando que hagan. Porque, en un momento dado, cualquiera que sea la acción, estarán en el Ser. Porque en un momento dado, incluso en los actos más superficiales o los más precisos de la vida, estarán en UNIDAD. Por supuesto, habrá momentos en que la llamada de la Luz pasará a ser tal que deberán volver a entrar, entonces, de manera más íntima y más profunda, en esta UNIDAD y este Intasis. Pero globalmente, tendrán la oportunidad de poder hacer cohabitar, hasta cierto punto, lo que ha sido nombrado (reanudo estas expresiones porque son significativas) el Si Luz y él yo Sombra. En un momento dado, incluso estas dos partes de ustedes no existirán ya. Allí, la Gracia se instalará de manera definitiva. En ese momento, estarán más allá de la Alegría, en este Intasis permanente. Serán una Conciencia en un cuerpo, pero no serán ya este cuerpo. Serán una Conciencia en el pensamiento, pero no serán ya sus pensamientos.
Intento ponerles en palabras lo que corresponde, muy exactamente, a la instalación definitiva en la UNIDAD, a la instalación definitiva de su Conciencia, que nuestras Hermanas orientales nombraron Turiya.
Entonces, los mecanismos de Comunión, Fusión, Disolución, no serán más experiencias sino devendrán su vivir permanente, no importando que haga y que diga la personalidad, incluso en estos momentos que pueden parecer, vistos del exterior, como contrarios, porque no vivirán ya en el área más densa pero vivirán en el área más central, es decir, el Corazón. La vida del Amor, la vida de la Gracia, la vida del Fuego ella devendrá entonces completamente independiente de sus momentos de Alineación, de sus momentos de meditación, de sus noches. El Manto de la Gracia va a establecerles, hasta cierto punto, más allá de toda apariencia, en la UNIDAD definitiva, en esta Dualidad.
Al respetar estos pocos elementos, muy simples, constatarán muy, muy rápidamente que se establecerán cada vez más fácil y cada vez más duraderamente en este estado de gracia. Hay, por supuesto, un período de aclimatación y este período de aclimatación es más o menos largo, según su estado previo.
En algunos momentos, tendrán la impresión de ser aniquilados de sueño, cansancio, pesadez, dolores, fuego. En otros momentos, estarán en una vigilancia extrema donde la conciencia no puede encontrar ni sueño, ni descanso. Todo esto son las primicias de la instalación en la Gracia. Hasta cierto punto, al tener la clara conciencia de lo que no es la UNIDAD, se acercarán a la Gracia, se distanciarán de todo lo que es transitorio, sin rechazarlo (porque esto es importante) pero, realmente, transcendiéndolo. Se les volverá entonces fácil, y cada vez más, realizar una acción, en la Dualidad, manteniendo la Gracia. Y entonces, cualquiera que sea vuestra actividad, habrá algo que estará en ustedes, completamente independiente de la actividad dada, del humor, de los pensamientos, de las emociones. Vivirán, incluso cocinando, este Gozo Supremo del Amor. En ese momento, no habrá ya nada más que hacer: habrá, exactamente, que acoger la experiencia que se volverá permanencia y permanente.
A lo sumo crecerán en la Gracia, a lo sumo crecerán en el estado de UNIDAD. La UNIDAD no será más un concepto, incluso ni una percepción, sino un estado, más allá de la Vibración de su propia conciencia. Y este estado es Felicidad absoluta, Gozo absoluto. Por supuesto, no digo que toda su vida pasará en este Gozo porque, por supuesto, en torno a ustedes, las circunstancias de la Dualidad (que no son las suyas) pueden convertirse en elementos confrontantes y opositores. Es a ustedes, en ese momento, que corresponde no dar peso, no dar importancia, a lo que viene a tratar de que salgan de este Gozo y esta Felicidad.
Recuerden también que, si eso se vuelve demasiado doloroso, según su medio ambiente de vida, planteen las cuestiones de retirarse un momento, algunos días, para estar aislados, en comunión consigo mismos, y de dejar a la Gracia instalarse de manera más intensa. Porque lo que se instala como Gracia no desaparecerá ya. Contrariamente a algunas de sus experiencias de Luz, de sus experiencias de Alineación, o incluso, de Radiación, vinculadas a los Arcángeles, que les permiten experimentar momentos de UNIDAD, momentos de Alegría, pero también, otros momentos de su vida pueden ser muy dolorosos vinculados a la dualidad (en el emocional, en sus pensamientos, en sus relaciones, en su cuerpo).
La particularidad de la Gracia es que, cuando se instala en la Felicidad, ésta no les dejará más. La experiencia es pues, hasta cierto punto, si puedo decirlo, acumulativa: no puede desaparecer. Es a ustedes que conviene entonces ajustar las características de su vida, para darse la oportunidad de vivir eso.
Entonces ahora, para los de entre ustedes, mis Hermanos y mis Hermanas, que aún no vivieron la Gracia, no se desesperen. Pero no esperen nada, no pidan nada. Dejen las cosas hacerse. Entre menos intervengan, según las etapas que les he dado, más la Gracia tiene la oportunidad de manifestarse, de instalarse, desarrollarse. Y no son ustedes quienes dirigen, no son ustedes quienes deciden.
Así pues, constatarán por si mismos (por su experiencia y su vivir), que este estado de Felicidad o Samadhi Interior, no pide nada más que estar en ustedes, para ser su Conciencia. A ustedes corresponde también, en todas las etapas que nombré, de no dar más peso a su propia dualidad, en ustedes, como fuera de ustedes.
Así pues, la instalación del Manto Azul de la Gracia les resultará cada vez más accesible y también cada vez más evidente. La Felicidad será su Morada cada vez más ordinaria, que eso esté en su sueño, en sus actos ordinarios o extraordinarios de su vida. He aquí las algunas frases que tenía que darles. Si nos queda un espacio de cuestiones, lo abro antes de que intervengamos, MA (Nde: MA ANANDA MOYI), MARIA y yo misma, en la efusión del Manto Azul de la Gracia.
Cuestión:
¿Cómo reconciliar tensión hacia la Luz y no pedir nada, no desear nada?
Mi Hermano, la tensión hacia el Abandono es precisamente lo que aparece a partir del momento en que no existe más demanda, en la personalidad.
La tensión hacia el Abandono es un acto último, tal como se lo había explicado mi hermana HILDEGARDE (Nde: HILDEGARDE DE BINGEN). Porque, cuando toman para práctica habitual, si se puede decir, de pensar Luz, cualesquiera que sean sus otros pensamientos, ordenan la preeminencia de su pensamiento sobre la Luz y eso crea (de sí mismo) esta tensión hacia el Abandono, que no es más una demanda. ¿Porque, quién pide la Luz, si no es la personalidad? Ahora bien, la personalidad no puede pedir nada porque toda solicitud de la personalidad aleja la Gracia. Por el contrario, si respetan las etapas, si llevan a la práctica las etapas, y si ocupan su vida con la Luz, viene un momento en que la Luz está allí. Pero no pidieron la Luz: pensaron en la Luz, esto no es la misma cosa. Porque la demanda, incluso de Luz, es una acción. El pensamiento de Luz, la contemplación, no es una demanda y no es una acción.
Cuestión:
¿Este pensamiento de Luz, que acaban de mencionar, se refiere al mental?
Sí. El mental es su amo. No pueden suprimirlo por el mental, ustedes mismos. Pero pueden orientar los mecanismos de este mental. El mental es un obstáculo al Presente porque se establece siempre en una referencia al pasado o en una proyección al futuro. Si, en su presente, el pensamiento de la Luz es, hasta cierto punto, su objetivo (y no una demanda), poco a poco o brutalmente, el mental pasará a ser como un lago tranquilo y constatarán que ningún pensamiento les cruza. Lo mismo ocurre con la afirmación mental “Yo Soy Uno” (que es una etapa sobre el desconstrucción del “yo soy”) que alcanza el Absoluto. El Manto Azul de la Gracia, como se los dijo mi Hermana MA, es el agente.
Cuestión:
¿Cómo reconciliar Interioridad y actividad exterior?
¿Bien amada, dónde sitúas tú tu devenir? ¿Está en la perpetuación de esta Dimensión? ¿Es eso lo que tú crees? ¿Es en eso que te adhieres y es eso lo que va a pasar?
Hay posiciones a veces (emocionales, profesionales, interpersonales, geográficas) que son indispensables. Pero hay también un momento y un tiempo en que comprenderás y te darás cuenta que no hay diferencias entre tu Interior y tu exterior porque es la misma Verdad. Es decir el exterior que tú creas no es más que el reflejo de tu propio Interior. Querer mejorar un exterior corresponde a lo que debe observarse en sí, ante todo. Puesto que el exterior no será siempre más que la traducción de algo que es Interior. Hasta darse cuenta que, finalmente y en definitiva, no hay ni Interior, ni exterior, que esto es una mirada de la dualidad. Toda voluntad de mejora, de cualquier cosa, exteriormente, participa de lo que se ha llamado y detenidamente se ha desarrollado, la voluntad de bien. ¿Entonces, conviene plantearse la cuestión de por qué la voluntad de bien (sea ella igualmente encomiable) no es el establecimiento en la UNIDAD? No puede haber UNIDAD en la Dualidad, es tan simple como eso. La voluntad de bien nunca podrá hacer vivir la UNIDAD.
A partir de allí, a ti te toca ver si lo aceptas o lo niegas A ti te corresponde ver si eso hace eco o si eso es rechazado. Pero nadie más que tú puede decirte cómo actuar, cómo ser. Lo mismo ocurre, no solamente en este ámbito, pero en todo acto, toda relación, todo afecto. ¿Una vez que esta forma de antagonismo, oposición, o contradicción (llámala como quieras), se solucione, que pasará? Y bien, pasará exactamente lo que te dije: no percibirás ni diferencia, ni distinción entre el Interior y el exterior. En ese momento, te bastará que hagas tuya esta divisa: “Ama y haz lo que te agrade”. Pero las cosas serán profundamente diferentes porque tu conciencia no será ya la misma. Vista del exterior, eso será la misma acción, pero visto de ti, de tu intimidad, eso será profundamente diferente. Eso llama a plantearles la cuestión de sus prioridades.
No tenemos más de cuestionamientos Les agradecemos.
Hermanos y Hermanas, les propongo pues, si no está ya hecho, instalarse tranquilamente allí donde están.
Vamos a vivir, juntos, debido a vuestra Presencia, mi Presencia, así como el regreso de MA ANANDA y la llegada de MARIA, un espacio común abriéndoles a la Gracia. Vivamos eso, ahora.
... Efusión Vibratoria/Comunión…
Queridos Hermanos y Hermanas, doy Gracia para su recepción y su Presencia.
Las Estrellas del Manto Azul de la Gracia los saludan y los aman.
Hasta pronto, aquí o en otro lugar.
Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
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