sábado, 20 de octubre de 2012

YESHUA - COMUNICÁNDOTE CON TU ALMA


YESHUA
COMUNICÁNDOTE CON TU ALMA
Octubre de 2012



Queridos amigos, YO SOY Yeshua. Estoy con vosotros.

Mi energía se conecta con la vuestra; sentidla alrededor y a través de vosotros. No soy extraño para vosotros. Estamos familiarizados mutuamente; así que sentid esa familiaridad. La Energía Crística no es extraña para vosotros. En vuestro corazón hay una llama, una inspiración, un deseo; y también un conocimiento, de que ésta es la vida y éstos son los tiempos en los cuales queréis incorporar vuestra Luz Crística aquí en la Tierra.

Durante largo tiempo habéis esperado esta oportunidad. Habéis llevado en vosotros esta minúscula chispa a través de múltiples vidas; y ahora sentís que ha llegado una nueva oportunidad. Una de las razones para que nacierais en la Tierra en este tiempo, fue la promesa de que esa chispa ardería como una llama claramente visible para vosotros y para otros. 

El deseo que os trajo aquí es formar, de una manera o de otra, un canal para que la Energía Álmica Divina se realice en vosotros en esta vida en la Tierra. Queréis ser llevados por la canción de vuestra Alma. Queréis recordar quiénes sois, más allá de lo que, desde el exterior, ha conformado vuestra vida en la Tierra.

Durante vuestra crianza, cada uno de vosotros adquiere opiniones y creencias sobre sí mismo. Absorbes ideas e imágenes de tus padres, de tu familia, de tus pares, de la escuela, etc. Comienzas a desempeñar ciertos roles sin cuestionarlos; y pronto desarrollas algo llamado "personalidad": un conjunto de hábitos, comportamientos y pensamientos. Pero en algún momento en el curso del crecimiento, algo más despierta en ti.

Al comienzo, no es más que un susurro; una memoria que no puedes ubicar; un conocimiento de que eres más que lo meramente determinado por el mundo exterior a ti. Hay algo más profundo, una capa que no puede ser contenida ni comprendida por el intelecto humano. Allí dentro habita tu núcleo, aquél que precede y sobrevive a la esfera terrenal: tu Alma.

Cuando tu Alma encarna en la Tierra, ya ha adquirido una historia. El Alma lleva en sí misma todas clases de impresiones de otras vidas y experiencias en el Cosmos. Cuando naces no eres una página en blanco; ya has desarrollado sabiduría por medio de todas tus experiencias previas. Llegas a esta vida con algo para dar; ya en el nacimiento eres una flor única. Y realmente la vida está destinada a hacer viable y visible esa flor, a llevarla a total florecimiento radiante.

Sin embargo, debido a las influencias que adquiriste durante tu juventud, este desarrollo te puede ser impedido durante largo tiempo. Tratas de conformarte según lo que se te exige; y frecuentemente ese ajuste causa dolor, porque al hacerlo te estás despojando. Las fuerzas exteriores pueden ser muy obligantes y decisivas para ti. 

Todos los que estáis presentes aquí o leéis esto ahora, queréis liberaros de estas fuerzas. Las presiones de tu ambiente tratan de influír en ti y definirte; y mantenerte vigilado, pero como una mariposa que surge de su capullo, buscas liberarte de estas fuerzas exteriores. ¿Y qué es lo que te impulsa? Es una remembranza, un apremio, un conocimiento que al principio es muy tenue; y no puede encontrar su cumplimiento en el mundo visible, sino solamente en la profundidad de tu ser interno.

Allí dentro, aún te atreves a soñar; allí dentro, algunas veces sabes muy claramente quién eres. Algunas veces, literalmente, viajas al Hogar en tus sueños durante la noche para beber de una fuente muy vívida, muy familiar y muy pura. Cuando estás allí, no puedes imaginar siquiera cómo pudiste olvidarlo; pero así es. Te has perdido en la vida en la Tierra, principalmente por causa del temor y el juicio y la negatividad que aún prevalecen en el mundo.

Por causa de su propia impotencia, frecuentemente padres y profesores no dan a sus niños fe en sí mismos ni en sus recursos internos; perdónalos por eso. Ellos también han sido presa de estas influencias mundanas; en parte han sucumbido a las ilusiones prevalecientes en la Tierra. 

Pero tú has llegado aquí para desbaratar esas ilusiones, lo cual hace de ti un Trabajador de Luz. Alguien que quiere ayudar a cambiar la consciencia en la Tierra, para que las personas comiencen de nuevo a creer en su propia fortaleza única: el Alma que trasciende su personalidad terrenal; y la pongan a cantar.

Eres valiente. Por una parte, has sido herido al perder tu camino en esta realidad; y esta dolorosa experiencia se convierte en una parte de tu senda en la vida. Pero por otra parte, también has encontrado la senda hacia el interior oyendo los susurros de tu Alma. Algunas veces es difícil confiar realmente, porque sientes la influencia de los viejos pensamientos que te mantienen pequeño; los sentimientos de incertidumbre y duda. Y de hecho, de niño, aprendiste que esos sentimientos eran correctos y verdaderos: mantenerte pequeño; no sobresalir; no actuar raro, no pensar por fuera de la norma; ajustarte; ser un buen ciudadano; ser una querida pareja y un buen padre; ser responsable.

Todos estos valores supuestamente altos, demasiado a menudo te mantienen pequeño; y exigen que ocultes tu originalidad. Pero una vez que comienzas a ir al interior, ya no puedes regresar. Ya no puedes ignorar lo único que eres, tu fortaleza y tu ser diferente; y esto te inspira temor: "Si sigo la voz de mi corazón, el grito de mi Alma: ¿Me convertiré en extraño y seré esquivado? ¿Quién me amará, quién querrá aceptarme entonces? ¿Aún así seré bienvenido?" Yo veo esa duda en vuestros corazones; y te pido que primero reflexiones en quién eres: esa otra parte de ti que se quiere salir de la senda trillada; que sigue queriendo ir al interior; y que recuerda algo: una nostalgia del Hogar, un anhelo. S

iente la energía de ese "Yo", esa otra parte de ti. Dale la bienvenida a la Tierra; y siente el poder y la sabiduría de esta parte de ti. Es tu Alma que te habla y que te ha tocado el hombro a lo largo de toda tu vida y suplica tu atención. El Alma nunca habla con coerción ni con juicio, con severidad ni con amenazas, como lo hacen las voces de la autoridad. 

El Alma susurra, invita, habla con alegría: "¿No sería agradable, no sería maravilloso e inspirador hacer esto?" Frecuentemente temes escuchar esa voz. "¿Esto realmente puede ser? ¿Podría yo hacer y disfrutar precisamente lo que realmente me gusta?" El Alma habla con un lenguaje completamente diferente del que estás acostumbrado.

El Alma no es un poder externo que te haga exigencias; el Alma te sirve. Eso suena extraño a tus oídos, porque estás acostumbrado a pensar: "Debo servir a mi Alma, la parte más alta de mí". Pero igualmente el Alma te sirve; desea brillar a través de ti, elevarte, llevarte al Hogar, inspirarte a hacer lo que realmente quieres y a ser feliz en la Tierra como Ser Humano. 

Invita hacia ti la gozosa energía de tu Alma; y hazlo ahora. Permítele que te rodee, siente su gentileza; sin compulsión, sin requerimientos; sólo el sentimiento de ser bienvenido de una manera muy profunda. Permítete ser recibido por tu Alma; y siente su presencia en torno a tu cuerpo como un radiante manto de Luz.

Luego pregunta a tu Alma: "¿Qué es importante que yo sepa ahora? ¿Qué necesito saber de ti en este momento?" Y siente su respuesta; ni siquiera necesitas oírla en muchas palabras. ¿Qué clase de sentimiento, qué tipo de humor quiere transmitirte el Alma? Abandona todos los pensamientos respecto a cómo debería hablar un Alma; y tus ideas sobre superior e inferior. ¡Tu Alma es la vida misma! Es la fuerza vital natural, viviente; y sabe dónde se requiere equilibrio, o un ritmo diferente; y quiere darte eso con muy buena voluntad.

Si sientes que la energía álmica fluye en torno y a través de tu cuerpo, observa también qué puede estar bloqueándola en algunos lugares. ¿Hay algún lugar en tu aura o en tu cuerpo, donde la Luz no pueda fluír libre y completamente? Luego ve hasta el lugar que sobresalga por estar más bloqueado. 

No tengas juicios respecto a eso; sé como el Alma, solamente obsérvalo, tranquilamente; y con gentileza y apertura. Mira la necesidad que hay en ese lugar de tu campo energético o de tu cuerpo; y sabe que no tienes que hablar de la necesidad, ni explicarla en palabras; simplemente permite que lo que sea necesario fluya hacia allá.

Todos vosotros estáis aquí hoy porque queréis conectaros con un ser canalizado, por una razón u otra. Pero Yo te digo: más allá de ese deseo está el deseo más grande del Hogar; la morada donde puedes sentir la realidad de quien eres; y traer ese Hogar a la Tierra. ¡Por eso estás aquí! Siente cuán buena y verdadera es esa intención. Cómo lo vas a hacer y qué forma tendrá exactamente, es de importancia secundaria. Este deseo es la voz de tu Alma. Tu Alma quiere manifestarse más claramente y totalmente en tu vida.

Siente cuán familiar es tu Alma para ti; su luminosidad y ligereza. Ésa es la voz del Amor. Los "deberías", la pesadez, la presión, el deber, son las voces del temor, las voces que vienen de fuera de ti. La voz de tu Alma viene del interior; y algunas veces habla tan suave y levemente, que no la oyes. O la voz susurra gentil y tranquilamente: "Es muy simple. ¿Verdad?" ¡Y es así de simple! La esencia de la vida es descomplicada y ligera.

Finalmente, te pido que sientas nuestra energía común; esa energía de todos nosotros juntos. Aquí y ahora, también, creamos un canal para todos nosotros. Y eso significa nada más que somos nosotros mismos, completamente y sin coerción; es permitido que todo sea como es, incluyendo los lugares oscuros o tenebrosos. Y al mismo tiempo brilla allí una Luz en esos lugares, la Luz de vuestras Almas.

Quisiera concluir diciendo: ten respeto por ti mismo, por tu fortaleza, por el valor que has mostrado hasta ahora. No te conviene juzgarte, hacerte pequeño, criticarte, aún cuando hayas aprendido que hacer eso es bueno o sensible. Trata de aprender a tener verdadero respeto por ti mismo; y a valorar tu propio coraje y fortaleza. Eso te conviene; eso abre tu canal hacia quien realmente eres.


Canalizado por Pamela Kribbe
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
http://www.jairorodriguezr.com/

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