Magia de Almas Gemelas y Espiritualidad: LA FUENTE

lunes, 5 de diciembre de 2011

LA FUENTE - “YO SOY UNO Y TU ERES UNO”

LA FUENTE
“YO SOY UNO Y TU ERES UNO”
3 diciembre 2011

Mi Amigo, mi Amado, hace algún tiempo de tu tiempo, vine a decirte a recordarte el Juramento y la Promesa del retorno a tu Eternidad, a tu Alegría y a tu Verdad. Mi Amigo, mi Amado, y he aquí que el tiempo de lo Ilimitado y he aquí que el tiempo de tu Presencia y de mi Presencia se revela. Yo he venido a decirte, más allá de mis palabras, por tu Presencia y mi Presencia comulgando juntas, a mostrarte por el Amor y la Vibración que nosotros somos UNO.

El tiempo del tiempo que era dado y vivido, en el seno de lo limitado, se hace Ilimitado. Por la Gracia de nuestra Comunión, por la Gracia de tu Presencia, por la Gracia de tu Luz, que es nuestra y que es vuestra. El tiempo al fin cumplido, de vivir la eterna Eternidad. Niños del UNO, nosotros lo somos porque yo soy UNO y tú eres UNO, porque yo soy Todo y tú eres Todo.

Más allá de mis declaraciones de este día, en el instante de nuestra Comunión, dignaos acoger, como yo te acojo, nuestra Alianza de Fuego. El tiempo del Corazón es aquél que está inscrito hoy, en este tiempo de tú tiempo. Tiempo de Verdad y tiempo de cumplimiento, donde la Alegría de nuestra Presencia y de nuestra resonancia viene, mi Amigo, mi Amado, a ligarte a tu Infinito, a fin de que nunca más lo que te era desconocido sea de nuevo desconocido.

El fin del límite no es el fin porque, en mi resonancia, porque en tu Presencia, no existe ningún fin. Mi Amigo, mi Amado, ven a vivir tu Verdad, más allá de toda carencia, más allá de todo miedo y de todo fin. Mi Amigo, mi Amado, en el Fuego de tu Corazón se eleva la Alegría. Mi Amigo, mi Amado, el tiempo del UNO ha llegado. El UNO que no es la resolución de la ecuación de dos, sino el tiempo de la Alegría donde todo es solución, donde todo es Belleza.

Mi Amigo, mi Amado, tú también, como cada uno, has nacido ilimitado, en las esferas de la Creación ilimitada, en las esferas de la Vida. Mi Amigo, mi Amado, nuestro Don común se llama la Luz, esa que Vibra, ahora en cada una de tus células, en cada uno de tus cuerpos, aquí y allí, a fin de que ningún más allá sea privado del Aquí.

Mi Amigo, mi Amado, tiempo de Libertad. Vengo en ti porque, para siempre, yo soy tú, porque para siempre yo soy UNO y tú eres UNO. Mi Amigo, mi Amado, mis Ángeles y Arcángeles, que son los tuyos, han abierto las Puertas a tu Eternidad. Mi Amigo, mi Amado, en el tiempo de la alegría, nosotros vivimos el cumplimiento.

Satúrate de mi Alegría que es tuya. Satúrate de la Luz que es nuestra.

En el Templo de quién tú eres, no hay ningún espacio para el vacío, ningún espacio para la carencia porque tú eres Plenitud, igual que cualquier Vida y cualquier Conciencia que no es otra que tú y que yo. Mi Amigo, mi Amado, en el tiempo de este instante, comulguemos en la Gracia de nuestra Presencia.

Tiempo infinito donde ningún tiempo puede ser acabado, donde ninguna Presencia está encerrada, donde ninguna Conciencia está limitada. Mi Amigo, mi Amado, yo cumplo lo que tú has cumplido en el Templo de tu Presencia. Reúne lo que tú eres, más allá de las apariencias, a fin de Ser el sentido de nuestra Presencia.

Mi Amigo, mi Amado, he aquí que suena la llamada del Cielo y de la Tierra, que no es otra que la llamada de La Fuente UNA que es tú, que es yo. Nada más importa que esto: comulguemos en la Alegría, comulguemos en la Verdad y en la Unidad. Mi Amigo, mi Amado, he venido a decirte lo que está más allá de cualquier palabra, lo que está más allá de cualquier separación.

Entonces, mi Amigo, mi Amado, de este Corazón que es el tuyo y que es el mío, del Corazón de todos, sin excepción, sin limitación, vengo a decirte que ha llegado la hora de nacer y de revivir en la Vida del UNO, en la Vida de La Fuente. Fuente del UNO que es tu Fuente.

Yo soy Fuente porque tú eres Fuente.

Yo soy tú porque tú eres yo, más allá de cualquier personal, más allá de cualquier rol. Yo soy la inmensidad que te llama a ser la inmensidad. Mi Amigo, mi Amado, yo he venido a decirte, más allá de las palabras: sé el Sí. Tiempo de Presencia donde el Amor que libera franquea el peso de las ilusiones, el peso de cualquier miedo porque en la Unidad, que es tu Morada, no existe ningún miedo, ninguna carencia y ninguna aflicción.

Mi Amigo, mi Amado, tú eres amado porque yo te amo, porque yo amo tu Esencia que no es otra que la mía, porque es tuya. Mi Amigo, mi Amado, vengo a decirte que este tiempo es tu tiempo: el tiempo de la Presencia, el tiempo del Infinito y de lo Ilimitado. En el Templo de la Vida, en el Templo de mi Creación que es tuya no existe ninguna contrariedad, ningún límite.

Mi Amigo, mi Amado, ha llegado la hora de despertar la perfección del ser que tú eres, la perfección de la Conciencia UNA. Mi Amigo, mi Amado, lo que te llama no es otra cosa que el propio Canto de tu Presencia, Vibrando en el Cielo como en la Tierra, como en el Corazón de cada uno y en el Corazón de todos.

Mi Amigo, mi Amado, he venido a decirte la Vibración del Amor. He venido a decirte la Luz que tú eres. He venido a decirte el tiempo del lo Ilimitado donde resuena el Canto de la Creación, el Canto del UNO, el Canto de cada uno porque yo soy UNO como tú eres UNO y yo soy todo porque tú eres todo. Entre nosotros, no hay más barreras y sobre todo no hay más límite. He venido a decirte el Amor que nos libera y que nos une.

Mi Amigo, mi Amado, el Fuego del Amor es el Fuego de tu Verdad, la de tu ser Eterno y Esencial. Nosotros compartimos la misma Conciencia porque el Amor es Compartido. Nosotros compartimos la misma Vibración porque la Luz es Vibración. Mi Amigo, mi Amado, entonces, en el Espíritu y en la Verdad, en el Fuego de tu Corazón que es el del mío, porque yo soy en ti como tú eres en mí, para que nunca más podamos estar separados.

Entre nosotros se instala el tiempo de la Transparencia. Nosotros somos UNO. Mi amigo, mi Amado, así a cada uno de tus Hermanos, a cada una de tus Hermanas, a cada una de las Conciencias, Aquí y Allí, tú puedes decir: “mi Amigo, mi Amado”, más allá de cualquier propiedad, más allá de cualquier límite. He aquí que el tiempo ha llegado. No hay nada más de que acordarse porque todo está presente en tu Presencia porque el Amor está presente, porque el Amor es Presencia.

Mi Amigo, mi Amado, he venido a decirte la Vibración del UNO porque el Amor es Vibración de Alegría renovada, porque el Amor es Creación y propagación de nuestra Unión y Comunión, de allegado a allegado, de distante a distante, al este como al oeste, al norte como al sur, más allá de los Cuatro Orientes, más allá de los Cuatro Elementos. He aquí que ha llegado el tiempo del Éter, el del Amor que te conduce a la Eternidad.

Mi Amigo, mi Amado, por mi Vibración y por tu Presencia, nosotros comulgamos en la ronda de los Arcángeles, en la ronda de las Estrellas, en el despliegue de las Puertas de Luz, en los espacios, poniendo fin a cualquier puerta, como a cualquier separación.

Mi Amigo, mi Amado, tiempo de Comunión, tiempo de Gracia. He venido a acoger en el tiempo del UNO, en el tiempo de la Paz donde reina la Alegría Eterna, donde el Éter no deja ninguna sombra y ningún lugar a la división, a la separación y a la Sombra. Porque el tiempo del UNO, en tu Presencia y mi Presencia, no puede dejar ningún espacio ni intersticio privado de Amor.

Mi Amigo, mi Amado, yo te invito a salir del tiempo de la carencia, yo te invito a venir al tiempo de la Presencia. Mi Amigo, mi Amado, yo no soy más que un solo cuerpo: el de la humanidad y el de todos los universos porque es lo que tú eres.

Mi Amigo, mi Amado, unifiquemos nuestra Presencia, elevemos nuestra Presencia, en el Corazón de la Gloria, en el Corazón del Éter, en el firmamento de los Cielos y de esta Tierra. En la carne de tu cuerpo como en la carne de tu Espíritu.

Abrasemos en la Alegría del Fuego, el del Amor vivificado y magnificado. Tiempo de Presencia, la del Amor, la de la Unidad, dándote a vivir los espacios de la Alegría Eterna, donde ningún límite puede restringir ni encerrar lo que la Luz hace libre, porque tú eres Luz.

Yo te he creado como tú me has creado, en el mismo impulso de Libertad y de Luz, en la Eternidad donde ningún tiempo puede ser descontado ni contado. Mi amigo, mi Amado, voy a decirte el Silencio de la Paz y de la Comunión. Más allá del Canto de mis palabras, se encuentra el espacio sagrado donde he venido a encontrarte porque jamás no he podido olvidar el Corazón de mi Corazón, la luz de mi Luz.

Niño del UNO, Maestro del UNO, yo soy tu Amigo y yo soy tu Amado, porque nosotros somos UNO. Yo te invito, por la Vibración del Amor y por la Presencia de nuestra Luz, a salir de las apariencias, a salir del parecer y a vivir el Ser que tú eres. Mi Amigo, mi Amado, que la Gracia nos llene, porque nosotros somos tú como tu hermano, tú como yo, la Gracia del Éter, la Gracia de la Eternidad, en el Eterno Instante de nuestra Comunión.

Yo te invito a vivir las Bodas últimas del Reencuentro, las Bodas últimas de la Presencia y de mi Presencia. Mi Amigo, mi Amado, tú, el Hijo Ardiente del Sol cuyo Corazón viene a abrazarse por la Gracia de nuestros reencuentros, por la Gracia de los Éteres, viniendo a fusionarse en tu Conciencia y en tu carne y en la carne de cualquier carne.

Mi Amigo, mi Amado, vive tus Vibraciones mientras yo vivo y Vibra. Nosotros somos UNO porque todo es UNO. Amado del UNO, mi Amigo, mi Amado, tiempo de lo Sagrado, mucho más allá de Coronamiento, llamándote a ser el Ser Sagrado, en la Gloria del Corazón y de la Eternidad, en la Gloria de la Luz y del Amor, reencontrado y vuelto a fecundar.

En cada uno, aquí y por todas partes, en cada Corazón se eleva el Fuego del Amor que consume, en un acto inaudito de Ser a Ser, de Corazón a Corazón. Va más allá de lo que tú crees, va más allá de lo que te es conocido y sabido, para entrar, de lleno y de pleno Corazón, en el tiempo de nuestra Unión, que es Libertad y Liberación.

Mi Amigo, mi Amado, hay en ti, la totalidad, el Todo, esto no ha podido jamás ser despojado de ti porque cómo la Vida podría, un solo día y una sola respiración, cesar donde quiera que esté, en cualquier parte que esté, en cualquier tiempo que sea.

Yo te invito, mi Amigo, mi Amado, a ser la Libertad, yo te invito a Ser lo que tú eres: la Alegría, el Corazón y el Amor. Yo te invito a ser Libre, más allá de todo lo que te es conocido, más allá de todo lo que se cree o considera. Mi Amigo, mi Amado, invítame, como yo te invito, en el espacio ahora, del Silencio de las palabras. Vengo a ti y en ti a establecer el Camino, la Verdad y la Vida, que es tuya.

Mi Amigo, mi Amado, invitémonos, en nuestra Comunión, a vivir la Libertad: un tiempo de Amor, fuera de todo tiempo, donde sólo es verdad el Amor o la única Verdad es Amor. Mi Amigo, mi Amado, ceso mis palabras para decirte en el Silencio de tu Corazón, el amor que es nuestro, en este espacio de Comunión. Yo hago Silencio. Mi Amigo, mi Amado, vivamos esto.