MAESTRO YESHUA
LA TERCERA VÍA
Junio de 2012
LA TERCERA VÍA
Junio de 2012
Queridos amigos:
YO SOY Yeshua. Yo estoy con vosotros. A través de las barreras del tiempo y el espacio, estoy junto a ti; siénteme en tu corazón.
Estoy muy familiarizado con ser
Humano, con las alturas y las profundidades. Yo he explorado toda el área de
los sentimientos humanos; y desde dentro de ese mundo de extremos,
eventualmente encontré una salida; un pasaje hacia una manera diferente de
mirar las cosas, por medio de la cual toda la experiencia de ser Humano se
presenta con una Luz diferente; una manera que crea tranquilidad y paz en tu
corazón.
Es sobre esta salida, este pasaje,
que me gustaría hablaros hoy. Muchos os encontráis en un dilema; una lucha que
cada uno tiene consigo mismo. En tu mente hay una idea viva de que deberías ser
mejor, diferente de cómo eres ahora: más desarrollado, más santo, más capaz de
seguir ciertas reglas; un ideal más alto que tienes para ti mismo, pero es un
ideal falso.
Todo este trabajo en ti mismo está
basado en la idea de que como eres no eres bueno; de que hay algo más; de que
tú tienes el poder de cambiarte; de que tienes control sobre el hecho de que
eres un Humano. Ésta es una idea vieja; y ya la experimentasteis completamente
en una época muy antigua.
Esta idea existió, en parte, en
Atlántida, donde desarrollasteis el tercer ojo; y donde lo experimentasteis
como el centro de observación en la cabeza. Con ese tercer ojo podíais
percibir; y con él, también, queríais intervenir, moldear la vida según
vuestros deseos.
En vosotros había cierta tendencia
a la dominación, pero esta tendencia también estaba inspirada en vuestro
concepto de la verdad. Teníais la idea de que actuabais sobre la base de
principios superiores, de tal manera que lo que hacíais era "bueno";
y así es siempre. El poder siempre está velado por ideas de lo que nos parece
bueno.
Se construye todo un sistema en
torno a nuestro concepto de la verdad, convirtiéndolo en una visión del mundo
que parece muy dirigida hacia lo bueno, mientras que en esencia, estamos
tratando de controlar la vida; tanto en nosotros mismos como en otros.
El poder corrompe; te enajena del
flujo natural de la vida que está presente en cada Ser Humano. El poder te da
un concepto de maleabilidad que, de hecho, está basado en la ilusión. La vida,
como la conocéis, no es tan flexible; y no es determinada por la razón, ni por
la voluntad, ni por el tercer ojo. La vida no encaja en una visión del mundo ni
en un sistema; y no puede ser organizada sobre la base de procesos mentales.
Durante un largo tiempo, entrasteis
en una batalla con vuestra humanidad, con la condición Humana. Cantidades de
sendas espirituales están basadas en esta idea: que debes trabajar en ti mismo,
que tienes que elevarte; y que tienes que imponerte una senda de acción
planeada que te conducirá hacia una situación ideal.
Este concepto crea mucha lucha
interna. Si comienzas con una idea, un ideal requerido, te impones estándares
que en tu interior sabes muy bien que no cumples o no puedes cumplir; así que
fracasas desde el comienzo.
Ahora, siente la energía de esta
manera de pensar: ¿Qué estás haciendo contigo mismo? ¿Qué energía proviene de
la necesidad de imponer, de la búsqueda de mejorarte; y del deseo de organizar
tu vida, tus emociones, y tus pensamientos? Siente la energía de querer
controlar las cosas. ¿Es una energía amorosa? Frecuentemente, esa energía se
presenta como Amor, como lo bueno y lo verdadero; pero el poder siempre se
esconde así para que sea más fácilmente aceptado por las personas.
El poder no muestra el rostro
abiertamente; el poder seduce por medio del pensamiento. Por eso es mejor no
pensar en los pensamientos, ni pensar en el poder, sino sentir lo que te está
haciendo. Mírate en tu vida diaria, en el presente, en tu vida ahora. ¿Cuán a
menudo batallas aún contigo mismo, condenas lo que surge en ti, lo que sucede
en ti, lo que brota naturalmente de ti y fluye? En este estado de enjuiciamiento
hay una energía cortante, una frialdad: "Esto no debe ser, esto es malo,
esto debe irse". Siente esta energía. ¿Te ayuda?
Ahora quiero llevarte hacia una
manera diferente de mirarte; un lugar donde puede ocurrir el cambio, pero sin
pelear, sin una pesada mano que te apabulla. Para aclarar esto, permíteme darte
un ejemplo. Imagínate que sucede algo en tu vida que provoca un sentimiento de
ira o irritación en ti, como quieras denominarlo. Ahora, tú puedes reaccionar
ante esa ira de maneras diferentes.
Si no estás acostumbrado a
reflexionar en tus emociones; y tus reacciones son muy primarias, entonces allí
no hay nada más que ira; estás furioso, punto. Estás sumergido en ella; y te
identificas con la ira. Frecuentemente, sucede que pones la causa de tu ira
fuera de ti mismo; proyectas la culpa sobre alguien más. Alguien más hizo algo
malo; y es su falta lo que te hace sentir furioso. Ésta es la reacción más
primaria; estás identificado con tu ira, estás iracundo.
Otra posibilidad es la que llamo la
segunda manera de reaccionar. Estás furioso; e inmediatamente hay una voz en tu
cabeza que dice: "Esto no debe suceder; esto está mal; no es bueno que me
ponga furioso; debo suprimir esto". Podría ser que suprimir tu ira te haya
sido enseñado en tu crianza religiosa o por la perspectiva social. Por ejemplo:
es mejor, más agradable, más correcto moralmente, no mostrar ante otros tu ira.
Eso ciertamente se aplica a las mujeres: que no es conveniente expresar la ira
abiertamente, que no es femenino.
Te han argumentado todas clases de
ideas, provocando que tiendas a juzgar la ira en ti. ¿Entonces qué sucede? Hay
ira en ti; e inmediatamente surge una opinión sobre ello: "Esto no está
permitido, esto está mal". Entonces tu ira se convierte en tu lado oscuro,
porque literalmente, no puede salir a la Luz; no debe ser vista. ¿Qué pasa con
la ira si se suprime de esta manera? No desaparece, se esconde detrás de ti
para afectarte de otras maneras; puede volverte asustadizo y ansioso. No puedes
utilizar el poder que reside en la ira, porque no te permites usarlo.
Puedes mostrar tu lado dulce,
agradable, acucioso; pero no ese apasionado lado iracundo; tu lado rebelde. Así
que la ira se queda encerrada; y piensas que eres diferente de otras personas
porque tienes estos sentimientos, así que inclusive puedes comenzar a
distanciarte de otros. En cualquier caso, esto crea un agrio conflicto en tu
interior; y aparentemente entre dos yos, un yo Luminoso y un yo Oscuro.
Mientras tanto, quedas atrapado en este doloroso juego. Duele interiormente,
porque no te puedes expresar. Es este juicio el que te limita.
¿Realmente te conviertes en una
mejor persona por causa de esta reacción? ¿Suprimir tus emociones te va a
conducir al ideal de un Ser Humano pacífico, amoroso? Si Yo os describo todo
esto, es para que podáis ver muy claramente que este tipo de reacción no
funciona; no conduce a paz real, ni a un real equilibrio interno. Sin embargo
tú te haces todo esto. Muy frecuentemente, aún silencias tus emociones, porque
no son buenas según la moral que tienes; y tú no reflexionas en esta moral: de
dónde proviene; y por quién o por qué te ha sido dada.
Entonces, esto es lo que te
recomiendo: no pienses en ello, sino siéntelo. Siente esa energía que reside en
los juicios que profieres contra ti mismo, con tus imágenes de lo ideal y de lo
que tú "debes hacer", lo cual algunas veces aparentemente proviene de
motivos muy altos; deja eso en paz. Tú no te vuelves iluminado rigiendo tus
emociones y suprimiéndolas sistemáticamente.
Hay una tercera vía; una tercera
manera de experimentar tus propias emociones humanas. La primera manera era
identificarte totalmente con tu ira, como en el primer ejemplo. La segunda
manera es acumularlas, suprimirlas y condenarlas. La tercera manera es
permitirlas; dejar que sean y trascenderlas, simultáneamente. Eso es lo que
hace la consciencia. La consciencia de la que hablo no juzga, es un estado de
ser.
Es una forma de observación que al
mismo tiempo es creativa. Ahora, muchas tradiciones espirituales han dicho: Sé
consciente de ti mismo, eso es suficiente. Entonces te preguntas: ¿Cómo puede
ser eso? ¿Cómo puede la mera consciencia de mí mismo producir cambio en el
flujo de mis emociones? Tienes que darte cuenta de que la consciencia es algo
muy poderoso. Es más que el registro pasivo de una emoción; la consciencia es
una intensa fuerza creativa.
Ahora imagina otra vez que algo en
el mundo exterior provoca en ti una poderosa emoción; por ejemplo, ira. Cuando
la manejas conscientemente, la observas completamente en ti mismo. Tú no haces
nada al respecto, mientras que al mismo tiempo sigues observando y mirando. Ya
no te identificas con la ira, no te pierdes en ella, tan sólo permites que la
ira sea lo que es. Éste es un estado de desapego, pero un desapego que requiere
gran fortaleza, porque todo lo que has aprendido te seduce a ser atraído hacia
tu estado de ánimo, dentro de la emoción de ira o temor. ¡Y para hacerlo más
complicado, incluso eres atraído a juzgar esa ira o temor! Así que eres
absorbido de dos maneras y arrancado de la consciencia, de la salida de la que
hablé en el comienzo: la salida, el camino hacia la paz; la paz interna.
Todo en el mundo te aleja de ese
punto central, así mismo; te aleja de esa consciencia; y sin embargo es la
única salida. De esta manera no te vuelves inconsciente, permaneces
completamente presente. No te permites ser absorbido, ni por la emoción, ni por
el juicio sobre la emoción. Tú lo miras con total consciencia y con un
sentimiento de ternura: "Así es como es en mí".
"Veo que la ira surge en mí;
siento que pasa por mi cuerpo". "Mi estómago reacciona, o mi corazón;
mis pensamientos se aceleran para justificar las razones de mi emoción".
"Mis pensamientos me dicen que tengo la razón y no la otra persona".
Puedes ver que todo esto sucede mientras que observas, pero no te dejas llevar
por ello. No te ahogas en ello, no te sometes. Esto es consciencia; esto es
claridad mental. Y de esta manera pones a descansar los demonios de tu vida: el
miedo, la ira, la desconfianza.
Cuando te identificas con ellos les
das fortaleza, y también si luchas con ellos con enjuiciamiento; de ambas
maneras, los nutres. La única manera de trascenderlos es elevarte por encima de
ellos, así mismo, con tu consciencia; no pelear con ellos, sino simplemente dejarlos
ser.
¿Entonces qué te sucede? La consciencia no es algo estático; las cosas no permanecen como son. Notarás que si no nutres la energía, gradualmente se disipará. En otras palabras, tu equilibrio se hace más fuerte; tu sentimiento básico se convierte más en un sentimiento de paz y alegría.
¿Entonces qué te sucede? La consciencia no es algo estático; las cosas no permanecen como son. Notarás que si no nutres la energía, gradualmente se disipará. En otras palabras, tu equilibrio se hace más fuerte; tu sentimiento básico se convierte más en un sentimiento de paz y alegría.
Porque si ya no hay una batalla en
tu corazón ni en tu Alma, la alegría aflora burbujeando. Ves la vida con un ojo
más benigno. Ves el movimiento de las emociones en tu cuerpo y las observas.
También observas los pensamientos que comienzan a correr por tu cabeza, con una
mirada gentil e indulgente. Pero la habilidad de observar sin ser absorbido, es
algo muy poderoso y fuerte. En esto consiste todo: ésta es la salida.
Quiero pedirte que ahora, en este
momento, experimentes el poder de tu propia consciencia - el ser puro - y la
liberación que por medio de ella te permite sentir que no hay nada que
necesites cambiar en ti. Siente la tranquilidad y la claridad de esta
consciencia: ése es quien realmente eres. Aparta los juicios falsos. Permite
que fluyan las emociones y no las suprimas; son parte de ti; y algunas de ellas
tienen un mensaje.
Imagina: ¿Hay en ti alguna emoción
que temes, que te fastidia, con la cual luchas? ¿Quizá alguna que se ha
convertido para ti en un tabú? Permítele ahora que se adelante en la forma de
un niño o de un animal, que se presente, que se muestre. Ese niño podría
expresarse completamente, o incluso podría portarse mal.
Cualquier cosa que suceda, se debe
permitir que haga todo lo que desee; y que te diga lo que siente. Tú eres la
consciencia que mira y dice: "Sí, yo quiero verte; quiero escuchar tu
historia, exprésala". "Cuéntame tu historia, porque es tu verdad,
podría no ser La Verdad, pero yo quiero oír tu historia".
Experimenta de esa manera tus
emociones y no las condenes. Permíteles venir a hablar contigo. Trátalas con la
ternura de un sabio anciano; y observa lo que ese niño o animal trae en este
caso. Frecuentemente, en una emoción negativa está escondida una fuerza vital
pura que quiere surgir, una que ha sido golpeada hasta la muerte por todos los
prejuicios y enjuiciamientos.
Permite que el niño o el animal lleguen
saltando hasta ti. Puede ser que ahora cambie su apariencia; recíbelo con
amorosa apertura.
La consciencia transforma; es el mayor instrumento de cambio, pero al mismo tiempo, no quiere cambiar nada.
La consciencia transforma; es el mayor instrumento de cambio, pero al mismo tiempo, no quiere cambiar nada.
La consciencia dice: "¡Sí! -
¡Sí, a lo que es!" Se sintoniza completamente con lo que realmente está
aquí. Pero esto lo cambia todo, porque ahora eres libre. Tú eres libre en ti
mismo: ya no estás a merced de tus emociones ni de tus juicios sobre ellas.
Obviamente, aún sucede ocasionalmente que eres superado por tus emociones y tus
prejuicios; esto es ser Humano.
Trata de no quedarte allí atascado
y no trates de arreglarlo: "Dios mío, no he obtenido 'Consciencia Clara' -
debo estar haciendo algo mal". Si tratas de hacerlo, otra vez hechas a
rodar la bola del juicio.
Siempre puedes retornar a la
salida, regresar a la paz, por medio de no luchar contigo mismo. Observa lo que
está allí; y no te equivoques: no ser absorbido es una gran fortaleza. Ése es
el poder de la verdadera espiritualidad. La verdadera espiritualidad no es moralidad;
es una manera de ser.
Os agradezco vuestra presencia hoy;
y estaré complacido de responder vuestras preguntas.
Yeshua.
Canalizado por Pamela Kribbe
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
http://www.jairorodriguezr.com/
Canalizado por Pamela Kribbe
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
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lo sospeche desde un principio....el ser es lo que yosoy...
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