UN AMIGO
Lo que llega siempre estuvo
18 julio 2012
Lo que llega siempre estuvo
18 julio 2012
Yo
soy UN AMIGO. De mi Corazón a vuestro Corazón, la Paz y el Amor. Voy a intentar
hacerles comprender (más allá del mental, más allá de toda comprensión, más
allá de toda explicación) los mecanismos Vibratorios sobre los cuales he
hablado largamente, a través de los diferentes Yogas que les he dado. Vamos a
colocarnos, si les parece bien, directamente, en el lugar de un observador que
observaría los procesos que se despliegan sobre este mundo, como sobre el ser
humano. La conclusión de lo que voy a decirles, se contiene en una frase: lo
que llega siempre estuvo presente.
Colóquense
por consiguiente en el que mira la Tierra, los humanos, y vería (con una mirada
exterior) los seres vivientes, actuando. Actuando en su medio, en su medio
ambiente, de diferentes maneras. Observaría también las interacciones, a veces
dulces, a veces violentas, a veces establecidas para la Paz, establecidas en la
guerra, entre los grupos, que están en diferentes lugares llamados países. El
conjunto de esas vidas y el conjunto de esta Tierra formarían un vasto todo,
poseyendo sus propias reglas, sus propios funcionamientos. A veces, algunos
humanos se harían incluso la pregunta del sentido de su existencia e intentarían
encontrar, a través de lo que cae bajo sus sentidos, una lógica propia a lo que
se desarrolla en este mundo donde están sumergidos.
Si
ustedes mantienen esa mirada del observador exterior a lo que se desarrolla, en
un momento dado, ustedes se dan cuenta de que un proceso nuevo llega. Lo ven,
como llegando del exterior de este mundo, como de la Tierra misma, pero también
del Interior de los que viven sobre este Planeta. Lo que llega sobre esta
Tierra es suficientemente importante para que haya, efectivamente, una
interrogación profunda de los seres vivientes, en todas partes donde ellos
estén sobre este Planeta. Tanto más cuanto que el mismo proceso nuevo, viniendo
del exterior, visible para ustedes, ahí donde están, concierne también lo que
es visible, para ustedes, de ahí donde ustedes están, también, en cada vida.
Habría
por consiguiente una especie de simultaneidad de lo que ustedes observarían,
viniendo a modificar el sistema, y las vidas dentro de ese sistema. La
concomitancia de lo que se desarrolla ante vuestros ojos exteriores, situados
en observador de este mundo, les aparece como una iluminación nueva, como algo
que les refleja la vida diferente. Ustedes ven una iluminación, ven algo que
cambia de amplitud, que cambia de frecuencia, de Vibración, en todo caso que
viene a transformar el equilibrio, aparentemente presente, en ese sistema
viviente, y el conjunto de las vidas que están ahí.
La
primera pregunta que ustedes se harían, incluso antes de observar lo que se
desarrolla, es por qué este proceso (que les aparece como a la vez viniendo del
exterior, como del Interior de la Tierra) se desarrolla exactamente de la misma
manera en las vidas que están sobre el suelo, y por qué algunas de ellas
parecen darse cuenta, y otro no parecen darse cuenta. Constatarían entonces que
lo que emerge de cada vida está más o menos presente, más o menos visible, y
que los que no lo viven parecen quedar como en un equilibrio anterior, sin
sospechar de alguna transformación sea la que fuera. Y sin embargo, lo que
viene, lo que ustedes ven del exterior, les parece volverse cada vez más
próximo, cada vez más visible. Y a pesar de todo, ciertas vidas viven lo mismo
en ellas, otras no parecen vivirlo.
Ustedes
deducen que un acontecimiento llega, pero que este acontecimiento no es en
absoluto el mismo, incluso si ustedes lo observan como idéntico del exterior,
para cada Interior, que resuena o no, está en afinidad o no con ese mecanismo,
aparentemente exterior. No pueden además discernir si eso se produce
inicialmente en un sistema viviente, o en el conjunto del sistema mismo, es
decir al exterior. Tanto más cuanto que lo que les parece llegar del exterior
del conjunto de ese sistema viviente, llega también del Interior, al corazón
del sistema viviente, en su totalidad.
La
iluminación que tienen les da para ver algo nuevo. Ustedes se dan cuenta que
(de manera a priori paradójica) lo que llega del exterior, llega por lo tanto
del Interior, para algunos. Mientras que para otros, no llega nada, ni del
Interior, ni del exterior. Y sin embargo, ustedes saben pertinentemente, por lo
que ustedes ven, que la iluminación es lo que llega y es exactamente lo mismo
para todo el mundo. Deducen por consiguiente que no es algo que cae bajo el
sentido de la observación como ustedes pueden ver, sino que se deriva
directamente de la adecuación, o de la no adecuación, de lo que se desarrolla
en cada vida, como en el conjunto del sistema viviente: es decir de su
capacidad a ponerse en afinidad, en resonancia, entre el adentro y el afuera. Y
luego, imaginen que ustedes tienen la visión, ahora, de otros mundos (donde las
leyes no son las mismas), que tienen la visión de otros sistemas vivientes, al
Interior de un sistema viviente, para quien eso parece natural e instalado para
todo el mundo.
Ustedes
estarían tentados de deducir que las circunstancias de un mundo no son las
circunstancias de otro mundo, donde la diferencia se debe a la capacidad de ser
consciente de lo que viene del Interior y del exterior, o a ser totalmente
inconsciente. Mientras que los que están en los mundos donde hay una adecuación
y una resonancia común entre el Interior y el exterior (para el conjunto del
sistema viviente como para todos los sistemas vivientes contenidos), no
muestran ninguna diferencia. La mirada que ustedes llevan, la observación que
hacen, les da por consiguiente a ver un proceso colectivo que se desarrolla
también al Interior de cada sistema viviente humano, pero que no tiene la misma
apariencia o, en todo caso, no se produce al mismo momento. Les aparece por tanto,
claramente, que los que no ven ni en su Interior ni al exterior, lo que pasa,
no lo viven, al parecer.
Constatan
también que algunos sistemas vivientes incluidos en ese sistema, algunos
humanos, oscilan entre el vivencia de lo que pasa, y la negación de lo que
pasa. Si ustedes tuvieran la posibilidad de ver también el tiempo específico de
este sistema viviente, constatarían que hubo humanos (que por diversas razones,
por diversas culturas) que se dieron cuenta, que aunque fueran privados de lo
que llega, sin embargo podían realizar lo que eran las mismas condiciones que
en los otros sistemas vivientes donde las leyes no eran las mismas. Y
ustedes se preguntan cómo lo que no había aparecido al exterior (que parecía
sincrónico a lo que pasaba en cada sistema viviente) pudo nacer y aparecer para
un individuo dado, sin soporte exterior. Lo que llegó por lo tanto, para un
sistema viviente que es diferente del conjunto de los sistemas vivientes
contenidos en ese gran sistema, que es un planeta como la Tierra, exige un
cierto número de cuestiones.
Si
los sistemas vivientes les parecen idénticos (aunque en modos de funcionamiento
profundamente diferentes) ustedes distinguirán bien que la mecánica, si puedo
decirle así, es la misma para aquel que se sirve de sus manos, que para aquel
que se sirve de una máquina o de un pincel. La finalidad no es la misma, pero
la herramienta es exactamente la misma. A través de esta observación, podrían
constatar que existen diferencias significativas entre lo que existe en un mundo
y en otro mundo y que existen diferencias significativas también para los
diferentes sistemas vivientes humanos presentes en este mundo y que evolucionan
cada uno, aparentemente, dependiendo de lo que le es propio. Incluso si las
actividades son diferentes, las herramientas son las mismas.
La
llegada de lo que pasa sobre esta Tierra que ustedes observan, yo lo dije, se
produce de manera concomitante entre lo que parece llegar del exterior, y
lo que parece llegar del Interior de la Tierra misma, como de los sistemas
vivientes, para algunos. Ustedes constatarían también que existe como una
propagación, de próximo a próximo, de esta especie de contaminación o
iluminación nueva, haciendo que lo que era, para algunos, inaparente, emerja de
ellos. Constatarían también que cuanto más el fenómeno llega al más próximo del
conjunto del sistema viviente, cada vez más continentes vivientes humanos,
parecen como modificarse. La finalidad de la observación les da a pensar que,
fundamentalmente, lo que se produce para uno de los sistemas vivientes
contenido en esos grandes sistemas vivientes llega en un momento dado, pero que
parece nacer de algo que estaba ya ahí, puesto que aparece como venido de
ninguna parte, al centro de ese sistema viviente que es llamado el Corazón,
corazón del gran sistema viviente, el planeta, como corazón del ser, su
Corazón.
Ustedes
observan por tanto que lo que aparece, lo que se ilumina, de ahí donde ustedes
están, es algo que había estado ahí, pero que no estaba iluminado. Constatan
que en ningún caso la iluminación del conjunto del sistema viviente viene
realmente del exterior, porque se produce exactamente de la misma manera, (como
yo lo dije, de manera sincrónica y concomitante) con más o menos interés y más
o menos amplitud, en un sistema viviente humano. Es por tanto algo que había
estado ahí, pero que no era evidente, ni observable, o, en todo caso, ni
percibido. Así evoluciona la Conciencia.
La
Conciencia del Humano es (como ustedes saben y como los diferentes Yogas quizá
les han hecho vivir) o dirigida hacia algo común, o hacia algo más particular y
más oculto o más interiorizado. Pero sin embargo, eso estuvo siempre allí: no
hay nada nuevo. No hubo contacto, real y observable, entre lo que ustedes
observan llegar en el conjunto del sistema viviente, y lo que llega al corazón
del conjunto del sistema viviente. No hubo contacto, ni incluso, Radiación. Por
tanto, lo que nace, y que estaba presente en algunos individuos, nace por
consiguiente sobre un número cada vez más grande de individuos, a medida que lo
que es observado como viniendo del exterior y del Interior de la Tierra, parece
como acercarse. Ustedes imaginan, por supuesto, que lo que observan no es el
espectro visible, pero es realmente el ojo del observador y de la Conciencia
que ve todo lo que estaba en interacción, todas las ondas, si ustedes
prefieren, invisibles al ojo.
Por
consiguiente, ha habido un proceso que pasa de un contacto directo, que esto
sea viniendo del exterior del planeta o del Interior del planeta, y que toca
los sistemas vivientes humanos. No hay posibilidad de intercambios y sin
embargo algo se produce. Ya habiéndose producido antes, independientemente de
toda acción exterior al conjunto del planeta, como al corazón del planeta, les
llegará muy lógicamente al espíritu y a vuestra observación, que lo que llega,
de hecho, siempre estuvo presente. Simplemente, no había sido visto, es decir
no concientizado, porque la Conciencia misma de los sistemas vivientes,
contenida en el sistema viviente, de algún modo era desviada por un artificio,
hacia otra cosa. Esta otra cosa que es, como lo dije, la actividad, diversa y
variada, pareciéndoles, ahí donde ustedes están, como las ocupaciones más
legítimas que sirven para mantener la vida de los sistemas vivientes individuales,
haciéndoles interactuar, permanentemente, sobre los valores que no estaban en
absoluto ligados a otra cosa más que a sus ocupaciones mismas.
Siempre
como observador, ustedes notarían, si el tiempo se desarrolla
extremadamente rápido, que, de tiempos inmemoriales, esos sistemas vivientes
construyeron las representaciones al Interior de ellos mismos, como al exterior
de ellos mismos, de algo que era necesario encontrar. Ese algo que era
necesario encontrar, tuvo diferentes nombres: Luz, Dios, Amor, reencarnación,
espíritu, alma. Nombres extremadamente diversos que se referían a algo que no
podía ser visto, porque siempre era buscado al exterior y en la interacción.
Desde el instante donde ustedes observan los individuos específicos que viven
este elemento que les parece nuevo, ustedes se darán cuenta que había estado
siempre allí, pero no visto. Es exactamente lo mismo para la situación actual
de este sistema solar y de esta Tierra.
Los
ejercicios y los Yogas, que yo les he transmitido, permitieron a vuestra
Conciencia, a vuestro observador Interior, despolarizar vuestra Conciencia de
las actividades ordinarias resultantes de la supervivencia de los individuos,
de la supervivencia de un grupo llamado familia (donde los individuos parecían
nacer los unos de los otros o presentar afinidades, diferentes o a veces
fuertes), como en los grupos más amplios (como, por ejemplo los países), porque
había historias comunes y lazos comunes. Como si los lazos exteriores
impidieran ver el verdadero lazo Interior, y por consiguiente, ese elemento
que, un día, aparece, como haciendo irrupción en la observación de lo
ordinario.
Los
Yogas (y en particular los Yogas que yo les transmití) permitieron desplazar,
realmente, vuestra Conciencia y, poco a poco y gradualmente (lo mismo que,
quizá, los acontecimientos exteriores como del centro del gran sistema viviente
llamado la Tierra), pusieron en marcha, de manera a veces simultánea, a veces
desplazada, un proceso de toma de conciencia de algo que había estado siempre
ahí y que, sin embargo, era buscado fuera de lo que estaba ahí. Es lo que ha
sido realizado por las Vibraciones concomitantes entre lo que se generaba, en
ustedes, al corazón de la Tierra, y que parecía venir del exterior del gran
sistema viviente.
Algunos
de ustedes, entonces, vivieron un proceso de observación diferente de lo
acostumbrado, donde, poco a poco, esta observación y esa vivencia hicieron, en
algún lugar, comprender, captar y quizá, aceptar, que había, por supuesto, algo
diferente que lo que el común de los mortales, como nosotros decimos, el
conjunto de los otros sistemas vivientes, tenía por costumbre creer y vivir.
Esta toma de conciencia se hace siempre, en un primer tiempo, como algo que es
una distancia. Hay la conciencia ordinaria, y hay lo que es observado, que da a
vivir una Conciencia diferente. Y eso es observado, pero los efectos son
exteriores, en la proyección de la conciencia misma dentro de lo ordinario y de
lo común. A medida que lo que se desarrolla (de manera sincrónica, en el
Corazón del gran sistema viviente, como lo que parece venir de un punto de otro
Universo o de otra Dimensión) es vivido de manera concomitante, y es realizado
como concomitante, en ese momento, el observador que vive esta modificación
comienza a vivir que lo que se desarrolla como novedad, aparente, en él, se
despliega como novedad, aparente, también, en su medio de vida, y que sin
embargo, los otros no ven, no sienten y no perciben.
De
aquí en adelante, se puede decir que cada uno tiene razón, porque lo que vive
cada uno, para el observador exterior, es profundamente resultante de su
experiencia y que esta experiencia, que es vivida o no, condiciona la adhesión
o no a otra etapa. Aquel no que no ve nada, al exterior como al Interior, no
puede, por supuesto, generalmente, ni captar ni comprender ni transformar sea
lo que fuere. Desde luego, más lo que parece llegar del corazón del sistema
viviente, de la Tierra como del Humano, como llegar también del exterior (las
otras Vidas, los otros Humanos, el Universo), se produce de la misma manera.
Hay, en ese momento, un proceso nuevo que puede aparecer, desde el instante
donde el sistema viviente humano no se considera más como aislado, encerrado,
porque percibe que lo que pasa, en él, primeramente, pasa en otros y a
continuación, está también presente en la observación, en el Corazón de la
Tierra como en el Corazón de las Estrellas, o en el Sol, lo que es lo mismo.
Generalmente,
no obstante, esta toma de Conciencia, este cambio de mirada, se hacía, hasta el
presente, de manera extremadamente violenta, pasando por un sentimiento de
desaparición, precisamente, de lo habitual y de lo ordinario, con una forma de
angustia de lo desconocido o de lo nuevo, que, cuando el observador mismo
decide no identificarse a lo que le parece ser otra cosa de la normalidad,
(ndt: es vivido) por tanto como traumatizante o conmovedor. Desde ese instante,
durante este choque, este individuo que vive esto va a llegar a algo
enteramente nuevo y radicalmente nuevo. Hasta el presente, la Conciencia era
llevada sobre eso nuevo, vivido en la experiencia misma, vivido en la
observación de la Tierra, del Cosmos y de otros sistemas vivientes humanos. En
ese instante, llega algo: ese algo es notable porque acarrea una solución de
discontinuidad, es decir que había un antes y había un después, y que entre el
antes y el después, lo que se percibe, más allá de los sentidos habituales (lo
que se vive más allá de los sentidos habituales) no representa más la misma
estructura, el mismo desarrollo ni tampoco las mismas posibilidades.
El
instante donde se vive lo que yo enuncio (es decir que lo que llega, y que lo
que se vive, siempre ha estado presente) basta para cambiar radicalmente al ser
que lo vive. Porque en ese momento, todo lo que había sido construido (como
sistema de valores, como sistema de creencias, como adhesión a las leyes de
este mundo) es muy simplemente pulverizado, porque el ser se da cuenta de que
él no es, real y objetivamente, nada de lo que él vivía, nada de lo que él
emprendía, y que existe algo que no es él y que sin embargo miraba todo eso,
esperando este momento. En ese momento, el ser es Absoluto, es decir que
habiendo cambiado de mirada, de punto de vista, de Conciencia, habiendo
aceptado simbólicamente morir a la costumbre, se descubre Ilimitado o Absoluto.
En ese instante (cuando esa conmoción se produce), el ser no puede más estar
condicionado por otra experiencia que ésta, que no es una experiencia, sino el
establecimiento en el observador que miraba todo eso del exterior y que ustedes
eran hasta el presente.
Y por
tanto, él vive que lo que le llega y que lo que llega, siempre ha estado
presente, es decir que no está ni sobre este mundo, ni en este mundo, que no
hay ninguna Luz que llega, que no hay ninguna transformación que llega, puesto
que él era el que miraba, de muy lejos, y que estaba inmóvil. Teniendo la
Conciencia (después de ser pasada por un sentimiento de pérdida de lo real, y
de pérdida de la realidad, y de pérdida de la acción) tan amplia, tan
inapropiada a lo que sucede realmente, que no puede más adherir, de ninguna
manera, a lo que se desarrolla sobre este mundo. Salió, definitivamente, de
este mundo y se da cuenta de que todo lo que se desarrolla, sin ninguna
excepción, no existe y que la única cosa que existe, es lo que Es, de toda
Eternidad, que nunca dejó de observar.
No
hay pues una revolución total, que pone fin a lo que sea, sino que vuelve a
colocar, muy precisamente, al ser humano en lo que él Es, más allá de lo que él
vive. Pues estrictamente nada llegó puesto que todo estuvo siempre ahí, todo
estuvo siempre presente. Eso confirma, enteramente, lo que les dijeron
numerosos Despiertos y Liberados, pero mientras que ustedes no lo vivan por
ustedes mismos, dependen, en totalidad, de las leyes de este gran sistema
viviente. Dependen de las interacciones, en ustedes, como en un grupo social.
Siendo dependientes de todo eso, no pueden realizar que ustedes no Son nada de
todo eso, sino que Son lo que siempre estuvo ahí, afuera, y que, observaba,
desde siempre. Lo que ha sido cortado, y que ustedes saben, es, justamente, la
comunicación entre lo que se vive, para un humano, en el gran sistema viviente,
y el observador que siempre estuvo ahí, y que nunca se movió.
Eso
les permitirá comprender, fácilmente, que aquellos de nuestros Hermanos y de
nuestras Hermanas encarnados cuya mirada no tiene la posibilidad de abarcar, a
la vez, lo que nace en ellos, y a la vez, el observador que nunca se movió, no
podrán nunca, mientras ellos mismos no lo hayan vivido, adherir o vivir lo que
ustedes viven. Porque existen, efectivamente, las creencias, existe lo que han
sido nombrados los apegos, de los cuales la mayoría tienen por objetivo
desviarlos, y de manera muy hábil, del observador que está afuera del sistema.
Así pues,
lo que parece llegar, y lo que llega, según un cierto punto de vista,
verdaderamente, siempre estuvo ahí y de hecho, en la medida donde el observador
exterior tiene una visión de otro modo más amplia, en el tiempo y en el
espacio, hasta llegar a un punto donde no existe ni tiempo ni espacio. Si
ustedes viven eso, constatan que todo siempre estuvo ahí, y que nada aparece,
que nada llega. Pero para eso, hay que salir. Esta salida (que pone, por
supuesto, todo lo que es limitado y encerrado, en peligro) está altamente
encadenada, a pesar de lo que llega, aparentemente, a la conciencia misma, que
no puede deshacerse de lo que la tiene puesto que no tener más, para ella, es
desaparecer.
Ahora
bien el observador, sabe a ciencia cierta que ninguna vida se desarrolla, que
nada llegó, y que nada llegará, que quedará siempre afuera del tiempo y del
espacio, en todo punto de todo tiempo y de todo espacio relativo. Vivir esto es
llamado Liberación y, en este caso, para ustedes: Liberados Vivientes (no
puede, por supuesto, ni ser comprendido, ni captado, ni aceptado, mientras que
ustedes creen y viven un límite cualquiera de cuerpo, de pensamiento, de
creencia o de apego). Simplemente, en un momento dado (al cual ustedes
llegaron, que, de hecho, nunca se llegó, sino simplemente se observa), la
interacción entre lo que parece venir del exterior del sistema, como del
corazón del sistema, y por tanto de ustedes también, es tan absorbente, tan
invasor, que no pueden hacer más que extraerse. Extrayéndose, hay una muerte. Esta
muerte no concierne lo que ustedes Son: es decir, les recuerdo, este observador
que nunca se movió, que nunca se desplazó, ni en el tiempo, ni en el espacio.
El desarrollo cinético se despliega, para el observador, suficientemente lejos,
como en el mismo tiempo.
Estos
son los principios que vuestros físicos, hoy, conocen perfectamente y que ellos
aplican perfectamente a lo que es la Conciencia y la no conciencia. Desde el
instante donde ustedes perciben, en la Conciencia como en la no conciencia, más
allá de la percepción misma, que no hay ni tiempo, ni espacio, ni movimiento,
ni adentro ni afuera, ustedes están Liberados. No pueden estar ser más
sometidos, como dirían nuestros Hermanos aborígenes, al Sueño común. Ustedes no
sueñan más. Ustedes son Absoluto. Nada muere porque nada nació. Nada se
desplaza porque nada puede desplazarse. Eso los hace pasar de la conciencia
limitada a una Conciencia ampliada, por la Vibración, y luego, al observador, y
luego a lo que está detrás del observador, que es, de hecho, el Gran Todo, que
incluye al observador fuera del sistema viviente y fuera del sistema viviente
humano.
Lo
que se desarrolla, en ustedes, en este momento (por los diferentes mecanismos
que les han sido dados y comunicados y que ustedes viven), es, muy exactamente,
el momento preciso donde el pequeño sistema viviente se da cuenta no sólo de
que él es parte del gran sistema viviente, sino que de hecho, él está vivo
fuera de todo sistema, de toda forma y de toda otra interacción con otro
sistema viviente. Puesto que la interacción misma, con otro sistema viviente,
dentro de ese gran sistema viviente, lo único que hace es mostrarle que no hay
más existencia en él, como en el otro sistema viviente, y que lo que es Vivo
es, realmente, lo que es capaz de colocarse en el observador y detrás del
observador (que escapa al tiempo y al espacio). La única manera de vivir esto
podría ser llamada el Renunciamiento o Abandono y sobretodo el Amor.
Pero
no un amor proyectado, sino un Amor intrínseco, ligado a la naturaleza misma
del conjunto, y no de un individuo: del conjunto de los sistemas vivientes como
del conjunto del planeta y el conjunto de los mundos. Lo que vuelve a dar la
impresión de acercarse al observador exterior y de lo que está detrás del
observador y que todo eso siempre estuvo ahí. Hay pues una extracción de la
ilusión del tiempo, una extracción de la ilusión del espacio, como de la
ilusión del pensamiento y de la ilusión del cuerpo y sin embargo todo se
desarrolla dentro de esta ilusión, porque ustedes no pueden, de ninguna manera,
poner fin a la ilusión negándola o huyendo de ella. Esta, como eso se ha dicho,
alquimia o transubstanciación no pueden realizarla más que del Interior, puesto
que eso siempre estuvo ahí.
No se
puede decir que la Conciencia, en este caso, pasa de un punto a otro, puesto
que el observador que está fuera del sistema no está más localizado en un punto
o en otro. No hay pues nada que llegue puesto que nada nunca llegó y que todo
es siempre presente. Así, lo que yo les presento, a través de lo que les he
dado a ver, traduciéndose finalmente por: “lo que llega siempre estuvo
presente”, les permite y es una ayuda para permitirles ser lo que ustedes Son,
más allá de toda identidad, de todo cuerpo planetario, de todo sol, y de toda
transformación, visible o invisible.
Vivir
esto es la Libertad y la Liberación, no aceptándola, no deseándola, sino,
justamente, renunciando a sí mismo, por el Abandono. La progresión que hemos
llevado, juntos, desde más de tres años (y para algunos de ustedes, desde casi
treinta años), no tenía más que esta finalidad, que no es una, sino llevar
gradualmente la Conciencia a la Luz y llevar esta Conciencia de Luz, a la No
Conciencia, haciendo así cesar, al mismo tiempo, toda identificación, toda
proyección, toda experiencia. Pero, una vez más, algunos sistemas vivientes no
estarán listos para aceptar esto, ni incluso desear o querer vivirlo. Es en
este sentido que se les dijo que se les hará según vuestra Vibración, es decir
según vuestra Conciencia Vibral o no, y según vuestro Abandono o no.
Lo
que sucede actualmente, que parece desarrollarse con una visión un poco más
cercana de lo que ocurre en ese gran sistema viviente que es la Tierra, es que
hay una puesta en adecuación, total, entre lo que viene del corazón de la
Tierra, lo que viene aparentemente del exterior, y el humano que está situado
al medio (para aquellos que lo han aceptado). Ustedes no pueden de ningún modo
modificar el equilibrio de cualquiera, excepto ejerciendo vuestra calidad de
aquel que, o ha Realizado el Sí, o se estableció en Absoluto. Hay pues una
propagación que permite, cada vez más, al sistema viviente que rechaza verlo
porque ellos no tienen la posibilidad, de vivir por fin un proceso que siempre
estuvo presente, que siempre estuvo ahí. Y además, esta frase: “lo que llega
siempre estuvo presente” es exactamente la frase que ustedes pronunciarán en el
momento donde serán Liberados, porque nada aparece y nada desaparece, ni
ustedes, ni el otro.
El
conjunto de Yogas (que ha sido vivido o no) y lo que ha sido descrito, justo
antes que yo, por la Estrella GEMA (ndr: GEMA GALGANI), corresponde muy
exactamente al acercamiento y a la Fusión de lo efímero de ese sistema
viviente, que es el vuestro, con el gran sistema viviente de la Tierra, con la acción
de lo que viene del exterior de la Tierra como del Interior de la Tierra, la
desaparición de toda proyección. Eso se traduce por la percepción de lo que ha
sido llamado Manto Azul de la Gracia, inmediatamente precedido por la Onda de
Vida o la Onda de la Gracia. Siendo vivido eso, ustedes toman realmente el
sentido de la frase como verídico, para ustedes: “lo que llega siempre estuvo
presente”, porque ustedes se extrajeron de la ilusión temporal, espacial y se
extrajeron del Sueño común.
Es
exactamente así como se desarrolla vuestra Ascensión, en este lapso de tiempo
que está presente. Las creencias, tan poderosas, de este gran sistema viviente,
les han hablado de la evolución y por consiguiente ustedes están condicionados,
sin ninguna excepción (hasta ese momento donde se vuelven lo que es el
observador y detrás del observador), por los sistemas de creencia y de
valorización que los hacen adherir, a pesar de ustedes, a la acción/reacción.
Porque, desde el instante donde hay acción o reacción, hay perpetuación del
aislamiento.
Mientras
el tiempo no se haya parado realmente, mientras que el espacio no se haya
parado realmente, ustedes son dependientes del tiempo y del espacio. Lo que se
desarrollará después de la tercera sesión del Manto Azul de la Gracia (ndr: a
partir del jueves 19 de julio, 22 horas 30, hora francesa), va a hacerles
vivir, para muchos, que lo que llega siempre estuvo presente, y que lo que
ustedes buscan, eran ustedes mismos y que lo que es buscado es lo que ustedes
encontraron (y que, de hecho, no tiene necesidad de ser encontrado, ni
buscado). Solo la mirada separada, dentro de un pequeño sistema viviente como
del gran sistema viviente, les hace creer que había, en el Sueño común
(cualquiera sea el que es responsable del Sueño), algo a mejorar, algo a
bonificar, algo a transformar. Este mecanismo está mucho más allá de un
mecanismo: no es algo que ustedes puedan dominar, controlar o decidir, por lo
menos por la primera vez, si puedo expresarlo de esa manera.
Ser
Absoluto no es pues de ningún modo estar en una negación de la vida (de lo que
era antes, antes de ser Absoluto), ni una negación de la Tierra, sino una
negación de la ilusión, no por negación si no por vivencia. De esta única
manera, de esta única manera, el Manto de la Gracia representa esta indecible
Alegría y este Choque (depende) del encuentro entre lo efímero y el Absoluto,
que no es un encuentro puesto que lo efímero está contenido en el Absoluto. Es
muy difícil poner una palabra precisa sobre esto, sobretodo en esta lengua. Así
pues, cuando ustedes son el observador, ninguna duda más puede manifestarse,
ningún miedo puede aparecer, porque el miedo, como la duda, existen solamente
en lo relativo de la Ilusión. Ustedes ven, a través de este ejemplo, que se
podría, efectivamente, hablar de punto de vista, pero ese punto de vista no es
un punto de vista ligado a la vista, y todavía menos a la Conciencia.
Eso
no puede ser más que vivido, y es en ese sentido, que muchos les han dicho que
nada podía ser dicho. Existen los testigos y los marcadores, como eso ha sido
explicitado. Existen las aproximaciones, pero verdaderamente nada puede ser
accesible a las palabras, incluso si es posible, todavía una vez, testimoniar,
en los primeros momentos de la vivencia, de la Onda de Vida, del Supramental, o
del Manto Azul de la Gracia, o de los contactos. Ese punto de vista escapa pues
a toda localización, a todo emplazamiento. Es en ese sentido que algunos les
dijeron, todavía recientemente, que ese centro es en todas partes el centro,
que no es el centro de una circunferencia, el punto de un círculo, sino que eso
es, al mismo tiempo, todos los puntos de la circunferencia. El humano que llega
ahí constata que eso siempre estuvo presente. Eso habiendo estado siempre
presente, se establece, con la más grande de las facultades y de las
facilidades, en la Impermanencia y en el Absoluto.
Lo
que puede parecer, para aquel que no lo vive, por una razón o por otra, como
una aberración. Y eso lo es, para él, porque, mientras eso no es vivido, eso no
puede ser integrado, porque eso, del punto de vista de la Conciencia humana o
de la conciencia de la Tierra, parece tan vasto, tan improbable, tan imposible,
que nunca esta Conciencia, dependiente de un cierto número de fuerzas, no puede
considerarlo, ni incluso esperarlo (incluso si ella lo desea) sino, más bien,
serle temible y temido. Los elementos dados por el que se llama BIDI, como la
pesquisa y la refutación, los conducirán, en un momento dado, a volverse la
frase que es el objeto de la conclusión de lo que yo tenía para decirles: “lo
que llega siempre estuvo presente”.
La
impresión de lo efímero, la impresión de depender, encadenado o encerrado, de
un cuerpo, de un sistema de pensamiento, o de cualquier otra cosa que sea, no
tiene sentido ni justificación. A través de lo que elegí darles a entender y a
distinguir, más allá de toda comprensión, si ustedes debieran retener solo una
frase, retengan esta de mi conclusión que dije al final y al principio: “lo que
llega siempre estuvo presente”. Si ustedes viven eso, ustedes están Liberados.
El Manto de la Gracia forma, de algún modo, una franja de interferencias, una
interfaz, donde se vuelve más fácil ver cambiar el punto de vista. He aquí los
elementos que tenía para trasmitirles. En función de esto, y si ustedes tienen
el tiempo ilusorio y ustedes tienen preguntas, yo respondo.
No
tenemos preguntas, le agradecemos.
Queridos
Hermanos y Hermanas, de Mi Corazón a Vuestro Corazón, en la Comunión y la Paz y
en Nuestra Eternidad. De vuestro Corazón a mi Corazón, hasta pronto.
www.autresdimensions.com
Canalización: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Veronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Canalización: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Veronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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