Cuanta nostalgia hay en mi corazón… y el tiempo que no ayuda nada…
Viene Navidad, y con ella los recuerdos de buenos momentos, los
anhelos y deseos de un mundo mejor… de que nuestro mundo sea mejor.
Hay nostalgia en el corazón, si… pero también hay esperanza.
Hoy te vi… te vi a lo lejos… y me pregunto: ¿Cuántas veces nos
habremos cruzado en el camino?
¿Cuántas veces me habrás visto, y has tenido miedo de acercarte?
Yo te he visto… te he visto algunas veces, y no he tenido el coraje
de acercarme, por más que lo he deseado…
He sentido miedo de echarlo todo a perder…
He sentido miedo de tu reacción…
He sentido miedo de descubrir algo que no me vaya a gustar saber…
Pero lo más importante de todo es, que no me he acercado porque no
ha sido ni el momento adecuado, ni el momento perfecto.
Me he preguntado: ¿Cómo es posible que quiera tanto verte, y cuando
puedo hacerlo… no lo hago?
Es una lucha interna… entre querer hablarte y al mismo tiempo
sentir temor de hacerlo.
Sólo sé que los miedos vienen del pasado… son el reflejo de lo que
hemos vivido, y tal vez aún, no nos hemos perdonado, no lo hemos olvidado y
liberado de nuestro interior.
Algún día tendré el valor… lo sé… será el día en que el Cielo diga:
“Es el Momento”.
Después de eso todo será como deba ser, así como ha sido hasta
ahora, aunque de una forma diferente a lo que podíamos imaginar que sería.
Esta noche volveré a pedirle a tus Ángeles, a los Maestros, a tus
Guías y a tu Ser Superior que te ayuden a perdonarme… que te ayuden a olvidar
el dolor, la pena, la tristeza y los miedos que te mantienen alejado de mí.
Sólo perdonando, sólo olvidando…
Esa es la Llave que abre la puerta de la Felicidad Eterna!
Cuando el camino esté libre, lo sabrás…
A partir de allí, será sólo decidir y seguir la corriente!
Veremos lo que viene con el Destino, el Tiempo y la Voluntad de
Dios-Padre-Madre…
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