AA. URIEL
El Poder De La Redención
18 mayo 2011
El Poder De La Redención
18 mayo 2011
Yo soy URIEL, Ángel de la Presencia y de la Inversión. Amados Niños de la Ley de Uno, que nuestra Presencia común sea. Hoy vamos a vibrar el poder de la Redención permitiendo penetrar la Eternidad de la Luz. Cada día de vuestro calendario, de ahora en adelante, insistiremos nosotros los Arcángeles, como el grupo de aquellos que participan en vuestro acompañamiento sobre la esencialidad del Yo, más allá de la Ilusión.
La Luz acaba de penetrar la Ilusión para disolver totalmente lo que no es la Eternidad y la Verdad. Esto se desenvuelve ya, en vosotros en vuestra Conciencia. Es esto mismo que impulsa en vosotros la sed de Luz, la necesidad de la Eternidad, el impulso de resolver lo que debe ser resuelto, para hacer desaparecer la totalidad de las Ilusiones.
Niños del Uno, por vuestra Presencia y vuestra irradiación, vosotros penetráis el santuario de la Eternidad, de la Verdad y de la Unidad, llevando más allá del Abandono a la Luz, la percepción, más y más clara y profunda, de la Ilusión de este mundo. Lo que se disuelve es, simplemente, lo que no es la Verdad, lo que no es la Eternidad y que participa en mantener la Ilusión.
Niños del Uno, cada día la llamada de la Tierra y del Cielo resuena en vosotros, llamando a vuestra Redención, llamando a salir de la Ilusión total de lo que es este mundo, de lo que es vuestra personalidad porque vosotros sois la Eternidad. Y ser la Eternidad, es superar y transcender, por la vía de la Redención, la Ilusión de este cuerpo, la Ilusión de esta personalidad, la Ilusión de la vida para haceros penetrar la Vía, la Verdad y la Vida. Redención. Eternidad. Esto es a lo que estáis llamados.
Niños del Uno, resuena en vosotros la llamada de la Unidad y de la Luz, llevándoos a despojaros de todo lo que ha sido Ilusión de este mundo y de esta vida. Vosotros sois la Vía, la Verdad y la Vida, más allá de este cuerpo, más allá de esta personalidad efímera, más allá de vuestras vidas pasadas en esta matriz que llega a su fin irremediable y definitivo.
Entonces, se elevan en los Cielos y en vuestros Cielos los cantos de alabanzas llamando a vuestro Corazón a abrirse a la Belleza y a la Verdad y sobre todo a la Eternidad reencontrada. Osad ser. Osad haceros lo que sois, desde la Eternidad, poniendo fin así a las trampas de la luz falsificada, poniendo fin así a las rondas de encarnaciones y de reencarnaciones, poniendo fin a la Ilusión erigida por Yahvé, que os permite encontrar vuestra Semilla y vuestra Eternidad.
Vosotros sois los Niños del Uno. Ha llegado la hora de sonar el despertar de lo que sois. Ha llegado la hora de cerrar lo que no es Eterno. Ha llegado la hora de cerrar lo que no es la Verdad. La hora ha llegado de abrir la Alegría.
La hora ha llegado de abriros a la Paz, más allá de la apariencia de este mundo porque todo lo que pertenece a la Ilusión va a desaparecer, por la gracia de la fusión de los Éteres, por la revelación de la Luz Blanca, por la penetración de la Ola Galáctica, en este mundo como en vuestras estructuras.
Todo, absolutamente todo lo que es efímero, está llamado a desaparecer, en un canto de gloria, en un canto de belleza. La preparación es intensa. La Ola Galáctica de Luz está a vuestras puertas, a las puertas de vuestras células, a las puertas de vuestra conciencia, para revivir en la Eternidad, desembarazándoos, para siempre, del peso de la encarnación y del peso del sufrimiento, reuniendo en la Vibración de Cristo revelado, en vosotros y volviendo a vosotros.
Niños del Uno. Abrid. Abrid amplios los vanos de la Redención. Elevad la Cruz del Corazón. Elevaros vosotros. Y abriros a la Verdad de vuestro Ser, presente desde la Eternidad, que fue velado a vuestra conciencia, por encierro, disimulo. La verdadera Vida no está aquí. La verdadera Vida no está en este cuerpo. La verdadera Vida no está en lo que vosotros creéis, pensáis o vivís. Está en la Eternidad de la Luz, en la Alegría eterna de la Unidad.
Niños del Uno. Descubrir el yo y poner fin al ego, es poner fin a toda vida presente en este mundo de ilusión. Es la hora de resucitar. La hora de revelarse y despertarse a lo que sois, más allá de cualquier miedo, más allá de cualquier limitación. Vosotros estáis llamados a volveros seres de Libertad, seres de autonomía. Vosotros sois la Vía, la Verdad y la Vida. Vosotros no podéis vivir el agua viva de la Vida eterna bebiendo el agua de la vida de este mundo.
Así, el instante presente, así como cada instante presente que seguirá, con el curso de los días, de las semanas y meses por vivir, en este calendario, os lleva a penetrar la Eternidad de la Luz. Esta penetración se acompaña de la elevación de la Cruz de la Redención, llamada Ascensión, que os permite desincrustaros de lo que es falso, desincrustaros del total de creencias en la existencia de un cuerpo de carne, en la creencia de la existencia de lazos de la carne, los lazos de los afectos, las emociones, de la mente y de la familia, para presentaros desnudos y libres delante de Aquél que viene a llamar a la puerta de vuestro Templo, elevándoos a vuestra propia Presencia.
Comunión en la Luz Blanca. Fusión de los Éteres. Fusión de la Fuente. Vosotros, Fuente del Uno, Uno en la Fuente. Abrid las puertas que os encierran, en este mundo, en los juegos del ego, en los juegos de la personalidad que desaparece. Penetrad las esferas de la Alegría, las esferas de la Unidad. Vosotros estáis llamados. Haceos Elegidos de la Gracia. Vosotros debéis dar ese paso.
Vosotros debéis despojaros de lo que no es lo verdadero, de lo que no es la Verdad y la Eternidad. Niños del Uno. Osad ser lo que sois, más allá de cualquier Ilusión de este mundo. Vosotros no sois de este mundo. Realizad la llamada de la Luz, y de su Eternidad, para vivir vuestra Luz y vuestra Eternidad, para salir de lo efímero, para salir de Ilusión.
El fin de la Ilusión marca el renacimiento y la resurrección de la Eternidad, en vosotros como para toda la humanidad. Ha llegado la hora de vivir esta Verdad. La llamada de la Luz y de la Vibración contacta vuestra conciencia y vuestra personalidad hasta que ésta acepte someterse sin condiciones, al Amor incondicional, a la Verdad de la Luz, en Cristo y en Él. Vosotros sois la Luz de los mundos. Os corresponde a vosotros reconocerlo, a vosotros revelarlo y desvelarlo. No hay nada que buscar. No hay nada que emprender fuera de vosotros. Solo el Yo, realizado y revelado os permite penetrar los santuarios de la Eternidad. Toda acción externa os aleja del Yo. Toda acción llevada en la Ilusión, de ahora en adelante, os alejará del Yo.
Cada uno a su ritmo, cada uno a su frecuencia, vais de ahora en adelante a elevar la Cruz de la Redención, en el AQUÍ y el AHORA, a daros cuenta de la diferencia entre Ilusión y la Verdad, llamándoos a más Luz cada vez, a más iluminación para disolver las zonas de Sombra relativas a la Ilusión de este mundo. Así se desvela en vosotros como en el total de este mundo, el total de lo que se debe desvelar y revelar.
La Tierra, maestra de obras y decisora de su propia Ascensión, os convida en adelante y ahora, a elevaros, a salir de vuestras propias Ilusiones, de vuestros propios sufrimientos, de vuestras propias limitaciones. No podéis y no podréis cada vez menos, vivir lo limitado y lo Ilimitado. Haced vosotros la elección.
Os corresponde a vosotros involucraros en la Verdad de la Redención, de vuestra Eternidad y de Luz. Esto ocurre ahora. Esto se encuentra en vosotros por la Presencia y por la Inversión. Id dentro porque no hay ni dentro ni fuera. Ilusión de la proyección en este mundo. Ilusión de la proyección del Espíritu en un encierro acabado, que limita lo Infinito de vuestra Verdad.
Niños del Uno, abramos juntos el Pasaje a la Presencia. Último Pasaje de vuestro retorno a la Eternidad, impulsado en vosotros por el Ángel METATRON, activando el Cubo de Resurrección, suprimiendo la cruz del sufrimiento, en resonancia con la Ilusión, permitiendo vivir la Cruz gloriosa de vuestra propia Resurrección. Olvidad. Olvidad la persona que habéis sido. Olvidad la persona que sois porque no sois una persona, sois la Eternidad.
Esto hay que hacerlo consciente. No hay nada que encontrar fuera de lo que sois. LA FUENTE se enciende y despierta en vuestro Templo Interior. La fusión de los Éteres eleva vuestra Vibración y vuestra conciencia hasta el Templo y el Trono. Entonces, ¿qué esperáis para experimentar la Presencia? Fuego del Éter y fuego del Corazón. Fuego del Espíritu elevándoos hacia la Verdad del Uno, revelando a Cristo en vuestro Éter de esta Tierra. Abrid, abrid en vosotros la Verdad. Abrid en vosotros, el tiempo de silencio. Abrid en vosotros, el tiempo de la Eternidad.
Niños del Uno, abrid el Corazón. El Corazón es la Esencia. El Corazón es la única Verdad de la Eternidad. No hay nada más que la Luz. No existe nada más que el Yo. No existe nada más que la Paz infinita de la creación ligada a LA FUENTE Una. Esto se revela ahora. Cada día y cada instante de vuestro calendario os aproxima a vuestra Resurrección y la expiración del fin de la Ilusión. Os corresponde a vosotros vivirlo con anticipación.
Abríos a la Eternidad y a Cristo, más allá de vuestra presencia en la Ilusión. Abríos a la Presencia en Cristo. Vosotros sois los Niños de la Eternidad. Vosotros sois los Sembradores de Luz, las Presencias de Luz, en este mundo, que han permitido el desvelamiento de la Luz y poner fin a vuestra propia Ilusión.
La Luz es Alegría. En el seno de la Alegría no existe ningún miedo y ningún sufrimiento, ninguna duda sobre mañana porque el Instante se basta a sí mismo. Encontrando la Eternidad, desvelada y revelada, no hay nada que penetrar que vuestra propia Verdad. El resto se disolverá por sí mismo, bajo la acción del Fuego del Éter, de la fusión de los Éteres, del Fuego del Cielo y del Fuego de la Tierra.
Niños. Escuchad. Escuchad la llamada de la Luz. Redención. Elevación. La Ilusión llamada a disolverse de vuestra visión, de vuestra percepción, alejándoos para siempre de los mundos del sufrimiento y de la Ilusión, si tal es vuestra Vibración. Niños del Uno penetrad lo que sois, no hay nada que buscar. Solo hay que establecerse. No hay nada que hacer. Solo hay que ser los que sois desde la Eternidad.
La hora del despertar ha sonado por fin. Las últimas trompetas suenan. Los últimos Jinetes abren la liquidación de la Ilusión, revelándoos a vuestro propio esplendor, más allá de cualquier límite de este cuerpo, más allá de cualquier creencia de vuestras almas, más allá de cualquier adhesión a cualquier dogma. Es la hora de la Libertad. Es la hora de la Autonomía. Es la hora de la Resurrección. Escuchad. Escuchad el canto de vuestra propia Presencia y el canto de su Presencia. Cristo llega al seno de vuestro Éter.
Yo soy la Luz Blanca. Llego como METATRON, rodeando al Cristo. A vuestro turno, volveos los que sois. Vosotros sois la Eternidad. Vosotros sois la Resurrección de la Vía, la Verdad y la Vida. Vosotros sois el camino que no tiene ni principio ni fin. Vosotros sois la pura Luz de los mundos. Por eso, os es necesario salir de lo que está restringido. Necesitáis transmutar todo lo que era gravedad, ilusorio. Os es necesario vivir en fin de la Luz porque vosotros sois la Luz.
Niños de la Eternidad. El Pasaje se realiza, en este momento mismo sobre la Tierra, debiendo finalizar y desembocar en la plena Luz de la Verdad. Está de camino y se establece en vosotros como en la Ilusión de este mundo. No hay ninguna resistencia que oponer. No hay nada que oponer a la Luz que está en vuestra naturaleza. No hay nada que oponer a vuestra propia Resurrección, si no es el miedo, si no son los condicionamientos. Aquellos que van a volar en chispas, permitiendo revelar las joyas, brillar a los diamantes y a la Eternidad manifestarse en vuestra conciencia. Y esto es ahora.
Amadísimos Niños de la ley del Uno. Salid de la Ilusión de este mundo, por la Vibración de la conciencia y penetrad vuestra Eternidad. Haceros los Estandartes de la Luz. Revelaos. Develaos. Salid de la Ilusión y penetrad en la Luz. Vosotros, corazones amantes, Hijos ardientes del sol, redimidos y Coronados. No hay nada que mantener aquí, donde estáis.
Solo la Luz tiene derecho de ciudadanía. Solo la Luz se establece y establecerá, cada día a cada respiración de la Tierra y vuestra, cada vez más poderosamente, más y más evidentemente, más y más graciosamente. Solo lo que se opone a la Luz se encontrará a punto de oponerse, a sí mismo, en la Ilusión de la fricción y del sufrimiento y del miedo. El Amor es la Alegría de la Eternidad. Vosotros sois el Amor. Vosotros sois la Alegría. Vosotros sois la Eternidad.
Transcended por la gracia de la Luz, los miedos inherentes a la constitución del hombre. Vosotros no sois los miedos. Vosotros no sois el sufrimiento. Vosotros no sois las emociones. Vosotros no sois la Ilusión. Vosotros no sois las creencias. Vosotros sois el Corazón. Esto es lo que el Ángel METATROSN despliega en vosotros. Esto es lo que LA FUENTE permite en vosotros. La Eternidad se abre a vosotros.
Niños del Uno, id hacia ella, como ella viene a vosotros. El momento y el Instante de vuestra Verdad se aproxima, de ahora en adelante en el reloj de vuestro tiempo que se termina. Los tiempos van a ser invertidos. El reloj de arena se va a volcar, poniendo fin a la Ilusión y desplegando la Vida, en su Eternidad de un reloj de arena sin fin y sin comienzo.
Juntos, comulguemos en la Presencia, en vuestra Presencia y en mi Presencia. Juntos, en comunión.
...Efusión Vibratoria...
La Obra final, Obra en blanco, que permite disipar las mínimas Sombras no tienen ya más peso que el sufrimiento que le ha sido acordado por el alma humana desde la falsificación. Niños del Uno, sed Amor porque vosotros sois el Amor. No ese, que va a aportar seguridad sino el que realiza en sí mismo su Esencia y su naturaleza para resplandecer, Irradiar y servir en la Verdad. Abrid. Abrid grande el Corazón y la Redención.
Lo que veréis en el exterior no tiene ningún peso en relación con lo que veréis con el Corazón. Lo uno es fuente de Alegría, el Corazón. Lo otro será fuente de reforzamiento de las Ilusiones, de rompimiento, que no tiene ningún sentido y ninguna interacción con vuestra propia Presencia. Os corresponde a vosotros elegir ahí donde os establecéis. ¿Es dentro? ¿Es fuera? ¿Es en el Corazón o en otra parte? ¿Es en el hacer? ¿Es en el parecer o es en el Corazón? ¿A qué queréis pareceros?
¿Con qué queréis identificaros? Con este cuerpo, con esta persona o con la Eternidad de LA FUENTE, más allá de cualquier identificación limitante, presente en vuestro mundo que toca a su fin. Los Ángeles corren, manifestándose, más y más, en vuestros Éteres y en vuestras noches, en el cielo y en la Tierra, revelando la Luz todavía más, despojándose en su majestad, en vosotros como en este mundo.
Niños del Uno, acoged en el silencio de la personalidad, en el silencio de las palabras externas, vuestra propia Redención, que os lleva a vivir la coronación de la Luz y la elevación de la Corona del Corazón. No hay nada que hacer. No hay nada que preguntar. No hay nada que esperar porque todo esto está ya realizado en el firmamento de la Luz.
Solo hay que asentir al abandono de todo lo que no es la Verdad, al abandono de todo lo que es efímero para penetrar la Gloria de vuestra Presencia. Entonces, juntos, vivamos en anticipación el retorno de Cristo, la Presencia. En el silencio de mis palabras, por el momento. Acoger la Redención y la Eternidad. Haceros la Verdad de la Eternidad.
...Efusión Vibratoria...
En la hora y el instante en que el Verbo, que se ha hecho carne, vuelve a su carne, para que la carne se haga Verbo, Aliento del Espíritu de Verdad. Presencia y Vibración. Presencia y silencio.
...Efusion Vibratoria...
Acoger. Vivir la alabanza del canto de Resurrección. Escuchar el Corazón batir al unísono de LA FUENTE. Escuchar el Corazón elevarse a su Verdad. Presencia. El abrazo de la Luz os restituye la Libertad. ¿Queréis encontrar el canto de la Eternidad? ¿Cuál es el miedo que puede existir, cara a la Eternidad, si no es lo efímero? Acoger la Luz y la Presencia. Elevarse más allá de los límites transmutando el mundo y la conciencia misma.
Tierra elevándose. Corazón elevándose. Vosotros, Niños del Uno, Vía, Verdad y Vida, pulsación de un Corazón amante. Acoger. No ser más el límite. No ser más el peso. No ser más la densidad. No ser más la Ilusión. Volverse el Yo. No ser más el yo. No ser la Ilusión. No dar más peso a la Ilusión. Presencia y acogimiento.
...Efusión Vibratoria...
La recepción de la Luz confiere la bondad y retira los miedos y disuelve lo que debe serlo.
Vivid la Inteligencia de vuestra propia Presencia. Recepción. Recepción y Presencia. Redención. Amados del Uno, amados de la creación, vosotros sois la creación, más allá de la Ilusión. Presencia. Presencia y silencio. Presencia y canto. Pulsación continua e infinita del poder del Corazón y de su Amor. Presencia que es Alegría. Presencia que es Paz. Presencia que es fin de cualquier distancia y cualquier separación. Presencia que es Ascensión y elevación.
Vosotros sois la Eternidad. Presencia que es la Vía. Presencia que es la Verdad. Presencia que es Vida. Presencia que es Cristo. El Verbo. Entonces, juntos, cantemos el canto del Corazón y de su Resurrección. Fuego de Alegría del Espíritu. Espíritu del Infinito del Corazón. Y Presencia. Vibración de la Esencia, que pone fin a la carcasa del encierro. Abrid las puertas y demos gracias por el canto de alabanzas de la Presencia.
Belleza. Magia. Más allá de cualquier magia y de cualquier Ilusión porque Verdad y Eternidad. Llenas de Gracia y saturadas de Alegría, tal es vuestra Presencia. Acoger y penetrar la Eternidad de la Verdad, de la Vida y de la Vía. Penetrar la Luz. Viene a buscaros. Ella os ha encontrado. Redención. Ascensión y resurrección. Contentamiento. Canto de alabanza. Canto de Verdad. Convertios en el cristal más puro, transparencia de Luz donde ninguna sombra puede afectar. Acoger. Presencia.
Cada día y cada instante os llevará a estableceros, un poco más en Presencia, en Vibración y en silencio. El Verbo despliega su respiración en el Espíritu de Verdad, en el Templo del Corazón. Luz Blanca y Luz Azul mezcladas. Fusión de los Éteres. Comunión.
...Efusión Vibratoria...
Niños del Uno, yo soy el Angel del Pasaje y de la Inversión. Yo soy el Ángel que anuncia la nueva del retorno de la Luz. Yo he cumplido lo que había que cumplir, abriendo y limpiando el pasaje que impedía en acceso a la Eternidad. Así, en vuestra Presencia y en comunión, nosotros podemos decir juntos: todo está cumplido. Solo falta penetrar. Solo falta vivirlo.
Yo soy el Ángel URIEL, Arcangel de la Inversión. Yo establezco mi Presencia en vuestra Presencia. Yo seré en vosotros en la magia del alineamiento a la Luz. Yo seré la Alegría de vuestra Presencia. La Vibración, es la respiración de vuestro Espíritu. Comunión. Bendición y comunión en vuestra Presencia y en nuestra Presencia. Yo soy el Arcángel URIEL y yo os digo: hasta dentro de unos instantes, en vuestro Templo y en vuestra Presencia.
Amados del Uno, yo soy URIEL y el Aliento de mi Presencia os bendice. Preparad, en el silencio y la recepción, el alineamiento y la Alegría de vuestro tiempo de alineamiento. URIEL os bendice de su Presencia a vuestra Presencia. Hasta pronto.
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Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milan
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
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