GEMA GALGANI
UNIDAD E INOCENCIA
1er mayo 2011
Yo soy Gema Galgani. Mis Hermanos y Hermanas, recibid todo el Amor que mi Corazón puede dar a vuestro Corazón. Yo soy la primera en intervenir en este primer día de vuestro mes de mayo. Este mes de mayo, que en diferentes tradiciones es el mes de la Compasión, mes de María. Mes también, en que se exteriorizan muchos elementos sea en la naturaleza como en la Conciencia humana. Yo soy la Estrella de la Unidad. Y en tanto que tal, juntos vamos a instalarnos en la Paz y en la Unidad, antes de deciros algunas palabras que he venido a daros.
... Efusión Vibratoria ...
Hace poco tiempo, han sido realizadas y activadas, en vosotros y en la Tierra, las Cruces Mutables. La última parte de un Yoga particular que os ha dado uno de los Ancianos (ndr : « protocolos/Yoga Integrador » de nuestro sitio). Os ha explicado y hecho vivenciar, la activación de estas Cruces, en vuestra estructura y en vuestra Conciencia.
Hoy vengo a hablaros de otra cruz. Esta cruz no pasa ya por el punto ER de la cabeza, pero representa una cruz de brazos desiguales, cuyo cruce se produce detrás del punto ER. Esta cruz se llama Cruz Crística Posterior. Pone en funcionamiento los Ejes AL-OD Y UNIDAD-PROFUNDIDAD.
Como quizá sabéis, yo he estado encarnada muy poco tiempo, al inicio del siglo 20, al mismo tiempo que Santa Teresa. Nosotras dos hemos llevado la UNIDAD y la PROFUNDIDAD. La Cruz de la que acabo de hablaros, es la que corresponde a la Vía (Voz) de la Infancia. Yo dejaré a Santa Teresa explicaros esto, mucho mejor que yo. Yo vengo a hablaros de la Unidad y de la Inocencia.
La Unidad (como muchos de vosotros habéis comprendido, y quizá vivís) es un estado de Conciencia que permite transcender y superar cualquier forma de Ilusión, cualquier forma de sufrimiento y acceder a un estado de Ser mucho más allá de la personalidad. Más allá de la Sombra y de la Luz, más allá del Bien y del Mal. Un estado que muchas de mis Hermanas han experimentado ciertamente, y que hoy está totalmente a vuestro alcance.
La Unidad deriva de un estado de Inocencia.
Entonces, ¿cómo, en este mundo que yo he recorrido y que vosotros recorréis todavía, cómo se puede hablar de Inocencia? La Inocencia por supuesto, no es creer o tener Fe.
La Inocencia es la que acepta sin ningún prejuicio la realidad y la totalidad de la Luz, para transcender los límites de este cuerpo y de esta manifestación, permaneciendo siempre en él, si es posible.
La Inocencia está directamente ligada a la Visión del Corazón. Esa que no hace diferencia entre la Sombra y la Luz, el Bien y el Mal.
Una mirada que va a unificar, que va a transcender y que va a conduciros y a experimentar una Alegría que no depende de ninguna circunstancia exterior, que se encuentra en el Interior del ser mismo que vive esto.
La Inocencia es volverse nuevo, indemne y desembarazado de cualquier creencia, de toda Ilusión, de toda reivindicación. Es centrarse lo más cerca del instante inmediato y del momento presente, que se vive en cada respiración. Es ser de alguna forma, penetrado por la Luz permanentemente. Fundirse en esta Luz, fundirse en su inmanencia y su impermanencia, es penetrar el Espíritu de Cristo, manifestarlo, desposarlo y como decía mi Hermana, entrar en Simbiosis.
La Unidad ayuda a estableceros en esos estados que la Conciencia ordinaria no puede alcanzar nunca, ni siquiera imaginar. La Inocencia es la condición previa, junto con la Infancia, que permite vivir esta Cruz particular, llamada Cruz Posterior de Cristo. Directamente asociada con la resonancia de mi Estrella y de la Estrella de mi Hermana que está enfrente, Santa Teresa.
La Vía (Voz) de la Inocencia es la que asiente a la Luz, la que abandona toda veleidad de comprensión de lo que sea. Porque vivir la Unidad está más allá de toda comprensión, más allá de toda palabra.
Entonces, hablar de la Unidad y de la Inocencia es ya, de algún modo, salir de la Inocencia y de la Unidad, porque ninguna palabra puede satisfacer una descripción cualquiera de la Unidad. La Unidad precisamente, no puede vivirse más que en ausencia de la palabra. En la ausencia de toda comprensión, de toda demanda, de toda espera. La Unidad es un estado de Inocencia, pero también de confianza total en la Luz, en Cristo. Es sumarse al Infinito. Es unirse a cualquier otra cosa que la limitación del cuerpo, de los pensamientos, de lo que se ha llamado el Cuerpo de Deseos. Es sumarse al Infinito, a la Alegría más absoluta. Y no solamente abrazarla sino también, manifestarla totalmente.
Hoy en esta Tierra y desde hoy, en este mes, estos estados van a abrirse a vosotros de manera cada vez más neta y cada vez más clara. Esto está abierto a todos y a cada uno, porque la Gracia que se extiende en la Tierra no hace ninguna distinción entre lo que sea. Es igual para todos. Porque vivir la Unidad y la Inocencia no tiene características que son propias de un individuo o de otro. La Gracia, la Inocencia, la Unidad, no tiene nada que hacer con las reivindicaciones, ni con el Karma, ni con las creencias.
La Unidad es un estado del ser en que todo se hace Transparente y simple. Es un estado en que la mente no puede manifestarse más, en que los pensamientos incluso, no pueden emerger. Es un estado que se basta a sí mismo, de alguna forma. Nada más existe que la Luz, porque la Conciencia se hace a sí misma la totalidad de esta Luz.
Hay de algún modo, un Desvanecimiento, una desaparición de lo que estaba limitado. Vosotros no estáis por lo tanto limitados, en esos momentos ni por el cuerpo, no por cualquier otra cosa que la Luz en sí misma, que es ausencia de límite. Esto presupone una disposición de espíritu a la Inocencia. No la Inocencia en relación a este mundo. No la Inocencia en relación a las relaciones entre Hermanos y Hermanas de esta humanidad. Sino la Inocencia en relación a Cristo, en relación a la Luz.
De la Inocencia nace la Unidad. Porque la Inocencia es ausencia de espera. La Inocencia es ausencia de búsqueda, sea la que sea. Es también, una forma de Abandono de todo lo que pertenece a la personalidad, a los deseos a las proyecciones, a las creencias, a las reivindicaciones. Es el estado más extremo del ser que conduce a ese Ilimitado y a la Unidad.
La Unidad es hacerse a sí mismo, totalmente la Luz Blanca, la Luz Adamantina. Es hacer cuerpo con ella, porque el Cuerpo de la Luz es la totalidad de las Creaciones de todos los Universos. La Inocencia prepara esto. Esta Cruz Posterior está vinculada directamente a la Inocencia del alma, a la pequeña Vía (Voz), a la Infancia. Ella es la que hoy, se abre a vosotros por la inmediatez de la Luz, por su inmanencia, su mutabilidad y su derramamiento sobre la Tierra, a niveles de intensidad y de pulsación que jamás ha vivido la Tierra.
Tenéis todos, la posibilidad de sumergiros en la Luz. Aunque hoy algunos Sembradores de Luz no han despertado todavía sus Coronas Radiantes totalmente, lo que viene es justamente la posibilidad de hacerlo. Este mes es totalmente, el mes de la Gracia. Es el momento y esto se os ha dicho, que los Ángeles del Señor se revelan y se desvelan cada vez más, en vuestra Conciencia colectiva. Es el mes en que todos los errores, todas las Ilusiones, todas las búsquedas que hayan desembocado en un pozo sin fondo, son agraciadas por la Gracia, y os permiten estableceros en vuestra nueva Inocencia, en vuestra Unidad.
Estáis acompañados como nunca. Esto lo sabéis y lo veréis cada vez más en vuestros Cielos. Lo veréis también, cada vez más en la Luz, incluso en la cantidad de Luz presente ante vuestros ojos físicos y vuestra Visión Etérica. Lo sentiréis en vosotros también, porque si hacéis un paso hacia Él, Él vendrá a llamar a vuestra puerta y Él os devolverá diez veces más.
Durante este mes se afianza vuestra posibilidad de establecer de manera definitiva, vuestra Unidad. Cada día ahora, va a ver reforzarse esta capacidad de Inocencia y de Unidad. Lo viviréis como una llamada.
Entonces, por supuesto la llamada puede ser escuchada, o puede crear al principio, ciertas resistencias, ciertos temores. Esos temores los hemos tenido todos, sin excepción. Incluso el Cristo en la Cruz. Es el momento en que basculáis. Es el momento en que os parece, que estáis abandonados totalmente. La travesía del desierto. La tentación. El momento en que podéis renegar de forma transitoria, de todo lo que habéis cumplido. Ese es un signo muy bueno. Porque quiere decir que la Unidad se apresta a tocaros con su Gracia. Algunos tendrán mucha más facilidad que otros para pasar a esta Unidad, a esta Inocencia.
Acordaros que la cantidad de Luz y por lo tanto las Vibraciones que lleguen hasta vosotros, van a ser cada día multiplicadas. La intervención del Arcángel Metatron dentro de pocos días, viene a cumplir lo que fue anunciado en las Escrituras. Aunque a veces hayan sido travestidas y hayan incluido un elemento de miedo. Porque sí, cuando se ha estado privado tanto tiempo de Luz y se ha buscado tanto tiempo, cuando llega la Luz puede efectivamente, dar miedo. Pero esos miedos no son nada. Basta simplemente hacerse Inocente y osar aceptar ir al otro lado. Y en ese momento, la Inteligencia, la Gracia de la Luz, os establecerá en vuestra Unidad, en vuestro Êtreté muy fácilmente.
Durante este mes es cuando vosotros decidís desposaros a Cristo. Durante este mes es cuando debéis liberaros de todas la Ilusiones, de todos los falsos semblantes. Durante este mes, es cuando muchos de vosotros vais a penetrar las esferas de Unidad.
Esta preparación durante este mes es algo esencial. Porque este mes os hará penetrar, si lo acogéis realmente, en la Conciencia de lo que sois. En su vivencia. En su Inocencia. En su Amor y en su Unidad. Es el momento en que podéis vivir la ausencia de separación, donde podéis no estar separados de nada. Es el momento de la Reunificación.
Recordad que el testigo de todo eso es vuestro propio estado Vibratorio y también, el oscurecimiento de la Conciencia limitada, en beneficio de la Conciencia ilimitada. Este pasaje está en camino. Desemboca, en el momento en que es acogido totalmente, en la Alegría inefable de la Unidad.
Es como si cada minuto de vuestra vida pudiera volverse un estado de Gracia, un estado de plenitud absoluta. Una satisfacción infinita de la Presencia de Cristo. La Cruz Crística Posterior, la que se pone en su sitio en vosotros y en la Tierra, va a sacar a la Luz también, las zonas de resistencia que puedan existir a este nuevo Nacimiento. Que esas zonas de resistencias sean en lugares concretos de la Tierra, o en lugares concretos de vuestro cuerpo, no os centréis en ello, id más allá. Dejad que os invada la Gracia. Dejaos llevar por la Unidad. Dejaos de alguna forma, llevar por el Cristo.
Muchas cosas van a cambiar en vuestros Cielos, en vuestra Tierra y evidentemente, en vuestro cuerpo y vuestra Conciencia. También, cualquiera que sean las manifestaciones, necesitáis ir más allá de un comprensión, requiere ir más allá de la lógica, de la razón de la mente y vivir la Gracia de la lógica del Corazón, que no es de este mundo. Para realizar la palabra de Cristo y vivir que “vosotros estáis en este mundo, pero no sois de este mundo”.
El Corazón es la puerta. El Corazón es la cerradura. El Corazón es el lugar de ese pasaje. Haceros como un niño, volver a descubrir la Inocencia. La Inocencia de la Luz. La Unidad, como yo os decía, no es ver el Bien y el Mal. Es estar más allá del Bien y del Mal. Es aceptar ver la Sombra, simplemente como una Luz no revelada. Es no juzgar, no discriminar, no discernir, sino hacerse totalmente la Luz. Es eso lo que se abre ante vosotros, de ahora en adelante y cada día, a cada respiración vais a penetrar todavía más, en Profundidad y en Verdad.
Las manifestaciones serán múltiples, en vosotros y en el exterior de vosotros. Aceptad que todo esto no es más que el Reflejo de la acción de la Luz. Y que, solo la mirada exterior puede tener miedo de vuestras propias manifestaciones Interiores o de las exteriores del planeta.
La Tierra vive su Liberación, vosotros también la vivís.
La liberación puede a veces vivirse como un rompimiento en el momento en que se experimenta. Pero el rompimiento, solo es temporal en relación a la Luz. Rasgar los Velos de la Ilusión es a veces doloroso, porque hay que aceptar dejarse transformar y mutar hacia la nueva forma, hacia la nueva Conciencia.
Efectivamente, en lo que es limitado hay una serie de duelos que hay que vivir y superar. Esto, no lo podéis hacer vosotros mismos. Jamás. Es la Gracia de la Luz la que lo hace en vosotros.
Entonces, no os preocupéis de lo que pueda pareceros duro, difícil, sino más bien pedid simplemente la acción de la Luz en vosotros. Absorbed la Luz por la boca, por el Canal del Éter, por el Corazón y dejadla obrar. Porque vosotros sois la Luz.
Verdaderamente, deben caer muchas máscaras. Esto forma parte de la Inocencia y de la Unidad. Es este camino, el que vais a descubrir cada día. Es un Camino de Gracia, a condición de que lo aceptéis. Volverse Inocente, volverse un niño, es dejar que el Niño Interior del alma se exprese, para ir hacia la Libertad de Espíritu. Es no jugar más el juego del mundo. O si no, continuar jugándolo permaneciendo lúcido, respecto a la Ilusión y su falsedad. Es aceptar el juego de estar en este mundo todavía, sabiendo que no es más que un juego, una proyección, con todos los sufrimientos y todas sus Ilusiones.
La activación de esta Cruz Posterior se hace de forma natural en vosotros, pero puede facilitarse también, se os dará para poder practicarla desde mañana. Pero esto se realiza desde ahora mismo en vosotros. Sois vosotros los que debéis dejaros impregnar por la Alegría, por el Cristo.
La Conciencia de la Unidad, la presencia de Cristo, se puede llamar: el Consolador. Es el que restringe y sofoca todos los sufrimientos, sean los que sean.
Os lo dijo: “aquél que beba de mi Agua de Vida, no tendrá nunca sed”. Es esto exactamente lo que está a punto de ocurrir, porque Él es el Agua de Vida, Él es el Fuego de la Redención, Él es la Espada que viene a cortar. No seáis limitados por concepciones vinculadas a las religiones o a historias. Sed Ilimitados en vuestro recibimiento de Él, en Espíritu y en Verdad. Él viene a devolveros, a restituiros a vuestra Unidad y a vuestra Inocencia. La de Hijos Ardientes del Sol. Aquellos que se consumen sin quemarse, en la Alegría, el Amor, la Verdad y la Paz. No hay ningún límite de este mundo que pueda impediros vivir esto. A vosotros concierne no resistiros. A vosotros volveros Inocentes.
Entonces, esta Cruz Crística Posterior se elevará en vosotros. La Corona Radiante del Corazón se elevará. Y penetraréis entonces, las Estancias inefables de la Alegría del Padre. Cada uno de vosotros, todavía presente en la Tierra, está llamado individualmente, personalmente, a esto. No existe ninguna barrera de religión, de edad, de sexo, que pueda mantenerse ante Él.
Entonces volveros Inocentes y la Unidad se instalará en vosotros. Sin buscarla, sin desearla. No hay nada que saber, no hay nada que conocer. Solamente hay que parar el tiempo, el tiempo de una respiración, el tiempo de un instante.
Entonces, desde ese instante, la Gracia os penetrará. En cualquier momento. De manera imprevista. En ese momento atrapad la Luz que se os resiste. Acogedla. Parad todo lo que no sea esto. Cualquiera que sea el espacio y el instante en que esto se produzca, sois libres de volver la espalada o de abriros a Cristo.
La Unidad, más allá de la Fusión de los Éteres, es volver a descubrir la Luz. Su Vibración. Su luminosidad. Su fuerza. Es hacerse Ilimitado, es hacerse Ella. Y el Cristo es la Puerta estrecha que permite vivirlo aquí mismo, en esta carne, en esta vida y en estos momentos últimos de la Tierra.
Esto es lo que la Estrella UNIDAD ha venido a aportaros, hoy. Mucho más allá de las pocas palabras que haya podido pronunciar, más allá de la Vibración de la palabra, id a la Esencia de lo que os he dicho. Es necesario impregnaros. Hasta Vivirlo.
Eso es, mis Hermanos y Hermanas. Comulguemos juntos, unos instantes. Y, si tenéis preguntas que vengan de vuestro Corazón, concernientes a lo que he dicho, en unos minutos, si podemos profundizar en eso, iremos juntos. Pero primero comulguemos.
... Efusión Vibratoria...
Mi Corazón escucha ahora lo que tenéis que pedirme.
Pregunta:
¿Qué significa sentir que el punto UNIDAD se calienta mucho?
Significa simplemente que esta función, este estado llama a tu puerta.
Recuerda lo que he dicho: no busques comprender, no busques el significado, sino vívelo. Vive esta Gracia, acógela. Porque desde el momento en que busques un significado, de ahora en adelante, aunque exista, te alejará de lo que tú tienes que vivir, en el instante.
Muchos de vosotros sentís los trayectos de la Luz, los puntos de la Luz. La Luz es Inteligencia y Gracia y va a actuar durante este periodo, donde debe actuar. Tratad de no preguntar a la Luz y dejad simplemente, que actúe en vosotros. Porque preguntar es ya, entrar en resistencia.
Aunque sea muy seductor para la mente, comprender los particularidades de la Luz. Pero comprender no es un Abandono, es un acto intelectual. Sumergiros en la Luz, dejad que os Fecunde.
Pregunta:
¿El estado de Unidad es un estado de nada?
El estado de Unidad es un estado de nada, en relación a la personalidad y un estado de Todo en relación a la Fuente.
Pregunta:
¿Esto corresponde a sentir un estado o no hay ya ni cuestión, ni deseo?
No puede existir cuestión y deseo. La Gracia se basta a ella misma y la Unidad es la Inocencia. La Inocencia no tiene ninguna cuestión, no tiene ninguna referencia. Ella es, simplemente. Cuando hay cuestión o pregunta, hay salida de la Unidad. Y de la Inocencia.
Pregunta:
¿Cómo abandonarse totalmente a la Luz, hasta hacerse Luz?
Mi Hermano, ¿quién hace esta pregunta?
El Abandono a la Luz es un acto de rendición a la Luz. Es la personalidad que hará siempre la pregunta: “¿cómo abandonarse a la Luz?”.
No hay “cómo”. No existe ninguna técnica para abandonarse. Es un impulso del alma, que se descubre, sea por la Cruz Posterior asociada a la Inocencia, sea por la Cruz Anterior. Pero no hay técnica. Es necesario que la personalidad muera, para que nazca lo Ilimitado. Mientras que haya una búsqueda, no hay Abandono, porque la búsqueda será siempre un acto de personalidad, que desea apropiarse de algo. La Luz es un Don. Os hacéis Luz si, vosotros mismos os hacéis ese Don.
No tenemos más preguntas, os damos las gracias.
Hermanos y Hermanas, en este mundo, os digo bienvenidos a la Gracia.
Bienvenidos a Vuestra Eternidad. Bienvenidos a la Alegría. Bienvenidos a vuestro nuevo Nacimiento, a vuestra Resurrección.
Que la Unidad os colme. Con todo mi Amor, con toda la Gracia de nuestro reencuentro, yo os digo hasta pronto.
Original en Francés.
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Canalización: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milan
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Canalización: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
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