martes, 20 de septiembre de 2011

HERMANO K - Principio Ecuación, Bien y Mal


HERMANO K
Principio Ecuación, Bien y Mal

24 de Agosto 2011




Soy HERMANO K. Hermanos y Hermanas, todo mi Amor les acompaña. Vivamos, si lo quieren bien, en primer lugar un momento de comunión, antes de que desarrolle lo que debo decirles hoy.


... Efusión Vibratoria…


Vengo hoy, a provocar una interrogación. Esta interrogación puede resumirse así: ¿en la encarnación en este planeta, por qué el Bien no puede nunca solucionar la ecuación bien-mal? ¿Por qué este principio de Bien y Mal, inscrito en todas las capas y todas las esferas de la vida, no puede solucionarse?

Entonces excluiremos, hasta cierto punto, el destino de algunas almas particulares triunfando por el Bien, precisamente, y extraerse de esta ecuación. Estas almas particulares estuvieron presentes en la superficie de la Tierra, en todo tiempo y en todo lugar. Son almas cuyo Don de sí mismas, a nivel de alma fue tal que este Sacrificio del alma permitió efectivamente, vivir el Espíritu, el CRISTO y salir del encerramiento.

Es necesario reconocer, que estas almas no fueron numerosas en la historia de la humanidad, pero fueron suficientemente influyentes para dejar marcas concretas por todas partes. De lo que voy a hablarles por supuesto, va dirigido al conjunto de la humanidad y no hace excepciones. Hablaré pues a nivel colectivo, a nivel humano, una vez más, lo que voy a decir puede aplicarse a todas las capas de vida, a todos los estratos (sean sociales, políticos, emocionales, morales o espirituales).


El Bien y el Mal se inscriben en un principio de Ilusión y sustituimos estas palabras por las palabras Atracción y Repulsión, con el fin de intentar desalojar el concepto moral precisamente de Bien y Mal, tal como se comprende, transportados, tanto en la sociedad global como en la moralidad, en los sistemas filosóficos o espirituales.

El Bien y el Mal son interacciones permanentes, que todo ser humano prueba y experimenta a lo largo de su vida, varias veces al día, en distintos grados y de distintas maneras. Por supuesto, el Bien y el Mal son específicos a cada individuo. Ya que lo que puede parecer bien para un individuo, aparecerá y será vivido como un Mal para otro.

Así, existe a través de este concepto de Bien y Mal, de Atracción y Repulsión, una serie de elementos que forman parte de todo lo que es transportado por la conciencia ordinaria de un determinado individuo.

Por supuesto, existe un Bien y un Mal que podría calificar de arquetípico, expresándose en la sociedad en sentido más amplio. El Bien a menudo es similar a un principio de felicidad, de equidad, a algo justo, a de algo que no se opone, en cierto modo a la vida. El Mal puede definirse, exactamente como lo opuesto o a la inversa, como algo que viene a obstaculizar un desarrollo normal, como algo que viene a hacer sufrir.

Excluimos también, por supuesto, los casos donde algunas personas pueden confundir el Bien y el Mal intencionalmente. Algunos en efecto, pueden probar lo que llamaría un Bien para hacer el Mal. Salimos por lo tanto, de la normalidad de este mundo, para entrar en casos particulares, que no abordaré ahora. El Bien y el Mal (va incluso digamos) a guiar el conjunto de los comportamientos, el conjunto de los afectos, el conjunto de las decisiones de todo ser humano.

Este Bien y este Mal son omnipresente, en todo lo que se desarrolla en la vida de un individuo como de la sociedad. Todo elemento de la vida va pues a ser coloreado, que uno lo decida o no, en sentido humano o en sentido individual, por un juicio de valor ya que el Bien y el Mal son una escala efectivamente de valores. Una escala de valores global y colectiva, pero que puede pasar a ser, una vez comprendidos, muy diferente para cada uno, en función de su propia rejilla moral, de su propia experiencia, de su propia ventaja o desventaja.

El Bien y el Mal pueden inscribirse, en principios colectivos y personales, sin que por ello pueda afirmarse que lo colectivo sea el resultado de las distintas maneras de vivir este Bien y este Mal a nivel individual. El peso de lo que llamamos creencias, cualesquiera que sean, son de sobra predominantes en el Bien y el Mal.

 Así pues, cada ser humano al nacer, aquí sobre este mundo, va rápidamente a enfrentarse a este concepto de alternancia de Bien y Mal, Atracción, Repulsión, de placer o desagrado. Ya que a menudo el Bien y el Mal están más allá incluso de las creencias inculcadas y vividas desde la infancia, por percepciones, que pueden ser tanto resultantes directamente de las creencias como de las emociones.

En general un ser humano, a título individual, llama al Bien a eso que le hace bien, o que va a corresponder en su propia escala de valores o su propio juicio de valor, aplicables en la sociedad y sus distintas capas (también, personales, allegados o lejanos).

El conjunto del Bien y el Mal, en su forma más exitosa (si es que se pueda hablar así), va en algunos casos a superar las creencias y las emociones o la historia personal, para inscribirse en emociones, que puede en algunos casos, conducir al Corazón, a la llamada compasión y empatía. Así pues, existe para cada ser humano, un límite de tolerancia, un límite de balanceo, entre lo que podría ser Bien y Mal con una zona (más o menos amplia) calificada y considerada como neutra, dentro de sí. Todo lo que va entrar en interacción con un ser humano, cualquiera que sea el plano en cuestión, va de manera ineludible, a encontrar este concepto de Bien y Mal. 

Toda interacción entre dos seres humanos, cualquiera que sean los vínculos, y los pormenores, se plantearán (si no es el caso desde el principio, al cabo de un determinado tiempo y generalmente muy rápidamente) en esta dialéctica, digamos, de Bien y Mal, aunque eso no sea nunca pronunciado o vivido así. Eso es un principio fundamental que se expresa, cualesquiera que sean las palabras y cualquiera que sea la aceptación o la denegación, de hecho como la realidad primordial y definitiva de todo ser humano.

Por supuesto, en el marco de una personalidad bien insertada, bien integrada en su marco de vida, el Bien y el Mal va a jugarse sobre todo a través de una búsqueda de Bien, que eso sea para sí o para su círculo cercano. Y en una visión que calificaría de compasiva: intentar hacer el Bien donde sea, en su círculo próximo, como alejado. En referencia, directamente con conceptos de humanismo, de compasión o incluso de religión o espiritualidad.

Es así muy fácil desembocar en algo que puede parecer, a primera vista, como perfectamente lógico, perfectamente normal, perfectamente evolutivo, que podría llamarse la voluntad del Bien. Todos tuvimos en nuestra vida, situaciones donde, queriendo hacer el Bien (a otro o a una situación) nos dimos cuenta que lo que se derivó fue exactamente lo contrario. Y eso devuelve de manera ineludible, al contenido para cada uno de este concepto de Bien.

En efecto, para una palabra y un concepto como éste, lo vivido por cada uno, la experiencia de cada uno, la memoria de cada uno, es profundamente diferente. Haciendo que el Bien del otro no sea necesariamente el Bien de uno. Tras admitir que existe, por supuesto un Bien colectivo, este Bien colectivo se acercaría más por otra parte, no del Bien, sino a un concepto de armonía o equilibrio en los intercambios que pueden existir y manifestarse en un grupo social, limitado o más importante (como un país o en la Tierra en esta fase particular, como lo que llamarían una especie de mundialización, donde la Tierra pasaría a ser como un pueblo).

Los medios de comunicación (tecnológicos y no espirituales) aplicados sobre esta Tierra, permiten ignorar la distancia y el tiempo pudiendo separar un evento y en consecuencia un juicio, que antes ponía un determinado tiempo o no llegaba nunca, incluso siendo dramático, no se conocía en otro punto suficientemente distante de la Tierra. Convendrán que no es más el caso hoy sobre esta Tierra, gracias a distintos medios tecnológicos aplicados y utilizando la comunicación, en el sentido más amplio.

Entonces, el ser humano, en este principio de Atracción y Repulsión, va a buscar en general (permanecer en un marco habitual, digamos normal y no patológico) en su vida, todo lo que pueda atraerlo (es el principio de la Atracción, del que ya hablé detenidamente) que va a regir, de alguna manera, una búsqueda de mejoramiento. Esta búsqueda de mejoramiento se deriva también, de la ley de acción-reacción, haciendo de modo que el ser humano vaya a buscar (generalmente consciente, pero también en actos inconscientes) las situaciones y Estados que lo llevan, en este eje lineal de tiempo que es su vida, a prever, a asegurarse y a buscar un equilibrio, una Atracción.

Y esto en todos los sectores de la vida, sin ninguna excepción. Por supuesto, la experiencia de todo humano pone de manifiesto que todo no se desarrolla de manera uniforme y que existen numerosos acontecimientos, numerosas relaciones y acontecimientos accidentales, no buscados, que van a manifestar más bien el Mal que el Bien. Entonces, el ser humano, cuando está confrontado al Mal (y sobre todo cuando se enfrenta al Mal), va en búsqueda de sentido, esta búsqueda de sentido puede expresarse tanto en la causalidad inmediata, que en causalidades retrasadas (incluso más antiguas, no perteneciendo a la causalidad de esta simple vida). Y cuando no hay sentido posible, entonces, se describe con una palabra muy importante, que es: el azar.

Todos, ustedes y nosotros constatamos, que hacer el Bien no basta para preservarse del Mal de ninguna manera, y que a menudo, la alternancia del Bien y el Mal parece escapar a toda lógica. Por supuesto, existen comportamientos colectivos, decididos al lugar de cada uno, consciente o inconscientemente, que va a (través de datos bien conocidos sobre este mundo, como la depredación, la competición) terminar siendo lo que se llama una injusticia y en consecuencia un predominio del Mal en la sociedad. Es muy lógico que un ser humano, debido a su constitución y al juego mismo de la encarnación, busque evitar el Mal, evitar el sufrimiento y buscará un mejoramiento más bien que una degradación de su estado (en sus relaciones, sus finanzas, sus afectos, y el conjunto de todo lo que hace su vida, en todos sus compartimentos, sin ninguna excepción).

Hubo algunos seres que fueron capaces de hacer un sacrificio total, como lo decía, de su propia vida, en un sentido de Don y de abnegación total de su propia existencia, para darse e iniciar gestiones conscientes y activas, que llevan nombres precisos, por ejemplo en Oriente, como el Bhakti Yoga (o Yoga de la Devoción). Muchos seres, por otra parte, tienen una polaridad de alma que, de algún modo los impulsa literalmente, a trabajar en este sentido del Bien y a asegurarse, hasta cierto punto, contra el Mal. Y por intentar asegurar o arreglar en todo caso, las situaciones de Mal en su medio ambiente o para los seres que son llevados a frecuentar o en la búsqueda de ayudar. Este principio de altruismo es obviamente, uno de los componentes del humano, cualquiera que sea su vida y cualquiera que sea (podría decir) su karma. Es una tendencia general de la humanidad.

Entonces, uno puede plantearse la pregunta de cómo algunos porcentajes de la humanidad, trabajando en un sentido contrario al Bien común, han podido hacer llegar la situación de esta Tierra a un estado particular, a tal punto que este estado ha sido escrito y reconocido. En todas las escrituras (cualesquiera que sean, occidentales,  orientales, en los pueblos primitivos o incluso en la biblia) tienen este concepto de una edad particular, que se vive desde hace ya mucho tiempo, sobre esta Tierra, llamada en Oriente Kali Yuga, o Edad Oscura.

Edad donde los valores, vinculados precisamente al Bien, vinculados a un equilibrio, obviamente, cualquiera que sea vuestra mirada, son de más en más trozos ya sea a nivel del hombre o de la Tierra, en todos sus componentes. Por supuesto, uno tiene derecho a plantearse la cuestión fundamental que es saber cómo, a pesar de los conocimientos humanos y sociales y con la mejora de las condiciones llamadas tecnológicas, haciendo la vida más fácil, pueden desembocar en una Edad Oscura y un hundimiento en una Edad cada vez más oscura.

Donde el ser humano, finalmente, eso lo saben bien, no manifiesta ninguna felicidad y ningún estado de Bien duradero. Eso efectivamente, puede llevar a cuestionarse. Y hasta puede inducir a situaciones de revoluciones (Interiores como exteriores) pudiendo llevar a grupos de individuos a querer cambiar las cosas. Lo que es, perfectamente lógico, con la mirada de la razón y la mirada del alma.

Entendieron quizá que nosotros, Ancianos, algunos Arcángeles y algunas Conciencias, poco a poco, los indujimos a una forma de percepción destinada a hacerles superar este Bien y este Mal. No para negarlo como realidad de este mundo, sino quizá, para hacerles vivir a nivel Vibratorio, en la conciencia, Estados donde el Bien y el Mal no tienen ya ninguna influencia, ni ninguna especie de interacción. Lo que no quiere decir que el Bien trascendió el Mal, o que el Mal se borró delante del Bien, sino algo diferente (un estado diferente, una mirada diferente y una Conciencia diferente) que hace prever finalmente, que la solución no está quizá en una búsqueda perpetua del Bien, en un humanismo forzado destinado a mejorar un estado de hecho o de leyes, tal como se escriben y tal como se viven en este mundo.

Por supuesto, el conjunto de las filosofías, a través del humanismo y el conjunto de los movimientos espirituales o religiones, todos sin excepción, hablaron de un mejoramiento, hablaron de un futuro de Luz, hablaron de una especie de revolución espiritual conduciendo a una edad de oro. Una edad de oro, situada por supuesto, siempre en las mismas condiciones de vida. Las leyes de atracción siendo lo que son, sobre este mundo (si uno toma algo terriblemente simple de comprender pero que, yo se los afirmo, se desarrolla en todos los niveles y en todos los mecanismos del ser humano): la ley de atracción, la ley de repulsión están omnipresentes en este mundo vinculadas por supuesto, a la depredación y a la competición.

¿Cómo uno puede imaginar que la competición o la depredación puedan un día cesar, en la medida en que la secuencia de causas y reacciones permanentes no pueden, por sí mismas jamás cesar? Sólo es un ideal humanista, un ideal de alma. La historia de la humanidad (en todo caso, la que nos es conocida de manera dicha oficial) pone de manifiesto que eso no puede nunca existir y que una situación de paraíso no existe entre dos situaciones de infierno.

No obstante, está bien que en este mundo exista un mecanismo llamado la Vida. La Vida no tiene nada que ver con la depredación, la Vida no tiene nada que ver con la competición, la Vida no tiene nada que ver con el Bien y el Mal. La Vida es simplemente Conciencia. La conciencia del Bien y el Mal pertenecen irremediablemente a las leyes de este mundo, pero nadie puede afirmar, sobre esta Tierra, que conoce las Leyes existentes en el conjunto de las vidas, el conjunto de las Conciencias o del conjunto de los Universos.

Y no es porque se observen, analicen, expliquen y concienticen las leyes de este mundo; que las leyes de este mundo (como un postulado adoptado por el conjunto del colectivo humano) bastarían para probar que eso es Verdadero. Sería necesario, entonces admitir que la propagación de la luz, la propagación de la electricidad, que la propagación de no importa qué onda, sea siempre la misma en todos los Universos y en todo lo que se llama el cosmos.

Por supuesto, eso no es estrictamente nada. Lo que el ojo, incluso científico a través de las tecnologías, puede percibir es sólo un reflejo de lo que puede mostrárseles y calcular, pero a través de un determinado número de filtros opacos. Que obviamente, no permiten nunca saber que hay, del otro lado del velo.

Hay personas por supuesto y parecen efectivamente ser cada vez más numerosas, desde hace una generación sobre la Tierra, que trajeron de alguna manera experiencias y recuerdos, recurriendo a algo donde no existe ningún Bien o mal. Donde todo es Bueno, pero dónde el Bien no está en oposición a un Mal. Podría llamar eso un Bien Absoluto, donde todo es Amor, donde obviamente, la competición y la depredación, no existen. De donde viene una palabra, que por supuesto, que es extremadamente importante y es el sentimiento de no ligarse a cualquier atracción.

Y en consecuencia, de no ligase al Bien, ni al Mal, sino de evolucionar en un Bien de naturaleza superior. La experiencia llamada muerte inminente (o NDE) ilustra perfectamente mis observaciones. Los testimonios son innumerables, mostrando de alguna manera, una sobrevivencia del alma, independientemente del cuerpo. Y esta sobrevivencia del alma se hace, al parecer, en un mundo mucho más ligero, donde el Bien y el Mal no existen.

Por supuesto, existen también experiencias negativas, donde el Bien Absoluto no existe, y donde se enfrenta a la persona a la nada, a la negación de la vida y a lo que podría llamar entonces, el Mal Absoluto, sin referencia a ningún Bien posible. No obstante, las personas viviendo estas experiencias describen más bien un mundo de amor, un mundo de Luz, con una Luz que se ve a lo lejos, un sentimiento de paz, de calor donde no existe ya ninguna atracción a cualquier cosa de este mundo, excepto por supuesto, el momento de regreso, puesto que la gente vuelve para dar testimonio.

Lo que es importante tener en cuenta, es que cualquiera que sea lo que es descrito por estas personas, ninguno nos describió, a priori, algo profundamente diferente de lo que vivimos aquí, excepto la amplitud del Bien o la amplitud del Mal, llevados como lo dije, a un nivel Absoluto. Pero nadie ha sido capaz de describir una vida independiente de un cuerpo, incluso más ligero, una vida independiente de toda relación, puesto que aparecen a menudo, en estas experiencias, guías de Luz, Ángeles, miembros de la familia que ya partieron y a veces, grandes entidades de Luz (como el CRISTO, Krishna, Mahoma y tantos otros).

Obviamente eso lo saben, un occidental no encontrará a Mahoma, encontrará más bien el CRISTO, eventualmente a Buda, si es budista. Mientras que un hindú no encontrará nunca al CRISTO, pero siempre a Krishna, o Visnú, en todo caso, alguien que pertenezca a sus propias creencias o a su propia cultura. En todo caso, ninguna de estas experiencias, por transformadoras que sean, no  vienen a dar prueba de algo Desconocido puesto que lo que se vive, en ese momento, pertenece irremediablemente a lo Conocido, idealizado al liberarse de la gravedad del cuerpo, en un estado de vida un poco diferente, digamos más ligero.

Los Mundos de los que les hablamos (si así podemos decir: hablamos o digamos los Mundos que evocamos) a través de Vibraciones (que muchos perciben, ahora), son Mundos que no tienen nada que ver precisamente, con los mecanismos de funcionamiento, del principio de Bien y de Mal. Retengan que eso no quiere decir que el Bien fue transmutado por la desaparición del Mal, o que el Mal se borró delante del Bien, pero que esta situación (y este mecanismo de Vida del Espíritu) no tiene ya nada que ver con los mecanismos de este mundo, trascendiendo ampliamente y no basándose ya en cualquier oposición, o contradicción, entre el Bien y el Mal.

Vivir esta experiencia, incluso antes que esté establecida de manera duradera (y eso fue explicado ayer, por el amado SRI AUROBINDO, ver la canalización del 23 de Agosto) y otros que les hacen ver que existe, probablemente, otro estado de la conciencia. Este estado, lo llamé Autónomo, lo llamé Libertad y lo llamé Desconocido. Porque obviamente, nunca la conciencia ordinaria podrá, cualesquiera que sean sus deseos de mejorar, cualquiera que sea su voluntad de Bien y su práctica de Bien, de manera intensiva, incluso diría sí fuera la más perfecta (excluyan por supuesto, ciertas almas dichas predestinadas), no podrá nunca salir de esta Ilusión.

La Unidad no es ni la transcendencia del Bien, ni la transcendencia del Mal, sino un estado Vibratorio que no tiene ya nada que ver con el Bien y el Mal. Lo que no quiere decir que la Unidad no consiste en hacer el Bien, sino simplemente la Unidad está más allá del Bien: ella es, de alguna manera, un estado y una acción, independientes de toda reacción, de toda emoción, de todo condicionamiento, de toda creencia. Ella está vinculada a la experiencia de la propia Conciencia, está vinculada, indefectiblemente, al Espíritu y se desliga progresivamente de toda pertenencia a este mundo, de toda pertenencia a un cuerpo, a una historia y a una vivencia.

La Unidad no tiene nada que hacer de la persona. Como eso se demostró en todo lo que se les dio en el despliegue de la Luz (les comunicamos un conjunto de elementos vinculados a la falsificación y al encerramiento), es necesario comprender que el ser humano inscrito en la voluntad de Bien no podrá nunca vivir el Espíritu. El Espíritu no puede vivirse sino por el Espíritu y en el Espíritu.

Y el Espíritu, como eso se enunció, anunció, declamó, por todos los seres habiendo vivido este acceso al Espíritu, no es de este mundo. Y eso es imposible, puesto que es precisamente el Espíritu que se retiró de este mundo, dejándoles en este dilema del Bien y el Mal, en este sufrimiento que todo ser humano ha conocido y conocerá.

En algunas experiencias de sufrimiento (y estoy bien ubicado para hablar) éste se vuelve hasta cierto punto tal, realmente atroz e insuperable, que en ese momento, puede aparecer el Espíritu. Las condiciones de la Tierra actual los dirigen directamente hacia eso, no como un sufrimiento para el sufrimiento, no para un Mal por un Mal, no para una retribución, vinculada al Mal que se habría hecho sobre esta Tierra, o a esta Tierra, o grupos de hombres, por otros hombres.

Allí estaría el error: considerar que habría una retribución y que cada uno va a pagar los frutos de sus acciones, o la reacción de sus acciones. La Unidad, el Espíritu, la Luz Vibral, no tienen nada que hacer de estos juegos estúpidos, tal como puedo nombrarlos, no entre el humano en vida, sino entre la falsificación misma, habiéndolos (y teniéndonos siempre más) alejados siempre más de la Verdad. Algunos seres dijeron, habiendo vivido este acceso a la Unidad, que la Verdad no era de este mundo y que nada de lo que pertenece a este mundo es real.

Y eso es la Estricta verdad. Y por lo tanto, cuando son parte involucrada de vuestro cuerpo, parte involucrada de vuestra historia por supuesto, eso es bien simple para ustedes: esa es la única verdad. No hay otra verdad. Y es hasta cierto punto, inevitable: incluso poniendo fin a esta Ilusión, no encontrarán otra cosa que la Ilusión, por un principio de encerramiento que ha estado ampliamente explicado, en la matriz astral, que es la misma que la matriz física puesto que es una matriz que atrapa y encierra, no teniendo ninguna puerta de salida.

Por supuesto, el ser humano, no pudiendo concebir el hecho de no tener mecanismo de salida, construyó principios humanistas, principios ideales, de ir siempre hacia un mejoramiento. ¿Pero quién puede decir, que la vida que vive hoy, cualquiera que sea, que existe un principio de mejora permanente, seguro y cierto? No existe, por supuesto.

Sólo el mecanismo de extracción de la Ilusión, por la Conciencia misma, de acceso a la Unidad, les hace descubrir, en una visión ampliada que no tiene ya nada que ver con este mundo, lo que la mayoría de los seres viviendo la Unidad les han dicho desde mucho tiempo: este mundo es una Ilusión total, la personalidad es una Ilusión total. Y mientras ustedes adhieran a uno o al otro, están atrapados en este mundo. Y recuerden que no pueden salir de este mundo por la muerte, esperando salir de la Ilusión, puesto que del otro lado, es exactamente la misma Ilusión.

La revolución que está en curso (y es una revolución, puesto que hay un cambio de paradigma y el final de esta Edad Oscura) no es un mejor futuro en el mismo mundo de competición. Es un cambio total de la Frecuencia de la Conciencia. Es un cambio total diremos, de Dimensión donde las Leyes no tendrán ya nada que ver con lo que existió, con carácter individual o colectivo. Los jalones han sido colocados siempre. Seres como lo dije, que salieron de esta matriz atrapante y les describieron el estado de la Conciencia y manifestaron esta Conciencia de distintas maneras.

Por otra parte, estos seres, en los tiempos más antiguo (remontándose a varias generaciones) a menudo han estado como luces, como faros, atrayendo a otras almas queriendo, obviamente, vivir la misma cosa, sin casi nunca poder vivirlo. Así pues, durante mi vida, había enorme cantidad de gente que me escuchaba y yo tenía en mí este sufrimiento, cualquiera que sea la Unidad que vivía, de no poder comunicar este estado, ya que es un estado (y eso se les dijo) que es absolutamente incomunicable, mientras la persona que está en frente permanezca en su personalidad.

Las modificaciones Vibratorias de la conciencia (en este cuerpo donde debe realizarse el cambio) y la transformación, se vuelve más fácil, eso ya se les dijo. Pero mientras permanezcan en la óptica de Bien y Mal, concerniendo a vuestra propia vida y por lo que se refiere a vuestras propias adhesiones, cualquiera que sean (tanto en las creencias que al nivel mismo de lo que llega a este cuerpo, o a vuestros allegados), no pueden penetrar la Unidad.

Por supuesto, ha habido mecanismos (que también, ampliamente se explicaron) de superposición, de yuxtaposición de la conciencia normal del hombre, con un diferente estado. Hemos evocado, en numerosas ocasiones y en numerosos momentos, este concepto de elección, impulsado a partir del año de vuestro calendario 2008, por el Arcángel JOFIEL, permitiéndoles trazar impulsos, para ir hacia el Espíritu, o para ir hacia el alma.

O en todo caso, para intentar impulsar otra cosa que la acción-reacción de la conciencia ordinaria encerrada, sin ningún conocimiento incluso del alma. Y poco después, tuvieron lugar las Bodas Celestiales y un conjunto de elementos a un nivel más allá de esta Tierra, en este Sistema Solar y en el conjunto de los Universos, habiendo impulsando aún más diría, los grados de la Unidad y la Vibración de la Unidad, en el cuerpo de la Tierra, en el cuerpo humano y en el cuerpo social.

Siempre dijimos que la llegada de la Luz, de manera cada vez más neta e intensa, vería una serie de reacciones. La primera de estas reacciones y que todo ser humano puede percibir, reúne de alguna manera, eso que decía con relación al hecho de que los que habían vivido la Unidad, hace algunas generaciones, fueron faros para otros, y que un conjunto de seres humanos se agrupaban en torno a ellos, para intentar cosechar una parcela o una pizca. Y observarán, por otra parte, que cualesquiera que sean las palabras (que aquéllas que fueron las mías, durante mi vida, que aquéllas que han sido las palabras de SRI AUROBINDO, de un AMIGO, o el conjunto del cuerpo dado en los testimonios, por ejemplo de la vida de THERESA de LISIEUX, o de tantos otros), el hecho de adherir a eso no permite vivir la misma cosa que estos seres.

Si no eso, por supuesto, lo sabrían porque lo vivirían. Ese no es el caso. Entonces, como eso se les dijo, no pueden contar con algo que sea exterior a ustedes para penetrar los Reinos de la Unidad. El Reino de la Unidad no se realiza, como lo dije, que cuando los principios Ahrimianos y Luciferinos se transmutan completamente en ustedes y cuando aceptan ( eso lo desarrollé también) este concepto de Sacrificio es decir, de Sobrepasar del Bien y el Mal, y no simplemente la voluntad de Bien o pretender mejorarse. Ya que ninguna mejora, la que sea, conducirá al Espíritu.

No existe más que una oscilación de la conciencia y eso también les fue expresado por todos los que vivieron este acceso a la Unidad. Les hablaron (sin volver a entrar en detalles) de su cultura, incluso de sus creencias, y de su medio. Todos les hablaron de la Alegría inefable de este estado de Unidad. Que no tiene nada que ver con la indiferencia. Que no tiene nada que ver con el hecho de estar ausente, o de estar en una ilusión quimérica. Puesto que todos (y hemos todos) hablado de este estado como la única realidad tangible, inmutable, Fuente de satisfacción infinita y Eterna.

Todo lo que pertenece a este mundo no puede rivalizar, de ninguna manera, con la Unidad. El Bien y el Mal no les conducirán nunca a la Unidad. Les conducirán a una forma de perfección (sí es que se pueda hablar así) del alma, en encarnación. Algunas de estas almas, por otra parte, se detuvieron en esta apariencia de perfección, sin buscar encontrar el Espíritu. Estas almas se encerraron en un principio de ilusión de perfección. Y es este principio de ilusión de perfección que fue resultante de numerosas enseñanzas espirituales falsificadas, haciéndoles esperar un paraíso sobre la Tierra, o una mejora de la conciencia, siempre inscrita según los principios de las leyes y reglas de la encarnación.

Eso (espero, ustedes lo hayan asimilado, digerido) es estrictamente imposible. Las condiciones de trampa de esta matriz (y no hablo de la vida en los Mundos Carbonosos, sino específicamente de este mundo) privaron a este mundo de la Luz, de la conexión al MANANTIAL - FUENTE y en consecuencia de su Unidad. Así, la Dualidad de este mundo se llama disociada. Es una Tercera Dimensión, que pudo existir siendo Unificada, pero que aquí, no pudo traducirse sino en la perpetuación infinita, del Bien y el Mal, de la competición, la depredación, la Ilusión. Nunca podrán vivir la Alegría permaneciendo sobre este mundo, aunque algunos seres llegan efectivamente ahora, a conectar su Unidad y a vivir la Unidad.

Se les ayuda, aunque ustedes solos lo realizan. Pero es evidente, para los que viven la Unidad desde hace algún tiempo (y que percibieron que viven la Ilusión de este mundo, en todos sus componentes) que por supuesto, no puede existir ninguna solución de continuidad, en la Unidad, para este mundo de la Dualidad, desembocando en una sucesión de acontecimientos, destinada a superar completamente el Bien y el Mal. Eso se les describió de innumerables maneras, tanto a nivel de las envolturas aislantes de la Tierra, que en las envolturas aislantes del hombre.

Es este proceso que ahora, va a hacerse día, en ustedes cada vez más (eso se dijo también) pero no podrán más engañarse a ustedes mismos. No podrán ya mentirse, incluso en el seno del ego. O permanecerán en el ego y la Alegría no podrá estar presente. O se establecerán en la Unidad y la Alegría estará presente y el ego desaparecerá, completamente. Y eso no puede estar propenso a confusión, ya que la Conciencia ve todo completamente claro. Sólo el ego y la personalidad van a preguntarse para saber si están en la Alegría. La Conciencia de la Unidad no se pregunta nunca, porque sabe que está en la Alegría y en la Serenidad y que salió de las interacciones de la matriz, estando dentro de este mundo, por el momento.

Porque ustedes tienen un papel, que es establecer la Luz, Sembrar la Luz, por vuestra Presencia. Por supuesto, se lo dijimos y (SRI AUROBINDO) lo había dicho cuando fue San Juan: “muchos serán llamados y pocos los Elegidos. Los Llamados serían los que serán marcados en la frente, que conocerán, y que vivirán la Luz. ¿Pero de qué Luz hablaba? ¿De qué Luz hablamos? ¿Es de una Luz exterior, hacia la cual en necesario ir, como un ideal inscrito en el sentido y en la prolongación de este mundo?¿O es una Luz Interior, que los establece de manera definitiva, cada vez más adherente, en la Alegría y en la Unidad?

Toda la cuestión se resume a ésta. Y eso les aparecerá cada vez más crudamente diría, a medida de los días que viven ahora, en vuestra vida, en vuestras interacciones, en vuestras relaciones, vuestros afecto, en todos los tramos y todos los sectores de la sociedad. ¿Es que están impactados, por lo que viven, o no les afecta? ¿Están en Unidad, o están en Dualidad? Y la diferencia, más allá de los aspectos Vibratorios obtenidos en vuestros espacios particulares, debe traducirse, de manera cada vez más flagrante, en vuestra vida ordinaria más simple, cualesquiera que sean los gestos más ordinarios de la vida.

Eso es muy simple: ¿existen como persona, o existen como Espíritu? ¿Es que lo que va a guiar vuestra vida son las contingencias materiales, emocionales, personales o aquellas que se conectan directamente a la Libertad del Espíritu y la Alegría? Aparecerá, cada vez más claramente, no una separación, yo diría, dentro de cada conciencia humana, sino una especie de línea de fractura, llamada por el Ángel METATRON, como el desgarro del pericardio o la apertura de la Puerta Posterior o el Pasaje de la Puerta Estrecha.

Todo eso devuelve finalmente, a la comprobación de vuestra propia conciencia, en el momento en que eso se produce en vuestra vida (cualquiera que sea el acontecimiento, cualquiera que sea la relación produciéndose): ¿qué es lo que dirige vuestra vida, incluso sobre este mundo Dual? ¿Es la Alegría, es el interés, es la voluntad de Bien o Mal?

¿Qué es que dicta vuestra acción? ¿Es la reacción a un estímulo exterior, o es una acción completamente independiente de toda reacción, con relación a este mundo, o es justo una acción inscrita en la Libertad del Espíritu? En un caso, irán hacia el Espíritu, en la Ligereza y en una Alegría cada vez más intensa. En el otro caso, irán hacia una pesadez, una gravedad y un sufrimiento cada vez más intenso.

Algunos Arcángeles dijeron eso ya, independiente de este canal, hace mucho tiempo, yo diría, dos generaciones: ¿quieren ir hacia lo pesado o quieren ir hacia lo Ligero? Pero no pueden ir hacia lo Ligero, llevando lo pesado. La Puerta Estrecha no puede ser cruzada por la personalidad.

Todo eso, se lo expresamos de múltiples maneras. Que eso sea por las Estrellas de la cabeza, por las Puertas, correspondientes a Vibraciones particulares, por la propia Conciencia, por la descripción de los Estados de la Unidad, por algunas de las Estrellas. También, por los mecanismos que permiten acercarse a esta experiencia de la Unidad y los mecanismos a veces presentes, como la noche negra del alma, como antagonismos pudiendo existir, no como oposición, como el Bien y el Mal, sino de verdad una diferencia total de conciencia entre Ser Unitarios y ser Duales.

Los dos van a fracturarse, sobre el conjunto de la Tierra, como en ustedes. Porque los dos no pueden coexistir. Coexistieron el tiempo necesario para que, de manera colectiva, la Luz pudiera sentarse, afianzarse, difundirse sobre este mundo. Ustedes participaron ya sean (y me no gustan mucho estas palabras)  Llamados o Elegidos, pero lo más importante es estar en Libertad, y eso lo son todos.

Entonces cada día, esta fractura va a parecerles cada vez más evidente, en ustedes y en sus comportamientos. Porque resultará cada vez más claro que son o Unitarios, o Duales. Recuerden que la Unidad no puede ser obtenida por una voluntad. Aunque por supuesto, algunas almas privilegiadas les han descrito esta Tensión última del alma hacia el Espíritu, que hacía que estos seres, en momentos dados, por razones precisas, vivieron la Unidad.

Hoy día, la Unidad no se inscribe en una particularidad de algunos individuos, presentes sobre la Tierra, a un siglo dado. Pero ella se inscribe en un marco transformante, cada vez más brutal (según el sentido de la visión separada), cada vez más alegre (según el sentido de la Visión Unificada), que llega de manera muy concreta sobre esta Tierra. El CRISTO había dicho: “los que querrán salvar su vida, la perderán”. Constatarán pronto, que esta frase no es ni una metáfora, ni un símbolo, pero se inscribe bien en la realidad de la carne y de la experiencia que debe vivirse.

Recuerden que la Unidad, ante todo, se caracteriza por la Alegría, independiente de las percepciones Vibratorias, independiente incluso yo diría, de las percepciones en el pecho. Pero es innegable que, si la Vibración presente en vuestro Corazón es real, la Alegría no puede sino acompañarlo. No pueden manifestar alguna tristeza, alguna  oposición o contrariedad y estar al mismo tiempo en la Alegría del Corazón. Van a constatar, cada vez más fácilmente, esta fractura (así como la nombré) que existe entre los dos Estados.

Lo que viene no es pues un cambio. Lo que viene no es pues la llegada de una luz que se instalaría en este mundo, para perpetuar este mundo. Sino una transformación total del marco de Vida y en consecuencia del marco de la Conciencia, que precisamente, si ella acepta la Unidad, va a perder todas las referencias y todos los encerramientos. Y cuando digo todos los encerramientos, saben pertinentemente que hablo de este cuerpo y de todo lo que puede existir como encerramiento en este mundo, cualquiera que sea.

Incluso si les es agradable y si ustedes están asegurando, incluso si les parece inscrito en leyes lógicas, hereditarias o genéticas (que no tienen estrictamente ninguna relación y ninguna relación posible diría, con la Unidad). Todo eso va de verdad a quedar cada vez más claro. No habrá esfuerzo a hacer para darse cuenta, ya que eso va a pasar a ser, como la nariz en medio de la cara, una evidencia, para cada uno.

El momento en que la Luz se desplegará totalmente, a la conciencia de la humanidad: tras ese momento, nadie podrá decir que no sabía. Nadie podrá decir, sobre esta Tierra, que ignoraba que existía otra cosa, puesto que es precisamente esta otra cosa que viene a vuestro encuentro.

El objetivo de los elementos que he reforzado, hoy (puesto que la mayoría, ya les fueron desarrollados) es solamente para hacerles, señalar, de la Conciencia, esta noción de Bien y Mal, que se inscribe, como ya lo saben, en la estructura misma del ser humano, y en el principio mismo de la ley de falsificación. En los Mundos Unificados sólo existe la Alegría.

El Bien y el Mal no tienen ningún sentido, ni ninguna dirección, puesto que se excluyen completamente. Puesto que no existe ninguna zona de Sombra, puesto que no existe ninguna separación y no existe ninguna posibilidad de sufrimiento, cualquiera que sea.

El Universo es perfecto, el Espíritu es perfecto. Y eso, yo diría siempre, en todo espacio y toda Dimensión. No hay pues nada que mejorar, no hay pues nada que evolucionar, en la Unidad. Todo está ya desplegado, está ya inscrito en todo, en todos los Tiempos y en todas las posibilidades de manifestación de la Vida.

He aquí los elementos de reflexión que deseaba traer a vuestra conciencia, hoy aún más. Hermanos y Hermanas, les agradezco su atención benévola. Vamos a revivir un espacio de comunión y les digo a otra vez. HASTA pronto.


... Efusión Vibratoria…




Original en francés
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
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http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Traducción: Hedyn Núñez.

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