viernes, 16 de marzo de 2012

MA ANANDA MOYI - El Abrazo del Alma


MA ANANDA MOYI
El Abrazo del Alma
10 marzo 2012


…Comunión /Efusión Vibratoria…

Yo soy MA ANANDA MOYI. Permitidme llamaros Niños y acogeros en la Gracia. Yo estoy impulsada a expresar, en la Gracia lo que es denominado, en el Matrimonio Místico (completando lo que os ha dicho mi hermana THÉRÈSE) (ndr: THÉRÈSE DE LISIEUX), la duda. La duda expresa y manifiesta la retracción o la retractación del alma ante la Verdad.

Yo soy una de las partes del Manto de la Gracia. Yo llevo la Vibración de la Estrella AL, que está en resonancia con la Puerta, sobre este cuerpo, por encima de seno derecho, llamado no sin razón, chakra (o rueda de energía) de enraizamiento del alma. El alma que se expresa en la vida ordinaria bajo un cierto número de vocablos, bajo un cierto número de acciones y de manifestaciones de amor, de desamor, de placer, de displacer, de lo que da sentido y dirección a la vida humana en este mundo. El alma, densidad intermedia entre la densidad del cuerpo y la densidad del Espíritu. El alma en su abrazo, ese del que he hablado hace ya varios meses. Hoy vengo a completarlo por la acción del Manto de la Gracia sobre el alma.

El alma es un vehículo pero este vehículo no sois vosotros. Igual que el Espíritu es un vehículo que no es vosotros. Igual que el descubrimiento del alma y del Espíritu se resuelven en la Alegría de la Unidad y de la Luz, el Sí, no es vosotros. El alma hasta este estrato del Sí, está en acuerdo total con lo que vosotros vivís. Porque el Sí crea en el alma, en el Espíritu y en algunas partes del cuerpo, un sentimiento muy real, de completitud, de Alegría, de Luz, de conexión a algo que antes no era consciente. El alma se descubre. El Espíritu se descubre, haciendo vivir ajustes. Ajustes diversos y profundamente diferentes según, precisamente, cada alma y cada Espíritu.

Hay pues, en el sentido del alma y en el sentido del Espíritu, una individualidad muy real, que hace que cada Niño, cada Hermano, cada Hermana prefiera mucho más tal color, tal alimento, tal persona más que tal otra. Cuando la Onda de Vida, cuando el Manto Azul de la Gracia se despliega y cuando este despliegue viene acompañado de la emergencia, si se puede decir, de la Onda de Vida que parte debajo de los pies, entonces el alma comienza a retractarse porque el alma, de igual forma que el cuerpo, se descubre entonces perecedera y efímera. La manifestación de las dudas, como os lo ha explicado mi Hermana THÉRÈSE, no resulta únicamente de las últimas ataduras sino efectivamente, de los últimos impulsos del alma para mantener lo efímero, para mantener algo perecedero.

Porque el alma se sabe, ella misma perecedera. Igual que el Espíritu es perecedero. El Espíritu da y confiere un estado que nosotros podríamos llamar, en mi cultura de origen, la Budeidad. Pararse aquí da muchos elementos a nivel espiritual, llamados a justo título, los poderes. La Onda de Vida viene a percutir esta alma y este Espíritu para decirles que no son de ninguna forma lo que creen ser. Que todo poder, tanto más el espiritual, es un obstáculo a la onda de Vida. Como se ha expresado, la Onda de Vida es una rendición total del amor al Amor, de la verdad considerada como fracción de la Verdad, a la totalidad de la Verdad.

En la Onda de Vida, no ha más polaridad, ni masculina ni femenina. No hay más impulso del alma ni del Espíritu. Solo hay la Onda de Vida. Todo lo que era intermedio y efímero desaparece. Entonces, antes de vivir esto, el alma y el Espíritu que lo viven, como el alma y el Espíritu de aquellos que miran, son embargados por la duda. Es a la vez evidencia, simplicidad, infancia, para retomar las palabras de THÉRÈSE. La Onda de Vida es la absoluta certeza, la absoluta Verdad, porque no se inscribe en lo efímero, porque no se inscribe en el marco de una experiencia, porque es realmente el contenido de lo que somos todos.

El alma en ese momento se retracta, porque efectivamente tiene miedo de perder la carne que le permitía precisamente, manifestar sus impulsos. Tiene miedo de perderse a sí misma. La Conciencia misma en el Sí, en el Despertar, necesita apoyarse sobre lo que hemos llamado para vosotros, los Pilares. Sean del Corazón o de la rectitud, a nivel de la cabeza. En un momento dado, el alma debe capitular. Igual que el Espíritu. Esta capitulación no es una capitulación efímera de un cuerpo o un alma, volviendo eternamente a tomar una vestidura de carne, sino la transcendencia de la carne, la capitulación del alma y del Espíritu en la Onda de Amor que dice Verdad.

Sed conscientes de que todo lo que realizáis aquí, en este mundo (sea el Yo, en una búsqueda de perfección ¿por qué no? sea el Sí en la alegría manifestada y mucho más agradable, hay que decirlo, que la dualidad), todo esto no es nada, porque todo lo que vivís aquí, hasta el presente no son más que fases. Nada de esto tiene consistencia. Todo se disolverá y se disuelve porque es efímero.

El principio de la eternidad es y seguirá siendo siempre, una escala de valor y de tiempo. El que vive en el tiempo limitado, contándose en decenas de años, considerará siempre que millones de años, es la eternidad. Ahora, la eternidad no se cuenta en tiempo ni en experiencia ni en estado. Vosotros estáis más allá de todo eso. El Absoluto no conoce ningún límite de tiempo porque el Absoluto no puede estar inscrito en ningún tiempo, igual que el alma y el Espíritu no pueden estar inscritos en ningún tiempo, si no es el tiempo de una ronda de este mundo, mucho más larga que el propio ciclo de manifestación de la Conciencia, estando sobre este mundo de veinte millones de años.

El alma que comienza a percibir (porque es ella la que percibe y no el cuerpo) la Onda de Vida, va a encontrarse confrontada ella misma, a lo que mi hermana THÉRÈSE os ha explicado perfectamente: las dudas. La no posibilidad de ir a la Profundidad. Todo eso que ha sido inscrito en la Historia, incluso de nuestra humanidad, todo esto se borra ante la Gracia. La expresión que ha sido elegida “Manto Azul de la Gracia” no es un azar. Esto corresponde a la estricta Verdad de lo que se carga en vuestras espaldas (y no en otra parte) y que viene a hacer resonar en vosotros los estratos más profundos del alma y de la carne, que vienen a despertar el Germen que jamás, ha podido ser apagado en la Eternidad. Así, la rosa puede nacer incluso en el estiércol. Solo el alma cree que es necesario preservar una rosa de los efectos del tiempo.

La Onda de Vida os invita por su agua vivificante, a completar el Fuego, el Fuego del alma y del Espíritu. La Onda de Vida es la Onda que se establece desde la Eternidad, en cualquier límite, porque ningún límite podrá existir sin la garantía de lo ilimitado. La definición misma de un límite (ya fuera vuestro cuerpo, fuera vuestra alma, fuera vuestro Espíritu) se definirá siempre por el sentimiento de una diferencia, tener tal camino, tal sexo, tal edad, tal función, tal rol, tal aspiración, tales experiencias espirituales. Y el alma mentirá permanentemente, diciéndoos que hay una evolución, que hay una perfección que obtener. El Absoluto es perfecto, desde la Eternidad. ¿De qué el Absoluto, tendría necesidad de cualquier imperfección para descubrirse a sí mismo?

El alma va pues a involucraros a través de sistemas de experiencias, de conocimientos que, indefectiblemente os alejan de vuestro objetivo. Solo el alma cree y os hace creer que os acercáis a un objetivo, en el que ella estaría incluida e integrada. Porque todo lo efímero no existe en definitiva, más que en un momento dado, se cree a sí mismo absoluto. Si no existiera el propio fundamento del Absoluto por la Onda de Vida, no podría aparecer ningún límite, no podría diferenciarse incluso, ninguna alma. Hoy, el Manto Azul de la Gracia os ha dejado al desnudo, despojándoos, extirpando toda duda, todo lo efímero, toda ilusión. Lo que el alma consideraba como la nada, lo que el Sí llama por cierto el no Sí, solo os hace descubrir, en definitiva, el no ser, el no Sí, es decir la Onda de Vida, ausencia total de proyección, ausencia total de alma, de Espíritu y de cuerpo. Es en ese momento, ondulando y danzando en la Onda de Vida del éxtasis infinito, como entendéis que lo efímero es realmente efímero.

Solo lo Absoluto os permite vivir la Onda de Vida. La retracción del alma será un obstáculo efímero, desde el punto de vista de la personalidad, desde el punto de vista del alma en sí misma, del Espíritu, pero que tiene tendencia a haceros considerar que la Onda de Vida no puede ser para vosotros, porque tenéis un camino que recorrer, una identidad que preservar, un cuerpo que mantener, un Espíritu que revelar. El Absoluto es perfecto desde toda la Eternidad. No hay nada que conquistar. No hay nada que subir. No hay nada que descender. No hay nada que querer ser, porque el Absoluto está más allá del Ser, mucho más allá de los juegos de los impulsos del alma y del Espíritu. Y por lo tanto, este indecible que está inscrito en todo germen, en toda célula, sin el que ninguna vida sería posible, aquí o allí, tiende a haceros considerar esta Verdad como imposible de considerar, imposible de concretar, mientras que ya lo es, desde toda la Eternidad. Solo lo transitorio permite lo permanente. Solo lo infalible permite lo falible. Solo lo Absoluto puede hacer tomar conciencia de lo efímero. Ahora, vosotros sois ese Absoluto. Vosotros sois esta Onda de Vida, ese Aliento ardiente que os consume y os consuma, a fin de devolveros a lo que habéis sido siempre.

En la vida encarnada, la Onda de Vida me ha transportado, por largos periodos al Absoluto, a tal punto (si se puede expresar así) que mi cuerpo podía manifestar a voluntad, tanto el peso de una pluma, como el peso de una roca digna de una montaña. Después de todo, el Absoluto se traduce en lo limitado como él lo entiende. No tenemos ningún interés por el límite, si no es por supuesto, el conjunto de la humanidad, el conjunto de la Creación, aquí como allí, que no está en ese Absoluto, que cree estar alejado, estar separado. No ha habido jamás alejamiento, no ha habido jamás separación, en definitiva. El Karma no tiene más existencia que la ilusión de este cuerpo. Todo (como nos han dicho los Ancianos, como os he dicho y lo repito), no es más que ilusión, proyección, Maya. Ahora, no porque lo digáis, lo vivís. Pero si la Onda de Vida está aquí, entonces lo vivís más allá de toda experiencia, más allá de toda Conciencia, más allá de todo sentido, más allá de toda alma, más allá de todo principio.

La Onda de Vida pone fin al propio principio. La Onda de Vida os instala siempre y para siempre, si se puede decir en vuestra Eternidad. Eternidad que está mucho más allá de la Alegría, mucho más allá de cualquier noción conocida o aprehendida en este mundo. Frecuentemente por cierto, la razón llama místico lo que es fantasmagórico y alejado, con razón, de esas atracciones, de esos Yo. Pero lo místico que experimenta el no Sí, sabe y Vibra la Verdad. Y por tanto, puede sin tener necesidad de persuasión, simplemente por esta Absoluta Presencia, permitiros acercaros (con terror, con espanto o con alegría, poco importa) a este indecible Absoluto, a esta Eternidad que sois vosotros.

El Tiermpo actual de esta Tierra es el Tiempo de la Gracia. Regocijaos más allá de la Alegría. Id más allá de las dudas, porque vosotros no sois ninguna de vuestras dudas. No tenéis que persuadiros de lo que sea. Solamente tenéis en que entender que no sois nada efímero, que todo lo que es efímero por definición, desaparece un día u otro. Solo queda la Onda de Vida. Solo permanece lo Absoluto. Más allá de cualquier presencia, más allá de cualquier densidad, de tiempo como de espacio. Vosotros sois la Gracia y es esto, incluso si no lo reconocéis, lo que motiva incansablemente vuestra Presencia en el Yo o en el Sí.

Esta búsqueda que no lo es, porque no tenéis nada que encontrar que no seáis ya, la Onda de Vida os lo confirma. Mis palabras serán cortas esta tarde, porque mi Presencia será sobre todo, vivir juntos en Comunión y más allá del espacio tradicional, si se puede decir, de vuestro Alineamiento, vivir con vosotros, en vosotros, el Manto Azul de la Gracia y la Onda de Vida. Porque si me aceptáis, yo soy Vosotros. Nos queda, pienso, el tiempo para algunas cuestiones.

Pregunta:
¿Es normal dormirse después de la lectura de canalizaciones?

Hermana mía, yo diría que es un signo precursor de la Onda de Vida.

Pregunta:
¿Una persona que muere hoy, si tener conciencia de lo que se vive, encuentra esta Conciencia?

Hermana mía, no hay nada que encontrar. Las capas de ilusiones del nacimiento en este mundo (exceptuado el peso de la carne), no están aun constituidas. ¿Cómo podría ser encontrar algo que no sea ya? La diferencia entre el que nace hoy y el que ha nacido hace algunas decenas de años, es la atadura a su propia vida, a su propia historia, a su propia alma, a sus propias realizaciones, a su propio camino. En suma, a todo un conjunto de ilusiones que se han hecho para él, más reales que la Onda de Vida. Lo que habéis construido (el descenso de la Luz, la activación de las Coronas, las Estrellas, las Puertas, el despliegue de la Luz) no tenía, en definitiva y de alguna forma, más que una sola función: salir de la Ilusión. No sois la Luz que habéis acaparado. No sois la Luz que Vibra en lo que hemos llamado con vosotros, las Coronas Radiantes. Vosotros sois el Fuego del Corazón, vosotros sois el Amor pero estáis más allá de esa manifestación. Vosotros sois la no manifestación. Sois lo no creado. Sois el infinito, lo indefinido, la indefectible Eternidad.

Pregunta:
¿Cuál es el lugar de la Onda de Vida en las Radiaciones del jueves por la tarde? (ndr: ver la rúbrica “acompañamientos o protocolos /Ajustes a la Luz Vibral / Recepción del Manto Azul de la Gracia”).

La Onda de Vida aparece desde el instante reseñable, en que de alguna forma, aceptáis no ser ya nada, ni siquiera esta Presencia, ni este Sí, ni incluso este ser Despierto. El Manto Azul de la Gracia es vuestra naturaleza cuando la aceptáis o la vivís. En ese momento, emerge para vosotros lo que siempre ha estado ahí: la Onda de Vida. Esta Onda de Vida de la que el ego no puede ni comprender, ni captar ni vivir los mecanismos. Es, de alguna forma, la Disolución final del ego que hace de vosotros, en mi terminología, un Jani, es decir un Conocedor o si no, un Mukti, es decir, un Liberado. Aquél que se convierte en lo que siempre ha sido, Jani o Mukti, comprende la vanidad de la Ilusión y la vanidad misma de lo que él creía aun, antes de ese instante. El ego puede vivir la Luz y eso confluye por cierto, sobre el Sí que es Transcendencia del ego. Pero el Sí no podrá jamás vivir el Absoluto, puesto que es el no Sí.

En estos tiempos, el restablecimiento de la conexión, a través de la vivencia del Sí y de sus diferentes Samadhis, el restablecimiento de la Onda de Vida, basta (por cierto no hay nada más) para haceros salir de todo Yo, de toda proyección, de toda Ilusión. La Ilusión de ser un cuerpo, una historia, de estar en un planeta, de estar encerrado, de estar en prisión, de ser una función, un rol, una atribución. Vosotros no sois estrictamente nada de todo eso. El Manto Azul de la Gracia hace esto. Las etapas que se podrían llamar previas, no han sido, sin ningún juego de palabras, un divertimento. Este divertimento ha tenido por vocación prepararos a vuestras Bodas de Luz. Viviendo las Bodas de Luz, os convertiréis en un Jani o un Mukti, es decir aquél que no está ya afectado por este mundo, que realmente y no simplemente imaginado, es el Absoluto. Por eso, hay que aceptar no ser ya nada aquí, con hechos, en la práctica, en el ego, en el alma y en el Espíritu. Ciertamente, con estas palabras, aquél que no vive la Onda de Vida os va a susurrar al oído: “locura inverosímil, inalcanzable. Conténtate con el Sí. Conténtate con tus experiencias. Conténtate con tus vías, tus caminos recorridos con gran esfuerzo.

 Y así, un día la Onda de Vida vendrá a decirte que no hay montaña que subir, que no hay etapas, que no hay ningún mundo, que no hay ninguna personalidad, ninguna individualidad ¿Cómo es esto posible?”. Entonces retornaré a aquél que susurra eso, estas palabras: el Absoluto es tu propia Esencia. El Absoluto es tu Última Verdad, la prueba es lo que hace vivir este Éxtasis permanente, ese estado más allá de la Alegría, más allá del Sí, donde nada más, nada más puede estar separado de ese Absoluto”. Nosotros estamos, si se puede emplear esta expresión más occidental, al summun de la beatitud que es efectivamente, puro Júbilo. En ese momento el Jani, el Mukti, puede reírse de lo que algunos, por cierto, no se han privado de llamar una enorme farsa. Sin objeto, sin objetivo ¿estáis preparados?

No tenemos más preguntas, os damos las gracias.

Me dirijo pues, a vosotros aquí. Absoluta Presencia. Absoluto Inefable. Como Vibración de la Estrella AL, os propongo vivir juntos, este momento llamado Alineamiento. Soltad todos vuestros fardos, todas vuestras creencias, todos vuestros sueños, todas vuestras pesadillas. Dejad todo al pie de la Gracia porque vosotros sois la Gracia. Juntos.

…Comunión / Efusión Vibratoria…

Bien amados Hermanos y Hermanas, bien amados Niños de la Luz, que la Gracia sea vuestra morada de Eternidad, que la Paz del Amor Sea. Yo soy MA ANANDA MOYI, traida por la Onda de Vida. Yo saludo en vosotros, la Belleza. yo saludo en vosotros, la Eternidad. Yo saludo en vosotros, la Gracia. Hasta pronto.


Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
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