María Francisca Teresa Martín Guerin nace en Alençon, en la provincia de Normandía al noroeste de Francia el 2 de enero de 1873.
Teresa era la última de cinco hermanas - había tenido dos hermanos más, pero ambos habían fallecido - Tuvo una infancia muy feliz. Sentía gran admiración por sus padres: «No podría explicar lo mucho que amaba a papá, decía Teresa, todo en él me suscitaba admiración».
Cuando sólo tenía cinco años, su madre murió, y se truncó bruscamente su felicidad de la infancia. Desde entonces, pesaría sobre ella una continua sombra de tristeza, a pesar de que la vida familiar siguió transcurriendo con mucho amor. Es educada por sus hermanas, especialmente por la segunda; y por su gran padre, quien supo inculcar una ternura materna y paterna a la vez.
Con él aprendió a amar la naturaleza, a rezar y a amar y socorrer a los pobres. Cuando tenía nueve años, su hermana, que era para ella «su segunda mamá», entró como carmelita en el monasterio de la ciudad. Nuevamente Teresa sufrió mucho, pero, en su sufrimiento, adquirió la certeza de que ella también estaba llamada al Carmelo.
Durante su infancia siempre destacó por su gran capacidad para ser «especialmente» consecuente entre las cosas que creía o afirmaba y las decisiones que tomaba en la vida, en cualquier campo. Por ejemplo, si su padre desde lo alto de una escalera le decía: «Apártate, porque si me caigo te aplasto», ella se arrimaba a la escalera porque así, «si mi papá muere no tendré el dolor de verlo morir, sino que moriré con él»; o cuando se preparaba para la confesión, se preguntaba si «debía decir al sacerdote que lo amaba con todo el corazón, puesto que iba a hablar con el Señor, en la persona de él».
Sus padres, Celia Guerin y Louis Martín han sido declarados beatos por la Iglesia Católica.
Sintió la vocación religiosa desde muy pequeña, en la que ya venía pensando en ser llamada "Teresa del Niño Jesús". En una visita al convento, la Madre Priora le dijo, sin que Teresa lo haya nunca mencionado: "cuando vengas a vivir con nosotras, mi querida hija, os llamaréis Teresa del Niño Jesús", lo cual la Santa interpretó según sus palabras como "una delicadeza de mi amado Niño Jesús"
Cuando contaba 14 años tomó ya la resolución de convertirse en religiosa.
Tuvo muchos inconvenientes para su entrada al convento. Esto llevó a Don Luis Martín y a Teresa a conversar con el Padre superior, quien también se negó, de ahí con el Sr. Obispo que tampoco aceptó y deciden ir a hablar con el Sumo Pontífice a Roma, para aquél entonces León XIII, quien le recomendó obedecer las instrucciones de los superiores.
Finalmente luego de la intervención de la madre superiora, la insistencia de Teresa el día 9 de abril de 1888 (15 años) es recibida por fin en el Monasterio del Carmelo.
El centro de su espiritualidad fue la misericordia o amor de Dios. Por encima de todo enfatiza siempre la misericordia divina,
Su doctrina habla de que Dios está en todas partes y de que son los sencillos actos, hechos con amor, el camino hacia la santificación: «La santidad no consiste en ésta o la otra práctica, sino en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños entre los brazos de Dios, conscientes de nuestra flaqueza y confiados hasta la audacia en su bondad de Padre.» En su vida dio gran valor a la oración y a los pequeños actos..
A los 23 años enfermó de tuberculosis, sufrió la prueba de la fe desde el 5 de abril de 1896, hasta su muerte, tras unos meses de terribles padecimientos, en 1897 muere a las 19 horas 20 minutos del 30 de septiembre tras una agonía de dos días en Lisieux. Sus últimas palabras fueron: "Oh, le amo...", mirando a su crucifijo; y un instante después: "¡Dios mío... os amo!".
En 1923 es beatificada y en 1925 canonizada. En 1927 es proclamada patrona de la misiones pese a no haber abandonado nunca el convento, pero siempre rezaba por los misioneros y siempre fue su deseo ardiente el convertirse en una.
En 1997 es declarada Doctora de la Iglesia, siendo la tercera mujer en conseguir ese nombramiento. Anteriormente habían sido declaradas doctoras Santa Teresa de Jesús, también carmelita, y Santa Catalina de Siena.
La Festividad de Santa Teresa de Lisieux es el 1 de octubre.
Fue declarada patrona secundaria de Francia, después de Juana de Arco.
Edificada en su honor, la Basílica Santa Teresa, edificada en Lisieux, es el segundo lugar de peregrinación más grande de Francia, después del Santuario de Lourdes.
"Mi caminito es el camino de una infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta."
ORACIÓN DE STA. TERESITA
A LA VIRGEN MARÍA
"Para que una hija
pueda a su madre querer,
es necesario que ésta
sepa llorar con ella,
que con ella comparta
sus penas y dolores.
¡Oh dulce Reina mía!,
cuántas y amargas lágrimas
lloraste en el destierro para ganar mi corazón,
¡oh Reina!
Meditando tu vida
tal como describe el Evangelio,
yo me atrevo a mirarte
y hasta a acercarme a ti.
No me cuesta creer que soy tu hija,
cuando veo que mueres,
cuando veo que sufres como yo".
pueda a su madre querer,
es necesario que ésta
sepa llorar con ella,
que con ella comparta
sus penas y dolores.
¡Oh dulce Reina mía!,
cuántas y amargas lágrimas
lloraste en el destierro para ganar mi corazón,
¡oh Reina!
Meditando tu vida
tal como describe el Evangelio,
yo me atrevo a mirarte
y hasta a acercarme a ti.
No me cuesta creer que soy tu hija,
cuando veo que mueres,
cuando veo que sufres como yo".
"Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento de poder encender en amor de Dios una multitud de almas que le alabarán eternamente."
1.- ¡Oh mi glorioso guardián,
guardián del cuerpo y del alma,
que en el cielo estás brillando
hecho dulce y pura llama
junto al trono del Eterno!
Por mí bajas a la tierra
y me alumbras con tu luz,
te haces mi hermano, ángel bello,
mi amigo y consolador.
2.- Conociendo que soy débil,
¡gran debilidad la mía!,
tú me coges de la mano <1>,
y te veo, conmovida,
apartar de mi camino
la piedra que lo entorpece <2>.
Me invita tu dulce voz
a no mirar más que al cielo.
Y cuanto mas pequeñita
y más humilde me ves <3>,
tanto más tu clara frente
irradia de puro gozo.
3.- Tú que los espacios cruzas
más rápido que el relámpago,
vuela por mí muchas veces
al lado de los que amo.
Seca el llanto de tus ojos
con la pluma de tu ala,
y cántales al oído
cuán bueno es nuestro Jesús.
¡Oh, diles que el sufrimiento
tiene también sus encantos!
Y luego, murmúrales
quedo, muy quedo, mi nombre.
4.- Yo quiero en mi breve vida
salvar a los pecadores <4>,
mis hermanos.
¡Oh ángel bello de la patria!,
dame tus santos ardores,
para que en el mismo fuego
que tú te abrasas me abrase.
Fuera de mis sacrificios
y de mi austera pobreza,
nada más tengo, ángel mío.
Unelo todo a tus gracias
y ofréceselo al Dios Trino.
5.- Para ti la gloria, el reino,
las riquezas del que es Rey,
Rey de los reyes del mundo.
Para mí el Pan del sagrario
y el tesoro de la cruz.
Con la cruz y con la hostia,
y con tu celeste ayuda,
espero en paz la otra vida,
la felicidad del cielo,
que nunca terminará.
(A mi querida sor Filomena, en recuerdo de su hijita, Teresa del Niño Jesús y de la S.F., rel. carm. ind.)
A MI ÁNGEL DE LA GUARDA
Fecha: enero de 1897.
Compuesta espontáneamente, y más tarde dedicada a sor María Filomena de Jesús.
Publicación: HA 98, tres versos corregidos.
Melodía: Par les chants les plus magnifiques.
El tono de sereno fervor de este poema es característico de la última época de su vida, menos visionaria y menos rodeada de consuelos sensibles. Son muchos los temas que se esbozan, y el centro de poema lo constituye la estrofa 3, en la que Teresa, a lo que parece, se considera ya a sí misma en otro mundo.
Tras esas primeras estrofas, marcadas por la humildad, el tono glorioso desemboca en un final casi exultante, al estilo de los salmos con esos «Para ti... Para mí... Con... Con... Con...» al comienzo del verso, y con esas palabras tan ricas: «Reino, Gloria, Riquezas», Rey de los reyes, Sagrario, Cruz», con frecuencia rimando entre ellas [en el original francés, naturalmente. N. del T.]. El final del caminito puede quedar escondido; Teresa camina hacia él en la «paz», mientras va repitiendo esta letanía gloriosa en la que se concentran en unos pocos versos una gran cantidad de bienes eternos, de alegrías y «felicidad que nunca terminará».
<1> El ángel de la guarda es el compañero de Teresa a lo largo del «caminito». Esta escena familiar nos trae inevitablemente el recuerdo la niñez de Teresa cuando su padre la llevaba de la mano (cf Ms A 18rº; P 6, estr. 6).
<2> Comparar con Ms A 38vº/39rº.
<3> La humildad adquiere en Teresa una tonalidad y unos nuevos desarrollos a partir del verano de 1896 y sobre todo en 1897 bajo el yugo de la prueba de la fe.
<4> Esta es la primera vez que Teresa designa a los «pecadores» como sus «hermanos»; preludio de la «mesa de los pecadores» del Ms C 6rº. Ver también P 36, estr. 4 y 20.
Tomado de:
http://www.misionerosdelapalabra.org/tiempos%20liturgicos/santa%20teresita%20de%20lisieux/poemas.pdf
http://www.misionerosdelapalabra.org/tiempos%20liturgicos/santa%20teresita%20de%20lisieux/poemas.pdf
"Nunca he dado a Dios más que amor, y Él me pagará con amor.
Carta 83
A Celina
5 de marzo de 1889
J.M.J.T
Jesús +
A Celina
5 de marzo de 1889
J.M.J.T
Jesús +
Querida Celina:
¡Imposible decirte cuánto bien me han hecho tus letras...! Ahora sí que eres de verdad el Lirio-siempreviva de Jesús. ¡Y qué contento está él de su lirio! ¡Con qué amor mira a esa su flor querida que no ama a nadie más que a él, que no tiene otro deseo que el de consolarlo...!
Cada nuevo sufrimiento, cada angustia del corazón es como un ligero céfiro que lleva hasta Jesús el perfume de su lirio. Entonces él sonríe con amor y prepara enseguida una nueva amargura y llena el cáliz hasta los bordes, pensando que cuanto más crezca su lirio en el amor tanto más debe crecer también en el sufrimiento...
¡Qué privilegio nos concede Jesús enviándonos un dolor tan grande! ¡No bastará toda una ETERNIDAD para agradecérselo! Nos colma de sus favores como colmó a los más [vº] grandes santos, ¿Por qué tan gran predilección...? Es un secreto que Jesús nos revelará en nuestra patria el día en que «enjugue todas las lágrimas de nuestros ojos»...
Tiene que ser a mi alma1 a quien hablo así, pues de otro modo no sería comprendida; pero es a ella a quien me dirijo, y ella adivina todos mis pensamientos. Sin embargo, lo que tal vez ella ignora es el amor que Jesús le tiene, un amor que lo pide TODO. Nada hay imposible para él, y no quiere poner límitealguno a la SANTIDAD de su lirio... ¡Su límite es no tenerlos...! ¿Y por qué los habría de tener...? Nosotros somos más grandes que todo el universo, y un día tendremos incluso una existencia divina...
¡Y cómo agradezco a Jesús que haya plantado un lirio al lado de nuestro padre querido! Un lirio que no tiene miedo a nada, un lirio que prefiere morir antes que abandonar el campo glorioso donde el amor de Jesús le ha colocado...
Ya no tenemos nada que esperar sobre la tierra, nada más que el sufrimiento y siempre el sufrimiento. Y cuando hayamos terminado, el sufrimiento seguirá aún allí tendiéndonos los brazos. ¡Qué suerte tan envidiable...! Los querubines en el cielo envidian nuestra dicha.
[vºtv] Pero no era para esto para lo que yo quería escribir a mi Celina querida, sino para decirle que comunique a la señorita Paulina2 la desgracia que nos ha golpeado con la enfermedad de papá. ¡Ríete ahora de tu pobre Teresa que aborda el tema al final de la carta!
¡Pobre Leonia! También a ella la quiero mucho, y sufre mucho más que nosotras, pues Jesús le ha dado menos. Pero a quienes ha dado mucho, mucho les pedirá.
Tu hermanita,
Teresa del Niño Jesús
Post. carm. ind.3.
NOTAS Cta 83
1 Celina.
2 Paulina Romet.
3 Ha de leerse: «novicia», en vez de «postulante»
Tomado de:
http://www.misionerosdelapalabra.org/tiempos%20liturgicos/santa%20teresita%20de%20lisieux/cartas.pdf
http://www.misionerosdelapalabra.org/tiempos%20liturgicos/santa%20teresita%20de%20lisieux/cartas.pdf
"Soy un alma muy pequeña, que sólo puede ofrecer cosas muy pequeñas a Nuestro Señor,"
"pero quiero buscar un camino nuevo hacia el cielo, muy corto, muy recto, un pequeño sendero…
"pero quiero buscar un camino nuevo hacia el cielo, muy corto, muy recto, un pequeño sendero…
Estamos en la era
de los inventos. Me gustaría encontrar un elevador para ascender hasta Jesús, pues soy demasiado pequeña para subir los empinados escalones de la perfección…".
de los inventos. Me gustaría encontrar un elevador para ascender hasta Jesús, pues soy demasiado pequeña para subir los empinados escalones de la perfección…".
"Después de mi muerte dejaré caer una lluvia de rosas".
"Pasaré mi Cielo haciendo bien sobre la tierra".
La obra escrita de Santa Teresita no es muy extensa, sin embargo, presenta un claro interés espiritual, teológico y hasta antropológico.
Consta de tres manuscritos autobiográficos escritos por mandato de dos de sus superioras, que fueron publicados en un libro con el título de "Historia de un Alma".
«Siempre he deseado, afirmó en su autobiografía Teresa de Lisieux, ser una santa, pero, por desgracia, siempre he constatado, cuando me he parangonado a los santos, que entre ellos y yo hay la misma diferencia que hay entre una montaña, cuya cima se pierde en el cielo, y el grano de arena pisoteado por los pies de los que pasan. En vez de desanimarme, me he dicho: el buen Dios no puede inspirar deseos irrealizables, por eso puedo, a pesar de mi pequeñez, aspirar a la santidad; llegar a ser más grande me es imposible, he de soportarme tal y como soy, con todas mis imperfecciones; sin embargo, quiero buscar el medio de ir al Cielo por un camino bien derecho, muy breve, un pequeño camino completamente nuevo. Quisiera yo también encontrar un ascensor para elevarme hasta Jesús, porque soy demasiado pequeña para subir la dura escalera de la perfección».
Además se cuenta con 274 cartas escritas a familiares y otras personas, poemas religiosos, algunas obras teatrales, textos dispersos y las palabras pronunciadas durante su larga agonía que fueron recogidas por sus hermanas: Paulina (Madre Inés de Jesús), María (Sor María del Sagrado Corazón) y Celina (Sor Genoveva de la Santa Faz y de Santa Teresa), monjas en el mismo convento.
SANTA TERESITA
PATRONA SEGUNDA DE FRANCIA
PATRONA SEGUNDA DE FRANCIA
Se dice de Francia, la primogénita de la Iglesia, es decir, la primera nación que se convirtió por completo a la Iglesia Católica, cuando el rey Clodoveo se hizo bautizar junto con todos sus súbditos, después de ganar una batalla que parecía imposible, tal como se lo había prometido a su esposa, fiel cristiana, en el año 496; de aquí el porqué Dios interviene tan prodigiosamente con estos hechos, y con tantos otros a favor de este país, como poderosas, singulares y relativamente frecuentes apariciones de la Virgen María, celosos defensores de la Iglesia como el gran Carlomagno, grandes y numerosos santos de importancia capital para la Iglesia, en cuya cima está la figura de Santa Teresita del Niño Jesús, de quien Santa Juana es anuncio y tipo.
Santa Juana de Arco tuvo una profunda influencia sobre Teresa del Niño Jesús. En una vida completamente distinta, transcurrida en la clausura, teresita se sintió muy cercana a Juana.
“Quisiera morir en un campo de batalla, con las armas en la mano”, afirmó una vez.
Su alma tenía aspiraciones infinitas: quería ser guerrero, sacerdote, apóstol, doctor de la Iglesia y mártir; sentía el coraje de un cruzado, de un Suabo Pontificio; ella quería morir en el campo de batalla, defendiendo a la Iglesia; quería predicar el Evangelio en los cuatro continentes y en las islas remotas. “¡Jesús, Jesús -ella decía- si fuera a escribir todos mis deseos, tendría que pedirte prestado Tu libro de vida, yo querría realizar todas esas hazañas por Ti…”
Este aspecto guerrero del alma de Santa Teresa es un aspecto dominante de su perfil moral
“En mi niñez, yo soñaba con combatir en un campo de batalla. Cuando comencé a leer la historia de Francia, quedé encantaba con las hazañas de Juana de Arco; y sentí en mi corazón el deseo y el coraje de imitarla”.
Santa Teresa gradualmente fue percibiendo las profundas similitudes entre su vida y Santa Juana.
Así, en enero de 1894, en el 101 aniversario del martirio del rey Luis XVI, ella escribió un libreto de teatro llamado “La misión de Juana de Arco”.
Al año siguiente, cuando el Papa León XIII la declaró “Venerable”, y Francia celebró a sus santa mártir y guerrera, Santa Teresa escribió otro libreto, “Juana de Arco cumple su misión”, que fue representada por la comunidad. Santa Teresa hizo el papel de Juana de Arco.
Santa Teresa firmó su Cántico para obtener la canonización de Santa Juana de Arco como “Un soldado francés, defensor de la Iglesia y admirador de Juana de Arco”.
Santa Juana, la Virgen de Orleáns, y Santa Teresa, la Virgen de Lisieux. Dos grandes santas, que llevaron vidas tan diferentes – una estrictamente militar y la otra contemplativa- tienen sin embargo profundas afinidades entre si.
Santa Teresa no vivió para ver la canonización de Santa Juana, y ella estaba muy lejos de imaginar que el 18 de mayo de 1925 el Papa Pío la presentaría a ella misma al mundo Católico como “la nueva Juana de Arco”; y que durante la Segunda Guerra Mundial, el Papa Pío XII la declararía, al igual que a la Virgen de Orleáns, “patrona secundaria de Francia”.
La idea de la lucha alimentó constantemente el alma fuerte de la santa de la “lluvia de rosas”.
A Santa Teresita de Lisieux se la llamó La Juana de Arco del Cielo... comenzó su guerra de amor, derramando su tan anunciada lluvia de rosas, es decir, de gracias, de favores, bendiciones, que implora al Corazón de Jesús y las obtiene de su misericordia,
El mismo espíritu combativo la animaba en las luchas de la vida espiritual: Al comenzar la Primera Guerra Mundial en 1914, ¡Santa Teresa apareció unas 40 veces en varios campo de batalla, algunas veces llevando una cruz en su mano, otras un sable! Los soldados la vieron; ella habla con ellos tranquilamente, resuelve sus dudas, vence sus tentaciones y calma sus temores. Ella los protege, los consuela y los convierte.
Los soldados franceses la invocaban como “mi pequeña hermana de las trincheras”, “el ángel de las batallas” y “mi querido pequeño Capitán”.
Un soldado escribió, “De hecho, esa gentil Santa será la gran heroína de esta guerra”. Otro comentó, “Pienso en ella cuando truena el cañón con gran estruendo”.
La Iglesia las ha reunido como Patronas de Francia, después de la Virgen María.
Santa Teresa expresó su deseo de morir como Juana, pronunciando el Nombre de Jesús (Manuscrito B, 3r), la animaba el mismo amor hacia Jesús y hacia el prójimo, vivido en la virginidad consagrada.
Conecta con su energía...
PROFUNDIDAD
Hermanos y Hermanas en humanidad, que el Amor os llene de sus Gracias.
Yo soy la Estrella PROFUNDIDAD, aquella que durante su vida se llamaba Santa Teresa, llamada así por los organismos oficiales. Hoy, vengo a completar lo que os he dado hace algunas semanas, relativo a la Vibración de la que estoy encargada: la Profundidad, Profundidad que concurre a establecer en vosotros la Inocencia.
La Inocencia del niño en la que, todos los argumentos existentes para el adulto se ocultan, para dejar espacio a la espontaneidad, para dejar lugar a la ausencia de juicio.
¿Qué es la Profundidad?
La Profundidad está directamente asociada a la calidad, o a la Vibración del alma, aquella que se expresa cuando el silencio de la personalidad llega a hacerse.
Entonces, la influencia y la importancia del alma se desvelan, concurriendo a establecer la Revelación, la Revelación del Espíritu, ahí donde se encuentra Cristo, ahí dónde se encuentra la Luz Vibral. De alguna forma, se puede decir que la Profundidad es una etapa previa, que permite encontrar la Inocencia del niño y la espontaneidad del niño, donde se despliega entonces, la Luz y la Verdad.
Por supuesto, en estos momentos en que se producen muchas cosas en la Tierra y muchas de ellas son creadas para impedir que el ser humano se acerque a la Verdad, hace falta efectivamente, hacerse como un niño. Hace falta efectivamente, aceptar (no creer, sino al contrario) no ser nada en este mundo, siempre estando presente y viviendo de forma que se despliegue en sí mismo, la inmensidad del alma y del Espíritu. Solamente en ese momento, el Corazón se abre en su totalidad y entonces, se despliega y se desvela la Luz Auténtica, preparando el Corazón y el Templo para recibir al Cristo.
Esos elementos de Profundidad concurren también a que el humano se acerque a la Paz y después manifieste la Alegría, cualesquiera sean las oposiciones del cuerpo de la persona, para no ser afectado de ninguna manera. Esto por supuesto, no es una indiferencia ni menos aun, una retirada de la vida sino el descubrimiento de la verdadera Vida que no puede hacerse más que cuando todo lo que está ligado a la persona misma, no existe ya. A mi manera, yo diría que no hay ya necesidad de creer ser tal persona.
Esto requiere esa entrega de sí mismo total, terminando por la Profundidad, para encontrar el Cristo y el Espíritu y vivir la Verdad, esa que no tiene nada que hacer con las circunstancias del mundo, las contingencias del mundo y no tiene nada que hacer con las leyes del mundo.
El Espíritu con seguridad, no es de este mundo y por lo tanto, es en este mundo dónde hay que encontrarlo, es en este mundo dónde hay que realizarlo, haciendo que por el mecanismo llamado Ascensión, se supere y transcienda la condición limitada del humano encerrado. Todos habéis sido invitados a vivir esto, a manifestarlo de diferentes formas. Toda la humanidad ha experimentado una llamada.
Por supuesto, toda la humanidad no ha respondido de la forma adecuada. La preparación, para muchos de vosotros, ha durado mucho tiempo, extendiéndose más allá del tiempo de esta vida y permitiendo estructurar poco a poco el vehículo dañado y el alma en sí misma, para el reencuentro con el Espíritu.
No podéis estar inclinados hacia la Luz e inclinados hacia la Sombra, es uno o lo otro.
Lo que se produce de ahora en adelante en esta Tierra, os lleva a penetrar en los últimos Tiempos de vuestra propia Revelación y de vuestra propia Ascensión. Esto hay que vivirlo ahora en esta carne, a cada instante, a cada minuto, a cada respiración, ayudado por los impulsos Vibratorios de la Luz a nivel de las Estrellas que revela en vosotros, vuestra dimensión de Semilla de Estrella y de Ser de Amor, de Hijo Ardiente del Sol. Para vivir y realizar todo esto, se requiere efectivamente de una última Inversión. Esta última Inversión, podría llamarlo renuncia, pero los Arcángeles os explicarán todo esto mucho mejor que yo. Vivir la renuncia, repito, no es lo que se ha demandado por las religiones.
La renuncia de la que hablo es ante todo, una renuncia Interior y un mecanismo íntimo, donde todo lo que es superficial, todo lo que es accesorio, todo lo que no es de la Luz es rechazado a distancia, no por una negación sino por esa íntima convicción profunda de que volverse hacia la Luz solo puede realizarse, en definitiva, volviendo la espalda totalmente a la Sombra, no para rechazarla sino para cambiar de dirección.
Ir en Profundidad, es esto. Y no puede hacerse más que si hay Inocencia. No puede hacerse más que si vosotros aceptáis no ser nada. Es la única forma de ser todo, no hay otra. Es la puerta del Corazón, esto lo sabéis pero queda franquear el dintel y penetrar totalmente, en la dimensión del Espíritu para transmutar la carne.
El trabajo, la Revelación, el desvelamiento, llamadlo como queráis, se realiza aquí, por vosotros, en este cuerpo. Esto no es por azar ya que hay necesidad de este cuerpo y de esta carne que es vuestra, para realizar la elevación del cuerpo de la Tierra. Muchísimos seres humanos se han abierto a la Verdad del Espíritu y del alma. Esto no se hace sin dificultad porque existen como sabéis, ciertas ataduras muy presentes en cualquier vida humana, sea la que sea, cuyas causas son múltiples y son redundantes, se repiten sin descanso en cada circunstancia de vuestras vidas. No es fácil efectivamente, para un ser humano que se entrega a la Luz renunciar, renunciar a los placeres, a las alegrías habituales de este mundo, a los lazos, a las ataduras, a todo lo que representa la vida ordinaria de la persona que no está en la Luz y que cree ser.
La Luz no es de este mundo, entonces ¿cómo podéis encontrarla en este mundo? Por el contrario, ella está para manifestarse en este mundo. Es vuestra responsabilidad, vuestro deber y vuestra capacidad de volveros totalmente hacia la Luz. Es un asentimiento. Esa entrega de sí mismo, se hace por la Profundidad. La Profundidad es efectivamente, la puerta de entrada que hace maleable el alma y la hace sensible a la influencia de vuestra propia Luz. Entonces, poco a poco o brutalmente, se desvela el Espíritu, acompañándose de Cantos, acompañándose de Alegría, Alegría de vuestros reencuentros Alegría de la Ascensión y de la Resurrección.
Como todos nosotros hemos dicho, y como han dicho también los Ancianos: « nadie puede hacer esta Inversión por vosotros ». Vosotros y solo vosotros sois los que los hacéis, cuando aceptáis renunciar, renunciar no para dejar lo que sea (esto es la personalidad la que os hará creerlo) sino que la renuncia es de alguna forma, un cambio de mirada, un cambio de punto de vista, un cambio de comportamiento. No estar más interesado por el aspecto superficial y, yo diría ordinario de la vida, para no buscar más que lo extraordinario porque la Luz es extraordinaria, de manera definitiva. Pero para esto, hay que aceptar no ser seducido por las luces de este mundo que solo son la luz falsificada.
Hay que aceptar no ser seducido por los condicionamientos omnipresentes: los de la educación, los de las religiones, los de los padres, los de la sociedad y por lo tanto, es en estos diferentes entornos que conviene renunciar. En efecto, es muy fácil renunciar haciendo eso que las religiones han llamado renuncia: como aquél que se encierra en alguna parte para no ver y no ser confrontado a las ilusiones de este mundo. Y por lo tanto, es estando confrontado a las ilusiones de este mundo como tenéis las mejores oportunidades hoy, de renunciar. Este acto de Abandono es un mecanismo íntimo y profundo. No podéis realizar la Profundidad sin eso.
La Profundidad, es el desvelamiento del alma, es escuchar la voz del alma, percibir más allá del ruido del mundo, más allá de los deseos de la personalidad, de la persona, sentir lo que el alma impulsa y lo que os pide. Entonces, en ese momento, el impulso espiritual se revela, os procura momentos e instantes de Paz, momentos de plenitud, que no están en función de cualquier satisfacción de la persona, más bien al contrario.
Por supuesto, esto se ha entendido mal frecuentemente y se ha aplicado mal, como una búsqueda de un sufrimiento, como una búsqueda de una renuncia artificial. La renuncia de la que hablo es una renuncia, por supuesto, de la Consciencia antes que cualquier otra cosa. Y esto no se encuentra en una gruta sino en vuestra vida de todos los días, sean las que sean vuestras actividades, vuestras edades, sean los que sean los fundamentos de vuestras vidas.
Es a través de esto cómo vais a poder dirigiros hacia vuestra Profundidad y vuestra Verdad. Y entonces, percibir el Canto del alma llamando al Espíritu y a la Verdad. Es también comprender que no hay nada que emprender en el exterior de sí mismo. Que no hay nada que decir, que no hay nada que escuchar, que no hay nada que hacer, porque justamente, hay que ser capaz de hacer cualquier tarea habitual y cotidiana, teniendo siempre la lucidez de comprender la ilusión. En ese momento, el Hacer se hace Ser, porque lo que se hace importante es la Profundidad, que confluye sobre el Ser, así como en el Hacer.
Ser no quiere decir no hacer nada. Ser no quiere decir no frecuentar más, no salir, no amar, sino al contrario, es exactamente a la inversa. Simplemente estar lúcido sobre el objetivo. ¿Es el objetivo el alma? ¿Es el objetivo la persona? Entonces, una vez que se tienen, de diferentes formas posibles (por el pensamiento, por la intuición, por el instinto, por la reflexión), entendido esto, entonces es cuando la Profundidad puede desplegarse. Hace maleables, de alguna forma, al alma y la persona a la influencia del Espíritu. Incluso lo que se vive de manera intensa, permite en ese momento, no estar identificado más a lo que se vive (sea un traumatismo, un choque, una alegría).
Poco a poco, el alma, desplegándose, llama a comprender y a vivir que no se es el choque, que no se es esta alegría, sino que se es otra cosa, incluso si no se ha accedido aun a esta otra cosa. Pero esta otra cosa se hace entonces una certeza. De ahí nace la Profundidad y también la necesidad de vivir la Vía de la Inocencia, de la infancia, que hace que nos tomemos por un adulto condicionado por marcos, condicionado por reglas, ya fueran las más elevadas, a nivel de moralidad. El impulso del alma, entonces, se despliega y permite experimentar la Paz que conduce al Espíritu, de manera segura y cierta.
Se puede decir esquemáticamente, que toda la humanidad hoy, va a vivir de manera global el impulso del alma. A este impulso del alma, cada uno responderá por supuesto, en función de su punto de vista, de su Vibración pero también de su objetivo y será muy diferente para cada uno. Y, también aquellos que se dirigen hacia su Profundidad y el Espíritu deberán, no hacer un esfuerzo sino tomar conciencia de que nada puede cambiar el destino y el camino de la persona.
Vosotros incluso no podréis llevaros, como persona. Solamente podéis acoger Luz, seguir el impulso de vuestra alma, el Canto del alma y entonces, ir con paso resuelto hacia el Espíritu que está ahí, desde la eternidad pero que hoy se despliega, dentro de unas horas, en esta humanidad. Mucha lucidez va a nacer, muchas tomas de conciencia tendrán lugar pero esas tomas de conciencia pueden concernir a la persona, como al alma o al Espíritu.
El resultado no será en absoluto el mismo porque la toma de conciencia de la persona se traducirá siempre por reacciones sin fin, terminando en formas de revuelta, formas de revolución y rebelión. Y alejarán a esas personas de su propia Profundidad. En esto, tampoco habrá nada que juzgar, nada que censurar porque cada cosa estará muy exactamente en su lugar. Todo esto va a desplegarse en vosotros por supuesto, como en el exterior de vosotros.
El punto Profundidad, lo habéis comprendido (y la Vibración que tengo encomendada), está directamente ligada a la Vibración del alma, a la Vibración de este centro de energía presente en vuestro pecho, que contribuye a alumbrar el punto ER, la Alegría Interior, el Samadhi. Vosotros no podéis vivir esto sin Profundidad. Esta Profundidad es también un movimiento de la Consciencia y de la energía de la Luz, llamándoos a absorber esta Luz, a hacerla vuestra, a dejar actuar, en su Inteligencia y en su despliegue.
Esto consiste también en comprender y vivir la humildad más noble, esa que os hace aceptar que, cualesquiera que sean vuestros saberes, cualesquiera que sean vuestras experiencias, todo eso no es nada en relación a la experiencia y el saber de la propia Luz. Es también deponer las armas de la persona, es hacerse dulce y humilde como un niño, hacerse Inocente, encarnarlo totalmente.
Entonces, en ese momento, la Vía del Espíritu os es abierta, la Vía del Corazón se despliega, permitiendo vivir lo que vosotros llamáis el Fuego del Corazón, la Revelación del Espíritu, en vosotros. Es a esto a lo que os llama el Cielo, es a esto a lo que os llama el total de Confederaciones Intergalácticas de los Mundos Libres, de sus habitantes, en todas sus Dimensiones. Pero, repito una vez más, solo vosotros y vosotros solos, podéis decidir y responder a esta última llamada.
La Vía de la Inocencia, la última Inversión, es verdaderamente la oportunidad última de unirse a la Unidad, en perfecta lucidez, en perfecta Consciencia y en perfecta libertad. Vais a ser conscientes de esto, mucho más allá de las palabras que pronuncio. Vais a percibir en vosotros esta llamada, claramente. Se manifestará como se os ha dicho, tanto por impulsos rápidos que sobrevienen por la mañana, o de improviso durante el día. Entonces, estableceos calmadamente, entrad en Profundidad y en esta Vía de la Inocencia, y percibirla en Claridad.
En ese momento, la llamada se hará para vosotros, una llamada poderosa de la Luz, revelándose por una facilitación de todas las circunstancias de vuestras vidas, donde nada más llegue a aflorar a vuestra Consciencia, donde ninguna duda pueda existir, donde la certeza Interior aparecerá y se desplegará, permitiéndoos entrar, cada vez más profundamente, en la Paz.
Y finalizar en la Alegría, transcendiendo y encarando todas las heridas, todas las vivencias, todos vuestros afectos y haciéndoos libres. Haciéndoos libres y viviendo las relaciones, los lazos (si existen), de forma lúcida y consciente y no ser determinado y sujeto a esos afectos, a esos lazos, y obligaciones (sean morales, sociales o familiares). Todo esto se puede vivir.
No existe ningún obstáculo exterior a la Vía de la Profundidad, de la Inocencia y de la Infancia. Es una mirada diferente, una en la que predomina la simplicidad, una mirada en que predomina lo que es simple y lo que es evidente. La Luz será siempre simple, mucho más que la persona. La vía de la Luz es una Vía de evidencia y de simplicidad, a condición de que la persona no interfiera. Esto participa de la entrega de sí mismo y del Abandono a la Luz, permitiendo abrir el Corazón en un acto de fe absoluto en el Espíritu, incluso si no habéis tenido la oportunidad todavía de penetrar el Espíritu en su totalidad.
Recordad que la primera experiencia, cualquiera que sea su duración, será suficiente para adheriros al Espíritu y para vivirlo. Pero por supuesto, el ego va a hacer cualquier cosa para deciros que está lejos, para deciros que es imposible, que existen obstáculos, que existen heridas, que existen impedimentos. Es falso, nada es más falso. La Luz puede todo, a condición de que vosotros la aceptéis. Ir en Profundidad, es despertar la Vía de la Inocencia, de la Infancia, que confluye sobre la Claridad y que confluye pues, sobre la Profundidad del Espíritu, mismo, donde todo se aclara.
Pero dejaré a mi hermana Snow explicarse sobre esto. He aquí en cuanto a mí, algunas palabras complementarias que tenía que daros, que prefiguran de alguna forma, el periodo que se abre ante vosotros, dentro de unas horas. Si tenéis mis Hermanos Y Hermanas, cuestiones en relación a lo que acabo de decir, y solamente a lo que acabo de decir, si tenemos tiempo, vamos a dialogar.
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http://isismikael.blogspot.com/2011/06/santa-teresa-de-lisieux-la-profundidad.html
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Meditación
ESTRELLAS DE MADRE MARÍA
Conectando con SANTA TERESA DE LISIEUX
Con esta meditación, conecta y activa la cualidad de SANTA TERESA DE LISIEUX, en tu SER.
La vibración... PROFUNDIDAD.
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