MARÍA MAGDALENA
EL REGRESO DE LA MUJER INDÓMITA
Marzo de 2012
EL REGRESO DE LA MUJER INDÓMITA
Marzo de 2012
Por Pamela Kribbe
Queridos amigos:
Todos tres estamos aquí presentes hoy: Yeshua, María y María Magdalena.
Estamos honrados por estar aquí con vosotros. Os vemos como nuestras hermanas y hermanos. Somos uno en el corazón; y para mí, Yeshua, es especialmente liberador estar aquí junto con mis amigas femeninas. Porque a menudo soy visto como el único representante de la Energía Crística. Ésa no es toda la verdad, sin embargo.
En mi vida había mujeres a mi lado que eran esenciales para mi misión. En aquellos tiempos, no era aceptable que una mujer hiciera lo que Yo hice, enseñar públicamente. Pero mi madre y María Magdalena, ambas eran guerreras espirituales. Ellas me ayudaron a plantar las semillas de la Consciencia Crística.
Hoy hablamos de las energías masculina y femenina. Mi compañera álmica femenina y Yo hablamos en una voz. En vuestra historia, la energía femenina ha llegado a estar profundamente herida. Esto ha tenido importantes consecuencias tanto para las mujeres como para los hombres en la Tierra. No son solamente las mujeres quienes han sufrido el dominio masculino, los hombres también han sido heridos.
Primero expondremos la herida femenina. Os pido imaginaros una persona femenina. Ella representa el total de la energía femenina. Ahora, la energía femenina ha sido degradada y tratada con violencia. El efecto que esto tuvo sobre las mujeres es que ellas se retiraron de la parte inferior del cuerpo donde reside su poder. Especialmente cuando ha habido violencia sexual, el trauma emocional causa que las mujeres retraigan su consciencia de la parte inferior de su cuerpo.
Se hace difícil para ellas ser auto-conscientes y arraigadas. Visualiza una mujer frente a tu ojo interno. Representa la energía colectiva de las mujeres. En esta imagen puedes ver que hay una especie de hueco en el área de su vientre. Ella ha retirado su consciencia de esta área; y se siente insegura porque carece de base. En el interior de su vientre puedes oír gritos de angustia y dolor. Y nos gustaría invitaros a todos, tanto a hombres como a mujeres, a su vientre. De esta manera también os lo estáis dando.
Ahora quiere hablar María Magdalena.
Yo soy María Magdalena. Os amo profundamente. Siempre estoy con vosotros. Me he elevado por encima de la herida femenina; y ahora quiero tocar muy suavemente esta área del dolor para ayudar a sanar a las mujeres. Me gustaría verlas naciendo de nuevo con alegría y firmeza, para que el poder de la femenina pueda retornar de manera pacífica. No quiero pelear ni luchar.
Vengo en paz y tengo una súplica especial a las mujeres. Todas habéis sido heridas en la historia, pero en este tiempo estáis recobrando vuestra fortaleza. Ésta es vuestra época, éste es vuestro tiempo. Quiero recordaros que también los hombres necesitan ayuda ahora. Vosotras como mujeres estáis familiarizadas con la herida en vuestro vientre, el dolor y el trauma de ser degradadas. ¿Pero qué sucedió a los hombres?
En el pasado, por causa de las energías masculinas dominantes y las energías de poder y opresión, los hombres fueron forzados a cerrar su corazón. Tenían que ser fuertes y ásperos; ésta era la imagen ideal de ser masculino. Pero de esa manera los hombres fueron enajenados de su lado sensible.
Muchos hombres se encerraron en su cabeza; se volvió difícil para ellos expresar sus emociones y sus sentimientos. La inhabilidad de conectarte con tu lado sensible, tu lado femenino, también es una herida. No vives plenamente la vida si no puedes acceder a tus sentimientos. De hecho, estás desconectado de tu Alma. En muchos hombres hay una sensación de soledad y alienación, que puede ser percibida como un hueco en su corazón.
Así que lo veis: tanto hombres como mujeres habéis sido heridos en el pasado. La herida de las mujeres está localizada en el vientre; la herida de los hombres es como un hueco en el corazón. Yo quiero deciros hoy a las mujeres que a medida que recobráis vuestro poder, a medida que reconocéis vuestra verdadera fortaleza: que lleguéis a los hombres. Ellos necesitan vuestra ayuda; se han convertido en extranjeros, alienados del hogar. Tened en el corazón la bondad de ser compasivas con ellos. La Nueva Tierra solamente puede nacer si los dos hacéis la paz. Si hombres y mujeres entienden mutuamente sus heridas, pueden construír un puente entre ellos.
Yo pido a las mujeres que se unan a mí para enviar Luz al hueco en vuestro vientre. Desde esa luz, se desenvuelve una cuerda que va directamente a la Tierra. Siente tu conexión con la Madre Tierra como una mujer. La energía femenina es muy poderosa y esencial para la vida. Recuerda tu verdadera fortaleza. A medida que sentís que crece vuestra auto-consciencia, llegad a los hombres y enviad Luz al hueco en su corazón.
Estáis al borde de un nuevo tiempo en la historia. Estáis destinados a reuniros como hombres y mujeres. Estáis invitados a tener de nuevo alegría y risa como Seres Humanos. En muchos de vosotros veo guerreros cansados; habéis luchado y luchado; y algunos estáis muy cansados y decepcionados. La respuesta para vuestro dolor yace en una vida muy simple.
Con eso quiero decir: sentirte otra vez verdaderamente conectado con la Tierra y disfrutar los placeres simples de ser Humano. Experimentar el Amor entre hombre y mujer, tener amistad con personas de mente afín; y vivir en paz con quienes os rodean y con la naturaleza, es la promesa de la Nueva Tierra.
En mi vida en la Tierra experimenté profundamente la herida femenina. Yo era una querida amiga de Yeshua. Yo podía sentir su fortaleza y su sabiduría, pero también sus dolores y sus dudas. Había una íntima comprensión entre nosotros dos. Yo experimenté pesar y tristeza profundos cuando él tuvo que dejar la Tierra, cuando lo mataron. Frecuentemente, cuando él nos hablaba, Yo podía sentir sus mensajes no sólo en mi cabeza sino por todo mi cuerpo.
No me gustaba discutir sobre sus ideas, sobre sus mensajes, como lo hacían sus discípulos masculinos. En ese aspecto Yo era un poquito diferente de ellos. Algunas veces se burlaban de mí; y a veces me sentía solitaria. Yo era vista como una "mujer indómita", Yo no era convencional. ¡Actualmente estoy gozosa de ver que esa mujer indómita es bienvenida de nuevo en el mundo!
Mucho ha cambiado desde los tiempos de Yeshua. Yo os digo: ¡Las mujeres indómitas serán las líderes del Nuevo Mundo! Yo os invito a erguiros en vuestro verdadero poder. En el pasado, cuando una mujer era "indómita", significando independiente, no convencional y apasionada, a menudo era tildada de histérica. En la Edad Media, las llamaban brujas. Pero realmente, aquellas mujeres - Yo fui una de ellas - eran movidas por el Amor.
Ahora otra vez es el momento de que las mujeres muestren su verdadero poder, no de ninguna manera agresiva, sino de manera que reconcilie las energías masculinas y femeninas.
¡Muchísimas gracias por estar conmigo aquí hoy!
Canalizada por Pamela Kribbe
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
http://www.jairorodriguezr.com/
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